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Volviendo atrás por LaXy

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Notas del fanfic:

Hollloo :D 

No dire mucho por aqui más que ste es un obsequio para una chica que comento en mi oro fic, pidiendo esto ;D 

Ya que no odia meter todo en un epilogo, decidi hacerlo un one shot como regalo. 

Notas del capitulo:

Esto va para todas las chicas lindas que leyeron Lips to divde up 

Las amoadoro

A leer... 

 

 

La puerta del departamento de Hoseok fue abierta por la espalda de Jungkook, mientras Jin forcejeaba con el seguro de la puerta para abrirla mientras seguía comiendo de la dulce boca de Jungkook. Bastaron sólo cinco minutos para que la puerta cediera y ellos entraran como un torbellino furioso, tocando las paredes para no terminar cayendo al suelo.

Jin mordió con fuerza el labio inferior de Jungkook antes de tomarlo por su trasero y levantarlo para dejarlo sobre la barra que dividía la cocina con el living. Tiraron algunos trastes que hicieron bastante ruido, algunos cubiertos y un vaso que se hizo añicos en el suelo.

Nada de eso los preocupó por el momento. Suponiendo que después buscarían un momento para arreglar las cosas que rompían entre su desesperación.

Entre beso y beso, mordidas y jadeos por parte de ambos, la camisa de Jin fue arrancada con refuerza que hasta el mismo Jungkook desconocía que tenía. Claro, nunca antes había estado tan desesperado por algo. Pero hablaba de Jin, el mayor tendía a hacer esa reacción en él.

Sus manos se hallaron camino por el cuello del mayor, seguido de su pecho, sus abdominales, luego su vientre bajo; y seguían su camino hasta la bragueta del pantalón de Jin, no era muy necesario mirar para darse cuenta que el mayor estaba siendo presionado.

Antes de tocar el pantalón del mayor, Jungkook se sintió ser tomado con rudeza. Jin lo jaló por los muslos para acercarlo más y poder levantarlo de la barra y moverlo a un lugar más cómodo para ambos. Apenas se movió, sintió una ligera caricia, un ligero roce de la mano de Jungkook sobre su dolorosa erección.

Botó a Jungkook en el sillón de cuero, fino y bastante caro, de Hoseok. Se subió encima del menor y arrancó su camisa negra, aventándola lejos, Jin estaba seguro de que había caído encima de la Tv plasma de su amigo, devolvió su atención a Jungkook y se dispuso a volver a besarlo.

Sus lenguas jugaban, felices por volverse a tocar, una batalla que por un poco y ganó el mayor. Buscó las manos de Jungkook con las suyas y entrelazó sus dedos antes de poner las manos del menor sobre su cabeza para evitar que viajaran traviesas por ahora.

Jin pasó de la boca del menor a su blanquecino cuello, comenzó a lamer su piel y a dejar varias marcas que seguramente parecían peor de lo que eran. Jungkook sólo atinaba a resolverse, gustoso, debajo del cuerpo de Jin, no era como si le disgustara lo que el mayor hacía con su cuerpo cada vez que pasaba esto.

— J-Jin — Jungkook se removió y dio un salto seguido de un ligero gemido al sentir a Jin mordisquear uno de sus pezones. El mayor levantó la mirada, pasó su lengua por la barbilla del menor antes de alejarse unos centímetros.

— ¿Qué ocurre, ángel? — Jungkook gimió cuando Jin movió su cadera contra la de él. Sintió claramente como el despierto miembro de Jin rozaba contra el suyo. Aquel gesto lo derritió, pero prefería mejor estar piel con piel.

— Jin, por favor... — no creía que Jin fuera a obligarlo a decir aquello, pero parecía que sí —. Quítame la ropa. Ahora.

Jin sonrió de forma malvada al ver las mejillas sonrosadas de Jungkook. Soltó al chico de las manos para apoyarlas en las caderas estrechas del más bajo, el menor se aferró a los brazos de Jin con sus manos.

— ¿Por qué tan apresurado, ángel? — Jungkook bufó y Jin rió en voz alta.

— Idiota.

Rieron en voz alta antes de juntar sus labios y volver a comerse la boca uno al otro. Cada segundo que pasaba era un ligero movimiento que Jin hacia sin tratar de que Jungkook se diera cuenta.

Jungkook se separó de los labios de Jin cuando un sonoro gemido salió de sus labios. El mayor sonrió con cierta malicia mientras volvía a acariciar el miembro del más bajo por encima del pantalón que llevaba puesto. Siempre pensaba que aquellos pantalones ajustados se veían de infarto en las piernas de Jungkook, Jin se enorgullecía por el hecho de que Jungkook tuviera unas lindas piernas largas y bien torneadas, pero ahora pensaba que eran demasiado ajustados para la ocasión.

— Sabes que me encantan tus piernas ¿verdad, ángel? — Jungkook asintió con la respiración agitada. Jin mordió su labio inferior y lo jaló mientras lo acariciaba con la punta de su lengua mientras sus manos hambrientas se hacían espacio y abrían el pantalón del menor, liberando las piernas blanquecinas de Jungkook —. Pero me gustan más verlas al natural.

Jin arrancó el pantalón de las piernas de Jungkook, llevándose a la misma vez el boxer negro que portaba el menor. Jungkook se sonrojó al sentirse desnudo frente a la atenta mirada de pelirrojo. Aún después de tanto tiempo, seguía sintiéndose tímido ante la mirada de Jin.

Sin poder evitarlo se encogió ante los ojos de Jin. El mayor rió en voz alta y de forma dulce al ver las mejillas rojas de Jungkook y le regaló una mirada tierna al ver como se escogía para cubrirse.

— ¿Sucede algo? — Jungkook negó con las mejillas a punto de explotar.

— Sigue siendo un poco vergonzoso estar así contigo.

Jin ladeó su cabeza a un lado, confundido y enternecido por las palabras de Jungkook.

— ¿Vergonzoso? Llevamos cuatro años haciendo lo mismo.

Jungkook ignoró el comentario de Jin y se dedicó a tirar de los pantalones de Jin hacia abajo. Al final, el mayor terminó de sacarse los vaqueros y aventarlos a algún lado de la sala. Cayeron sobre la televisión plasma de Hoseok. Aunque claro que ninguno de los dos le dio importancia en el momento.

Jin se levantó del sofá negro y volvió a jalar bruscamente a Jungkook. Tomándolo entre sus brazos, el menor enredó sus piernas en la cintura de Jin. El mayor tomó con fuerza las caderas del más bajo mientras Jungkook enrollaba sus brazos en el cuello de Jin y se acercaba para besar con fuerza los labios del más alto. Jin mordió su labio inferior, Jungkook soltó un pequeño gemido y abrió su boca para dejar pasar la lengua de Jin mientras se movía para crear fricción sobre sus miembros despiertos.

Jungkook se sintió siendo estampado contra una de las mesas que Hoseok tenía para adornar y llenar el espacio en su departamento. Movió su mano y escuchó algo caer al suelo y romperse.

Segundos después se sintió caer sobre la cama de Hoseok, Jin se posicionó sobre Jungkook y metió una de sus piernas, separándolas. El mayor volvió a besar a Jungkook, metiendo su lengua en la dulce boca del menor mientras que Jin movía sus caderas para crear fricción entre ambos miembros.

Jungkook se movió con fuerza para dejar caer a Jin sobre la cama y montarse sobre él. Jin se sintió explotar cuando el menor comenzó a quitar su boxer con sensualidad. Amaba cuando Jungkook se volvía tan provocativo. El menor dejó caerse sobre Jin, pecho con pecho con una sonrisa traviesa en sus labios.

Jin volvió a besar a Jungkook, con fuerza y brusquedad, lleno de lujuria. Sus labios chocaban con hambre mientras un ligero rastro de saliva caía por una de las comisuras de los labios de Jungkook. Jin sintió al menor meter la mano entre sus cuerpos y tomar en una de sus manos su dolorosa erección. Soltó un fuerte gemido mientras se revolvía entre las sábanas de la cama, mientras miraba como el inocente rostro de Jungkook ahora se veía lleno de lujuria al morderse el labio.

Jungkook tomó una de las manos de Jin y llevó tres de sus dedos a su boca, comenzó a lamer los tres dedos para lubricarlos. Sacó los dedos de su boca al sentirlos lo suficientemente lubricados. Se dejó caer sobre la cama mientras que Jin volvía a quedar encima de él.

El moreno introdujo uno de sus dedos en la delicada entrada del menor. Jungkook se removió mientras Jin se dedicaba a morder su cuello y pecho, dejando marcas que seguramente se notarían más tarde. Jin introdujo con más prisa el segundo y el tercer dedo, escuchó a Jungkook quejarse y soltar unos ligeros quejidos.

Siguió embistiendo al menor con sus dedos, segundos después sintió a Jungkook mover sus caderas para que sus dedos llenaran su interior con más profundidad.

— J-Jin... te quiero ya...

El mayor sacó sus dedos del interior de Jungkook y posicionó su palpitante erección en la entrada del más bajo. Se deslizó en el interior de las suaves paredes del menor con una sola estocada, fuerte y brusca. Jungkook se quejó y arañó la espalda de Jin al tiempo en que mordía su cuello y le dejaba una marca rojiza.

Jungkook sintió sus caderas punzar por el dolor agudo que se acumulaba en su trasero. Se separó de Jin para soltar un quejido más audible, sentía como el más alto acariciaba la piel de sus piernas y su cadera. Siempre era lo mismo con Jin: brusco pero a la vez tierno.

— ¡Ah! Jin, algún día vas a romperme.

Jin rió en voz alta por la queja acompañada por un hermoso puchero en los labios de Jungkook. Se inclinó para tomar el labio inferior de Jungkook entre sus dientes y chuparlo con fuerza. El menor gimió y movió las caderas para que Jin comenzara a moverse.

El mayor comenzó con un lento vaivén lento pero con fuerza, miraba a Jungkook morderse con fuerza su labio inferior mientras él seguía adentrándose en el estrecho interior del menor. Por lo general, Jin no era tan adicto al sexo. Pero con Jungkook no era sólo sexo. Ambos lo sabían.

Las embestidas de Jin se hicieron más frecuentes y fuertes. Apretaba las caderas de Jungkook y buscaba los labios del más bajo para ahogar los gemidos de placer que salían de la boca del chico. Se besaron con hambre, pasión, amor y posesividad.

Las piernas de Jungkook se enredaron en la cadera del más alto para hacer que sus embestidas fueran más profundas y placenteras.

Jungkook se sintió desfallecer cuando sintió que Jin tocaba un punto que lo hizo ver estrellas sobre el techo del departamento. Se separó de la  boca de Jin y gritó por el inmenso placer que lo embriagaba. Se abrazó al cuerpo del mayor y se dedicó a besar su cuello.

Jin apretó las caderas de Jungkook hasta el punto de dejar unas ligeras marcas rojizas en la piel del chico y siguió embistiendo el punto dulce de Jungkook, arrancándole gritos y gemidos que lograban excitarlo más. Sintió a Jungkook temblar entre sus brazos, siguió embistiendo hasta que escuchó a Jungkook gemir por última vez antes de sentir que el menor se corría entre sus cuerpos.

El mayor lo embistió por última vez antes de liberarse dentro del estrecho interior del menor. Se dejó caer de forma cansada sobre la cama. Cerró sus ojos para intentar recargar un poco de energía perdida.

Jungkook dio media vuelta y se abrazó a Jin, enredando sus piernas y ocultando su cara en el cuello del mayor. Estaba inquieto mientras escuchaba a Jin comenzar a respirar de forma pausada y relajada. Lo dejó descansar y se dedicó a dibujar cosas sin forma sobre el pecho del más alto. `

— Jin… — Jungkook miró a Jin, asegurándose que el mayor estuviera perdido completamente en la inconciencia. Volvió a acariciar su pecho y a dibujar cosas abstractas sobre el pecho desnudo de Jin —, ¿te gustaría regresar conmigo? ¿Te gustaría volver a atrás, cuando sólo éramos tú y yo?

Al poco rato, también cayó presa del sueño.

 

Luego de un rato, se despertó y se encontró solo en la cama. Con la ausencia de Jin en la cama, a estas horas de la tarde, le parecía aburrido e innecesario seguir dentro de la cama sin la compañía de Jin. Al sentarse, frunció el ceño al sentir una fuerte punzada sobre su parte baja. Su trasero volvía a doler.

Miró a su alrededor, recordó que no estaban en casa de Jin, estaban en casa de Hoseok. Por lo tanto su ropa estaba regada por todo el living del departamento de su amigo. En vista de que no tenía ropa a la mano, se envolvió con una sábana que estaba botada en el piso. Una vez cubierto, aunque no era tan necesario. No había nada de él que Jin no conociera, salió al living por su ropa.

Nada más al salir de la habitación, se encontró con Jin sosteniendo un jarrón partido en dos. Jungkook palideció al ver el jarrón que tenía Jin en sus manos. El jarrón. EL jarrón preferido de Hoseok. Los asesinaría si se diera cuenta de que lo habían roto.

— Se va a poner furioso — murmuró al mayor. Jungkook mordisqueó  su labio inferior. Seguramente su amigo los asesinaría por hacerle esto a su amado departamento. Pero el dulce dolor en sus caderas le hacía imposible que se arrepintiera de ello.

— Hemos hecho cosas peores que esto, Seokjin.

— Si, espero que Taehyung sea capaz de bajar su cabreo.

Jungkook se rió de las palabras de Jin. Jin era alguien muy expresivo, y estaba de más decir que Taehyung le agradaba lo suficiente como para no ponerse en su plan princesa. Después de todo, era el chico que le estaba quitando a su mejor amigo, su casi hermano.

Aún recordaba todo lo que Hoseok le había hecho pasar cuando él y Jin habían comenzado con su relación. A diferencia de Jin, Hoseok parecía odiarlo en el primer momento en que se enteró de los sentimientos de Jin con él.

Jungkook soportó las burlas y las bromas pesadas de Hoseok. Al menos hasta que Hara llegó una tarde y golpeó a su primo por ser tan cruel con el chico cara de ángel. El pelinegro cambió desde ese día y ahora parecía llevarse muy bien con Jungkook. Y todo gracias a los golpes que Hara le proporcionó a Hoseok.

 

♣♣♣

 

 

— Jin, debes calmarte un poco.

— ¡Mi camioneta! ¡Jungkook, era mi amada camioneta!

— Tienes la Toyota y la Lobo, camionetas que nunca usas — le reprochó el menor con las manos en las caderas.

Desde que Hoseok y Taehyung se habían ido del bar, hasta que ellos llegaron a la casa donde vivía Jin con Namjoon, su primo, el mayor había estado quejándose sin parar sobre su hermosa camioneta Lincoln que terminó perdiendo en un juego de póker contra Taehyung.

Jin no le reprochaba nada a Jungkook por haber perdido la camioneta. Rara vez y el mayor le reclamaba por algo al menor.

El menor sonrió al ver el puchero en los labios llenos de Jin, su chico, su idiota que había conocido como un playboy  al que había deseado arrancarle el cabello desde el primer momento que lo había conocido. Todo era tan diferente a  antes.

Dejó el vaso que traía en sus manos y se encaramó sobre las piernas de Jin. El mayor suspiró en resignación por su amada camioneta y se aferró a la cintura de Jungkook. Que mejor regalo que volver a tener al menor con él, en su casa, a su lado siempre. Como debió ser.

Agarró la nuca del menor y reclamó sus labios en un beso posesivo, fuerte y duro, sin dejar de ser delicado con los dulces labios de Jungkook. Metió sus manos entre la camisa del chico para sentir su piel nívea entre sus manos.

Jungkook ladeó su cabeza y profundizó el beso, segundos después del contacto. Era él o el ambiente se estaba poniendo cada vez más caluroso. Sonrió al sentir las manos de Jin acariciar toda la piel de su espalda y se inclinó hasta chocar ambos pechos.

La puerta del frente se abrió sin previo aviso. Ambos se separaron con las respiraciones agitadas y con una ligera capa de sudor cubriendo sus frentes.

Jungkook giró medio cuerpo, sin salir del regazo de Jin, y observó como Namjoon entraba a paso lento y despreocupado por lo que acababa de interrumpir. Al contrario, pasó lentamente por el living, moviendo un par de bolsas que a leguas se notaba que decían “Nivada”. Jungkook se contuvo a bufar como un niño de seis años.

Namjoon nuevamente se había comprado unos lentes nuevos. ¿Cuál era la obsesión por los lentes oscuros? Jungkook los usaba, pero no era todos los días y mucho menos por que le gustara, simplemente había días en que si necesitaba usarlos.

Jin no tomó las cosas con calma. Apretó la cintura de Jungkook y le regaló a su primo una mirada asesina.

— Oh, no se preocupen, chicos, yo sólo vengo por unos papeles para el bar.

El mayor de los tres bufó.

— Algún día cambiare la cerradura de mi casa y lo dejaré afuera — Jungkook rió en voz alta antes de dar un beso casto en los labios de Jin.

— No eres tan malo con él, Jin.

— Repito, algún día lo haré. No hoy. No mañana. Quizás en un par de años.

Jungkook rió al ver la expresión en el rostro de Jin. El mayor lo imitó antes de tomar sus muslos y levantarse con él, para dirigirse a la habitación.

 

 

♣♣♣

 

 

A la mañana siguiente, Jungkook se despertó antes que Jin. Se dio la libertad de admirar al chico desnudo que yacía dormido a un lado de él. Eran pocas las ocasiones donde Jungkook podía despertar antes que Jin y admirarlo por un buen tiempo. Así que no desperdició ningún segundo valioso.

Luego de quince minutos observando al mayor, decidió que era hora de levantarse y hacer el desayuno para ambos. Namjoon no estaba en casa ese día, nunca estaba por las noches y gran parte de las mañanas. Ser el dueño del bar no era cosa fácil como pensaban al principio.

Encerrado en una oficina con un mundo de papeles, contratar guardias, meseras, pagos quincenales, seguros, licores, copas que se rompían con poca frecuencia, juegos de póker y viajes de vacaciones a Busan, Namsan, o cualquier parte de América, o salidas de días con sus amigos. Así se resumía la vida de Namjoon ahora.

Al bajar las escaleras una ligera punzada de dolor atravesó el trasero de Jungkook. Frunció su entrecejo y murmuró una serie de ofensas contra Jin. Bajar cada escalón, eran cinco ofensas contra el mayor. Agarrado del barandal, se quedó parado en el último escalón, puso su mano sobre la parte de su trasero y se agachó ligeramente.

Volvió a encaminarse a la cocina a un paso más lento.

Al cruzar por el living a un paso más lento que el de un anciano de ochenta años, Jungkook gruñó. Gritó al sentir que sus pies se separaban del suelo y unos brazos lo cargaban al estilo princesa. Escuchó la risa de Jin y se aferró a sus hombros.

— Hay algo que no te pregunté ayer, ángel — le dijo el mayor al tenerlo sobre el sillón y acorralado por sus brazos. Jungkook lo miró atentamente y dejó sus brazos sobre su estómago.

— ¿Qué quieres decirme? — Jin mordió su labio en un gesto nervioso.

— Vuelve conmigo, ángel…

Jungkook abrió sus ojos con sorpresa. Jin era directo, pero esta vez parecía llegar a estar impaciente por una respuesta. Claro, si ya le había rechazado, ese día, bajo la lluvia, cuando le había pedido el beso en el parque. Seguramente esperaba nuevamente un no.

— ¿Igual que antes? — Jin asintió con una ligera sonrisa.

— Sí. Donde tú y yo no peleamos por los problemas de Hoseok y Taehyung. Volvamos atrás, cuando sólo éramos tú y yo.

Jungkook sonrió radiante. Abrazó el cuello de Jin y acercó su boca a la suya. Lo besó con fuerza y poca delicadeza. Estaba feliz.

— Sí, Jin — respondió al separarse de los labios del mayor. Su ahora novio, otra vez.

— ¿Volveremos atrás? — Jungkook asintió. Jin rió y levantó a Jungkook con una fuerza que el menor desconocía. Lo apretó contra su pecho y giró con él. Daba igual, siempre era un cursi sin remedio cuando estaba con Jungkook.

— Ya estamos volviendo atrás, ángel. Eres sólo mío.

— Todo tuyo.

Ambos sonrieron. Se miraron por unos segundos antes de acercar sus bocas y besarse con amor y fuerza. Sellando la promesa y una nueva página en su historia. Ambos olvidando que no estaban en su habitación. Ignoraron cuando Namjoon entró a la casa.

Nada de eso les importó. Ellos estaban volviendo atrás. Donde sólo eran Jin y Jungkook.

 

 

Notas finales:

 

No es completamente neesario, pero para las personas que leyeron esto sin leer el ff y no entendieron muy bien, quizas y sea necesario que lo lean para que le entiendan mejor. 

Ahora -hace cejitas- les gusto? algun comentario? 

Perdon por las faltas de ortografía, hago l que puedo. Nos leemos en la proxima :D


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