Pov Shadow
No, no, no. No puedo ser más idiota.
Veía la sangre brotar de esa (mm) deliciosa entrada, síi... ¡Pero qué coño me está pasando! ¡Yo no soy así! No... yo no soy un depravado sexual, debo... espera: ¿por qué me preocupo tanto si tan sólo hoy acabo de conocerlo?
Creo que ya me estoy volviendo loco o los síntomas post-borrachera se están haciendo presentes. Además, sólo siento atracción por él... ¿o será algo más?
Fin Pov Shadow
El de ojos rubíes, preocupado, acercó su rostro con el del cobalto y acarició su mejilla, sus manos se mojaron por las lágrimas.
-Arg, tú... -El azul lo miraba con una furia indescriptible a sus ojos. Después, le dio tremendo golpe que lo mandó volar a una pared-. ¡Me las vas a pagar! ¿¡Me oíste, imbécil!? -Luego de aquel acto, en una milésima de segundo ya se encontraba frente al mayor-.
-¿De dónde demonios sacó la fuerza suficiente para levantarse... después de lo que le hice? -pensó-.
-Jugaste injustamente, querido Shads. Ahora es mi turno: debo cobrar "cuentas pendientes" -le avisó el más joven de una forma que decís que se traía algo entre manos-.
Volvió a acorralarlo como lo hizo desde un principio, contra la pared, y lo besó con lujuria. Como Shaddy no le correspondía, le mordió el labio inferior logrando que ésta se hinchara más.
-¡Ah!
-¿No te gusta? No importa: apenas estoy comenzando -afirmó, Sonic, apretando al "amigo" del erizo oscuro con sus manos y guardándolo en su "escondite"-.
El ojiverde comenzó a lamerle el cuello, lo que hacía que su "víctima" arqueara la espalda y elevara su mirada al techo.
Y, harto por la falta de "acción", "la cosa más rápida del mundo" tiró al antiguo dominante al piso frío, sin remordimientos. El veteado calló de cara.
-Arg, grr. -Los gruñidos del moreno ya no eran de placer como antes, daban una advertencia de que se aleje porque ya no quería continuar. Pero... debe pagar por sus "crímenes"-.
Él, Shadow, el que se hallaba tirado en el suelo sintió cómo alguien se subía encina de él y lo sujetaba de las muñecas para que no se escapara y le daba una gran mordida en el cuello hasta dejar sus marcas. Gritó.
El erizo azul "la sacó" de su "escondite" y comenzó a afrontarla contra la entrada del otro.
-Jejeje- rió como psicópata-.
-¡AHHHH! -Su cuerpo quería desvanecerse al sentir semejante "cosa" penetrarlo de una sola estocada y comenzar con violentos vaivenes, dignos de su velocidad-. ¡Detente! ¡Ahhh! -Sus hermosos ojos rojos se humedecieron. Él no quería llorar, su orgullo se lo impedía pero... no podía evitarlo.
-Creí haber escuchado éso antes -le respondió irónico el ojiesmeralda con una ira notable en el timbre de su voz-.
Mientras mas rápido lo embestía, más profundas eran las penetraciones, hasta llegar al grado de que sus "huevos" "entraran" más en él.
Segado por la furia y deseoso de venganza, Sonic no se dio cuenta de que el bicolor estaba llorando: sus gemidos de agonía eran música para sus oídos...