Han pasado cinco días desde que llevamos viviendo en este lugar. Todo ha salido a las mil maravillas excepto cuando llega la noche... Aunque me sienta ridículo sigo un poco asustado por la endemoniada película. Por si les interesa, he soñado que me matan estos últimos días. He dormido con Yeol quién ya está comenzando a molestarse por mi cobarde actitud. "No puedes dormir conmigo por siempre, Baek. Para eso tienes tu cama propia." eso había dicho él ayer en la noche. Tuve que rogarle entonces, así que no sé si hoy funcione. Aunque creo que trataré de dormir en mi habitación. Para ser honesto, estoy durmiendo demasiado incómodo. Salgo del baño y escucho a Yeol llamarme.
—Baek, los chicos llamaron y preguntaron si podían venir —me informó—. He dicho que si, supongo que en cualquier momento llegarán.
— ¿Quiénes exactamente?
—Eh, Luhan, Kai, Sehun y creo que unas amigas de ellos —dijo Yeol.
Bueno, no son muchos.
—Entendido. Pero no hay mucho para comer —dije.
—Ellos traerán —dijo Yeol con su sonrisita anunciando cosas del bajo mundo.
—Sabes que no bebo —mascullé un poco molesto. Odio que beban en dónde vivo.
—No tienes que beber, gallina.
Voltee los ojos y lo dejé pasar. Asimismo escucho como tocan el timbre de la puerta, y Baek salta del sillón y abre. Efectivamente veo a Kai, Luhan y Sehun acompañados de dos chicas que tienen cara de no romper ni un plato. También veo una caja de cervezas y tres botellas de alcohol. El diablo se tomará todo eso.
— ¿Qué hay, chicos? ¿Relax en sus nuevos aposentos? —dijo Kai saludandonos.
—Todo marcha al cien —dije.
Los tres —incluidas las chicas—, observaron nuestro apartamento.
—A mí me parece bien —dijo Luhan tirándose en el sillón.
—Amo la TV —dijo Sehun lanzándose al sillón también.
—Bueno, bueno —dijo Kai—. Estás chicas, son Lizzy y Nanami. Ambas son primas mias —concluyó Kai—. Que no se les ocurra mirarlas.
En lo personal, no las encontraba buenas. Pero mejor no decirle eso a Kai.
—Descuida —dijo Yeol, y les regaló esa sonrisa suya que hace a las chicas suspirar.
Puse los ojos en blanco.
—Y que, ¿pondrán música o no? —preguntó Luhan.
—La música viene ahora —dije y me dirigí a mi cuarto a buscar CD's.
Salí con un caja que tiene bastantes, y se las entregue a Sehun quién minutos antes, se encontraba trepado sobre Luhan tratando de hacerle cosquillas. Muy monos, ¿no?
Veo a Chanyeol hablando con Kai. Las otras dos chicas —que son hermanas—, riéndose de manera extraña mientras observan a Luhan y Sehun pelear por quién queda encima del otro. Ignoro eso y salgo corriendo en dirección a esos dos.
—SANDWICH —grité y aterrice en la espalda de Sehun.
Ambos chicos se quejaron de dolor. Reí de manera fuerte, pero la risa se esfumó al oir la voz de Chanyeol gritando lo mismo que la mia hace unos segundos. Entonces siento el peso del idiota de Yeol aplastarme y sacarme el poco aire que me quedaba en los pulmones.
—BAJEN DE MI. MI DELICADO CUERPO NO RESISTE A USTEDES —gritó Luhan.
Todos reímos pero nos salimos, dejando a Luhan boca arriba tomando aire.
Luego de eso, Kai puso música y comenzaron a beber y a bailar. Como buen aguafiestas, me quedé sentado en el sillón riendo de las tonterías de los chicos.
—Baek —me llamó Luhan—. Vamos a jugar, vamos, ven.
Sin decir si o no, Luhan y Kai me jalaron de las manos y me sentaron en el piso.
—Verdad o reto —dijo Sehun con una sonrisa maliciosa.
—RETO —gritó Chanyeol.
—Cállate —dijo Kai dándole un golpe en la cabeza—. Aún no elegimos, traigan la botella.
Luhan pasó la botella, y las primas de Kai lucían que en cualquier minuto morirían del aburrimiento.
—Yo la girare —dijo Kai—. A quién apunte, le diré que hacer y así sucesivamente.
Todos asentimos. Kai gira la botella, y esta apunta a Sehun.
—Reto —dijo Sehun sin necesidad de esperar.
—Tómate tres shots de vodka en 15 segundos.
Sehun se rió, pero se puso en pie y se sirvió los shots. En menos de 10 segundos ya se los había engullido.
—Ahora me toca —dijo Sehun y giro la botella.
Ésta se detuvo en mi.
—Verdad —dije, rara vez escojo retos.
— ¿Con quién fue la última persona que te echaste un polvo?
—Alison.
Alison, bah larga historia.
Giro la botella yo, y ésta cae en una de las hermanas, creo que esa es Nanami. Miro a Yeol quién va por su trago número sabrá Dios cuál.
—Verdad —dijo ella nerviosa.
Vaya, ¿qué cosa preguntarle?
—Mhm, ¿cuántos novios has tenido? —atine a decir.
—Dos —contestó.
Ahora es su turno. Nanami gira la botella, y se detine en Chanyeol.
—RETO, RETO, RETO —canturreo Yeol.
Veo como Nanami mira a su hermana y comparten una sonrisa cómplice. ¿En qué demonios piensan?
—Por medio segundo dale un beso de lengua a quién quieras —dijo y Yeol sonrió—. Pero no puedes ni a mi hermana ni a mí.
¿QUEEEEEE?
— ¿Esto vale? —chilló Chanyeol.
—Un reto es un reto.
Los otros chicos estaban boquiabiertos.
—Lo hubiese sabido desde el principio hubiese dado retos mas extremos —protestó Kai.
—A ver, dale Chanyeol. Puedes escoger a quien tu quieras —repitió Nanami.
Todas nuestras miradas caen en Chanyeol quién está mas quieto que un palo. Pasa su vista por nosotros, y se queda mirándome fijo. No, no y no. Se arrastra y queda frente a mi.
—El placer de besarme la tendrá mi hyung favorito, Baekhyun —dijo Chanyeol.
Me mordí el labio, y noté todas las miradas en nosotros. La cara de Chanyeol se acercó lentamente y yo me quedé quieto quieto. Siento su nariz rosarse con la mía y ahora sus labios están sobre los míos de manera suave. Siento su lengua barrerse por mis labios, y entra en mi boca rápidamente. Siento como su lengua se mueve en mi cavidad bucal y acaricia mi lengua con la suya, me sorprendo cuando siento como respondo a su beso y comenzamos a basarnos con mas intensidad hasta que escuchamos que nos llaman.
—Ya va casi un minuto —dijo Kai divertido.
Me sobresalto y me separo de los labios de Yeol.
—Me lo debías —susurró Chanyeol en mi oído de manera tan baja que apenas le entendí.
Me quedé muy quieto. ¿Por qué a mi? ¿Que hice en mi vida anterior para merecer que mi mejor amigo pegue sus labios a los míos dos veces en menos de una semana? Joder, no.
Chanyeol gira la botella, y la muy puta cae en mi. Dios mio.
—Verdad —dije rápido.
Una sonrisa divertida se dibujó en los labios de Yeol, y tragué saliva.
Nunca se sabe que esperar de él.
— ¿Te gustó como te besé?
Todos los demás estallaron en risas, y me miraban atentos. Sentía como las orejas se me calentaban de la vergüenza.
—Me dio lo mismo —dije de manera indiferente. Realmente me da lo mismo.
Chanyeol me mira de manera larga, y estalla en risas.
—No podía esperar menos de ti, hyung.
Lo siguiente que hicimos fue seguir jugando, no hubo nada interesante. Uno que otro secreto al aire, Luhan tuvo que besar el cuello de Sehun, Yeol tuvo que ponerse de cabeza por un minuto, yo tuve que hacer una rima con el ritmo de una canción de The 1975. Lo único raro de la noche fue mi... mi beso con Chanyeol. Oh si, me retaron a beberme tres tragos, así que sabrán como estoy en estos momentos, un poco fuera de mi. Kai me sujeta cuando estoy a punto de caer por bailar como desquiciado, y me sienta en el sillón.
— ¿Cómo es posible que estés ebrio con tres tristes tragos, Baek? —dijo Sehun quién brincaba en un intento de baile.
—N-no estoy ebrio, unicornio toroloco —dije sientiendo mi lengua pesada.
Todos se echaron a reir, y escuchaba como se burlaban de Sehun.
—Ya nos vamos, es tarde —dijo Kai—. Pasamos un buen rato, que descansen bien chicos.
Me despedi de ellos no enntendiendo ni yo mismo mis palabras, y les dije adiós en japonés a lo cuál me dijeron que dejara de ver tanto Sword Art Online, pero vamos, Kirito y Asuna son una monada ¿no? Le saqué el dedo a Luhan cuando me dijo si tenía complejo de oso. Sigo sin entender a qué se refirió al decir oso, pero eso no es importante. Un silencio se puede sentir, y abro los ojos pero se me cierran. Al ponerme en pie, siento como me tambaleo y me vuelvo a sentar. No me apatece un golpe por una caída.
—Baek, ¿estás bien? —preguntó Yeol sentándose a mi lado.
Me reí ante su pregunta.
—Mejor que nunca —dije y me volteé a mirarlo.
Sentía mis ojos cerrarse cada vez más. Vaya que soy una mierda a cuanto alcohol se refiere.
—Te llevaré a tu cuarto, ni siquiera puedes quedarte en pie, Dios santo —murmuró Chanyeol mientras me ponía en pie.
— ¡Llévame en tu espalda! ¿SIIII?
—Oh, está bien. Subete —dijo dándome la espalda para que subiera.
Me trepé en el sillón y subí a su espalda. Rodeé su cuello con mis brazos y enredé mis piernas en su cintura. Lo primero que captó mi atención al mirar a Chanyeol desde ese angulo fue la piel pálida de su cuello, y lo tersa que se veía.
—Tu piel —murmuré en el oído de Yeol.
El dio un pequeño brinco.
— ¿Que con ella? —dijo abriendo la puerta de mi cuarto.
Mis ojos se cerraban cada vez mas y solté un bostezo.
—Luce muy, pero muy dulce —dije mirandola de cerca—. ¿Puedo probarla?
Chanyeol se detuvo en la puerta y escuché como retenía un risa.
—De verdad estás ebrio. Y si quieres —dijo con un encogimiento de hombros.
Conozco ese tono hasta en Marte, piensa que no lo haré. Ahora soy yo quien aguanta una risa. Paso la lengua por mis labios, y los acerco al cuello de Chanyeol. Cuando noto que va a empezar a caminar de camino a la cama, pego mis labios a su cuello y pegó mi lengua en la tersa piel que llevaba minutos contemplando. Sus pasos se detienen, y chupo esa extensión de piel.
— ¿Hyung, q-que estás haciendo?
—Yo te dije que iba a probar —contesté, y esta vez rozo su piel con mis dientes.
Con claridad escucho como Yeol suelta un sonido por lo bajo, y pasó mi lengua por toda la piel de su nuca hasta llegar al otro lado del cuello, donde otra parte de piel sin ser probada me llama a gritos. Hago lo mismo ahora con esa zona, y Chanyeol se estremece y camina hasta la cama, sentándose en ella y yo sigo atado a él. No queriendo soltar el dulce que resultó ser su piel. Dejo un beso en el borde de su barbilla, y casi dándo la vuelta dejo otro en su mejilla, al parecer he descubierto una mina de oro. Siento la mano de Chanyeol jalarme y ponerme sobre su falda, y con los ojos pesados observo los de él. Una especie de brillo los ilumina y me sujeta por los hombros. En este momento, siento mis instintos despertarse. Incluso se me acaba de ir un poco la bobera que me envolvía.
— ¿Te gustan tanto los retos? —le pregunté, pendiente a su expresión facial.
—Son mis favoritos —contestó.
—Bien, porque te tengo uno. Te reto a que me beses —solté pendiente a su reacción.
Dios, cuando despierte me voy a arrepentir de esto.
Chanyeol sonrió socarronamente, y se acercó a mis labios.
—Reto aceptado.
Lo que hizo ahora fue rodearme con sus brazos y acercarme a él. Entonces, unió su boca a la mia besándome. Sentia su lengua recorrer cada rincón de la mia, y la mía hacia lo mismo en la suya. Chanyeol sabía a vodka, y un leve gusto a crema de maní. ¿Por qué? No tengo idea. Esperen, el que sabe así es Yeol, mi mejor amigo de años. La persona que me conoce mejor que nadie, y lo estoy besando. Al sentir su mano acariciar mi espalda por debajo de la camisa volví en mi. Y salté de encima de él de manera rápida. Demonios, ¿pero qué esta pasando por mi mente? Esto definitivamente no está bien.
—Yeol, ¿no crees que esto es raro? —pregunté respirando de manera profunda.
Él se enderezó, y me miró a los ojos.
—Puede ser que sí. Yo..., yo mejor me voy —dijo él momentaneamente.
Solo fui capaz de asentir, y lo observé salir por la puerta de manera torpe. Noté que me quedé solo en mi cuarto, y que por primera vez desde que estamos aquí me tocará dormir solo.
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