[[[[En el capítulo anterior]]]]
-Mo~ tengo flojera~-
-No deberías acercarte tanto, podría ser peligroso-
La máquina comienza a absorber todo lo que esté cerca… y a todos…
-¡¡Mura!!- gritaron al verlo siendo tragado por la máquina del tiempo.
-¿Dónde estoy?-
Al abrir las cortinas encuentra a su yo joven en la cama.
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Lo que estaba frente a sus ojos no lo podía creer… ¿desde cuando la tenía tan grande? Y sobre todo: ¿cómo habían llegado a eso? Pues….
**flashback**
Estaba despertando perezosamente, el día anterior había tenido que jugar en el partido contra esa escuelucha a la cual mine-chin les ganó en un instante, ¿entonces para qué jugaba el también?, después del tonto partido quería comer mis dulces favoritos, tal vez unos maibous, unos pockys, si… los pockys sonaban bastante bien, pero al llegar a la dulcería se cumplió mi peor pesadilla: estaba cerrada hasta nuevo aviso; entrenamiento, partido, flojera, dulcería cerrada, más flojera, ¿qué más faltaba? Solo encontrarme un clon en la cama, el cual sería muy sexy por cierto teniendo en cuenta que sería igual a mí.
Cuando despertó encontró las cortinas abiertas, que raro, ¿las habría abierto su madre?, ¿habría olvidado cerrarlas?, no lo sabía, y no le importaba. Se estaba levantando cuando de repente escucha el sonido de la regadera, con mucha curiosidad y miedo se acerca al baño a paso lento y abre la puerta de golpe, encontrándose una imagen con la que muy seguramente soñaría esa noche: había una persona en el baño, pero no cualquier persona, era el mismo. Se veía bastante maduro, tal vez unos años más grande, el cabello más largo, rasgos más marcados, ¡uff! Esos abdominales, podría lavar la ropa en ellos, piernas largas, más alto y sobretodo más guapo.
Claro que esa figura se parecía a el pero… uno que otro detalle chiquito… si comparaba su cuerpo con él podía ver que se veía aún como un niño a pesar de su altura, tenía el pelo más corto, los rasgos apenas se notaban, su abdomen estaba plano, en pocas palabras, un completo uke a su lado.
El mayor volteó rápidamente a la puerta para ver quien había entrado, oh dios, tenía todo más grande… TODO,¿¿¿ como es posible que la tuviera tan grande???. El sonrojo en las mejillas del menor, su cara un tanto confundida, y sus reacciones corporales fueron un deleite para la vista del más alto, por lo que su cuerpo actuó solo.
**fin del flashback**
Claro, así. Ahora tenía a su yo del futuro sobre el lamiendo su cuello y sintiendo su erección sobre él, sacándole más de uno gemido, los cuales fueron gustosamente recibidos por el jugador de Yosen. Escucharse a sí mismo gemir era simplemente increíble, para cualquier narcisista como él lo sería; bajó una de sus manos a la entrepierna del contrario comenzando a masajearla lentamente, el menor sólo podía suspirar y dar uno que otro gemido.
Todo iba bien, querían ver que tan lejos serían capaces de llegar, y estaban a punto que llegar más lejos cuando la puerta sonó interrumpiendo aquel glorioso momento para ambos.
-Cariño, ¿estás bien?, no has bajado a desayunar- una voz femenina les habló desde el otro lado y el sonido de la perilla se hizo prensente.
“¿Qué hacemos ahora?” se preguntaron exaltados los dos.
Continuará…