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Mayordomo Negro: Cenizas Azules por Richie Ness

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Notas del capitulo:

Este capítulo va dedicado a La_Fujoshi_Caliente, pues siento que la decepcione. Espero lo disfruten.

Mayordomo Negro: Cenizas Azules

Capítulo Once

–Ese mayordomo, te falló–

 

    Las muñecas le dolían con un escozor insoportable y se sentía mareado. La tenue luz que brindaban las velas era insuficiente para lograr ver más allá de unos cuantos centímetros. Y él sabía, que en la oscuridad acechaba su enemigo. Ciel estaba amarrado a una silla, el metal frio carcomía si piel como una rata hambrienta.

    –El dolor me está machando –. La voz vino de la oscuridad. Un Harvey sangrante con las ropas rasgadas salió lentamente de las sombras. –Sí un mestizo me ayuda con la curación.

    –¿Cómo hiciste eso? Desaparecerme –. Ciel lo miraba con odio.

    –Ya tendremos tiempo para explicaciones, pero ahora…

    Harvey tomó entre sus dedos la barbilla de Ciel y lo besó. El encapuchado dio un pequeño respingo y se alejó. Su labio inferior sangraba. Una risa diluida fue seguida de un puñetazo contra el rostro de Ciel.

    –Que descortés de tú parte hacer eso –. Harvey limpiaba la sangre.

    Ciel respondió escupiéndole en el pecho.

    –Veo que tienes ganas de comenzar, yo también.

    Harvey sacó un cuchillo de su capucha y comenzó a rasgar la ropa del niño. Ciel, gracias a su orgullo no suplicaba, simplemente apretó los dientes y arrojaba una mirada esperando que Harvey muriese en el acto. No sucedió nada. Lentamente la piel blanca y suave era expuesta al calor. A pesar de estar gravemente herido, Harvey tomaba su tiempo para entrar en acción, tal vez, después de todo, también era necesario disfrutarlo.

    Cuando el pecho estuvo descubierto del todo, comenzó a besarlo, Ciel arrojo un golpe con la barbilla a la cabeza de Harvey, este como respuesta puso bruscamente su mano en el cuello haciendo que Ciel subiera la cabeza buscando aire. La lengua seguía su camino. Los pezones fueron encontrados y estimulados con giros húmedos de la lengua, entrando nuevamente a la boca para remojar en saliva y siguiendo su trabajo. Ciel cerraba los ojos, frunciendo el ceño. Detestaba esa sensación, él no era…

    Un camino salivoso se formó dirigiéndose al ombligo, lo evadió en una ligera curva y siguió descendiendo. El cinturón fue cortado y las ropas destrozadas, finas cortadas sangraron un poco cuando Harvey no tuvo la delicadeza suficiente. Ciel estaba ante un extraño, desnudo con solo una tela cubriendo su sexo. Harvey descendió con una sonrisa hasta la tela, olisqueando como un perro buscando comida. Un olor excitante le llegó a la nariz. Un animal intentaba escapar de su interior, por más que Harvey intentara detenerlo para disfrutar el momento ya anhelaba comenzar. La tela fue despedida con un lanzamiento. Fue entonces, en ese instante en que Ciel pegó un grito y una maldición que no surtieron efecto. Un miedo lo embargó. Se dio cuenta que estaba en peligro.

    Las manos de Harvey temblaban cuando pasaron acariciando, apenas tocando la piel de Ciel.

    –¿Es este el olor de un contratista? ¿O es tu sangre de Phantomhive? –. Obviamente no esperaba respuesta.

    La locura poco a poco cubría su mente, nublándola.

    –Por más que lo niegues, esto te gusta, mira –Harvey humedeció sus labios con una rápida pasada de lengua –Se ha puesto dura. .

    No, Ciel no deseaba eso, él no era… él no era…

    Harvey no dudó y comenzó la felación. El meneo estimulante de su cabeza de arriba hacia abajo era una sensación extraña, cálida y húmeda. Los dedos inquietos de Harvey tantearon la piel. Retorcieron un poco los pezones. Ciel se lanzó hacia adelante, el impulso fue detenido por las cerraduras que se encargaban de mantenerlo en su lugar. Llego lo demasiado lejos como para quedar a centímetros de la cabeza que disfrutaba entre sus piernas.

    –Te asesinaré. Lo juro por mi vida, te asesinaré –. El rugido de Ciel expresaba un odio inhumano. Un filo surcó su garganta.

    –Si te resistes tanto, tendré que lastimarte –. Harvey portaba en la mano derecha una navaja y en la otra apretaba lajeramente el sexo de Ciel.

    La espalda del niño choco bruscamente contra el respaldo de la silla cuando Harvey lo empujo y olisqueó su cuello. Ese aroma, no se comparaba con el de Orville. Era afrodisiaco. Necesitaba comenzar ya.

    Las cerraduras se abrieron liberando al niño. Ciel arrojó un puñetazo que fue detenido fácilmente y acto seguido terminó en el suelo. Intentó arrastrase hasta que un pisotón en la espalda lo detuvo en seco.

    –No vas a ningún lado, al menos no hasta que cumpas tú función.

    Harvey lo obligó a ponerse de rodillas con el torso en horizontal. Las tibias manos palparon el trasero, separando las dos suaves carnes. Sus ojos se agrandaron incrédulos. Un beso en la carne derecha, era su forma de agradecerle. No tardo tanto en que la ropa fuera a parar en la oscura esquina. El sexo de Orville ya estaba erecto y preparado, una sustancia ya cubría la punta y era cuestión de aprovecharla. Una voz en su interior gritaba con todas sus fuerzas: ¡Lucha! ¡Quitale esa arma y apuñalalo! Pero estaba demasiado mareado para hacer algo.

    Ciel estaba a punto de romper a llorar. Sintió como Harvey se preparaba para el acto. Pero él no deseaba eso, él no era…

    Un <<algo>> húmedo y suave pasó entre sus carnes. Un escalofrió recorrió desde la lumbar hasta el cuello. Su pecho se aceleró. Ese algo se introdujo en él, mojando todo a su paso. Un tentempié al platillo fuerte. Cuando el <> salió, las manos de Harvey lo separaron más. Ciel realmente no quería eso, Harvey no era… Harvey se introdujo enteramente en Ciel.

    No era Sebastian.

    El meneo de caderas. Ambas manos sujetando con fuerza su abdomen. Los gemidos de excitación de Harvey. Ciel tenía nauseas, náuseas de tener a una persona dentro. Dolor por introducir algo grande en su cuerpo. Su cuerpo se balanceaba de aquí para allá mientras intentaba luchar, pero seguía mareado. Sin fuerzas. Cada vez la penetración era más fuerte y profunda, Harvey parecía un animal en celo. Los gemidos se alzaban sobre Ciel en un aura de muerte. En su interior, sentía cada centímetro que se abría camino en ese espacio inexplorado. Unas lágrimas brotaron de sus ojos.

    Harvey inclinándose después de un fuerte empuje, lamió el cuello de Ciel. Cada vez que pasaba la lengua era una descarga eléctrica que explotaba dentro de él. Más adentro. Más fuerte. Más adentro. Más fuerte. Era lo que pasaba.

    Llegó el punto en que se desplomó sobre el suelo y el suelo rasgaba su pecho con él va y viene del acto. Seguía de rodillas, pero temblaban. Sus ojos perdieron color y dejó llevarse. En cambio Harvey gozaba como nunca. El sudor de Ciel desprendía un olor inimaginable, daban ganas de enfrascarlo para olerlo cuando se le pegara la gana.

    Lo colocó boca arriba y le abrió las piernas para deslizarse entre ellas. Sus manos se posaron sobre los muslos de Ciel aprisionándolo. El meneo de caderas inicio nuevamente. Para ese punto el cuerpo de Harvey estaba completamente curado, la oreja se regenero y los huesos estaban como nuevos. La marca destellaba iluminando de rojo toda la habitación. La excitación estalló en un potente gemino. La palma derecha apretó el cuello de Ciel, necesitaba más control, sentir que el niño estaba a su merced.

    Harvey lo arrodilló otra vez y comenzó a lanzar nalgadas. Cada golpeteo de carne con carne lo estimulaba como una droga. La blanca piel se tornó rojiza y Ciel gritaba de dolor. Los dedos llegaron a los hombros y bajaron rasgando la piel con las uñas.

    –Sí –. Repetía Harvey –. Sí, Sí…

    Se volvió completamente loco, por su mente pasaban cientos de cosas de qué hacer con el niño. Si tan solo él cooperara. Su respiración era fuerte y tan agitaba que podría darle un paro cardiaco en ese instante. La exhalaciones eran fuerte.

    Ciel intentaba imaginar otra cosa, que no estaba en esa situación. Llegaría su mayordomo y lo salvaría. Sentía algo por Sebastian, muy en su interior los sabía. Sebastian llegaría a salvarlo en cualquier momento, solo tenía que esperar.

    Harvey pasaba sus manos por el pecho, los pezones del niño estaban duros. El meneo seguía hasta que con una estocada final, muy adentro de Ciel, Harvey disparó. El niño pegó un grito como nunca. La sustancia viscosa y caliente entró hasta donde no se podía imaginar, y lentamente, como si gozara el recorrido, buscaba la salida.

    Harvey intentaba regularizar su respiración, su cuerpo caliente deseaba más, podía continuar, solo necesitaba un descanso. Echó un vistazo al Phantomhive que estaba tendido en el luego. Miraba sin ver, sus ojos sin color solo estaban quietos. La quietud de su respiración casi era perturbadora. El semen finalmente había encontrado la salida y se escurría. Era un excelente lubricante para el segundo Round. Harvey deslizo su dedo índice desde el cuello hasta los pies de Ciel. Olisqueándolo. Cuando acabó el recorrido, lamió su dedo con una sonrisa.

    Sebastian al final, no llegó. En ese momento, Ciel comprendió que debía salir de ese problema solo.  

    Harvey pasó los dedos para limpiar el semen y se introdujo en Ciel.

    –Te asesinaré. Definitivamente te asesinaré, aunque me cueste la vida –. Susurró. Pensó en eso durante todo el acto sexual.

    Una segunda descarga cayó sobre su espalda, la misma sustancia caliente y viscosa. Harvey pasó el pulgar para recoger un poco y lo colocó en la boca de Ciel. Untándolo por toda la lengua.

    –Saborealo. ¿Te gusta? –. La sonrisa no se borraba. Ciel le respondió con una mordida.

    Harvey lo pateó en la boca del estómago.

    –Escucha, estarás aquí por mucho tiempo para curarme, y tal vez un poco de diversión. Acostumbrate –. Harvey limpiaba la sangre mezclada con semen de su dedo –. Me iré a bañar, la droga debe ser suficiente para mantenerte quieto una hora más.

    Ciel seguía repitiéndose como lo mataría de formas horrorosas mientras esperaba el temible regreso, pues Sebastian, le había fallado.

 

–Fin del capítulo Once–

 

Nota del Autor:

    Espero les haya gustado este capítulo a todas las personas que esperaban algo como esto, realmente me sentí mal con el comentario de La_Fujoshi_Caliente. Y me puso a pensar en cuantas personas están aquí por escenas como esta. Me encantaría conectar cada acto sexual con una trama, lo cual conlleva muchos factores: la durabilidad del fanfic, que tanto puedo hacer parecer las escenas sin ser repetitivas, el límite del morbo de cada individuo en fin. Por eso pido comentarios para saber por dónde quieren que vaya la historia, orientarme a los gusto de las fujoshis, por el momento solo he subido historias originales a Wattpad y Fanfic.es, como supondrán, ninguna historia Yaoi. Me encantaría complacerlas con el contenido que deseen.

Espero sus comentarios. Muchas gracias por leerme.

Notas finales:

Espero sus comentarios y gracias por seguirme leyendo.


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