Cuando se separaron, Yami se levantó en seguida y siguió su camino, Yugi estaba helado y de la conmoción que el mayor hizo explotar, a penas y podía tocar sus labios con la yema de los dedos, las lágrimas de dolor seguían saliendo pero su sorpresa era aún mayor.-Atemu, ¿por qué hiciste eso?
Ya había atardecido, y un chico de primer grado, iba caminado por los pasillos para ir a su pieza, llevaba una pila de libros que no lo dejaban ver hacia donde iba. Todo estaba en penumbra, para abrir la puerta de la habitación fue bastante difícil pero logró entrar y dejar todos los libros prestados en el escritorio cerca de la cama, por desgracia del albino no había notado la presencia de alguien ahí mismo, que se encontraba sentado en la cama esperando a la víctima.
-Buenas noches Ryou- Ryou reconoció la voz y dejó caer unos libros de sonde los había acomodado, tembló en su lugar y sus ojos se abrieron grandes, la espiración y sus latidos se apresuraron y tragó duro después- ¿qué pasa? ¿Acaso no me oiste?- se levantó de la cama, la mirada que arrojó era muy tenebrosa y lo toma a la fuerza.
-No te resistas, esta noche me entretendrás..- Ryou escaba unos pasos lejos y comienza irónico.
-Vaya, es divertido, te vas con todas las chicas del colegio a darte una calentada y cuando te dejan con ganas, vienes aquí a molestarme para que te dé el gusto de quitarte ese deseo que tienes ¿o me equivoco?
-Pues sí, no te equivocas, y es por eso que estoy aquí ¿o no?, por favor no seas idiota…-lo toma de nuevo a la fuerza, Ryou no podía liberarse, la mayoría de su cuerpo estaba atado al de Bakura, segundos más tarde el albino mayor había caído salvándose Ryou, vio que su primo había golpeado al bravucón muy fuerte en la cabeza, Ryou corrió hacia él y se puso de tras suyo.
-deja tranquilo a mi primo, desgraciado- Malik se pone en guardia protegiendo a Ryou.
-Gracias Malik- recargado en el hombro del moreno, veía a Bakura quejarse por el dolor y se frota el área afectada.
-¿Qué ocurre contigo niño?-Bakura se intentó levantar y dramáticamente llega un invitado inesperado. Tomó del brazo del moreno y lo obligó a dejar su arma con la que había atacado a Bakura. -¿Qué estás haciendo aquí, Marik?
-Yo solo buscaba al pequeño y qué oportuno soy, debes agradecerme primo-Jaló más fuere a Malik y lo dejó pegado a él mientras habló irónicamente hacia Bakura.
-No te pedí ayuda Marik, ahora lárgate de aquí.- Bakura tomó a Ryou que se aterró más, y su primo también estaba atrapado.
-Sí pero te aviso que usaré tu habitación esta noche, a mía queda muy lejos y bueno ya sabes ¿no?
-No lo harás, te largarás a tu habitación y has lo que tengas que hacer ahí, a mí no me importa.
-Lo siento, ya dije, despídete Malik- Malik y Ryou se miraron aterrados, Marik y el menor salen de la habitación. Ryou quedó paralítico, no deseaba hacer ningún movimiento, lástima que el albino mayor seguía ahí y no pudo hacer nada más. Bakura tomó sus hombros y con una fuerza increíble lo arroja a la cama, parecía frustrado. Casi no le dirigió la mirada pero el temor de Ryou crecía con esta tensión.
…………………………………
En otro lado del instituto, se encontraba un chico de pelo tricolor, recostado en la cama mirando el techo y recordando vagamente al menor vecino suyo, con su dulzura e inocencia, el beso, etc.
Pov’s Yami
Es increíble, lo que esté pasando conmigo, está llegando a límites más allá de… Simplemente no puedo evitarlo; desde que ese enano llegó, nace en mi un deseo intenso de fastidiarle todo el tiempo, pero, la lindura que demuestra, hace que desee más tenerlo cerca, hacerlo parte de mí, son deseos perversos, pero ¿por qué me provoca tanto este chico?
Fin del Pov’s
De repente comenzó a llover, Yami seguía vagando con sus pensamientos y su frustración por la extraña razón del porqué se sentía así cuando estaba cerca de Yugi, realmente él molestaría a una chica en cuanto ella se le declarara, como en una ocasión que ocurrió, pero con Yugi los límites aún no estaban al borde. La lluvia se intensificó, Yami se relajó un poco con el sonido golpeando su ventana; un sonido particular llamó su atención más tarde, un sonido rítmico tocando su ventana, Yami se levantó de la cama y observó a través de la cortina, Yugi estaba colgando de la ventana con un montón de ropa en las manos mientras intentó entrar. A Yami le salieron varias gotitas en la cabeza y rápidamente abrió la ventana. Yugi entró rápido. Ya estaba algo empapado pero sus ropas se encontraban húmedas.
-¿qué pasa contigo? ¿Qué hacías colgado de la ventana? ¿de “Mi” ventana?- Yugi se rascó la cabeza y sonrió apenado.
-Sí, lo siento pero, hace un rato lavé ropa y la dejé tendida y cuando fui a recogerla, vi prendas tuyas tendidas y decidí traértelas.-Yami se sonrojó un poco.
-Amm gracias, supongo, pero no te pedí que lo hicieras enano así que puedes irte tranquilamente de aquí y no vuelvas a hacerlo.- Yugi pareciera que entendió todo lo contrario y se quedó un rato más en la habitación a conversar, tomó asiento sobre la cama y jugueteo con sus pies moviéndolos de adelante hacia atrás, admiró todo su alrededor y sonrió, Yami estaba rodeado de un aura violeta y varias venitas y gotitas salían de su cabeza.
-Bien y ¿qué quieres que platiquemos?- Yugi habló amablemente hacia Yami, Yami estaba recargado en la puerta tratando de controlarse.
-De nada, quiero que te vayas, no necesito que ningún enano me acompañe.
-No digas eso, a lo mejor podemos conocernos mejor y ser buenos amigos, vamos inténtalo, yo sé que puedes hacerte de muy buenas amistades.
-No soy lo que tú crees, todos lo saben, ¿por qué insistes tanto?
-Porque entiendo que tú no eres mala persona, sé que dentro de ti hay una persona generosa, inteligente y de más. Tú eres una buena persona Yami.
Yami ya estaba fuera de sí, sin poder manejar la situación, así que caminó hasta donde estaba Yugi y lo perturbó y el miedo aumentó cuando yami le mencionó: Así que crees eso... bueno pues te demostraré qué tan buena persona soy.-Tomó a Yugi y lo forzó a la cama, se posó arriba de él y apretó fuertemente sus muñecas, Yugi estaba asustado, parecía que Yami ya estaba enloquecido de sus mismos deseos y nada podía hacerlo volver en sí….
Yugi le rogó en varias ocasiones que se detuviera, pero Yami ya era una bestia total, las lágrimas de Yugi se derramaron en varias ocasiones, suplicó, pero todo fue en vano. Yami lastimó a Yugi, y no lastimó en más de una manera.
Yami se descargaba totalmente par Yugi, tocaba su piel y lo llenaba de todo su pecado, lo frustraba y lo hacía de la manera más perversa, los oídos del mayor eran sordos, el llanto y la súplicas se oían huecas, vacías, que no les prestó atención, lamía muchas partes de su cuerpo, Yugi acorralado y sin voz, lloraba, sufría por el hecho de que su hermano, su mejor amigo, su compañero, no era nada parecido con el animal que estaba dentro de Yami.
……..
Mas tarde, estaban dos chicos tricolores en la cama, el mayor mirando al techo, con una mano sobre la frente y bastante insatisfecho con lo que había hecho en ese momento, a su lado el menor, veía hacia la pared, desnudo y con las sábanas cubriendo toda su pena, las lágrimas no pararon de salir. Aún Yami podía escuchar ese sonido que el menor producía. Yami ahora no sabía qué decirle.
-Yugi, yo…-Trató de tocar el hombro de Yugi y rápidamente por reacción de él, se jaló para evitar ser tocado por Yami.
-No me toques, eres malo- Yugi se levantó de la cama-Eres malo Yami, muy malo- Las lágrimas nuevamente tenían fluidez en su rostro, sin mirar al mayor, Yugi tomó sus pertenecías y se marchó desnudo de la habitación sin importarle si alguien lo veía o no, llegó velozmente a su habitación, fue a ducharse y se cambió el uniforme, luego se recostó en la cama a llorar hasta quedarse profundamente dormido.