RECUERDO
CAPITULO IX
“Al volver a su tiempo, los chicos deben enfrentarse a los cambios, a su estado de ánimo y a la sociedad, ¿Cómo estarán sus amores del pasado? ¿Podrán seguir adelante?”
En su mente era todo perfecto, sentía el calor hogareño de estar donde pertenecía pero su cuerpo era frio e inerme. Tal vez no quería despertar de ese sueño perfecto. Habían pasado tres días desde que encontraron a los chicos cerca del castillo de Chambord y Minho aún no despertaba de su coma. A los doctores les preocupaba tal estado, pues lo que tenía no ameritaba a ser un coma, Simplemente no despertaba.
La banda junto a su mánayer habían estado en la primera plana de periódicos y noticias durante los últimos días generando cualquier cantidad de especulaciones amarillistas sobre lo que les había pasado: “! Encontrados desnudos! Flamers, ¿Drogados? “Un secuestro fallido?” “Intento de asesinato a la famosa banda mundial Flamers?” “Fans enloquecen: el estado de Flamers es incierto” “Choi Minho en coma, ¿Por qué? “
En la habitación 365 del hospital, estaba Choi Minho la estrella mundial, sus compañeros y amigos Jonghyun y Donghae estaban acompañándolo preocupados. Ellos se habían recuperado bien de su salud el mismo día que los encontraron, solo que su estado mental no era sano: cargaban con una depresión enorme con la preocupación de que todo lo que habían pasado hubiera sido un sueño. Un sueño grupal.
- Viejo, me preocupa el raño. He de suponer que no despierta a propósito.
- Jonghyun, a mí no me hubiera gustado despertar… sabiendo que no… que no podre ver a Onew de nuevo…
- Ni decirlo… no… no quiero pensar en cómo esta Key… él lo presentía.
- ¿lo presentía?
- Si… ese mismo día decía cosas como “no te quiero perder”… me duele en solo pensarlo.
- Esta es nuestra realidad… volvimos y no nos despedimos.
- ¿te has mirado en un espejo Donghae?
- Eh… no. ¿Por qué?
- Tienes los ojos hinchados y la nariz roja…
- ¿Por qué será? Estas igual enano.
- Buenas… - entra el doctor Kyung Soo a la habitación.
- ¡Doctor!
- Vengo a hacerle un chequeo de rutina a Minho. He de suponer que el tratamiento al que será sometido hoy lo despertara.
- ¿En serio? ¡Es buena noticia¡
- ¿los familiares saben de su estado?
- No… no hemos querido preocupar a su familia- infiere Donghae.
- Deberían hacerlo, si una persona está en coma por mucho tiempo, son los familiares quienes deciden si será desconectado o lo mantendrán vivo.
- Eso suena cruel… - dice Jonghyun.
- Jóvenes, solo háganlo. En media hora empieza el tratamiento. Ustedes no pueden estar presentes, así que por favor salgan de la habitación.
Castillo de Chambord, 16 de enero del año 1871
La primavera se había espumado, el silencio del castillo era tenebroso y sepulcral, el cielo era gris y una fuerte tormenta azotaba el valle. Había pasado tres días desde que los chicos habían desaparecido y con ellos se había ido su alegría.
Key se había encerrado en su cuarto, apenas si comía. Su habitación estaba oscura, no le entraba un ápice de luz, su depresión lo había consumido y se repetía a si mismo cuando estaba despierto ‘Dime que esto no fue un sueño, Jonghyun, me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazón me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te perdí, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé, perdóname por ser tan odioso… pero vuelve… ¡Demonios! A quien le estoy hablando…’
Con su alma más que triste estaba Onew, el salía a cumplir con los deberes que el duque no podía cumplir. Salía y sonreía forzadamente, las ojeras bajo sus ojos y su mirada fría hablaban por si solas. Desde que Donghae se había ido no supo más que hacer, la confusión inundaba cada partícula de su ser pero el dolor era más grande que todo. Lo extrañaba. Mirando al vacío decía para sí mismo: ‘Te veía en mi futuro entre libros y vino, cuando te fuiste, perdí más que tu presencia, perdí mis fantasías’
Mientras tanto en la sala de música del castillo, estaba un acongojado Taemin, quien había encontrado en el alcohol una salida. Ebrio tocaba su piano, lloraba sobre las teclas, su estado era poco jovial para lo que el solía ser. Así había sido por tres días seguidos, no había querido salir de la sala de música. Sus mucamas le habían llevado solamente lo que él había pedido y de no ser así las había gritado e insultado.
Tocaba ‘Rainy blue’ una y otra vez, imaginándose la voz cálida de Minho. Entre más se lo imaginaba sus ojos se llenaban de lágrimas. Sobre el piano tenía unas hojas arrugadas y llenas de tinta esparcida, eran los intentos de una carta para él, no sabía cómo organizar sus palabras, ni mucho menos como se la haría llegar… o porque la escribía.
‘A penas te marchaste y me di cuenta de lo indispensable que eras
Se refleja en mis letras y en estas malditas ojeras
Quien viera que el que creyó jamás llorar por amor
Hoy es un náufrago que nada entre las lágrimas que el corazón derrama
Y eme aquí con una pluma y tantas hojas rotas
Como disculparme si ni te dije adiós ‘
Solo llanto y sollozos, Taemin quería dejar de existir, su cuerpo no soportaba tanto dolor. No había sentido algo así desde la muerte de su madre… pero porque, el siendo tan buena persona su Dios lo castigaba de esa manera. Al verse cayendo más a las profundidades de la depresión golpea fuerte las teclas del piano haciendo resonar un eco distorsionado de aquellas sufriendo. Grita a todo pulmón dejándose caer su cara sobre las teclas húmedas por sus lágrimas.
- Quisiera olvidar… pero no puedo, se me quedo grabado tu nombre… con el fuego… Cuando cierro mis ojos tú me sigues mirando y su recuerdo duele… Pero mi mente quiere comprender que es mejor olvidarte que aceptar que te he perdido… Agg es tan difícil… todo esto duele… duele tanto que preferiría morir… Mon Minho … te extraño… te amo …
De esa forma el joven duque cae dormido sobre sus brazos, buscando en sus sueños algún tipo de alegría que le ayude a seguir adelante. Allí lo encuentra, sobre un pequeño marco de flores esperándolo con la mano tendida, sonriente como siempre, sus ojos profundos diciéndole ‘te amo’. El sueño es la perfección.
En el presente.
Estaban Jonghyun y Donghae esperando fuera de la habitación aguardando por novedades acerca de su amigo. Unos instantes antes se habían comunicado con su familia quien vivía en Paris, no estaban nada contentos con la noticia y preocupados aseguraron ir de inmediato a ver a Minho.
Jonghyun estaba escribiendo, necesitaba desahogar sus penas y componiendo era la mejor manera, ya le tenía todo un blog dedicado solo a Key. Cerraba sus ojos y lo veía a él, su sonrisa, su temperamento… su cuerpo. Le dolía.
‘porque tú me enseñaste
Porque tú me mostraste
Que hay personas que juntas hacen magia,
Y separadas sólo desastres.
Somos magia
Que hay personas que juntas son poesía,
Y separadas puro cuento.
Somos poesía
Que hay personas que juntas detienen el tiempo,
Y separas sólo alargan los años
Por favor, ven para detener nuestro tiempo.’
Donghae tenía que seguir con su trabajo, seguir siendo el fuerte, ser el ancla de sus amigos. Estaba atendiendo llamadas, en especial la de la promotora quien estaba molesta por toda esta mala publicidad, tenía que solucionarlo. Pero su estabilidad emocional estaba desequilibrada… estaba hablando con sí mismo en su cabeza. ‘Créeme que no importa cuánto tiempo pase, cuantas personas conozca, pero no quiero conocer a nadie más… cuán mal estén las cosas; Tu siempre serás esa persona a la que siempre tendré en primer lugar, a pesar de todo… a pesar del tiempo… Onew.’
Interrumpiéndolos de sus actividades, llega el doctor Kyung Soo:
- Muchachos, que bueno que los encuentro. Minho está recobrando conciencia. ¡Vengan¡
Se levantan rápidamente de sus asientos y empiezan a correr hacia la habitación. Ven a Minho abriendo los ojos con dificultad. Alegres van a su encuentro pero su cara de alegría se transforma al ver las lágrimas en los ojos de Choi. Sus lágrimas empiezan a desbordarse de sus ojos y lo que hace unos segundos eran sollozos ahora eran llantos fuertes y ahogados. Sus amigos se alejaron de la cama, tenían que darle tiempo para que asimilara la situación. El doctor lo mira asombrado e intenta acercarse, pero este le grita que se aleje.
Tratando de hablar e intentando calmarse Minho limpia su cara zafándose del respirador y de las agujas intravenosas que le proporcionaban el suero. Se sienta sobre la cama, mira a sus amigos y luego al doctor. Su mirada era fulminante.
- No… ¿fue un sueño verdad? - Dice Minho
- No… no lo fue.- se miran sus amigos y niegan con la cabeza.
- ¡Maldita sea! Con razón ciento como si mi corazón hubiera sido pisoteado… como si me faltara algo… ¡ESTO era lo que no quería…! ¿saben cuánto puede estar sufriendo? De tan solo imaginarme eso… ¡NO! – Minho empieza a llorar de nuevo, y no se limitó a hacerlo, lloraba y fuerte.
- Creo que volveré después. – dice el doctor y sale.
- Chicos… no creí que volveríamos y estaba cómodo… pero ahora quiero… quiero morir… ¡Taemin! Te perdí… y al perderte… al no sentirte… al no verte… siento que no soy nada… no soy nada…
- Doctor… que hace… ¿Qué hace?
- Le pondré unos calmantes. Su estado mental no está del todo bien…
- ¡Suéltenme! ¡quítenme las manos de encima! – le ponen una inyección y empieza a debilitarse. - Taemin… Taemin… bésame como si no nos volviéramos a ver… Taemin…
- ¡Porque hizo eso! – grita Jonghyun
- Estaba inestable. Por favor retírense de la sala.
- ¡Él estaba en todo su derecho! No sabe lo que le paso… ¡a este paso nunca lo superara! – grita Donghae.
- Si son eventos traumáticos joven, necesita ser atendido.
Sacaron a los dos amigos y dejaron solo a Minho en su habitación, y el doctor prohibiéndole la entrada a visitas. Cada minuto iba llegando arreglos y regalos para el cuarto de Minho, y solo la enfermera podía entrar a verlo.
Unas horas más tarde llegaba su madre y su padre, quienes se pusieron furiosos porque no los dejaron entrar a verlo. Al mismo tiempo de la llegada de sus padres, llega el paramédico que estaba en la ambulancia el día que encontraron a los amigos.
- Buenas tardes, ¿son ustedes familiares de Minho?
- Buenas tardes, aquí están sus padres – dice Donghae señalándolos
- Un gusto, mi nombre es Max. El día que los encontramos, el joven Choi Minho tenía en su mano esta nota. Quisieran entregársela en persona.
- Si gustas yo se la puedo pasar cuando vuelva a despertar. – dice la madre
- No señora, quisiera que el la viera primero. Por favor entienda.
- En ese caso, deberá esperar. Esta sedado.
- Está bien, esperare.
Minho estaba sobre su cama aun adormilado por el sedante, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que lo inyectaron pero estaba recobrando su sentido. Era consciente de que no podía hacer el show de antes o si no lo dejarían de por vida en un manicomio. Su siguiente pensamiento había sido su pequeño duque, al imaginárselo triste empezaron a brotar lágrimas de sus ojos de nuevo. Esta vez se contuvo de llorar fuerte, quería tener un momento a solas, quería llorar por volver, quería llorar por no estar con él.
- No debí haberme enamorado de ti sabiendo que esto pasaría Taemin. Lo sabía y aun así no pude evitarlo, sabia que ibas a sufrir por mi culpa, sabía que iba a cambiar tu vida… lo más triste de todo es que no me pude despedir, o simplemente actuar y fingir como si te rompiera el corazón para que siguieras con tu vida… ahora… ¿ahora qué? Temo que te pase algo pequeño… temo que hagas una estupidez y no puedas seguir… temo no volver a verte ni a sentirte… que es lo peor… si con un accidente fui hacia ti, no sé cómo regresar. Ahora… ahora el mundo es una odiosa colección de recuerdos de que te tuve pero te perdí… ¿Cómo sigo? Si ya te había imaginado conmigo caminando hacia el futuro… ¡alguien que escriba mi epitafio! Si alguien quiere escribir mi biografía, no hay nada más sencillo… dispone de dos fechas solamente, el día que te conocí y el día que el tiempo nos separó. Entre esos dos sucesos trascurrió mi vida, donde fui más feliz, lo que haya pasado antes no importa… y lo que venga me da igual. Agg… estoy hablando solo. Al parecer… si me estoy enloqueciendo.
Al otro día Minho esta ‘estable’ y le admiten las visitas, su familia feliz de verlo lo abraza y consienten, lo que pasa siempre que alguien está enfermo. Sus amigos no estaban ese día, según le habían dicho Donghae y Jonghyun habían viajado a Paris para encontrarse con los empresarios de la promotora para arreglar los temas de la mala publicidad que los periodistas habían empezado a difundir.
- Ugg es molesto madre, cálmate. Estoy bien y estaré bien.
- Pero hijo, aun no entiendo que hacían ustedes allá.
- No sé - Minho Miente.
- ¿Cómo es que tienes los ojos tan hinchados y vidriosos? ¿estás bien?
- No Si mamá. Estoy bien. No te preocupes.
Su mamá se preocupaba por nada, pero esta vez tenía razón en hacerlo, por más que decía que estaba bien, no lo estaba. Su cabeza estaba en Chambord, su corazón estaba con Taemin junto a sus pensamientos. Actuaba, sonreía y se carcajeaba con su papá solo para salir del hospital e irse a encerrar en su apartamento y no volver a saber del mundo. En ese momento toda su fortaleza se estaba desvaneciendo con cada minuto que pasaba pero por Taemin, tenía que ser fuerte.
Unos minutos después llega el paramédico, el día anterior se había estado hasta tarde de la noche esperando para poder verle y entregarle la nota. Era su día libre pero sentía el deber de entregarle la nota costara lo que le costara.
- Buenas.
- ¡Joven! Ya despertó, siga, siga.
- Gracias señora.
- ¿y él es? – dice fastidiado Minho.
- Un chico que tiene algo para ti, es el paramédico que los rescato aquel día.
- Me hubieras dejado morir. Un gusto, y gracias.
- El gusto es mío, esta nota la tenías empuñada en tu mano el día que te encontramos – dice acercándose a la camilla, Minho lo mira fijamente.
- ¡La nota de Taemin! – sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas y no pudo contenerse a llorar más.
- ¿Hijo? – dice preocupada su madre.
- Oh… lo siento no era mi intención ponerte así….
- No te disculpes viejo – dice entre sollozos – me has dado una razón para sonreír.