CAPITULO VI
“¿los obstáculos serán problema para este par de enamorados? ¿Podrán solucionar lo que les viene pierna arriba? Si el amor es fuerte y verdadero, así será.”
- Minho~ Ahhh~ Mas fuerte ~ Ahhh ~
- Es un placer, Mon petit – dice jadeante Minho- Córrete para mi… Córrete …
- ¡Minho! ~ A-Aun no ~
Era temprano en la mañana y los gemidos de Taemin retumbaban por toda la habitación, el aire del cuarto era caliente y ya les costaba respirar. El joven duque estaba bajo Minho, sus frentes estaban unidas y sus piernas entrelazadas. Sus cuerpos bañados por una tibia capa de sudor hacían que sus movimientos fueran fáciles y versátiles, se movían al unísono de los jadeos de ambos y de las fuertes embestidas de Minho.
Minho poseía su cuerpo, su frente junto a la de él, sus manos ocupándose de su erección… sus caderas ayudando a su miembro a entrar y salir del joven duque, su boca devorando todo a su paso. Le encantaba oír gemir a Taemin, le encantaba saber que era el quien le había enseñado todas estas cosas, ser el primero en todo.
Taemin al principio de su amorío con Minho había sufrido mucho de sus caderas, en las mañanas al levantarse sentía como le dolía, poco después se dio cuenta que entre más actividad menos le dolía. Se había entregado del todo a Minho y a sus encantos, no solo lo complacía sexualmente sino que cada día que pasaba con él, este le demostraba las diferentes formas de amar: cada detalle, canciones, poemas e incluso contarle cosas muy íntimas del mismo habían sido de gran ayuda para conocerse mejor.
- ¡Taemin! ¡Córrete para mí! ~
- Kyaaaaa~ - gime Taemin.
- Ohh~
Ambos se entregan al orgasmo después de una madrugada muy sexual. Minho había contado a Taemin la noche anterior de un libro que en su tiempo era una nueva guía sexual, había hablado del sexo tántrico y de los fetichismos de la nueva era. Taemin había insistido en saber cómo sería eso, y Minho como le complacía en todo, lo hizo. No habían dormido nada, sus cuerpos estaban exhaustos, habían tenido varios orgasmos en todo ese tiempo y seguían sin parar, hasta que por fin sucumbieron.
Al sentir el calor del semen de Minho en el interior de su cuerpo el pequeño sucumbe en sus grandes manos. Todos sudados y jadeantes caen rendidos uno junto al otro en la enorme cama del duque.
- Me vas a matar mon petit…
- Morirías feliz, mon Minho- dice jadeante Taemin.
- ¡Feliz, enamorado y dichoso de la vida!- responde entre cortado Minho.
- Te juro que cada día aprendo más de ti. Han sido las mejores cuatro semanas de mi vida. ~ - Taemin se acuesta en el torso de Minho.
- Es bueno saberlo mon petit, también ha sido lo mejor para mí. Aunque… - pausa Minho – estoy algo preocupado.
- ¿Por qué?
- No he sabido nada de mis amigos y tu nana me odia.
- Deberá llegar algo de ellos mañana. Quería darte una sorpresa al respecto pero eres muy impaciente mon Minho… también ignórala. Ella es malgeniada siempre. – lo cual es mentira- pensó.
- ¿De qué trata? – Minho arropa a Taemin y a él.
- Pues a mí me llego una carta de Onew…
- ¿Y? ¿Cómo están?
- Mon Minho… que impaciencia. Resulta que están viajando por toda Francia. Como una luna de miel. Escribió que se había enamorado perdidamente de Donghae, que le hacía muy feliz con cada ocurrencia y palabra que decía. Nombro también a tu amigo Jonghyun, dijo que le había costado conquistar a Key, pero que lo había logrado y que ahora lo trata como a un rey… que todo lo que pida lo consigue. Hablaba de que… te echaban de menos y finalmente dijo disculparse por no cumplir sus obligaciones como mi lacayo. Cosas así.
- Curiosamente también terminaron emparejados… enamorados y felices. Me alegra saber que están bien todos- sonríe Minho- pero… ¿Cuál es la sorpresa?
- Mañana sabrás. Además dejara de ser sorpresa si te digo… esto te lo iba a decir mañana.
- Ay ~ Taemin ~ quiero saber más ~
- Mañana.
- Taemin ~ - chilla Minho haciendo pucheros.
- Mañana. Más bien durmamos un poco. Estoy agotado y es tu culpa- Taemin se acuesta bien sobre su almohada humana.
- ¿Mi culpa?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Por ser tan sensual, ardiente e irresistiblemente amoroso.
- Tan lindo mon petit ~ duerme pequeño.
Ambos cayeron en un profundo sueño a esas horas de la mañana y durmieron hasta que llego alguien a golpear con fuerza en la puerta. Era la Nana. Golpeaba fuerte y muy seguido, hasta unos pocos minutos después se rindió sin recibir respuesta alguna. De ese modo mando a Clementine a traer las llaves. Al abrir la puerta vio a su pequeño en el regazo del joven alto quien lo abrasaba fuerte.
- ¡TAEMIN! – grita furiosa la señora- Levántate au repos… ¡LEVANTATE!
Taemin solo se queja, tiene un sueño muy pesado y que lo despierten así le causa una ira tremenda. Minho por otro lado se levanta primero, asustado por los gritos se sienta rápidamente sobre la cama, mirando confundido a todos lados. Poco a poco iba recobrando el sentido de la realidad y ve a la señora. Se sonroja y dice:
- S-señora… buen día… yo …
- Buen día ni que nada holgazán. ¿sabe qué hora es? ¿Sabe las responsabilidades que tiene Taemin?
- Señora…
- Nada joven. Levántese de ahí. Ahora. No tiene por qué estar durmiendo con el joven. Taemin tiene muchas responsabilidades ahora y no dejare que lo corrompa. Espero se valla de aquí muy pronto y deje a mi niño en paz.
- He escuchado eso… ¡NANA! ¡¿Por qué dice eso?!
- Taemin…no grites mon petit… - Minho intenta calmar al chico.
- ¡No me calles Minho! – grita Taemin.
- ¿Por qué no habría de decirlo? Este hombre no ha hecho más que degenerar lo más puro de tu ser. ¡Cálmate de una buena vez!
- ¡No me calmare! ¡no dejare que dañen mi felicidad terceros! ¡NO! Y sal de aquí por favor. Sabes que no me gusta que me vean desnudo.
- Creo que me retiro yo también mon petit… - dice incomodo Minho.
- ¡No! Tú te quedas. – manda Taemin.
- No me iré hasta que sepas niño, que la hija de la duquesa, Rose Baviera, está de visita. Se quedara en el lado este del castillo y pide una entrevista privada con usted. El almuerzo se sirve en una hora, trata de verte decente y bien arreglado. Recuerda que será tu futura esposa. – se marcha enojada la nana y la sigue Clementine.
- ¡NO SERA MI ESPOSA! – grita histérico Taemin. – cuando va a entender esa mujer…
- Cálmate Taemin…
- ¿Qué me calme? No Minho, no. Detesto los protocolos de la alta sociedad que me obligan a ser un ejemplo cuando no soy feliz, y ahora que soy feliz lo ven mal y tengo que ser un gran anfitrión. Esto apesta. Además, esa chica me fastidia. Me fastidia el hecho que me digan que casarme con ella es una obligación.
- Taemin… yo… eso me enferma. No puedo pensar en que esa mujer…
- Lo se mon Minho… lo sé. Yo arreglare esto hoy. No te preocupes…
- Sabes que mi futuro esta incierto…
- No me vengas con ese cuento de nuevo. – Taemin se para furioso de la cama dejando a la luz del sol su desnudez. – me iré a bañar.
- Taemin pero escucha…
- No. Todos los días es la misma retahíla aburridora del tiempo y empiezo a odiarlo. – azota la puerta del cuarto de baño dejando a Minho solo en la cama.
- Ay Taemin… tiene un pésimo temperamento cuando lo despiertan así… agg ~
Minho se levanta de la cama, deja caer la sabana que lo cubría y se pone su ropa del día anterior para así salir del cuarto. Rápidamente se viste y le grita desde la puerta a Taemin:
- ¡iré a ducharme!
Cierra la puerta y ve que viene una mujer caminado con un elegante vestido color crema muy ajustado. El apenas se había medio puesto su ropa, por ende parecía un borracho después de salir de una fiesta.
- ¿tu? ¿aun aquí? – dice la odiosa mujer.
- Señorita Rose, un gusto verle de nuevo también. – dice sarcásticamente Minho.
- Ajam, como digas. ¿no te piensas marchar?
- Aquí estaré un buen tiempo. ¿Qué haces aquí?
- Estaba caminando, dando un paseo y por error me topé con el cuarto de mi duque. Ah, claro y con un degenerado.
- ¿Mi duque? Ha…
- Igual, no tengo porque dar explicaciones a un bellaco como tú.
- No me des explicaciones. Solo piérdete mujerzuela- Minho empieza a enojarse mucho y su voz se vuelve un hilo amenazante.
- ¿Mujerzuela? ¡Ha! No he sido yo la que se ha revolcado con el duque todo este tiempo sin casarme. ¿te sorprende que lo sepa? Pues sí, lo sé. Por eso vine aquí, a recuperar lo que es mío. Además, en la sociedad, el matrimonio es para hombre y mujer, así que tú, no estás en mis planes.
- Te deseo suerte con eso. Yo no necesito competir ha ha ha.- se ríe sínicamente- ¿Cómo puedes pretender reclamar a alguien como tuyo cuando ni siquiera tienes su corazón? No seas patética niña, no jugare este juego.
- Eso dilo ahora. Soy mujer y …
- ¿Qué pasa aquí? – Taemin abre la puerta del cuarto mostrando su torso desnudo – puedo escuchar unos murmullos fastidiosos desde el cuarto de baño y créanme no estoy de humor para pasarlos por alto. Rose… ¿Qué haces acá?
- Duque, buen día. Solo caminaba y me topé con el señor Minho.
- Yo ya me iba. – Minho mira con asco a la mujer y le da la espalda a Taemin marchándose por el pasillo sin darle tiempo de decir algo más.
- Minho… - su voz era un susurro viendo cómo se alejaba molesto.- ay dios. ¿Que hice? – su cara marca preocupación.
- Señor duque yo quería… - Rose se acerca a Taemin coquetamente – hablar con usted.
- Ahora no Rose. Estoy semidesnudo y no es hora. – Taemin entra asqueado por la puerta y la cierra en sus narices.
- Bueno…
Estaba muy molesto. La forma como lo habían despertado, la intromisión de la nana, el malgenio de Taemin y las palabras de Rose habían sido mucho. Tenía una presión fuerte en el pecho porque todos tenían razón y le lastimaba saber que… era cierto. Corrió hacia lo que había sido su cuarto al llegar, vio sus pertenencias y la nostalgia inundo su mente. No había sido conveniente interferir en los planes de Taemin desde el principio, solo se había dejado llevar y eso le molestaba. ¿Dónde estaban sus amigos para aconsejarlo ahora? Necesitaba oír algo que lo alentara, de otra forma se volvería loco. Pasaba por su mente imágenes de Taemin casándose con esa mujer, tocándola, besándola e incluso haciéndole el amor, los celos no eran algo del pero en ese instante eran tan fuertes como su orgullo.
¿Qué demonios hacer? Solo quería tener a Taemin. Quería amarlo siempre y demostrárselo todo el tiempo, había obstáculos, fuertes y uno de los que más le preocupaba era, el tedioso tiempo y no saber si se quedaría con el siempre o no. Finalmente después de su guerra interna, se tiró a la cama y suspiro.
- No sé qué hacer. Tal vez debería tomar mis palabras como ejemplo y seguirlas… Ser egoísta, aprovechar el momento… pero por otro lado, esta Taemin. Me preocupa lo que pase, estoy dañando su historia… agg… no quiero desperdiciar mi tiempo con él, se ha convertido todo para mí. No puedo dejar de pensar en su mirada inocente, sus ocurrencias, su niñería… su cuerpo… el amor que me da.
Se paró rápidamente de la cama, alisto sus mejores prendas de la época y se metió al cuarto de baño, no duro mucho tiempo bañándose, salió secando su desnudez, y ágilmente se vistió elegante. Se proponía a ir a hablar con Taemin, dejarle claras muchas cosas y no dejaría que Rose se le acercara mas de la cuenta.
Listo y bien vestido se puso en marcha para ir a hablar con su pequeño, cerró la puerta y volteo. Vio que Taemin venía murmurando cari bajo hacia el cuarto, así que no había dado ni un paso cuando el ya venía por él. El hermoso joven alzo su mirada y le miro de arriba abajo, se sonrojo y en su cara apareció una leve sonrisa. Minho lo miro con ternura y espero por él, el chico empezó a correr y se lanzó sobre Minho abrigándole con un fuerte abrazo.
- Taemin yo …
- Shh no digas nada… quiero decirte algo… no me importa nada más en este momento que estar bien y feliz contigo… te lo juro.
- Taemin…
- Shhh~ “Toda la vida creí que el amor era tener a alguien a mi lado, con los mismos gustos, ideas parecidas, sonrisa de ensueño, mirada profunda, cuerpo peligrosamente curveado. Ahora sé que los estereotipos no saben nada del amor, que el amor está en encontrar hermosas las faltas del otro, en atesorar las sonrisas chuecas, en que las miradas al juntarse cuenten historias, en que los cuerpos al unirse hagan una canción. El amor surge en el momento en el que tu imperfección y la imperfección del otro convergen.” Somos imperfectos Minho, pero eso no me cohíbe de amarte con locura.
Sellaron aquel momento con el beso más puro y lleno de amor… no les importaba nada a partir de ahora, se dedicarían a ser felices juntos sin importar los estereotipos, sin importar los terceros como Rose, quien los miraba desde una esquina no muy lejos de ellos.
- ¡maldita sea! – masculla Rose- ¿Cómo es que pierdo tan fácil contra un hombre? ¡un hombre!
- ¿Qué pasa Señorita? ¿Qué hace acá escondida? Hablando… sola. – llega Clementine sorprendiéndola por detrás.
- ¡Nada que te importe!
- ¿estaba espiando al duque? Eso no está bien…
- Calla mocosa. Estoy buscando la forma de… de hacer desaparecer a Minho… - su voz era un hilo, una voz llena de rabia.- ¿luego no andaban chismorreando que él me pediría matrimonio la noche de la mascarada?
- P-perdón señorita… pero solo era un rumor. Se lo escuchamos a él joven Kai… pero luego… no se todo cambio, incluso la nana hablaba de eso.
- ¡Qué cambio! Ah… ya se… maldito gusano… lo engatusó. De eso estoy segura. Mi título depende de que me case con él o no. – dice desesperada Rose.
- Señorita cálmese… a la Nana tampoco le agrada… pero no podemos hacer nada. El joven Taemin es caprichoso y supongo que eso se le pasara rápido.
- Valla, valla… aquí en el castillo todos son unos hipócritas. Mira como hablas de tu amo. Vete de aquí niña de quinta. Quiero estar sola.
Clementine se asusta por el comentario y sale corriendo para la cocina a encontrarse con sus compañeros de trabajo. Su impertinencia le quitaría el trabajo si seguía así. Ve que en la cocina todos están reunidos en la mesa formando un círculo, curiosa llega y pregunta que pasaba.
- ¿Qué sucede?
- ¡Clementine! Íbamos por el bosque recogiendo algunas vallas para el poste… y mira…
- ¡Quien esa pobre señora! – Clementine ve a una mujer muy golpeada con sus ropas vueltas nada- ¿Qué le ha pasado?
- No sabemos Clementine. Solo la vimos casi incontinente y la trajimos al castillo. No creo que el amo Taemin se moleste por ayudar a una mujer mal herida…
- Margaret, no sabemos nada con el duque, esta de un humor terrible. Pero la Nana puede encargarse de esto. Vamos, que esperan atiendan a esta mujer.