*Flashback*
- Entonces, ¿Qué vamos a comer?-
- No lo se, quizás algo del Konbini?
- Humm, no!, yo le quiero hacer algo mucho mas rico a mi lindo novio?-
- Jaja, tan así?-
- Así es!, Baka~-
*Fin del Flashback*
En ese entonces Miki sonreía tanto, era mi amor, mi vida, mi todo, mi mundo entero giraba alrededor de él.
Recuerdo cuando llegaba a casa y él venía corriendo con sus hermosos zafiros apuntados a los míos me decía:- Bienvenido Take!-
Pasamos tanto tiempo juntos que ahora simplemente no puedo resistir a su falta...Yo...No soy tan fuerte...
Extraño verlo por las mañanas acurrucado en mi hombro, para que le acariciara el cabello cuyas preciosas puntas eran de un color celeste que combinaba con sus ojos.
Extraño sus suaves labios con ese característico rosa que tanto me encantaban saborear.
Extraño esa brillante sonrisa que tanto me alegraba.
Extraño poseerlo, hacerlo mío y de nadie más.
Yo…lo extraño.
Me atreveré a contarles mi historia desde el principio..
*Flashback*
Estábamos en 2do de secundaria, había entrado un chico nuevo que rápidamente capto la atención de todas las femeninas, sin exceptuar la mía...también.
- H-hola! Mi nombre es Miki Kimayu y soy nuevo aquí... Estoy a su cuidado!-
Mi mente limito a pensar: Que tipo tan raro..
-Bien Kimayu-kun, siéntate al lado de Hidematsu, el te dará todo lo que necesites-
Entonces a los gritos escucho al profesor decir: Hidematsu, cuento contigo!-
Solo limite a asentir.
Vino caminando despacio, es entonces donde puedo apreciar toda su apariencia.
-Que tipo tan raro...-
No me podía dejar de repetir eso.
Tenía ojos azules profundos como el mar y una tez pálida, hermosa, delicada. Su pelo era marrón y sus puntas eran de un suave color verde aqua que resaltaba con su llamativo uniforme.
Nuestra vestimenta se basaba en una chaqueta negra, una corbata celeste, camisa blanca, pantalones grises y zapatillas. Pero el...él vino con un buzo negro con orejas de... ¿Que era eso?..Un conejo en una capucha?..
De alguna manera era...Tierno.
Se sentó al lado mío y procedió a dirigir las primeras palabras a mi persona.
- M-mi nombre es Miki Kimayu, espero que podamos llevarnos bien!-
Cuanta energía- pensaba.
-Claro, yo soy Takeshi Hidematsu, pero puedes decirme Take- me limite a comentar.
- Take-chan!-
-No-
-Take-kun!-
- Denegado.-
-Take-san?-
- Estas empeorando las cosas-
-Take-sempai!-
- Ni en tus sueños-
-…- Take?- dijo con un suave hilo de voz.
-Mucho mejor-
De a partir de ese día Miki y yo empezamos a tener un vinculo diferente, mutuamente nos agradábamos, salíamos a todos lados juntos. Los sábados era nuestro día reservado donde salíamos a comprar y a jugar en alguna estación de video Juegos de por ahí.
La pasábamos bien.
Pero lamentablemente para mi continuar así no me era posible ya que Miki...Miki me gustaba, demasiado, pero yo...era su amigo, y mientras tuviera el privilegio de serlo sería feliz. Hasta que a principios de 3ro algo inesperado ocurrió.
-Ta-Takeshi...-su voz era temblorosa pero a la vez seria- me... me gustas...-
Sus palabras me alegraron el corazón, ya que como ya se suponía, el me volvía loco... en todos los sentidos.
Y así fue como mi vida dio un giro de 360 grados.
Pasamos besándonos y abrazándonos por un año, lo quería atesorar y no forzarlo a nada, no quería perderlo.
Las personas no se dan cuenta de las cosas que tienen hasta que las pierden
Aquellas palabras que Miki me dijo en su momento nunca las olvidaría, es por eso que lo cuidaría y lo protegería con toda mi vida.
Pasaron los años, terminamos la secundaria y comenzamos con nuestros estudios universitarios.
En ese momento es cuando me decidí, ya no podía esperar más. Y es así como a nuestros 19 años, Miki y yo... Nos casamos.
Nos fuimos de viaje a una Isla donde finalmente nos unimos como una familia legalmente.
Ese día fue par memorar, lo hicimos tantas veces que no sé como Miki al otro día pudo levantase. Nuestra energía no tenia limites, pero en cada embestida, en cada beso, en cada caricia, en cada susurro le quería hacer entender una cosa, y solo una, cuanto lo amaba.
A 4 años de nuestro casamiento recibo una de las peores noticias, Miki estaba internado.
Salí corriendo de la oficina y cuando llegue, la escena me desgarro, El...Mi pequeño estaba lleno de cortes y moretones. En ese mismo instante lo único que pude hacer fue correr a su lado. Me senté en una de las sillas a su lado. Grite. Llore. Maldije a todo lo que hubiera a mí alrededor.
¿Por qué él y no yo?
No podía sacarme esa frase de la cabeza.
Entonces sus pequeños ojos se abrieron y sentí un aliento de vida que provenía de su boca.
- T-tak-ke- Su tono era débil.
- AQUÍ ESTOY AMOR – Grité.
No hizo más que dibujar una sonrisa.
-Take... Solo quiero decirte u-una cosa.., yo no sé si pueda sa..Salir con vida de esto – mi corazón se detuvo- pero solo te quería decir que de ahora en mas...Sig-as adelante no im-
No permitiría que dijera más de eso.
-NO, NO por favor... No digas eso, no. No puedo vivir sin tu presencia sin tu amor, no...no. NO ME DEJES SOLO...por favor...te lo su-suplico- no lo contuve mas, mis lagrimas empezaron a caer de forma rápida, a montones, yo... No quería esto.
-Take- Pronunciaron sus frágiles cuerdas vocales.
-NO!-
-T-take...shi-
Entre el llanto finalmente pude pronunciar la pequeña pregunta.
-¿Qué?-
-Te amo...-
Ahí fue cuando vi que de la comisura de sus labios empezaron a brotar una y otra vez esa frase.
-Yo... yo también te amo, te amo mucho, demasiado, eres todo para mí, me enseñaste a vivir, a amar, a querer y a soñar...Por eso...se fuerte por favor, no quiero esto por dios no.-
-Jiji- se limito a pronunciar.
Pareciera que el ignoro mis palabras y así es como en ese mismo instante soltó mi mano. Así fue como Miki..Mi adorado miki...Dejó este mundo.
*Fin del flashback*