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Lysandro seguía en el instituto, aunque ya estaba listo para marcharse solo esperaba a su amigo pelirrojo el cual, justo ahora, se encontraba en la sala de delegados “arreglando” asuntos con el delegado.
El peliblanco seria despistado, pero no tonto. Sabía que entre su pelirrojo amigo y el rubio delegado, había algo más que solo amistad, pero realmente le agradaba la idea de que ya no se trataran como perro y gato.
“hoy ha sido un día algo extraño” pensó. Había conocido a alguien cuya aura era alegre y confiada, le había dado un abrazo como si fuesen amigos de toda la vida y le trataba de forma despreocupada.
-nos vemos después- dijo castiel, el cual salía de la sala de delegados pasando uno de sus dedos por el borde de su labio inferior, sonriendo de manera victoriosa como si hubiese conseguido un premio.
Lysandro se inclinó hacia la puerta de la sala de delegados encontrando a un nathaniel ruborizado, con unos cuantos dedos sobre los labios y al parecer en estado de shock. Se alejó y siguió a su compañero.
-no quiero parecer entrometido, pero ¿qué le hiciste al delegado?- preguntó al fin el peliblanco.
-nada que él no me permitiera.- contestó despreocupado el pelirrojo, sin dejar aquella sonrisa.
Flash back
Nathaniel estaba organizando papeleos, no se había percatado de que alguien le miraba desde la pequeña ventanilla de la puerta. Estaba tan sumiso en sus pensamientos sobre terminar con aquel montón de papeles, que no vio el momento en que entraron a la sala.
-hola.- dijo una voz.
Nathaniel dio un salto, posó una de sus manos en su pecho y retomo el aire, dirigió su mirada hacia arriba encontrándose con alguien a quien realmente no deseaba ver.
-¿q-que haces aquí?- preguntó el rubio, culpándose mentalmente de que tartamudeara al verle.
-quiero aclarar algo.- contestó aquel pelirrojo apoyando sus brazos detrás sobre una mesa.
-¿Qué tengo que ver yo con eso?- el rubio no entendía a que se refería.
Castiel se acercó de manera rápida hacia nathaniel tomándolo del brazo y acorralándolo en la pared. Los brazos fuertes del pelirrojo se encontraban lado a lado de la cabeza de nathaniel, el cual no tenía idea de lo que ocurría, castiel se acercó lentamente a él, el rostro de nathaniel se tornó de color carmesí, mientras se inmutaba de cualquier intento de escapar.
Los ojos grises del mayor miraban con deseo los labios del rubio, mientras aquel, por más que lo negaba, deseaba de igual manera que lo que fuera a suceder, fuese rápido.
Impaciente, esa era la palabra que describía a nathaniel en ese momento.
Con la razón por fuera, echo de lado toda cordura y se acercó al pelirrojo uniendo sus labios, castiel reía entre besos, porque la verdad, solo se tardó para ver la reacción del rubio.
Después de tanto, nathaniel volvió en sí, alejando bruscamente a castiel, con el rostro sumamente sonrojado.
-¿¡P-por qué hiciste eso!?- preguntó casi gritando.
-pff, yo no hice nada…-sonrió de manera coqueta el pelirrojo, acercándose a nathaniel nuevamente. Colocó una de sus manos en su cintura y lo apegó a su cuerpo.- todo esto lo hiciste tu.- dijo, para luego tomar el rostro del rubio entre sus manos y plantarle un beso nuevamente y ahora en estado consiente, en los labios.
Se retiró, no sin antes ver el rostro de nathaniel, el cual parecía en estado de shock, con un gran sonrojo encima.
Fin de flash back.
El rubio volvió en sí al cabo de unos segundos, su corazón no dejaba de latir con fuerza, todo había sucedido tan rápido en su cabeza pasaba la idea de que castiel solo le estaba haciendo una mala pasada, y que de ninguna manera se tomaría algo como eso en serio.
“ambos somos chicos” pensó, decepcionado y enojado por tener variedades de sentimientos, todos causados por ese pelirrojo.
-cuanto lo odio.- suspiro, organizando su cabello y tomando asiento para seguir con su labor.
Al día siguiente, los alumnos del instituto murmuraban la llegada del alumno nuevo; alexy, quien se paseaba por los pasillos, escuchó a un par de chicas hablar de ello.
“es un chico realmente guapo” – “ni que lo digas, su cabello se ve realmente suave y bien cuidado, además de su estado físico, cielos.”
Sonrió a sus adentros al oír tantas maravillas de aquel chico, realmente deseaba encontrarse con él.
-¡su!- exclamó alexy al verla pasar por allí.
-hey, hola alexy.- le sonrió la chica peli-café.
-….am… su…- quería preguntarle si conocía al chico nuevo, pero no sabía cómo sacar el tema.
-¿si? ¿Qué pasa?- ladeó un poco la cabeza al ver a su amigo un poco tenso.
-¿c-conoces al chico nuevo del que se habla?-preguntó al fin pasándose una de sus manos detrás de la nuca.
-…. Si, lo conozco.- contestó neutral.
-am… b-bueno… es que yo…-
-¿Quieres conocerlo?- soltó sonriente la chica.
-¿Tanto se nota?- preguntó ruborizado.
-jaja sí, pero vamos, te lo presento.- le tomó del brazo empezando a jalarlo en dirección al fondo del pasillo.
-¡es-espera! ¿Ya? ¿Ahora?- intentó liberarse de su agarre, pero la chica lo tenía bien sujeto.
-sí, está por aquí.- señalo con su dedo índice la puerta del aula de clases.
Alexy estaba tan avergonzado, realmente quería irse de ahí, se maldijo por haberle dicho a sucrette, pero como iban las cosas, ya era demasiado tarde para ello.
Entraron y se encontraron con aquel chico, alexy no pudo apartar su vista de él, era como las chicas del pasillo lo habían descrito: guapo, de cabello sedoso y en buena forma.
“wau” pensó. Encontrándose con sus ojos esmeraldas, alexy bajó el rostro avergonzado jugando con sus manos.
-hola Kentin. ¿Cómo has estado?- preguntó la chica dirigiéndose donde se encontraba aquel.
-¡hola su! Me alegra verte, estoy bien y tú?- el chico se levantó de su asiento para recibir a su amiga.
-bien jeje. Oh mira, que descortés soy, te presento a mi amigo, su nombre es alexy.- dijo la chica empujando disimuladamente a su amigo peli-azul frente al chico.
-hola alexy, soy Kentin.- tendió la mano para que alexy hiciera lo mismo y así darse un saludo.
-hola…- alexy puso todo su esfuerzo para no tartamudear, tenía que admitir que aquel chico estaba bastante bueno.
-bueno, tengo que irme, las clases empezaran.- dijo su mientras se iba.
-está bien su, nos vemos.- levantó su mano el peli-café en señal de despedida.
-bye-bye, su.- dijo alexy, mientras movía su mano.