Estaba demasiado nervioso, e incluso esa palabra quedaba corta. Se sentía como si estuviera en medio de un terremoto pero luego se daba cuenta de que solo él estaba temblando. Pero ¿Cómo no estar asustado? Si ese día él y Foxy dejarían de ser solo una pareja de novios y se unirían en matrimonio. Llevaba 15 minutos mirando su reflejo en el espejo, con aquel smoking tan blanco como perlas solo lograba ponerse más ansioso, temía que al pirata le diera un lapsus de arrepentimiento y que decidiera irse dejándolo solo en el altar. Tenía ganas de gritar a todo pulmón, salir corriendo por los pasillos y tirarse de la ventana para calmarse un poco. Se sentó al borde de la cómoda cama de aquel hotel tan lujoso donde habían hecho la reservación para la boda. Frotaba ligeramente la yema de sus dedos contra la suave sabana que cubría el colchón. Se sumió en sus pensamientos, solo dispuesto a escuchar el viento mover las ramas del árbol que se encontraba afuera, al lado de su ventana. Dejando atrás el temor, el sin duda estaba inmensamente feliz, también creía que era demasiado pronto para el matrimonio pero aun así no podía decir que no, mas bien, no quería decir no. La celebración iba a ser algo pequeño, realmente eso no importaba en lo más mínimo. El silencio que se había formado en la decorada habitación fue interrumpido cuando escucho que tocaban ligeramente la puerta sobresaltando a Mike, pues estaba totalmente perdido en su cabeza. Se puso de pie y observo a su alrededor con prisa buscando cualquier cosa para usar como arma, termino tomando una pequeña estatua de metal que estaba en el buro al lado de la cama. La sostuvo con ambas manos con algo de temor, se veía ridículo pero como podría tratarse del trió de músicos tenía que estar alerta, no sabía si sí tenían pensado matarlo el día de su boda o no. Abrió la puerta alarmado y con lentitud solo para toparse con uno de sus compañeros de trabajo que creía jamás volver a ver.
- ¿Scott? – Pregunto Mike con sorpresa al recordar al pelinegro – ¿Enserio eres Scott?
- ¿Quién lo diría? Mike Schmidt a menos de una hora de caminar al altar – Dijo Scott con esa típica sonrisa en su rostro.
- Dios… ¡Estoy alucinando! – Mike soltó el pedazo de metal asiéndolo caer al piso causando un molesto ruido al chocar con este. Se llevo ambas manos a la cabeza – Esto de la boda me tenía muy nervioso ¡Pero no creo que enloquecería! Es decir… ¡Tu estas muerto!
El de lentes solo observaba los movimientos temblorosos del castaño riendo un poco por lo graciosa que le parecía la situación.
- No estoy muerto – Aclaro Scott.
- ¡P-Pero… Desapareciste!
- Si, lo sé. Me fui solo para que dejaran de acosarme esos idiotas, creo que no me será fácil verlos a la-
Las palabras de Scott se vieron interrumpidas por un fuerte abrazo por parte de Mike. El castaño hundió su rostro en el hombro del contrario dando una imagen adorable que podría rozar en lo cándido.
- Wow, cuanto has cambiado en tres años – Bromeo Scott acariciando un poco los cabellos castaños de Mike – Hey… cálmate.
- Todo este tiempo creí que estabas muerto – susurro Mike aun con su rostro oculto.
- Pero estoy aquí – Scott se separo del castaño para verlo a los ojos – Es el día de tu boda, así que… ¿Con quién te casas? – Pregunto esto último ahora con emoción - ¡Jeremy no me lo dijo!
- Bueno… Con Foxy – Respondió Mike apartando la mirada
-... – El pelinegro permaneció en silencio por un rato, buscando cualquier cosa que decir – Wow, yo... No me lo esperaba... eso... eso es... grandioso.
- Es extraño, ni yo me imaginaba algo así. Posiblemente el era una de las personas que más odiaba.
- Supongo que del odio al amor solo hay un paso – Menciono Scott sonriendo aunque no lo aprobaba del todo, pero igual el no podía hacer nada ni lo intentaría.
El castaño soltó un suspiro recargándose en la puerta. Miraba hacia algún punto perdido mientras murmuraba un “así es” en respuesta.
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Solo podía fumar en la soledad de la habitación. No esperaba ni quería ver a nadie parado en el umbral de su puerta. Dejo una ventana abierta esperando que el olor a tabaco no quedara muy impregnado en el fino smoking de tela negra. Recostado encima del elegante edredón de la cama, estiro un poco su brazo para apagar el cigarrillo en el cenicero solo para sacar otro de la cajetilla que tenía en el bolsillo. Había fumado unos 7 cigarrillos en un rato y solo había estado pensando en los momentos que vivió y vivirá con Mike. No quería sentirse arrepentido de nada pero sentía vértigo. No sabía si era emoción o temor o una mezcla de ambos sentimientos. Tendrán una nueva vida juntos como esposos, todo saldría bien por años, luego comenzaran los problemas, las desconfianzas, el divorcio y fin. Tal vez no era buena idea pensar en eso tan pronto. Estaba a punto de encender el octavo cigarro cuando alguien abrió la puerta sin esperar un permiso antes.
- Oye, sera mejor que te apures – La voz de Freddy llamo toda la atención del pelirrojo.
- ¿Puedes creerlo, Freddy? – Pregunto Foxy en tono serio – En menos de media hora estaré de pie junto a Mike escuchando las aburridas palabras del padre.
- Escucha, todavía tenemos tiempo de irnos solo tenemos que dirigirnos a la salida de manera sigilosa y-
Freddy calló al ver el rostro serio del pirata mirándolo con cara de: “ya hablamos de eso”.
- Vale, solo lo sugerí – Se excuso el de ojos azules.
- De verdad te lo agradezco Freddy – Dijo Foxy que al observar la mirada confusa de su amigo decidió seguir hablando – Ustedes pudieron asesinar a Mike desde el primer día, pero no lo hicieron.
- ...
- No logro entender porque tanto odio hacia él o su desaprobación por nuestra relación pero... – Foxy callo unos segundos para ponerse de pie frente a su amigo – Realmente les agradezco que estén aquí aun cuando están molestos conmigo.
Lo siguiente fue un abrazo por parte de Foxy para Freddy, lo que dejo muy sorprendido al pelicafe. Mientras el pelirrojo se apegaba más a su compañero, el músico solo le daba palmadas en la espalda e intentaba apartarlo. Le extraña y hasta incluso le asustaba ese comportamiento pues Foxy no era de esos que demostraban afecto.
- Ya, quítate de encima – el ojiazul empujo ligeramente al pirata para separarse de este – Largo de aquí, ve a casarte con el traumado de Mike.
Foxy sonrió un poco saliendo de la habitación seguido de Freddy. Sus pasos eran lentos y cada avance que hacia lograba que sus nervios volvieran, soltó un largo y pesado suspiro para empezar a caminar correctamente y de manera un poco más apresurada, ya hasta incluso iba sonriendo. Pero no se percato que Freddy ya no le seguía pues este se había desviado en busca de sus amigos que permanecían alejados del salón donde se llevaría a cabo la celebración. Cuando llego al rincón donde estaban recargados Bonnie, Chica y Golden en espera de su llegada, acelero su paso hasta quedar frente a ellos.
- ¿Fallo el plan A? – Pregunto Chica cruzándose de brazos.
Freddy solo asintió.
- Bueno, si no pudimos convencer a Foxy a las buenas no nos queda de otra, tendremos que usar el plan B – Esta vez la voz de Chica dejo escapar un tono de diversión.
- ¿Cuál es el plan B? – Pregunto Golden ajeno a la emoción de la pequeña rubia, pues tampoco estaba al tanto de los planes del trió.
- Secuestrar a Mike y matarlo de una vez por todas – Informo Bonnie igual con una sonrisa psicópata.
- ¡Vamos!
Bonnie y Chica avanzaron primero dejando al vocalista de la banda que apretaba los labios en busca de alguna explicación a lo que iba a hacer.
- ¡Esperen! – Hablo alto el pelicafe deteniendo el paso del par sin ni siquiera darse la vuelta para verlos – Dejen eso del plan B.
Hubo silencio en aquellos pasillos, ni hicieron ningún movimiento más que intercambiar miradas confusas entre ellos y la ligera sorpresa de Golden.
- Deja de jugar Freddy y ven a ayudarnos – Dijo Bonnie rompiendo el silencio, pero aun así no se movía ni un paso.
- ¡Tenemos 10 minutos máximo antes de la celebración! – La voz de Chica sonó apurada - ¡Deprisa!
- No, olviden eso... Solo... vamos al estúpido salón y terminemos con esta mierda – Freddy dio media vuelta y emprendió camino al susodicho salón sin ver a la cara a los otros.
- Entonces... ¿Qué hacemos? – Pregunto Bonnie con confusión.
- Si nos apuramos podemos hacerlo entre los dos – Chica miraba el piso con el ceño fruncido, pues le molesto completamente el rotundo cambio de Freddy.
- ¿Arruinaran la boda de Foxy? Pensé que era su amigo – Dijo Golden haciendo que ambos voltearan a verle.
- No nos vengas con eso, Golden.
- Entiéndanlo de una vez, esos idiotas se aman – Tras decir eso el blondo también se retiro de ahí.
Solo pasaron unos segundos mientras la rubia y el pelimorado intentaban comprender la situación por completo. Al pensar otros segundos más ambos soltaron las navajas y cuchillas de caza tramontina que tenían preparadas para el supuesto plan B dejándolas caer al piso sin preocuparse por si alguien las encontraba. Ambos partieron rumbo a la boda dejando el lugar de su “reunión” completamente sola.
El salón reservado para el desposorio no era muy grande pues tampoco había muchos invitados. Ya todo estaba listo y comenzaba la cuenta regresiva para que todo empezara, los invitados estaban ya sentados. Bonnie y Chica se sentaron en el lado reservado para la familia del novio, Golden estaba hasta la última fila alejado completamente de todos como acostumbraba. Aun así, se sentían incómodos pues eran los únicos en ese lado del salón. Foxy estaba de pie, en la espera de la llegada de Mike y junto a él estaba Freddy, que de mala gana había aceptado ser el padrino.
- Esto es aburrido – Bufo Freddy intentando distraerse con cualquier cosa.
- Cierra la boca.
- Lo único bueno de todo esto es que tendrán un lugar privado para follar.
- ¡He dicho que cierres la boca!
El sonido de la marcha nupcial sorprendió un poco a Foxy pues se había distraído por un momento, entonces voltea a la puerta del salón y ahí lo ve, con aquel smoking blanco que le quedaba tan bien. Para los ojos del pelirrojo, el era perfecto, no necesitaba nada más para ser feliz. Freddy solo miraba de reojo el rostro embobado del pirata intentando no soltarse a reír en voz alta. Cuando Mike llego al altar le dedico una sonrisilla a Foxy, y ambos miraron al padre esperando el comienzo de la celebración.
- Hermanos, estamos aquí reunidos para.... – Y el vejestorio continuo hablando.
- ¿Desde cuándo la iglesia acepta el matrimonio gay? – Pregunto Chica en un susurro.
- No lo hacen, Foxy los amenazo.
- ¿Desde cuándo son tan religiosos? – Volvió a cuestionar Chica igual susurrando.
- Nunca lo fueron, supongo que solo lo hacen porque si.
Al pasar los minutos, estos dos se estaban muriendo de aburrimiento, Bonnie ya estaba cabeceando y Chica estaba cerrando los ojos. Pero mientras atrás Golden escuchaba cada palabra y veía a todos con total indiferencia, como si solo se tratara de otro día más.
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El salón resplandecía de luces y candelabros que colgaban, los meseros iban de un lado a otro sirviendo bebidas y platillos, la música sonaba leve dándole un toque elegante al lugar. La pareja estaba en una mesa grande, junto al cuarteto si contamos a Golden y Scott que no dejaba de sentirse incomodo ante la mirada penetrante de los nombrados anteriormente.
- Fue... una buena ceremonia – Dijo Scott tratando de romper la tensión que sentía.
- Si, pero a nosotros nos interesa saber ¿Dónde estuviste todo este tiempo? – Pregunto Freddy observando amenazadoramente cada movimiento del pelinegro.
Y se repetía lo mismo que la anterior cena de aniversario de la pizzería, la pareja enamorada (solo que ahora mucho más cariñosos) y los expectantes aburridos. La fiesta solo llevaba una hora y media y la mesa estaba más llena de copas que de platillos y la gran mayoría ingeridas por Foxy que ya se empezaban a ver los síntomas de embriaguez.
- Mike, ven aquí – Pidió el pirata extendiendo sus brazos para abrazar al nombrado.
- Estoy aquí – Informo Mike poniendo los ojos en blancos.
Estaba algo molesto, no debería estarlo, se había casado con zorro que tanto amaba. Pero tenía esa ligera molestia por el estado de Foxy, quería que estuviera sobrio al menos para recordar toda la noche y no solo partes de ella. Se sintió rodeado por los brazos de Foxy, oliendo más de cerca el olor a alcohol que estaba impregnado en el.
- D-Desde el primer día que te vi llegar me gustaste – Confeso el pirata en tono bajo enterrando su rostro en el cuello del contrario dejando pequeños besos en el - ¿Qué pensaste cuando me viste?
El castaño pensó un poco antes de responder intentando recordar ¿Qué sintió al verlo por primera vez? Repasando un poco sus recuerdos llego a su memoria: Lo primero que sintió al verlo afuera de la cabina de seguridad fue un terror absoluto a la muerte, incluso recordó haber llorado por un momento. No, no le diría eso. No parecía ser lo que quería escuchar así que decidió inventarse algo.
- Emmm... M-Me enamore instantáneamente, claro – Respondió Mike sintiendo las miradas confusas de los demás, pues sabían que mentía.
- ¡Lo sabia! – Exclamo Foxy poniéndose de pie señalando a Freddy con su dedo índice - ¡Te lo dije, bastardo!
- O-Oye, cálmate – Pidió Mike intentando devolverlo a su silla.
- ¡Shhh! No digas nada, bebe – El pelirrojo puso uno de sus dedos en los labios del castaño para callarlo.
- ¿Estas ebrio? – Pregunto Bonnie aunque era más que obvio.
- ¡No! – Grito Foxy en respuesta – E-En vez de hacer preguntas tontas ¡Traiga otra botella de champagne!
- Foxy, el no es el mesero – Mike se golpeo ligeramente la frente.
- Esto es mierda – Se quejo Freddy.
Todos se miraban unos a otros mientras escuchaban las tonterías que salían de la boca de Foxy. Se supone que uno se emborracha completamente durante el clímax de la fiesta pero no había pasado tanto tiempo y el ya estaba en ese estado. Mike tuvo suficiente cuando Foxy quiso golpear a Scott porque según él, el pelinegro había estado mirando mucho al castaño. Tomo al pelirrojo como pudo y lo levanto de la silla para llevárselo al cuarto del hotel, sabía que tenían que irse sin llamar la atención para que la celebración continuara como si nada. Claro que no tuvo mucho apoyo por parte de Foxy pues en los pasillos hablaba y discutía en voz alta. Al llegar a la habitación que habían reservado, dejo caer al pirata en la cama y azoto la puerta con fuerza. Estaba molesto, demasiado a decir verdad y le dolía, después de todo no se podía repetir una boda para que todo saliera perfecto la segunda vez. Desato el molesto moño blanco que tenía en el cuello y lo tiro al piso, estaba empezando a mandar al diablo la noche de bodas, o al menos solo Mike. Se sentó al borde de la cama suspirando pesadamente cuando sintió que el zorro jalaba su cuerpo hacia él. Aunque el castaño estaba molesto no se opuso a esto y se fue acercando más a su esposo. Termino acostado a su lado mirándose frente a frente, Foxy acariciaba con cariño la mejilla de Mike. El metal era frio pero el guardia ya se había acostumbrado a ese tacto. No paso mucho tiempo cuando ambos unieron sus labios en un beso. Solo eso se necesito para que ambos chicos se abrazaran entre ellos y empezaran a besarse intensamente explorando la cavidad bucal del otro. No paso mucho tiempo para que Foxy se posicionara encima de Mike, sus cuerpos ya acalorados exigían las caricias del otro. El pelirrojo rompió el beso para ahora empezar a morder y lamer el cuello del menor, escuchando los suspiros y pequeños gemidos de Mike caer directo a sus oídos excitándolo aun más. Mientras hacía eso, se decido a desvestir al castaño de manera desesperada pues con su garfio rasgo la tela de la camisa abriendo paso a su abdomen.
- Oye, p-page mucho por e-este traje – Comento Mike hablando entrecortado.
El castaño aparto al contrario para poder sentarse en la cama y empezar a desvestirse correctamente sacándose primero el saco para luego seguir con lo que quedaba de su camisa. El pirata solo disfrutaba de la erótica imagen que tenia frente a él. Cuando el menor desabrocho su cinturón y estaba a punto de bajarse los pantalones fue empujado de manera algo brusca regresándolo a la posición donde estaba.
- Eres demasiado lento – Dijo Foxy en un tono sensual.
El pirata empezó a lamer y besar el pecho de Mike, aquella piel blanca lo incitaba al deseo, zona que decidió marcar con mordidas. Marco un camino húmedo con su lengua hasta llegar a uno de sus pezones, el cual decidió comenzar a dar suaves mordidas y succiones que hacían que el menor se agitara y gimiera soltando uno que otro quejido. Foxy sonrió victorioso y comenzó a hacer el mismo proceso con el otro pezón. El castaño ya no pensaba correctamente, la erección que se escondía bajo sus pantalones había empezado a doler, y para su mala suerte sintió como el pelirrojo paraba sus acciones.
- ¿Q-Qué haces? – Pregunto Mike dejando un poco de desesperación en su tono de voz.
- Me encanta oírte gemir – Dijo bajando su mano hacia el miembro erecto del chico – Vamos, hazlo un poco más fuerte.
Tras frotar por unos segundos, el pirata apretó con un poco de fuerza aquel bulto logrando escuchar un grito por parte de Mike, que lejos de ser de placer sonaba más como de dolor. El zorro soltó una risilla ante eso y con impaciencia bajo de un jalón los pantalones con todo y ropa interior pues ya estorbaban en la situación. Decidió hacer una leve pausa para desabotonarse la camisa, y de una vez desvestirse por completo. Al terminar esto volvieron a unir sus bocas besándose con lujuria y fiereza, rozando sus erecciones y ambos soltaban gemidos y suspiros. Pero el beso terminado cuando Foxy llevo tres dedos a la boca de Mike para que los lamiera hasta dejarlos bien lubricados. Volvió a besar al chico que con rostro sonrojado lo recibió hambriento, aprovechando esto el zorro decidió introducir el primer digito dentro de Mike quien, sin poder evitarlo, soltó un gritillo ahogado, no era la primera vez que lo hacía con el pero al considerar que los dedos venían de una mano metálica era comprensible si sentía dolor al principio. Y un segundo dedo fue introducido esperando dilatar mejor la entrada del chico que no dejaba de sentir incomodidad, el pirata abría sus dedos como tijeras dentro de Mike escuchando sus gemidos cada vez más fuertes. Supuso que ya era suficiente y retiro los dígitos para comenzar a meter su miembro en el interior del castaño escuchando sus suspiros llenos de lascivia.
- ¡Ahhh F-Foxy! – Gimió Mike al sentir como su esposo introdujo por completo su miembro.
Pronto la temperatura de la habitación subió escuchando perfectamente los gemidos de ambos en cada rincón de la habitación. Foxy había aumentado el ritmo de las embestidas dejándose llevar por sus instintos, asegurándose de dar en el punto que más placer le daba a Mike.
- Ahí... ahh – Gemía descontroladamente el menor mientras el nombrado cumplía lo que se le pedía – ¡Y-Ya no aguanto! Nghh Foxy...
A duras penas pudo hablar cuando sintió una chispa atravesando todo su cuerpo viniéndose entre ambos vientres mientras el pelirrojo seguía penetrándole hasta que unas estocadas después termino por correrse derramando ese liquido espeso y caliente en la entrada del chico.
El pirata salió de el acostándose a su lado mientras ambos jadeaban intentando calmar su respiración agitada. Mike aun se removía sintiendo los ligeros espasmos que le dejaba el anterior orgasmo cuando sintió como Foxy los cubría a ambos con una sabana. El castaño lo miro de frente mientras se acurrucaba entre las almohadas cerca de él, mirándose directamente a los ojos.
- Tomo a Mike Schmidt para ser mi esposo para tener y mantener desde hoy en adelante – Susurro Foxy sorprendiendo al chico pues estaba repitiendo sus votos.
Mike sonrió sintiendo como algunas lágrimas salían de sus ojos decidido a continuar.
- Para bien o para mal
- En la riqueza y la pobreza
- En la enfermedad y en la salud
- Para amarte y cuidarte
- Hasta que la muerte nos separe.
Al finalizar se dieron un cálido beso y cayeron rendidos ante el cansancio.