Había pasado una semana desde que Tony y Steve se habían conocido. No hubo la oportunidad de encontrarse de nuevo porque ambos niños estaban ocupados con la escuela ya que era la semana de finales, sería el fin de la escuela por ese año. Disfrutarían de sus anheladas vacaciones y todo lo que podían pensar era….EL VIAJE.
Anthony cada día fantaseaba con el anhelado viaje y claro con ver al niño de los ojos azules para que terminaran con lo de aquel día. Cada vez que pensaba en eso se sonrojaba violentamente cosa que divertía a María cuando se ponía a estudiar con él, aunque el niño no lo necesitara del todo porque tenía una capacidad fascinante de comprender y asimilar todo lo que le enseñaran y mejor aún era curioso e investigaba por lo que estaba más adelante que cualquier estudiante promedio. El recuerdo de Steve le invadía haciéndole avergonzarse pero también lo motivaba ya que si obtenía buenas calificaciones podría volver a encontrarse con él.
Steve por su lado también estudiaba duro, no era una mente tan prestigiosa como la de Stark pero sobresalía del resto. Desde que había conocido a Tony y lo del casi beso no dejaba de pensarlo, quería verlo, abrazarlo y finalmente….besarlo. Es que el morenito le encantaba y por verlo se estaba partiendo la cabeza estudiando. Así sus padres le dejarían viajar con ellos y estaría con el niño Stark.
-Amor…..¿Crees que Steve esté bien? Nunca le he visto estudiar con tanto esmero- decía Elianne mirando desde la puerta a su hijo que ni se había percatado de que sus padres lo observaban-
-Déjalo mujer, el niño se aplica. No hay que frenarlo- Dicho esto Ivan se fue ya que tenía una importante reunión con su socio Howard.
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-¡Ya se acabaron los exámenes!- gritaba y saltaba feliz Tony con sus calificaciones en mano.
-Uy mi bebé está muy contento hoy…-decía un poco asombrada María que recibía a su hijo-
-¡Mira mamá tengo 10 en todos los exámenes! No puedo esperar para mostrárselos a papá y para salir de viaje mañana mismo.
-Dijiste….¿mañana?- Justo en eso llegaba el imponente Howard Stark hacia acto de presencia robándole un beso un tanto pícaro a su esposa para posteriormente mirar a su hijo-
-Claro…mañana. Digo hoy es viernes papá, supuse que partiríamos mañana y… no puedes decir que no podré ir porque tengo las mejores calificaciones –dijo sonriente mientras le entregaba su boleta con sus perfectos dieces-
-Uhm… excelente Anthony. Pero…
-¡Pero qué papá. No me vengas con que no habrá viaje y que no veré a Steve porque no me esforcé, bueno no fue tanto así pero igual…..Tú dijiste que sí iría al viaje y me lo debes!- estalló el pequeño-
-Hey….hey tranquilo. En ningún momento dije que no ibas a ir al viaje ni que no verías a Steve. Yo sólo quería decirte…que no partimos mañana…nos vamos hoy mismo en la noche –dijo con la característica sonrisa Stark, Howard-
-¿¿Hoy?? Geeeeniaaaaaaaal papá. Eres el mejor!!!!!
-Muy bien ve a alistar tus cosas….todo lo que quieras. Salimos como en 4 horas, nos reuniremos con los Rogers en la pista exactamente a las 9 en punto.
El pequeño Stark fue corriendo a su habitación para tener listas sus pertenencias mientras que en su mente solo estaba Steve y que pronto podría verlo.
-Wow cariño…siempre tan puntual –decía coqueta María-
En un movimiento rápido Howard la tomó de la cintura y la besó apasionadamente mientras acariciaba sutilmente el trasero de su atractiva esposa.
-Tú y yo vamos a darle buen uso a esas 4 horas antes de salir. Así que prepárate…cariño-susurró Howard y luego mordió el cuello de María-
-Como usted diga….Señor Stark –sonrió coqueta María-
-Uff tú si sabes. Me pone tanto que me hables así.
Los dos subieron hasta su habitación entre risas y se encerraron a disfrutar de sus 4 horas.
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En la mansión Rogers
-Steve….Stevieeee dónde estás mi cielito…Mamá debe decirte algo importante
-¡Aquí estoy!-dijo Steve desde la cocina. Había llegado muerto de la escuela y quería comerse todo lo que había en el refrigerador-
-Cariño….tu padre ya vio tus calificaciones y está orgulloso de ti-dijo Elianne feliz procedió a abrazar…bueno casi asfixiar a su Stevie-
-Está bien mami. Pero necesito respirar-decía ya algo azul Steve- Mamá…¿nos iremos pronto? Quiero ver a Anthony….Seguro partiremos mañana-suspiró el niño-
-Esa es la buena noticia mi cielo…Nos vamos hoy! Así que corre y ten listo todo para las 9 en punto.
-¡Es….es excelente mamá! –sonrió Steve corrió a abrazar a su madre-
-Sí..sí cariño. Pero también quería decirte que ella vendrá con nosotros, sus padres están en un viaje de negocios y bueno como son nuestros amigos, nos ofrecimos a traerla con nosotros así no se aburrirá en las vacaciones. Además a ti te gusta estar cerca de ella ¿verdad?
-Uhm sí mamá lo que digas. –Steve ya estaba lejos y apenas si escuchó que ella iría. Era cierto que le agradaba su compañía pero nunca como la de Anthony, el niño simplemente le fascinaba-
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En la mansión Stark
-Anthony…ya baja. Debemos irnos –gritó Howard-
En ese instante como un rayo salió disparado Tony con su maleta y prácticamente se la arrojó al chofer que esperaba junto a sus padres. Al fin cuando todo estuvo listo los tres subieron a la costosa limusina que los transportaría a su pista privada.
Anthony contaba los minutos para poder ver a Steve, así como el niño de ojos azules estaba emocionadísimo de poder verlo de nuevo. Los primeros en llegar fueron los Stark, en la pista los esperaba su jet privado, sólo para su uso exclusivo.
Pronto Tony y sus padres bajaron de la limusina para esperar a los Rogers, habían llegado 10 minutos antes. Howard miraba su reloj mientras mantenía abrazada a María y esta sujetaba la mano del pequeño Tony.
-Mira mi amor…Allí vienen –dijo María mientras hacia una señal de saludo sonriente-
Steve, sus padres y ella al fin llegaron para poder viajar todos juntos. Steve fue el primero en bajar, si por el fuera iba a correr a estrechar a Anthony en sus brazos pero el brazo de su madre le detuvo reprimiéndole por su falta de cortesía ya que debía de llevar del brazo a la pequeña damita, el niño de ojos azules rodó los ojos pero hizo lo que su madre pedía.
Ivan y Elianne bajaron primero de su auto, posteriormente Steve lo hizo con la niña que se sujetaba con fuerza de su brazo. Anthony estaba sumamente feliz, al fin estaban allí pero él sólo veía a sus padres…¿dónde estaba Steve?
Ya estaba empezando a preocuparse pero todo rastro de preocupación se esfumó cuando vio a su ensoñación del brazo de esa niña de cabello café, perfectamente ondulado y con un vestido verde, pero lo peor de todo era que iba del brazo de su Steve..sí porque Steve era suyo, propiedad de Tony Stark.
Los adultos se saludaron cordialmente como siempre pero Tony estaba que fulminaba a esa niña con la mirada y le echaba otra mirada de reproche a Steve, quien solo sonreía idiotizado aunque no entendía muy bien porqué Tony lo miraba como si quisiese golpearlo lentamente.
-Oh pero que descuidada he sido…-dijo Elianne y tomó de la mano a la niña- Espero que no les moleste pero…ella es hija de unos amigos y ellos están de viaje ahora y no pudieron llevarla con ellos, por lo que decidimos traerla para que no se quede sola en casa con la servidumbre durante las vacaciones.
-Tranquila querida…no hay problema. Hola princesa…¿cuál es tu nombre? –le sonrió María a la niña-
-Uhm….Soy Peggy Carter señora-saludó tímidamente la pequeña-
-Anthony cielito….saluda a la niña- le ordenó María a su hijo-
-Hola –dijo un tanto despectivo Stark y le dio la mano casi con asco-
Al final todos los adultos quedaron encantados con la niña y fueron caminando hacia el jet mientras le hacían preguntas sobre sus padres y demás cosas, pero ella solo miraba hacia atrás.
-¿Steve no vendrá?-dijo preocupada la niña, pero en el fondo hervía de celos al ver que Steve ni le tomaba atención solo por mirar a ese mocoso-
-Oh cariño no te preocupes. Ahora viene, es que debe ponerse al día con mi Tony, han estado esperando toda la semana para poder verse. Debemos dejarlos solos un momento.
Peggy no pudo refutar nada porque ya se le estaban llevando de nuevo y otra vez le preguntaban muchas cosas a lo que ella respondía torpemente por el enojo que sentía al haber sido ignorada por Steve, ambos tenían la misma edad y a ella le encantaba el niño de ojos azules, siempre que estaban juntos ella tenía toda su atención ya que curiosamente ambos compartían la misma pasión por el dibujo. Pero ese maldito niño Stark le estaba robando a Steve y debía hacer algo urgente con eso.
Cuando los adultos y Peggy estuvieron más lejos y muy metidos en lo suyo. Steve abrazó a Anthony efusivamente pero este de inmediato se revolvió de sus brazos y le miró indignado.
-¿Qué tienes Tony? Porqué no quieres abrazarme –dijo un tanto dolido Steve-
-Ja! Si tú tienes a quien abrazar niño Barbie. No molestes, ve con tu querida Peggy y síguela tomando del brazo. –dijo furioso Stark con una carita de celos sumamente adorable a los ojos de Steve-
-Oh..Tony porfavor, Peggy es mi amiga. No pasa nada con ella, no te enojes por favor. Te lo pido…Estuve esperando por verte toda la semana, no me hagas esto..-dijo Steve abrazando nuevamente al castaño que esta vez no puso resistencia ante el abrazo-
-Yo también estaba esperando por verte….-se abrazó más fuerte a Steve- Pero es que esa niña me molestó un poco, además te estaba sujetando muy fuerte. Yo creí que solo querías abrazarme a mí.
-Tony…mi Tony no te pongas triste. Eres el único al que quiero abrazar, el único que me causa todas estas sensaciones con solo verte –le sujetó el rostro al pequeño Anthony- Tus ojos preciosos que tanto deseaba mirar, tu nariz y tus labios…-tocó delicadamente los labios de Tony-
-Hazlo Steve, estuve esperando toda la semana….-dijo con una necesidad insana Tony mientras cerraba sus ojitos-
Steve no pudo más al tener esa imagen ante él, tomo firmemente de la cintura a Tony y lentamente se acercó a su rostro, frotó un momento su nariz con la del pequeño y le dio un casto beso en los labios, no tenía experiencia en eso de besar, pero movió sus labios un poco torpe y Anthony le siguió, duró solo un momento pero para ambos fue mágico. Ambos al abrir los ojos se vieron y se sonrieron, Steve de nuevo abrazó a Tony.
-Me gustas Tony. Quiero darte muchos besos más por el resto de mi vida
-Yo también Steve…Me gustas mucho-dijo sonriendo Tony y nuevamente juntaron sus labios en un pequeño beso-
Mientras tanto Peggy Carter observaba todo, lo que debió ser suyo ahora le pertenecía a ese mocoso del demonio. Lo odiaba a muerte pero le haría pagar por haberle quitado el primer beso de Steve y el mágico momento que debió ser de ella. Maldecía que los adultos no hubieran visto nada por estar absortos en su charla.
En eso Tony y Steve subieron al jet tomados de la mano y procedieron a sentarse juntos. El jet despegó y ya estaban rumbo a Italia para visitar uno de los famosos hoteles que Howard poseía allí y que había sido diseñado por Ivan. Steve y Tony estaban muy emocionados aunque Peggy tuviera una cara de odio único. Todos se dispusieron a relajarse y disfrutar del viaje, Steve estaba sediento así que fue a traer refrescos para él, Anthony y Peggy, del mini bar instalado en el jet. Ni bien Steve se fue, Peggy se acercó peligrosamente a Anthony.
-Hey Stark. No sueñes alto….Él es mío. Así que apártate del camino –dijo con su mejor tono amenazante Carter-
Anthony puso su mejor sonrisa malvada Stark y le devolvió la fiera mirada a la niña
-No me asustas….Y te equivocas Steve es mío y él sólo me quiere a mí-le dijo con toda seguridad-
-Las cosas pueden cambiar niño. No me estorbes o yo misma me encargaré de hacerte sufrir y apartarte de él. –le respondió ella con una sonrisa perversa y se dio la vuelta para dirigirse al baño-
-¡Hey Carter!-dijo Anthony desde su asiento con su pose más altanera y egocentrista, a lo que Peggy volteó y enfureció al ver a Tony-
-Qué quieres…Stark –soltó con furia la pequeña Carter-
-¡Esto es la guerra!-le dijo sonriendo Tony, mirándola con superioridad-
Justamente en ese momento llegó Steve con los refrescos y corrió al lado de Tony, éste lo abrazó posesivamente mientras miraba a Peggy y le sonreía mientras con los labios silenciosamente decía: Tú perderás, él es mío.
Carter le miró estupefacta y corrió a encerrarse al baño, ese maldito Stark se las pagaría pronto…sí muy pronto. Tony ignoraba los pensamientos o lo que hiciera la niña, estaba concentrado abrazando a Steve.
-Qué le pasa a Peggy-dijo él un poco preocupado-
-Nada Steve. Déjala sólo quiere llamar la atención…¿Ahora me das mi refresco?-le dijo poniendo una cara muy tierna-
-Aquí tienes Tony…-le sonrió con dulzura Steve- Te quiero mi pequeño Anthony- le susurró al oído mientras lo abrazaba-
-Yo Te quiero mucho más mi Steve –respondió Tony pegándose más a Steve-
Peggy los observó tras salir del baño, estaba furiosa. Pero no dejaría que ese mimado le apartara de Steve, primero muerta. Que lo disfrutara por ahora….ya vería después con quien se estaba metiendo.
¡LA GUERRA HA EMPEZADO STARK!