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~Dame tu mano~ por pansiha

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Notas del fanfic:

Estoy publicando....a las 3:40 de la mañana QwQ porque en unas pocas horas más me cambio de casa y no tendré internet....en un tiempo más. Por lo tanto no podré publicar ni acutalizar mis fics uwu 

Gomen.

Notas del capitulo:

Bueeno~ Este es un pequeño SasuGaa no sé por qué, pero me llegó la inspiración a esta hora. Espero les guste este pequeño....sí creo que OneShot, bueno, dejémoslo como OneShot òwo 

Espero les guste aunque sea un poco c;

Naruto no me perteneció, no me pertenece y no me pertenecerá jamás....TTwTT *llora*

 


[SasuGaa]

~Dame tu mano~

 

 

El cielo, estaba oscuro, repleto de estrellas muertas que brillaban con todo lo que podían, tal como si estuvieran diciendo; ¡Mírame, estoy acá arriba! Esos pequeños puntos blancos, no sabían que estaban siendo observados por dos jóvenes en particular.

Echados en el verde césped de un pequeño parque, estos dos jóvenes, estaban con sus dos manos ligeramente apretadas, sólo para saber que estaban allí. Con los ojos cerrados, respirando pausadamente, y con una pequeña sonrisa en sus rostros, tocaban sus manos suavemente, con cada movimiento y con cada toque, sabían que significaba otro ‘Te quiero.’

Una suave brisa invadió el lugar, provocando que el pelirrojo se estremeciera. Al sentir el movimiento, el azabache abrió los ojos para contemplar a su pareja temblando ligeramente. Con sus brazos, lo acercó a su pecho y se acurrucaron para volver a cerrar los ojos y, esta vez, estar más cerca.

Los columpios del parque empezaron a mecerse suavemente gracias a la brisa y, las hojas de los árboles sonaban al chocar con las otras. El césped hacía cosquillas al moverse cerca de la piel de los dos y, una melodía que provenía de unos pequeños insectos, fue lo necesario para que el pelirrojo abriera sus ojos.

-¿Pasa algo? —el chico de ojos negros abrió los ojos, sintiendo la misma acción provenir de su pareja—.¿Tienes frío?

-Un poco…—acurrucó su cabeza en el cuello del chico—.Sasuke, ya es muy tarde…deberíamos volver. —dijo con una voz suave que podía encantar a cualquier ser.

-Está bien, vamos al auto. —de pie, ayudó a su pareja a levantarse y caminaron un buen rato observando todo el alrededor.

Los arbustos brillaban gracias a la humedad de la noche, las rosas y violetas estaban revueltas alrededor de las cercas y los grandes árboles chocaban sus ramas como si estuviesen aplaudiendo gracias al viento más fuerte que se hizo presente.

-Al parecer va a llover. —el joven pelirrojo dijo, causando que el pelinegro alzara la vista al cielo.

-Volvamos rápido.

Con sus manos inseparables, siguieron caminando por el frío cemento desgastado. Cuando llegaron al final del parque, tuvieron que romper todo contacto para subir al auto negro que estaba estacionado en una esquina. El auto, al igual que el cielo, reflejaba las ansiosas estrellas titilantes. El motor se puso en marcha y las ruedas acariciaron la calle al ir avanzando cada metro.

Dentro, no había ruido, sólo silencio….no era silencio incómodo, pues los dos sabían que ese silencio era del otro. La radio estaba apagada y las ventanas cerradas, las pocas luces que iluminaban, eran de los semáforos y tiendas comerciales abiertas.

-Sasuke, tengo sueño. —el pelirrojo dijo con un cansancio notorio en su voz.

-Está bien, duerme un poco, luego te despierto.

El de ojos perla se quedó dormido al poco instante y, Sasuke, condujo tranquilamente hasta llegar a su casa. Aunque sabía que debía ir a dejar al pelirrojo, no quería separarse de él, podría llamar a sus hermanos y avisarles que él no llegaría esa noche.

Cuando estacionó el auto, se quedó mirando al pelirrojo dormir profundamente. Sus suaves labios abiertos ligeramente, sus párpados caídos ocultando esas bellas perlas y su pecho que subía y bajaba al respirar pausadamente. Juntó sus dos manos, para hacerle saber al chico, que hasta en sus más profundos sueños estaba con él. Observó su rostro unos segundos más, para ver cómo se formaba una pequeña sonrisa. Satisfecho, se acercó y besó el lado izquierdo de su frente, donde tenía la palabra “amor” tatuado de un rojo carmesí.

Se bajó del auto, se dirigió a la otra puerta y, cargó al pelirrojo, con cuidado de no despertarlo, en sus brazos. Las luces de la casa estaban prendidas, por lo tanto supuso que su hermano estaría dentro. Para no tocar el timbre, y con el ruido despertar al pelirrojo, entró por el garaje que daba hacia la cocina, donde se encontró con su hermano cocinando…huevo frito.

-¿Qué haces? —raramente su hermano cocinaba, y si lo hacía…era porque estaba su novio.

-La cena. —con una extraña sonrisa le respondió, mientras que con una cuchara revolvía el huevo en la sartén.

-Son las once de la noche.

-Entonces, hago la once. —rodó los ojos y pasó a su lado rumbo a la sala de estar, murmurando “eso no tuvo sentido” y otras cosas que tenían que ver con su hermano. Al llegar a la sala, encontró a un pelirrojo adolecente recostado en el sofá. Se dio la vuelta y volvió con su hermano.

-¿Qué hace aquí? —quiso apuntar a la otra habitación, pero tenía las manos ocupadas.

-Está descansando. —ya estaba terminando de poner delicadamente, el huevo en un plato—¿Por qué trajiste a Gaara?

-Estaba cansado. —el olor a huevo frito inundó la cocina, y probablemente la habitación siguiente. Sasuke optó por irse, porque el hambre le estaba ganando y no dejaría al pelirrojo sólo para comer—.Necesito que saques a tu novio del sofá, Gaara también necesita descansar.

-¿Vas a hacerlo dormir en el sofá? —del horno, sacó pan caliente y lo puso a un lado en el plato.

-No me dejas dormir con él.

-Es Sasori quien no quiere que duermas con él. Quién sabe lo que pasaría. —dijo con una sonrisa. Los dos hermanos, y el pelirrojo en brazos del Uchiha menor, salieron de la cocina. Itachi se sentó a un lado del otro pelirrojo para moverlo suavemente.

-Ustedes no son tan silenciosos. —aunque Gaara no fuese tan pesado, los brazos se le estaban cansando.

-Pero somos mayores. —Sasori se despertó, y recibió el plato de comida de parte de su novio, sin percatarse de que su primo estaba en brazos de su cuñado.

-Yo también soy mayor…—susurró, mirando el rostro angelical del pelirrojo en sus brazos.

-Pero Gaara no lo es. Más te vale no quitarle la virginidad antes de los veinte. —otra voz suave se escuchó en la sala. Sasuke volteó para ver a Sasori con el seño levemente fruncido.

-No puedo esperar cuatro años…yo debería haber perdido mi virginidad hace tiempo. —Itachi soltó una discreta risa, Sasori sólo bufó. Al azabache ya se le estaban cansando los brazos, y con esa conversación no llegarían a ninguna parte—.Si no me dices dónde dejar a Gaara, dormirá conmigo.

-Itachi…—Sasori lo llamó con un tono de súplica.

-Está bien….puedo ordenar el sótano y…

-¡No! —los dos jóvenes gritaron, pero se callaron inmediatamente al ver que el pequeño pelirrojo se revolvió en los brazos del pelinegro—No….

-Podría dormir en la habitación de invitados….pero necesito ordenarla, hace mucho tiempo que no se ocupa. —Sasori asintió e Itachi se levantó para ir a hacer lo que dijo.

El azabache menor se sentó a un lado del pelirrojo, que seguía comiendo, y acurrucó a Gaara más cerca de él, dándole pequeños besos en la frente, causándole disgusto al otro.

El ruido del tenedor chocando con el plato, era lo único que se escuchaba en la sala en esos momentos. A Sasuke le daba igual, pues estaba ocupado regalándole besos a su novio, pero el pelirrojo mayor estaba disgustado ante tal escena.

-No me mires así, yo también os soporto cuando se ponen melosos. —se quejó el azabache al sentir la pesada mirada del otro.

Sasori volvió a comer, esta vez viendo la televisión -sin volumen- esperando a que el Uchiha mayor llegara.

-Al menos dime que sigue siendo virgen de labios.

-Acéptalo, perderá toda su virginidad conmigo. —dijo con una sonrisa. No sabía por qué el primo de su novio era tan sobre protector, para eso estaban sus hermanos, lo peor, es que estaba obsesionado en mantener virgen a su primo, hasta los veinte…..nadie pierde la virginidad a los veinte….la maldita pubertad llega antes de los quince….pero el Uchiha se había comportado como nunca lo hubiese hecho, aunque no negaba que quería poseer el cuerpo frágil y pequeño del pelirrojo.

-Está lista la cama. —Itachi llegó al fin, salvándolos del silencio incómodo. Sin decir nada, Sasuke se llevó cargando al pequeño pelirrojo hacia el cuarto siguiente al de él.

La habitación era pequeña, con una cama donde cabía sólo una persona, un velador con una lámpara en él, y un clóset para guardar algunas cosas. Era un simple cuarto….era la habitación de invitados, así que no había mucho para esperar.

Recostó al pelirrojo en la cama, le dio un beso en la frente y se fue a su habitación. Se fue a su habitación para buscar algo de ropa, y cuando volvió a ver a su novio, él estaba sentado en la cama mirando a la nada, un poco perdido. Sus ojos aún le pesaban y veía borroso -además de que había poca luz-.

-Estás en mi casa. —Sasuke le dijo y se sentó a su lado. El de ojos aqua se tambaleaba hacia adelante y hacia atrás, sin poder mantener el equilibrio. Finalmente, hizo que su cabeza descansara en su hombro, esperando a que el chico despertara bien—.Te traje un pijama….la verdad es que es ropa vieja, pero no tengo nada más.

-Gracias….—sus ojos se estaban cerrando otra vez, Sasuke al percatarse de aquello, lo recostó boca arriba nuevamente y empezó a quitarle la ropa. —¿Qué…haces?

-Voy a vestirte. —el pelirrojo estaba sonrojado—.No te haré nada….sabes que no soy capaz de hacerlo. —le dio una sonrisa, que fue respondida con otra más tímida.

El pelirrojo, tratando de ayudar al Uchiha, levantó los brazos y Sasuke pudo sacar su camisa, para reemplazarla inmediatamente por una pollera de algodón suave, color negro. Desabrochó su pantalón y los quitó para contemplar sus piernas suaves. Se quedó mirándolo un rato, pensando en que, esos dos años que había estado con él, nunca había visto más piel que la de su cara y brazos, ya que, por alguna razón, el pelirrojo no usaba nunca pantalones cortos. Sus piernas eran suaves y se veían frágiles. No había ningún pelo en sus piernas, lo que las hacía suaves y pálidas.

-¿Qué pasa? —se dio cuenta de que lo había estado observando por mucho tiempo y, quizás estaba comenzando a tener frío.

-Lo siento yo….—No sabía qué decirle, pues no era cómodo escuchar “Estaba pensando en lo lindas que eran tus piernas. Me gustaría acariciarlas” y de todas formas no lo diría. —.Estaba pensando….

-¿Me estabas….mirando? —aunque estaba medio dormido, podía casi adivinar lo que hacía el azabache.

-Lo siento. —una ligera risa escapó de su garganta, e iba a seguir cuando una duda existencial cruzó por su mente; “¿Debía sacarle los bóxers a Gaara? ¿O dormía con ellos?” Se quedó pensando unos cinco minutos más, hasta que el pelirrojo se empezó a mover y frotar sus piernas. Finalmente se sentó -ya más despierto- y miró atentamente al azabache.

-¿Pasa algo? —era la tercera vez que preguntaba esa noche. Con un ligero sonrojo, Sasuke apuntó la última prenda que cubría su intimidad—.Oh….pues, acostumbro a dormir con calzoncillos….pero no sé…

-Puedo prestarte unos….—el único problema era que; la ropa interior no se presta. No, ni siquiera si estaba limpia, eso era algo personal, algo íntimo que no podía prestarle ni a su hermano.

-No estoy seguro si sea debido…

-E-espera. —se levantó para salir de la habitación en busca de su hermano, que seguía abajo con Sasori, viendo una película—.Itachi ¿Me compraste….—se detuvo al pensar que sonaría un poco extraño preguntarle a tu hermano –sobre todo porque es tu hermano- si compró su ropa interior. Los dos mayores lo quedaron mirando—­¿Dónde dejaste las compras?

-Dejé tu ropa en tu habitación.

-Claro, gracias. —se fue para dejar a la pareja viendo la película, y para ir a buscar ropa a su novio. A los pocos minutos, entró a la habitación de invitados, donde estaba el pelirrojo, con unas bolsas en sus manos. Gaara aún estaba sentado, con sus piernas descubiertas, esperándolo en la cama—.Ten, mi hermano compró….me compró ropa interior hoy, quizás puedas ocuparla. —juró que esa era la situación más vergonzosa que estaba pasando en su vida.

-Gracias….¿estás seguro? —Sasuke ya le estaba pasando una prenda, pero cuando la recibió, se dio cuenta de que algo no andaba bien—.Sasuke…son muy….grandes.

-¿Grandes? —con un sonrojo en sus mejillas, revisó el paquete, para verificar si su hermano no se había equivocado—.E-es mi talla, no son….grandes.

-Pues, son grandes para mí.

-No tengo más pequeños…¿Qué talla eres? —en vez de recibir una respuesta verbal, sus calzoncillos le llegaron de golpe a la cara.

-Eso no se pregunta. —se dio vuelta dándole la espalda, para ocultar su sonrojo.

-Sólo pruébatelos, de todas formas, el pantalón….los va a sostener. No quiero que duermas desnudo, puedes resfriarte. —trataba de convencerlo…. y lo hizo después de una sesión de besos.

-Está bien, pero tengo flojera….vísteme tú. —se dejó caer en sus brazos.

-¿Seguro? —el pelirrojo asintió con la cabeza—.Pueden pasar cosas…

-¿Qué tipo de cosas? —preguntó juguetón.

-Cosas de las que te puedes arrepentir. —el pelirrojo empezó a repartir besos sobre su cuello—.Pero yo no me arrepentiría.

-Sólo hazlo, tengo frío. —con un último beso en los labios, el azabache quitó la gruesa prenda, para poder ver su suave intimidad. Trató de no quedarse embobado mirándolo, en esos momentos, Gaara tenía los ojos cerrados, por lo tanto no pudo notar la sonrisa perversa de su novio—.Rápido….de verdad hace frío.

-No encuentro los calzoncillos. —mintió, pues ahora no quería dejar de mirarlo—¿Dónde los dejaste? —se percató de que, en realidad no los encontraba.

-Te los tiré a la cara, deberías tenerlos tú. —Sasuke se sintió como un inútil al descubrir que tenía la prenda en su mano.

-¿No puedo tenerte así un poco más?

-Frío…—sintió la mano de su novio acariciar su estómago, para luego bajar lentamente—.Sasuke…—advirtió, pero el azabache no hizo caso.

-Quiero tocarte un poco. —su mano fue bajando lentamente acariciando su suave piel, estaba impaciente por tocar su parte íntima, aunque sabía que debía contenerse, su cuerpo reaccionaba de una manera distinta.

-Ya….basta.

-Eres suave.

-Basta.

-Gaara…¿por qué no tienes bello-

-¡¡Sasuke!! —lo empujó y los dos quedaron recostados en la cama. Gaara encima de Sasuke con las piernas abiertas, y eso, fue suficiente para provocarlo.

-¿Quieres…

-No, lo único que quiero, es dormir. —se acurrucó en el pecho de su novio.

-Está bien, pero deja vestirte. —se sentó, y después de una pequeña sesión de besos más, Sasuke y Gaara estaban en pijama acostados bajo las sábanas—.Debería ir a mi habitación, si Sasori me encuentra aquí me matará.

-¿Sasori está aquí? —nunca se enteró de eso, pues en ese momento estaba dormido.

-Lamentablemente…—el pelirrojo rió y le dio un ligero empujón en el pecho—.No quiero irme.

-Yo tampoco quiero que te vayas. —se abrazaron y entrelazaron sus piernas—.No entiendo por qué no le gusta que duerma contigo.

-Tiene miedo de que dejes de ser inocente. Me dijo que perderías tu virginidad a los veinte. —Gaara se puso a reír.

-Eso es imposible. —le dio un beso—.Estoy seguro de que será antes. —los dos se sonrojaron ligeramente al tener los mismos pensamientos.

-¿Tendré que esperar a que cumplas dieciocho?

-Olvídalo. No puedo esperar tanto tiempo. —se miraron a los ojos un momento antes de que Sasuke se abalanzara a besar al pelirrojo—.Tampoco dije que quería ahora.

-Lo sé….de todas formas no podría tocarte sabiendo que mi hermano está en la casa. —Gaara sonrió pícaramente.

-¿Echarás a tu hermano para tener sexo conmigo?

-Quizás….o podríamos ir a un hotel.

-Prefiero mil veces el hotel.

-Entonces en un hotel será.

-Lamento no poder cumplir los deseos de Sasori-san. —rieron unos minutos, para luego darse un largo beso en los labios—¿Podemos dormir ahora?

-Claro, ya es tarde. —cerró los ojos unos segundos, pero el pelirrojo le habló.

-¿Me quieres? —Gaara preguntó rompiendo el silencio.

-Claro que te quiero. —esa pregunta no se la esperaba.

-Di que me quieres.

-Te quiero. —empezó a susurrarle en el oído, haciendo que el menor soltara una pequeña risa—.Te quiero….te quiero y te querré más si dormimos. —apagó la lámpara que mantenía la habitación iluminada, y pronto quedaron a oscuras. Se abrazaron, con una gran sonrisa en sus labios, para al final cerrar sus ojos y no abrirlos en un buen rato. Inconscientemente, sus manos se entrelazaron debajo de las sábanas y los dos sonrieron en sus sueños.

Mientras los dos tortolos dormían profundamente, Sasori e Itachi estaban sentados -y abrazados- en el sofá viendo la televisión. De repente, Sasori se rascó la nuca al sentir un pequeño escalofrío provenir de ella.

-Itachi, algo anda mal. —dijo un poco preocupado.

-Todo está bien.

-No, algo anda mal, y estoy seguro de que tiene que ver con Gaara. —se iba a levantar, pero el azabache lo apegó a su cuerpo y le dio un rápido beso.

-Vamos, muy pocas veces podemos estar así. Quédate. —repartió suaves y pequeños besos por la frente del pelirrojo, lo que e hizo sonreír.

-Eres igual que tu hermano.

-¿Ah sí? Muchos dicen que nos parecemos. —dijo sin abandonar su trabajo.

-Pero, tu eres más guapo.

-Lo sé.

-Y más lindo….y más gentil. —Itachi sonrió para sus adentros. Finalmente, logrando que el pelirrojo olvidara el asunto de Sasuke y Gaara, siguieron viendo televisión—.Pero si Gaara pierde su virginidad esta noche serás tú quién pagará las consecuencias. —el azabache lo besó de nuevo—Te odio.

-Yo te quiero más…

 

Notas finales:

Em...gracias por leer....espero les haya gustado. Si...quizás estuvo un poco flojo pero es porque estoy muriendo de sueño, aun así quise escribirlo porque no sé por cuanto tiempo más NO publicaré y no quería dejar pasar esta uwu 

Bueno, bye bye!~


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