CAPITULO II
ATRACCIÓN
El ambiente en la habitación era tenso. Hacia unos pocos segundos, el moreno alto que estaba incontinente se despierta, alarmando al joven Taemin.
- ¿cómo que no sabes dónde estás? ¿co-como es eso posible? ¿!quién eres campesino ¡? – Dice Taemin viendo al chico que acababa de despertar.
- ¿Campesino? ¿tengo cara de uno? Este es el Castillo de Chambord, sí. si se dónde estoy. ¿ustedes quiénes son? – pregunta Minho a la expectativa al ver cuando entran dos hombres jóvenes junto a la chica de hace unos momentos.
- ¡usted no es el que hace las preguntas!- Grita el joven Onew- buenos días amo Taemin, espero haya amanecido muy bien. ¿Cómo supo de estos hombres?
- No. No desenvaines tu espada Key. No es necesario, parece que están desarmados. Buenos días a todos. Querido Onew, la pequeña Clementine subió esta mañana en forma de rutina. Eventualmente caminaba junto a ella. Cuando abrió el salón se encontró muy alarmada al ver tres vagos durmiendo en la torre…
- ¿vagos? ¿perdón? – interrumpe Minho.
- ¡Calla! Aun no entiendes, ¿verdad? ¿Quién te crees que eres para hablarle así al joven Taemin? - Amenaza Key.
- ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Quiénes son ustedes? Y ¿Por qué visten tan raro? ¡cabrones! ¡Despiértense! Salgamos de aquí. ¡nos quedamos dormidos en el castillo! – grita Choi a sus amigos aun dormidos-
- ¿Eh? ¿Dormidos? Demonios Minho, ¿porque eres tan bulloso viejo? – dice Jonghyun al sentarse, sobándose los ojos.
Los tres jóvenes y la chica los miraban asombrados. ‘¿de qué clase de circo habían salido?’ En todo caso, Onew y Key iban a actuar, aprisionándolos o hacer algo al respecto. Pero el joven Taemin, los atajo con las manos y les susurro que esperaran un momento. Y así fue.
- ¡Ustedes peleando desde que amanecen! Grita Donghae, incomodo por la luz del sol que entraba por el ventanal. - ¿eh? ¿Dónde estamos?
- Al parecer aun en el castillo. – Responde Minho poniéndose de pie- lo que no se, es porque nos quedamos dormidos aquí. Lo último fue… el jarrón y la luz esa…
- ¡Carajo! Apuesto que me sacaran una fortuna por ese jarrón… no recuerdo nada… más… ¡Wow! Que confuso, y ni bebimos. – dice Jonghyun en tono burlón. - ¿y estas personas? ¿hay alguna fiesta de disfraces hoy? – diciendo esto, él y Donghae se ponen de pie junto a Minho, quien miraba a su entorno.
El entorno estaba diferente. La decoración y los muebles habían cambiado, olía a madera y no existía tal retrato que lo había espantado la noche anterior, ni mucho menos el extraño jarrón.
- ¿perdón? ¿fiesta de disfraces? – Dice Taemin- así que por eso están aquí. Por la Mascarada esta noche. Son unos vándalos. Aun no inicia la fiesta y no sé cómo y a qué horas entraron a mi castillo. Esto… me enoja.- el joven se toca las cienes.
- ¿no era que tenían prohibida la entrada en las noches aquí? – dice Donghae. – ¿cómo consiguieron el permiso para la fiesta? ¿se hospedan aquí? Wow… no sabía que eso se podía hacer.
- Hablan muy confuso. Tanto que no los puedo interpretar bien. ¿que si nos hospedamos aquí? Este es mi hogar- dice Taemin con un tono burlón.
- Y ustedes hablan raro. Chicos, ¿él no es el joven del retrato que asusto a Minho? – dice el impertinente Jonghyun señalándolo. Todas las miradas del salón fueron hacia él.
- Ohh~ viéndolo de esa manera… parece que sí. – agrega Donghae.
- ¡y porque un retrato nos está hablando! – grita Jonghyun.
Mientras el nervioso Jonghyun gritaba, los tres hombres jóvenes los veían y susurraban:
- ¿De qué están hablando? – dice Key
- No lo sé, parecen dementes. – comenta Onew.
- Me ponen nervioso esos tres.- culmina Taemin- pero es divertido verlos, ¿no creen? Parecen bufones.
Minho veía como sus amigos trataban de recordar la noche anterior, aseguraban que no habían bebido nada, ni haber consumido ninguna droga. Pero su atención estaba en aquel chico. Esos ojos color avellana, su cabello castaño con rayos rubios como el más puro oro, su voz, su boca… ‘¿Quién era ese chico?’
Sus amigos se detuvieron tras unos minutos de larga discusión sobre la noche anterior. Minho estaba en sus pensamientos, así que no fue mucha la atención que les puso.
- Um , disculpen señores… o jóvenes. – se aclara la voz Donghae- ¿podrían decirme sus nombres? Perdón si hoy muy atrevido con toda ese allanamiento a su espacio privado… me presento, mi nombre es Lee Donghae, soy manager de esos chicos y …
- ¿No sabes quién es este hombre? – dice Onew tocando a su amo.
- Me temo que no señor…
- Jin-Ki.
- No señor Jin-Ki. Me temo que no sabemos quién es él. Tampoco entendemos la situación, ayer en la tarde estábamos dando un tour por el castillo, luego nos separamos del grupo del guía y llegamos acá sin…
Minho estaba nervioso, todos en la habitación miraban a su amigo hablar, y en sus caras existía confusión con cada gesticulación que hacía.
- Que cosas más raras dices. ¿manager? ¿tour? ¿quién los guiaba?- pregunta curioso Taemin.
- Me temo que no recuerdo el nombre de la guía. ¿ustedes si? – mira Donghae a sus compañeros silenciosos y negaron con la cabeza.
- Perdón si te interrumpo viejo, pero veo algo raro en el ambiente. Estamos como muy relajados y ellos también. Yo solo quiero saber quién es el chico del medio y ¡por consiguiente en qué fecha estamos! No quiero que sea lo que estoy pensando… es muy hipérbole pensar en ello… - dice Jonghyun señalando a Taemin quien lo miraba expectante.
- Me presento, mi nombre es Taemin Ferdinand Dieudonné d'Artois, duque de Chambord. Él es Kim Kibum y el es Lee Jin-Ki, son como mis hermanos. Y ella es la pequeña Clementine, mucama del castillo.
- ¿Nos están jodiendo verdad? – pregunta algo tenso Jonghyun.
- ¿jodiendo? – repite Taemin.
- Taemin… ¿no es el de la leyenda? ¡Minho! Tu sabes… ¡eres el obsesionado con eso!
- Pero simplemente no puede ser. Estamos en el siglo XXI, a no ser de que tenga un doppelganger o… - Minho le responde a su amigo.
- ¿siglo XXI? ¿Qué clase de dementes son ustedes? – agrega Taemin interrumpiendo al alto. – apenas estamos en 1870, 10 de diciembre de 1870. Estamos en el siglo XIX. – los mira con sorpresa. ‘¿de dónde salieron esos locos?’ pensó.
Hubo un momento de silencio por parte de los amigos. Se miraron y pensaron que no podría ser verdad esa revelación del chico. Pero todo después de esa noche podría ser probable. Caer inconscientes después de que una luz los cegara, no era tampoco normal.
- ¿podría traernos un calendario por favor Clementine? – dice Taemin. – vamos a mostrarles a estos hombres que no me equivoco. Por favor tomen asiento. – Taemin señala las sillas barrocas a sus espaldas.
Los hombres, atónitos, solo asienten. Minho, mira fijamente al hombre con el que había soñado por mucho tiempo. ‘qué clase de locura es esto…’ pensó. La forma en que caminaba aquel hombre y lo que llevaba puesto era toda una sorpresa. Esos pantalones altos hasta casi su cintura, una camisa muy ancha con arandelas en las mangas, una cotilla suelta y las agarraderas que sostenían su pantalón caídas no haciendo ninguna función. Parecía recién despierto. Cuando todos se sentaron, Taemin prosiguió.
- Hoy estoy de muy buen genio. Por ende no tomare represarías contra ustedes por allanar mi castillo de esta forma. Oh~ gracias Clementine. Miren. Este es el calendario del año que se está culminando. Es el día 10 del mes 12 de 1870. Lo que no entiendo son sus vestimentas y sus formas de hablar y expresarse… tan fuera de contexto todo.
Los tres chicos miraron al tiempo el calendario. No podría ser verdad, ¿o sí? Pensaron.
- Ohh~ pues… parecerá raro pero… yo recuerdo haber estado la noche anterior, haciendo un tour por el castillo, que es un sitio turístico de Pays de la Loire… y anoche era 11 de diciembre del 2015. – Habla un nervioso Minho.
- ¿!2015!? imposible. – Dice Taemin.
- Pues ahora todo parece posible- dice en tono nervioso pero burlón el moreno.- ¡oh! ¡Miren! Aquí tengo la prueba… ¡mi celular! Este es un IPhone 6… ¡genial sirve! Miren, miren. oh~ mi celular~ pongamos algo… umm… SHINee 365.
Los amigos de Minho lo miraban, nerviosos y algo preocupados por si aquel momento no fuera una broma. Los elegantes mozos miraban al alto hombre, esperando algo que pudiera salir de ese pequeño rectángulo de su mano.
“Bebé, vayamos a un mundo que no conozcamos
No importa que pase con nosotros dos
Chica, seré el hombre…
Y tú serás la única, a la cual tenga que proteger
Te protegeré y estaré ahí para ti
Los 365 días.”
- ¡Salió hermosa música de ese artefacto amo! – Grita sorprendida y curiosa Clementine.
- ¡E-eso vi! – dijo el sorprendido Taemin- déjamelo tocar, por favor…- sonríe ampliamente curioso por el artefacto novedoso
- ¿En serio no habían visto un celular?- dudaba Jonghyun.
- ¿Celular? ¿Así se llama este artefacto delgado? – dice Taemin cuando Minho lo posa en sus manos. – Gracias, es algo liviano. Qué curioso hahaha ¡miren chicos!- lo pone en su mano, aún estaba sonando la canción, mientras Onew y Key lo detallan de lejos.
Estaban concentrados en el celular, cuando de repente, la puerta del salón se abre de par en par. Era Kai, el mayordomo de Taemin. Esbelto, pulcro y bien aseado, saluda a su amo.
- Buenos días Señor. Buenos días jóvenes. Buenos días… ¿Quiénes son ustedes? – mira de arriba abajo los chicos sentados frente a Taemin.
- Buenos días Kai. Ellos son, gentes del futuro. Y aho…
- Qué pena interrumpirlo con sus invitados joven. Pero la duquesa de Anjou y sus hijas ya llegaron para establecerse antes del baile.
- ¡la fiesta! oh~ se me había olvidado. – se para de un salto el joven hombre. – vamos muchachos, por favor. Terminemos de organizar todo, deben ser ya las nueve de la mañana pasadas y aún no hemos terminado. Jóvenes. Discúlpenme. Pero quisiera continuar esta conversación más adelante. Siéntanse libres de quedarse en el castillo como mis invitados- les sonríe Taemin- ah~ y también. No pueden andar con esas ropas por el castillo. La gente les tratara como dementes. Clementine. Encárgate de alojarlos y vestirles. Buen día señores. Con permiso. – sale Taemin junto a sus lacayos por la puerta.
Minho veía como caminaba, tenía un estilo único y sensual al caminar. Le gustaba. Clementine les hizo señas para que se pusieran de pie y le siguieran. Clementine, una chica de unos ciento cincuenta centímetros de alta, robusta y con unos ojos verdes como de gato, era una dulzura. Al llegar a lo que serían sus dormitorios, la joven abre primero una de las puertas y pasa un traje a Donghae.
- Señor, ¿me recuerda su nombre?
- Donghae, Clementine.
- Mire señor Donghae, esta será su habitación. Y este será su traje de estar en el castillo y otro de gala.
- ¿Por qué nos dan esto?
- Es órdenes del Amo Taemin. Todos deben estar bien pulcros para la realeza que viene el día de hoy.
- Tendré que acostumbrarme…
- Por favor entre. Tome una ducha. Vendré por usted y sus amigos dentro de una hora para el almuerzo.
- Okay… chicos. Nos vemos en 10, aquí. – sus amigos asintieron.
Caminaron unos cuantos metros más, llegaron a la siguiente puerta.
- Esta será la suya, señor Jonghyun.
- Wow~ te sabes mi nombre.
- Así es joven- se sonroja Clementine.
- Bien, supongo que esto será lo mío, y lo mismo que le dijiste a Donghae es lo mismo para mí, ¿verdad?
- Ciertamente Señor. Dentro de una hora.
Al llegar al cuarto de Minho, Clementine se sonroja a entrar en contacto con las manos del chico cuando le pasaba los trajes.
- P-perdón señor.
- ¿Por qué?- le responde Minho.
- Ehh… vengo por ustedes dentro de una hora. – sale corriendo
- Ohh…
Unos pocos minutos después, los amigos se reunieron en el cuarto de Donghae.
- Esto no puede estar pasando. ¿Qué pasa con el trabajo? ¿las siguientes fechas de conciertos?... no… - dice preocupado Donghae al instante.
- ¿en serio eso es lo que te preocupa? ¡ESTAMOS EN EL PASADO IDIOTA! No estaré tranquilo. Esto es de película. No estamos drogados… ni dormidos… ya me pellizque y no es ninguna pesadilla. – dice Jonghyun.
- Debemos indagar más sobre esta situación. Aun no me lo creo. Pero al parecer cuando rompiste el jarrón pasó algo. ¿Notaron que no estaba cuando nos despertamos? Tampoco el retrato del chico… como… ¿c-como vamos a volver?- dice Minho.
- No sé- responden sus amigos al tiempo.
Quedaron en pensar en una idea por su cuenta, luego, hablarla esa misma noche. Así que cada uno se dirigió dónde estaban hace unos momentos. Cuando Minho estuvo en la privacidad de su cuarto, empezó a hablar con el mismo.
- No puede ser verdad. No puede. Si viajamos al pasado… ¿Por qué precisamente a esta fecha? Donde vive El. Es… hermoso. Sus ojos… su cabello… la forma en como habla y como camina. ¡ya! Me embobe. Pero debo admitir, que después de soñar con él durante años… me agrada verlo, así. Tan real. Tan…tangible…
Una hora después, la jovencita estaba llamándoles a la puerta. Los tres salieron. Todos tenían un traje similar. Minho usaba lo que parecía un chaleco negro con cola de pato, era corto adelante y muy largo atrás. El cuello del chaleco le incomodaba porque parecía un cuello de traje para un cura, el pantalón le subía hasta la cintura, y la camisa se acomodaba con una especie de corbata en moño. Lo único que le gustaba de todo, era unas botas negras hasta la rodilla, parte de su nuevo traje del siglo XIX. Los trajes de sus amigos se diferenciaban por las chaquetas, parecían gabanes cortos, con un ondulado en la parte inferior. Todos en negro y blanco. Al verse, sueltan una carcajada.
- ¡Mírenlos! Parecen unos ken hahaha- se burla Jonghyun
- ¡Y tú no te quedas atrás enano! – se burla Minho.
- Qué onda con tu chaleco. Te vez todo un duque. – le dice Donghae a Minho.
- Pues, a mí no me gustó mucho. – se mira Minho.
- ¿no les gusto jóvenes? Esos trajes que ustedes están usando son del señor bis abuelo del joven Taemin. El rey Carlos X. como ustedes son tan altos- mira a Minho y Donghae- el señor Taemin sugirió que usaran aquellas reliquias, para tan poco el tiempo que tendrían. Confeccionar algo ahora no sería posible, - habla mientras caminan hacia el gran comedor- en cuanto al traje del joven Jonghyun, usamos algo del joven Taemin cuando tenía quince años. A mi parecer, les ajusta perfectamente. Ahora sí parecen de esta época. – se burla la joven.
Entran por una gran puerta hasta visualizar un enorme comedor muy bien arreglado, los colores de sus decoraciones variaban y se confundían con las frutas y los platos ya servidos en la mesa. No haber comido algo durante tanto tiempo, hizo que sus estómagos crujieran.
- Valla~ valla. Quien diría que son los mismo chicos del futuro al verlos así, vestidos para la ocasión. – Taemin habla desde un extremo del comedor, a su lado estaban sentados sus amigos Key y Onew.
Con una cálida sonrisa por parte de los tres antiguos hombres, hacen una venia y con la mano les invitan a pasar.
- Muchas gracias Señor Taemin- dice Donghae.
- No es nada~ la verdad estoy muy curioso porque me cuenten tantas cosas. Pero hoy no será el día. Comamos, después nos iremos a preparar para la gran noche. Y ustedes gustan den un paseo con Key y Onew por el castillo.
- Sería un honor- responden los tres.
Mientras comían no se dijo una palabra, devoraron lo que había en sus platos, agradeciendo al cielo por la comida. En su interior el joven Taemin, discutía con su alma. ‘cómo es posible que sea tan alto e imponente… no. Como ha de llamarme la atención un hombre… ah~ nana dijo que esta noche tenía que elegir a una partidaria para casarme. Es evidente que la hija mayor de la duquesa de Anjou, es hermosa. Tiene un lindo cabello, unos ojos negros enormes… toda una muj… dios mío, su boca es provocativa. Minho, tienes que ser un pecado viviente.’ El joven Taemin clava sus ojos al movimiento que hace Minho cada vez que devora la manzana. ‘que vez, descarado. Qué vez.’ Se dice para sí mismo. Aclarando la voz, dice:
- La comida estuvo deliciosa. Gracias por ello. Gracias por acompañarme. Si me disculpan tengo que ir a atender a la duquesa. Onew, Key. Acompañen a los jóvenes y muéstrenles el avance para la gran fiesta. Conózcanse. Con permiso. – sale Taemin por la puerta.
- Yo quisiera ir a dormir un poco. – dice Minho- no estoy muy descansado que digamos, quisiera ir a dormir un poco a mi habitación. ¿puedo?
- Si, Minho. Te entiendo perfectamente. ¿sabes cómo llegar? – dice Key en un tono tierno.
- Sí, claro. Gracias. Nos vemos al rato.- se despide de sus amigos y de los otros chicos.
Sale por la puerta en busca de ver a Taemin, pero por desgracia no se lo topa. Sigue caminando en línea recta, deleitándose con el arte, y ve a lo lejos del pasillo como corre lo que parecía ser Taemin. De ese modo va trotando hasta ese lugar, se asoma por la ventana y mira para ambos lados. No estaba. ‘¿vi un fantasma?’. Poso sus manos en la cinturilla del pantalón, y empezó a detallar las esculturas de personas que habían a ambos lados del pasillo. ‘este lugar tiene muchas cosas, es impresionante.’ Observa una pequeña escultura de un león que a su tacto, se hundió. Al hundirse el pequeño león sobre la mesa, se abre una ranura en la pared posterior a él. ‘no me sorprende que un castillo tan grande tenga este tipo de lugares secretos. Hahaha parece una película de ficción.’
Choi Minho entra por ese espacio. Estaba oscuro, pero no lo suficiente como para no ver por donde caminaba, o que tocaba. Siguió por el angosto sendero en granito y vio a lo lejos unos espacios, como huecos diminutos por los cuales pasaba luz. Se dirige hasta este lugar y ve que son dos ranuras en forma de ojos. ‘valla~ los cuadros espías, o sea que esto no está solo en las películas…veamos…’
- Taemin, ¿crees de verdad lo que dicen aquellos hombres?
- Kai, tienen un extraño artefacto. Sus ropas y la forma en la que hablan. Es claro que no son de esta fecha. Sabes que tengo la mente abierta para pensar cualquier cosa.
- Como diga amo. ¿si vio que la duquesa vino con la consorte de su esposo? – dice Kai con un tono sensual su voz.
- Si ~ eso vi. Pero yo sé bien porque lo hizo. Ujum, coqueto… la chica quiere repetir lo que le hiciste aquella vez en Anjou… solo quiero que tengas cuidado. Eso de estar robando virtudes… y ¿qué tal después salga alguna chica en cinta por ti? Peor aún, que sea la consorte de algún duque… o conde… no~
- Eres mi mejor amigo Taemin, sabes que siempre te comento todo. Si hay alguna novedad te la hare saber. Por ahora, yo esta noche en la mascarada me divertiré. Escuche que vienen los soldados de la realeza… también, trata de divertirte. No te centres en buscar esposa hoy. Piensa en ello.
- Ay~ ni me acuerdes de eso. Obligaciones, las odio. Ya quisiera yo poder tener esa libertad que tú tienes amigo… ya pensé quien puede ser la candidata. Es hermosa, pero obviamente no creo que le proponga algo hoy. Iré lentamente, para que crea que la amo.
- ¿Y quien es la dichosa mujer que le quitara el virgo a nuestro Taemin?
- Tkss~ siempre me recalcas que soy virgen. Pero al contrario de ti, pienso que debo amar primero. A estas alturas, no creo que eso pase nunca. Y la chica es, la hija mayor de la duquesa de Anjou. La hermosa Rose Baviera-Ingolstadt.
- ¿la ardiente pelirroja de ojos oscuros y piel blanca? Valla~ es una hermosura. Amigo, no te mates tanto la cabeza. Diviértete hoy. No hagas más. Igual es una mascarada, tiende a terminar bueno.
Minho se sorprende al oír hablar a los chicos, había conocido mucho de ambos en esos minutos que habían hablado entre ellos. Movió su cabeza hacia atrás golpeándose con lo que parecía ser una vieja lámpara colgada.
- Authc ~ - gime el moreno alto.
- Oh~ escuché algo en los pasillos secretos Kai. – infiere Taemin asustado.
- Déjame iré a ver.
‘mierda, mierda...MIERDA~ tengo que salir de aquí rápido… si, me devolveré… corre Minho, corre… eso me pasa por ser tan alto… ‘habla consigo mismo el joven alto. No quería meterse en problemas y menos interferir en la historia. Sabía muy bien que si hacia algo en el pasado, podría cambiar las cosas en el futuro. Aun así, en el futuro, Taemin estaba perdido. Al salir del pasadizo secreto, volvió a hundir el león de la mesa. Y salió corriendo a esconderse tras una cortina roja enorme que había a unos pocos metros. Al minuto llego Kai.
Huyo de aquel lugar y fue corriendo a su cuarto. ‘cuanta adrenalina, Fiuuu~ bueno. Conocí otra faceta, o muchas cosas del pequeño duque en esa conversación. Un chico interesante. En fin. Vamos a arreglarnos para la mascarada.’ En su cama yacía una máscara negra, que cubría la mayor parte de su cara, tenía detalles muy bien hechos, cada parte de la máscara era elegante. Al terminar de arreglarse, ya había empezado a sonar la música, música clásica. Vals. Se miró en el espejo del cuarto de baño, arreglo su cabello hacia arriba, acomodo su elegante gabán negro y su cómico corbatín ajustado al cuello de cura y finalmente se puso un elegante sombrero de copa que había en un cajón. ‘perfecto’ pensó.
- Fiuuu~ de seguro los chicos ya están coqueteando con alguna virgen. -Dijo en voz alta- aquella música es… muy estimulante… -
“365 días, 365 noches
Chica, siempre estaré contigo~”
Cantaba aquellas estrofas, sin saber que tras de la puerta de su cuarto estaba Taemin, oyéndolo cantar, como si se tratase de un pecado oírlo. El pequeño duque, se deleitaba con cada estrofa que este cantaba, no había escuchado algo tan prometedor como aquellas palabras melodiosas que salían de esa ardiente boca. ‘¿Por qué este hombre me pone así?’ pensó para sí. Distraído en sus pensamientos. No se fijó cuando Minho abrió la puerta y cayo de bruces a sus pies.
- ¿Qué haces aquí pequeño duque?
- Ehh… me temo que… pasaba por aquí… y… te escuche cantar… y… - responde un nervioso Taemin, muy sonrojado por ser descubierto espiándolo, y no solo por ello, sino por lo que pensaba.
- Ven acá pequeño duque. Vamos a tu fiesta.
Minho agarra los delgados hombros a Taemin a su vez lo alza para ponerlo de pie. Taemin era muy bajo a comparación de él: le llegaba a su pecho. El avergonzado duque, se apoya de sus arduos brazos, tocándolo a su paso, guiándose por su mirada fija, poco a poco iba subiendo hasta quedar clavado en sus enormes ojos cafés, perdiéndose en ellos.