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¿En dónde has estado, amor? (+18) por KimmyRoseTaeminnie

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Notas del capitulo:

“Las nuevas sensaciones inundaban el cuerpo de Taemin. Nunca en su joven vida había experimentado tales cosas que le hacía sentir Choi Minho. Fuera lo que fueran, le gustaba sentirse así.”

Viva el Twomin! 

CAPITULO III

MÍRAME ASÍ

Taemin le miraba a los ojos, esperando que pasara algo, sus piernas temblaban y su cara ardía de calor, no distinguía si era de vergüenza u otra clase de sensación ajena a lo que hubiera sentido antes. Se preguntaba para sí mismo por qué un hombre lo ponía en ese estado. No lo sabía. Solo tenía la necesidad de que ese momento durara un poco más.

Minho por otro lado se sentía completo, feliz. Estar al lado de aquel chico con el que había soñado por tanto le daba un gusto  único. Su estatura y su fragilidad le hacían querer protegerlo, cuidarlo, un instinto protector que no había sentido nunca. Estaba seguro de que no podría hacer algo que arruinara su historia, ya que es un personaje del pasado, al  haber venido aquí ya estaban jugando con el tiempo, sentía temor de que pasara algo en el futuro si hacia algo que no debía. Pero siguió así, sosteniéndolo en sus brazos mientras sus miradas se fundían en una conexión celestial.

 

-          ¿Qué pasa pequeño duque? Estas muy… rojo.

-          Oh~… no pasa nada solo… es que… oírte cantar…  fue hermoso… me conmovió… 

-          Me gusta cantar. Esta noche, por favor concédeme una pieza de baile.

-          ¿bailar? Estoy seguro de que si bailamos será mal visto.

Ambos hablaban sin romper el contacto visual. Estaban tan cerca uno del otro que podían sentir como sus ropas rozaban sus pieles. Taemin, había empezado a  sentir algo que no conocía pero que era estimulante: su piel se había erizado y su corazón latía a mil revoluciones y su miembro viril se estaba poniendo erecto. Al sentir esto solo se puso más rojo. Minho por otro lado, bajo su máscara, sonríe  pícaro y le dice:

-          Duque, parece que es feliz de que estemos así. Insisto hay que bailar, aunque sea aquí.  Concédame esta pieza por favor.

-          Eh~ la música es muy leve y… está bien. – le responde al ver que Choi Minho se separa de el para tenderle la mano.

-          Bien pequeño duque, bailemos.

En la habitación se alcanzaba a oír las ligeras tonadas de la orquesta  en la plaza, un vals clásico. Minho agarra a Taemin por la cintura con una mano, con la otra agarra suavemente su mano y  atrayéndolo más hacia él, empiezan a moverse al son de la música.  El Vals de Viene. Parecían uno, ambos moviéndose al compás de la música viéndose a los ojos. Para Minho habría de ser el momento más romántico que había tenido, y para Taemin, sería la primera vez que bailaba con un hombre, la primera vez que tenía tal sentimiento.

‘Esto no está bien, ¿Por qué se siente tan bien? ¿Porque se siente tan cómodo? A penas conozco a este hombre…’ pensó el joven duque.

-          Quiero que me cuentes más sobre ti, Sir Choi Minho. Yo, bailando tan alegre y campante con un desconocido… debo admitir que es algo atrevido para mi actitud. Usualmente no soy así. ‘ ¿ por qué estoy así?’ – agrego Taemin.

-          Para mí no eres ningún desconocido.

Al decir esto, Taemin lo vio fijamente, más de lo que estaba haciendo. No sabía la razón de porque había dicho tal cosa. Tal vez lo había visto, en algún lado. ‘El retrato’ pensó. Después de tal comunicado, llega Kai. El moreno se aclara la voz y anuncia:

-          Señor Taemin. Disculpe interrumpirlo, pero lo esperan afuera para dar apertura al baile. – Kai hace una media sonrisa en su cara, como queriéndole decir algo a Taemin.

Escuchándolo, Taemin se separa apenado de Choi Minho, quien se queda parado en medio de la habitación donde habían dado su último paso del vals.

-          Em… Oh ~ si, si claro. Sir Minho, me gustaría continuar esta charla. Lo espero abajo. Kai, vamos.

-          Claro, pequeño duque. Nos vemos en  un rato.

Choi Minho se queda en su cuarto mientras los dos chicos salen por la puerta cerrándola a su paso. Aprovechando que no había nadie por los pasillos, Kai le dice con una sonrisa burlona a su amigo:

-          Te estas tomando en serio lo que te dije hoy ¿eh? Pero nunca pensé que con un chico. ¿sabes? Que yo lo haga no significa que tu…

-          Shhh~ puede oírte. No me estaba divirtiendo… solo me ofreció bailar. Era lo mínimo que podría haber hecho después de tal indiscreción por parte mía. Debo admitir que bailar con un hombre y sentirme así…

-          ¿una indiscreción tuya? Hahaha ¿qué hiciste? ¿te sentiste cómodo bailando con él?

-          ¡Muchas preguntas!

-          Vamos~ solo camina y cuéntame.

-          Ummm ~ bien. Pasaba hace unos minutos por el pasillo. Oí a alguien cantar. Un hombre con una bella voz, que parecía salir de un coro de ángeles. – los ojos de Taemin se iluminaron mirando al vacío-  así que seguí la voz y llegue a ese cuarto. Obviamente no golpee ni nada. Solo me apoye para escuchar sobre la puerta.

-          ¿y?

-          Y… el abrió la puerta y caí de bruces a sus pies. Luego el me levanto de los hombros… y pude estar muy cerca de su cuerpo… es muy cálido… luego me perdí en sus ojos… unos hermosos ojos profundos, su alma al desnudo.

-          ¿su alma al desnudo? El duque se enamoró. Y de un chico.

-          No me mofes… amoureux…  no podría decir lo que es eso. Además tú quien eres para criticar eso, cuando andas tras el hijo del barón, Kyung Soo.

-          Eso sí es amor. Amo a ese hombre. No se puede explicar con palabras lo que siento por él. He estado con muchas mujeres y ninguna me hace sentir como él lo hace.

-          ¿vez? Nunca pensé que eso fuera correcto. Pero ahora veo las cosas más claras. Trato de entender… pero no puedo.

-          Pero él dice ser del futuro. No lo veo confiable.

-          Kyung Soo se casara, tampoco lo veo confiable.

-          Tú también te casaras.

-          Ag… ya. Igual voy a ser un buen anfitrión hoy. No me dañes el genio. – Corta Taemin.

La última afirmación incomodó al joven duque, no sabía explicar porque le incomodaba, pero ese sentimiento lo inundaba.  ‘este día he tenido muchas preguntas, pero muy pocas respuestas’. Pensó.  De esa forma salió a presentarse ante sus invitados, dando inicio a la Mascarada, facilitando a muchas chicas ser lanzadas a la sociedad.

Minho, había salido un poco después de que Taemin saliera del cuarto. Algo desubicado, pensó en relajarse y aprovechar el momento, la época y la fiesta. Acomodo bien su máscara, y salió en busca de  sus amigos. 

-          ¡Clementine! ¡Clementine! – Minho llama a la joven- ¿has visto a mis amigos?

-          Sir Minho. Si, están por ahí. A mi parecer están flirteando con las personas equivocadas- respondió algo enojada la joven.

-          Deben ser unas chicas muy guapas para que estés celosa- Se burló Minho.

-          De hecho no son ningunas chicas. Sir Jonghyun tontea con Key y Sir Donghae hace lo mismo con Onew. He de suponer que están ebrios. Muy pronto.

-          ¿E-están coqueteando con los lacayos de Taemin? Y yo que creía que estaban tras alguna rubia  o yo que se…

-          Pues sí que divierten. Avec l'autorisation et au revoir, Sir Minho. Diviértase.

‘Eso haré’ pensó. Buscaba con sus grandes ojos al pequeño duque, pero no le veía por ningún lado, tal vez no lo reconocía, las máscaras ocultaban a todas las personas y estas podrían actuar con más facilidad sin tanta vergüenza. Era una de sus funciones. Duro varios minutos tratar de encontrarlo, cuando lo vio estaba  a la mitad de un baile con una chica pelirroja.  Una esbelta chica pelirroja.       ‘Ha de ser Rose Baviera. La chica en la que Taemin tiene puesto el ojo. No es nada fea’

La pelirroja tenía un hermoso vestido negro en encajes, con un corsé que resaltaba su busto y definía su delgada cintura, era un poco más baja que Taemin, lo que la hacía encajar muy bien en su cuerpo. El pequeño duque bailaba con ella un vals más movido que el que habían bailado. Esto le revolvió el estómago. No podía interferir y eso le molestaba, pero en un impulso lo hizo. Se acercó a donde ellos bailaban y eran observados por muchas personas, y toco el hombro de Taemin, y le susurro:

-          ¿Me permite una pieza?

El avergonzado Taemin lo reconoció al instante.  Puso su mirada en la bonita boca rosa de Choi. Debía actuar rápido o si no parecería un tonto frente a tantas personas. Así que dijo:

-          Claro que pueden bailar- sonrió y agarro la mano de la chica y la puso frente a él.- Le presento a la señorita Rose…

-          Oh ~ claro. Un gusto señorita Rose, mi nombre es Choi Minho. Es usted muy bonita. – dice sínicamente Minho mirando a Taemin.

-          Un gusto Sir Minho. Me agrada su máscara, es mítica. Y muchas gracias por el cumplido. ¿Bailamos? Todos nos miran…

-          Directo al grano. Por supuesto.

De esa forma iniciaron el vals, Choi agarro la chica de la misma manera que a cualquiera. Tal vez puede que le haya parecido atrevido, pero en su mente estaba la imagen de Taemin y lo sensual que se veía con su máscara. Era roja, con detalles dorados y plateados, y lo único que no cubría eran sus lindos ojos avellana y su roja boca tono carmesí, confundiéndose con el resto de la máscara.  Hubo un momento que sus ensueños fueron interrumpidos por la chica.

-          Sir Minho, no le había visto por estos lados.

-          Eh no señorita, no soy de por acá. Podría decir que soy un forastero. – guiño el ojo-

-          Se nota que es íntimo del duque Taemin. – lo miro retándole.

-          ¿íntimos? No. A penas le conozco. Solo que tiendo a llevarme bien con la gente a primera vista.

-          ¿que pretende? ¿robar al duque? Temo que no confío en los forasteros. – dice mofando la Chica.

-          No pretendo robar nada. Puede que sea una linda chica a simple vista, pero cuando abre la boca su belleza baja al piso. No más que un ser superficial. Me molesta que me digan esa clase de cosas a simple vista cuando ni sabe quién soy. Disculpe, se ño ri ta. Pero mis ganas de bailar bajaron. Permiso.

-          Que grosero. – hace muecas la linda pelirroja- Sir Taemin, Sir Taemin~

Taemin solo la ignora al ver que Minho sale apresurado de donde estaban.  Tratándole de seguir el paso obstaculizado por la multitud lo llama:

-          ! Choi Minho ¡¡Sir Minho! ~ Espere~

Cuando lo escucho,  viro. Tratándose de controlar, pauso y lo espero mientras el duque llegaba a donde estaba. 

-          ¿Qué sucedió ahí? – dice jadeante Taemin.

-          La chica me ofendió. Simple como eso. Me molesta mucho que me critiquen sin saber quién soy y…

-          Calma, calma… - lo interrumpe- es muy… ella es muy consentida. Eso es todo.

-          Tienes derecho a defenderla. Pero a mí no me parece consentida. Es arrogante.

-          Si… eso también es. Hahaha. Bueno, sentémonos y bebamos un buen vino. Para que te relajes, pareces tenso, Sir Minho, y la verdad me agrada verte alegre.

-          ¿ah sí? – arquea las cejas el alto y lo mira coqueto.

-          Sí señor. – se ruboriza, aunque no se note, Minho lo siente, sus ojos se iluminan cuando lo hace.

-          Bueno, guíeme señor duque.

-          Por aquí señor Minho. – estira su mano señalando el camino.

Caminando a través de la gente, visualizan una pequeña mesa muy bien arreglada a unos pocos pasos. Caminaron y se sentaron.

-          Sir Minho, como le decía antes, usted es un desconocido para mí. Por favor permítame conocer algo de usted. ¿algo de beber?

-          Bien pequeño duque, pregúnteme lo que quiera. Y si por favor.

-          Acá hay vino. Unas cuantas sangrías para ser exactos y algo de Bordeaux. – dice Taemin al ver las botellas al lado de la mesa.

-          Cualquier cosa esta bien. ¿y bueno?

-          ¿Cuál es tu color favorito? – dice Taemin sirviendo la copa.

-          ¿es en serio? Yo pensé que me preguntarías algo más complejo… no se… ah gracias. Salud. – dice Minho recibiendo la copa.

-          Salud. Pues… empecemos por ahí. ¿Cuál es?

-          Me gusta mucho el azul. Azul rey. ¿y el tuyo? Duque.

-          Me gustan todos. Pero el amarillo y el rojo son mi debilidad en cuanto a elegir. ¿compositor favorito?

-          Emmm… en mi época hay un artista que admiro mucho, Michael Jackson. Murió en el 2009. Creo que si llego a mostrártelo te ha de gustar, le gusta bailar- sonríe pícaramente.

-          Me encantaría oírlo- sonríe tímido Taemin- ¿ cuál es tu labor? En tu época…

-          Soy cantante, bailarín y en ocasiones modelo. Ah, también actor.

-          ¡Haces muchas cosas! Te escuché cantar… es muy hermoso. Supongo que eres muy reconocido.

-          Sí. Lo soy. Por eso es relajante estar acá, fuera de las cámaras… y reporteros.

-          ¿cámaras? ¿reporteros?

-          Ay~ es algo largo de explicar. Cosas de la época. Por cierto, ¿tienes algún talento en especial?

-          Toco el piano y de niño cantaba. Ahora solo toco el piano. Extraño cantar~

-          Quisiera oírte. ¿notas que te ven raro la gente de allá? – Dice Minho señalando a unas personas que veían a la mesa.

-          A veces se me olvida con qué clase de gentes trato. Viven mucho del que dirán. ¿podríamos cambiar de máscaras? Es para que no me reconozcan algunos. Y tu sombrero también. ¿Por favor?

-          Si claro. Espera…

Mientras cambiaban de máscaras y Choi le pasaba el sombrero, este último le observaba con curiosidad. Pensaba para sí, que Taemin era muy lindo. Tenía esa pureza y ese aire de inocencia le gustaba. Le atraía.

Pasadas las horas hablaron de muchas cosas, las ocurrencias de las épocas, de sus momentos más representativos e incluso de sus amigos y seres cercanos.  Y así como pasaban las horas, las botellas de vino se iban agotando. Minho se sentía tan cómodo hablando con el que pareciera que le conociera de años. De una extraña forma así era. Lo conocía en sueños pero obviamente ese pequeño detalle no lo sabía el joven duque.

Entre risas y coqueteos tomaron el buen vino hasta que se acabó en buena hora. El heraldo tratando de llamar la atención para hacer un comunicado. Todas las personas estaban en lo suyo, bailando, comiendo o bebiendo, y en últimas le toco pedir ayuda de la orquesta.

-          oh~  mira Sir Minho, van a hacer un comunicado. Solo espero que mi nana no me haya visto flirteando  contigo hahaha~ gip~

-           ¿flirteando? Creo que es al contrario- le giña el ojo- ¿qué comunicaran lindo duque?

-          Ummm~ no se… espera… el alcohol no me ayuda a pensar bien~ ¡ah! Si… es media noche de seguro. El juego. – dice Taemin en pose pensativa.

-          ¿juego?

-          Si el juego de las escondidas. Es una tradición en el castillo cada vez que se hace una mascarada. Mis padres se conocieron así. Es algo lindo y trato de mantenerlo – su voz tenía un aire de nostalgia.

-          Suena muy interesante. Es por todo el castillo, ¿verdad?

-          Desde luego. Tiende a durar hasta el amanecer. Es divertido. oh~ ya están apagando las luces. ¡a que no me encuentras Sir Choi!

Taemin se levanta de la silla con dificultad y sale corriendo. A duras penas en la oscuridad el joven alto va tras él. Lo persigue con dificultad a la vez que le pide que le espere. Cuando todo mundo se empieza a esparcir le resulta más difícil. No lograba verle con facilidad, pero su figura era única.  Así que corrió hasta donde había pausado, al lado de una de las grandes torres. Curiosamente eran las dos únicas almas en ese lugar.

-          ¡te encontré pequeño! – grita Minho a Taemin quien estaba recostado sobre la pared algo cansado por correr.

-          ¡qué hábil! hahaha~ pero vamos a ver si me alcanzas. – lo reta Taemin.

En un ágil movimiento ante la oscuridad, el joven duque abre la puerta que estaba al lado que Minho no había mirado. Al abrirla, Taemin sube corriendo por la escalera en caracol sin ninguna dificultad mientras que Choi apenas cerraba la pesada puerta. 

-          ¡Espera! ¡Pequeño no veo muy bien!

-          ¡no me alcanzas Sir Minho! ~ - grita un juguetón Taemin.

De esa manera Choi subía lo más rápido que podía por esas largas escaleras, el alcohol lo ponía lento. En el primer descanso de la escalera lo esperaba Taemin.  Jadeante pero sabiendo lo que quería, Minho lo acecho de inmediato: lo aprisiono contra la pared con sus largos brazos sobre la cabeza del duque, y sus caderas sobre el vientre del chico.

-          No juegues conmigo duque - gruño- eso me pone… eso me enloquece…

Taemin le miraba a los ojos, tenían un brillo que no sabía explicar, por lo que podría sentir en su vientre, empezaba a revivir aquella sensación  cuando bailo con él esa noche.  Sentía el calor recorrer su cuerpo. ‘que es esto…’ pensó.

-          No… no juego contigo… yo…

En un arduo y rápido movimiento, Minho lo silencia con un apasionado beso. Podían sentir el calor de la excitación correr por cada partícula de su ser, se sentían llenos, completos. El joven duque no había experimentado algo así, la lengua de Choi allanando su boca, poseyéndola y la cálida saliva se combinaba con la de él eran algo nuevo. Al terminar el beso, jadeante Taemin le suplica por más en un casi sordo susurro.

-          Repite eso pequeño- dice entre jadeos Minho.

-          Más… - le responde Taemin apretando más sus caderas contra las del alto.

-          Será un placer.

El siguiente beso fue aún más apasionado que anterior. Esta vez Choi agarro su cabeza atrayéndola hacia él, agarrando el sombrero y tirándolo al suelo, las máscaras también estorbaban así que de un tirón zafo ambas al tiempo, sin separarse de él. Taemin aprendió rápido e igualaba los movimientos de la lengua de Minho, y esto le hizo sonreír.

En un torpe movimiento, Taemin abre la siguiente puerta, separándose del atractivo hombre que le hacía sentir esas nuevas emociones.  Al abrirla, ambos ven como se iluminaban con la luz de la luna que entraba por los ventanales. Se vieron sonrojados y con una mirada lujuriosa. Lentamente Choi cierra la puerta, y Taemin camina hacia el ventanal. La habitación era una pequeña sala con grandes espejos, se reflejaban por todos lados y en la mitad un solitario sofá.

-          Que hermosa noche. – dice Taemin mientras suspira hondo al ver la luna llena por el ventana.

-          Hermoso tu.-

Minho camina lentamente hacia Taemin quien le daba la espalda y lo abraza. El joven solo se sonroja pues siente como su miembro lo rosa. Mientras le abrazaba le besaba el cuello, en un movimiento ágil le menea la cabeza hacia un lado para poder tener más acceso a él, y empieza a devorarle. Taemin sucumbió a la más carnal de las sensaciones.

Entre gemidos de placer, el pequeño duque se gira para poder  besarlo, pone sus brazos sobre el cuello del alto mientras que él lo alza para apretar su erección contra la del chico. Agarra fuerte sus nalgas y lo lleva al sofá. Los reflejos de los espejos le eran de mucha ayuda a ambos pues se veían mientras se devoraban.

Bajo esa estorbosa ropa estaban dos cuerpos habidos de placer, la siguiente acción de Minho fue desnudar al duque, lentamente le quitaba pieza por pieza, y el solo le miraba. Minho al terminar de desnudarlo, se quita rápidamente la suya, y quedan totalmente desnudos  bajo la luz de la luna.

-          Eres hermoso, pequeño duque. Muy hermoso.

-          Yo… estoy muy sonrojado.

-          shhh~  te mostrare algo...

El joven duque ve como el chico alto se arrodilla ante él, sus ojos se pusieron como un plato, no sabía lo que haría pero aquella cara hermosa quedaba justo al frente de su erección. Minho agarra aquel hermoso pene erecto y empieza a masajearle, solo escuchaba sus gemidos haciendo eco por el salón. Después de darle masajes, lo mete en su boca y empieza a succionar con fuerza.

-          Oh~  Oh~ q-que haces~ ah~ - gime Taemin.

Sus gemidos le encendían mas, no pudo esperar  más. Se paró con rapidez  y en un ágil movimiento giro al chico y le ordeno:

-          Posa tus manos sobre el sillón.

-          oh~ si…

Y así lo hizo,  podía ver por los reflejos de los espejos la cara de placer del chico, le satisfacía. Se posó tras él y lo rozo con su erección, se arqueo junto a Taemin, humedeció su enorme pene con saliva y en  una embestida lo penetro.  El grito de Taemin se escuchó haciendo eco por las paredes y Choi con la otra mano masturbaba el pene del duque.

Entre embestidas fuertes y masajes eróticos, en un unísono movimiento ambos se fundían en el placer, un placer nuevo para Taemin. Al pequeño duque le temblaban las piernas, así que se arrodillo descansando su cara en el sofá. Choi no lo soltó ni un momento, estaba cegado por el placer que le proporcionaba estar con él y era algo inexplicable solo sentía la necesidad de seguir y no parar.

-          Minho… para… un momento por favor… ah~…- dice con dificultad el pequeño.

-          ¿te estoy lastimando?- dice Choi pausando sus embestidas.

-          No… o bueno, no sabría cómo explicar esto… duele pero me gusta… no es el caso… solo estoy cansado de estar de rodillas…

-          Eso  podemos arreglarlo- Dice Choi tocando la espalda del chico.- podrías acostarte si quieres.  Así te poder mirar a los ojos, esos lindos ojos…

De esa forma y muy suavemente el joven alto sale de Taemin. Este se acuesta en el frio suelo mirando los espejos, Choi por otro lado contempla su desnudes, cada parte era tallada, perfilada y hermosa como la más bella escultura. Sin una palabra más, Minho se acerca a Taemin mirándolo a los ojos, se arquea para quedar bien con el  cuerpo del pequeño y posa su frente en la de él. Sus cuerpos sudados parecían rocío matutino en el prado, la luz de la luna iluminaban aquellas gotas que parecían los más bonitos diamantes.

Bastaba con solo mirarse a los ojos y era como hacerse el amor sin siquiera hacerlo. Aquel momento mágico de las profundas miradas, jadeos fuertes  y silencio hubiesen querido pausarlo, congelar ese momento para siempre. Minho se acomoda mejor y le posa un dulce beso en la boca y a continuación lo penetra de nuevo. Ante la sensación de tenerlo dentro, Taemin se arquea recibiéndolo con más fuerza, movía sus pequeñas caderas y volvieron a aquella rítmica danza de pasión.

Pasaron algunos momentos, en donde ellos hicieron el amor muy apasionadamente, al llegar al clímax, lo hicieron ambos. Taemin sintió el calor del líquido de Minho en su interior y el sucumbió en la mano del alto. Sus voces solo eran jadeos,  sus respiraciones entre cortadas, sus miradas ardientes. Minho cayó al lado del pequeño duque, abrazándolo y dándole un tibio beso en la frente, ambos, se miraron.

-          Sir Minho~…  ¿Por qué me miras así? – dice Taemin entre fuertes jadeos.

-          Porque tienes unos ojos hermosos. Pero  no depende de qué ojos tengas, sino de cómo me mires con ellos. Siempre mírame así, pequeño duque. Siempre.

 

Y la luz de la  luna iluminaba sus cuerpos desnudos, abrigándolos con un manto invisible, cayeron en un sueño profundo.  

 

 

 

 

 

Notas finales:

Kyaaaa no me aguante ! Espero les haya gustado. 

Prometo ser mas romantica. :3

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