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Infidelidad Inducida por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos los lectores, se que muchos siguen mi historia con ansias y quiero agradecerles por ello, sin embargo tengo que darles una mala noticia. En días pasados he notado que he estado actualizando muy seguido mis historias lo que me presiona ya que como lo comente con anterioridad carezco de una computadora y he tenido que subir las actualizaciones desde una tableta, en resumen les informo que las actualizaciones se darán cada 15 días, juro que no lo hago por causarles suspenso simplemente para poder transcribir la historia en la tableta con mayor calma. 

 

Espero du comprensión, un saludo a todos. 

 

A la mañana siguiente un joven de cabellera negra se dirigía a su lugar de trabajo, luego de haber pasado a la farmacia por unas pastillas contra el dolor muscular.

- Demonios - dijo para su mismo mientras intentaba buscar una pose más cómoda al mismo que conducía por la ciudad - Que es lo que tendré? - se preguntaba mientras se tomaba la pastilla y bebía agua - Tal vez deba aceptar ir al médico como sugirió Thouma.

Pronto ingreso al estacionamiento de la disquera aliviado un poco, mientras aparcaba su auto sonrió un poco al saber que su novio, ya estaba en el edificio. Después de tener una romántica cena, cada uno regreso a su casa por separado ya que mientras su relación con Yuki no acabara no debían verlos juntos.

Al momento de salir de su auto se dirigió a la entrada y de ahí al estudio de grabación donde seguramente sus compañeros ya lo estaban esperando, al ingresar se topó con únicamente K.

- Buenos días - saludo animadamente bebiendo un poco más de agua, afortunadamente el dolor estaba pasando.

- Hello Ex Pink Boy - saludo el americano, para así contemplar a su protegido antes de hablar - Y bien... - continuo con su plática - Cuando le dirás a Mr. Yuki que todo acabo.

Las palabras de su manager preocuparon al cantante que con lentitud se giró para enfrentarse al rubio, quien lo miraba fijamente y no con una mirada muy agradable.

- Desde... - el menor iba a preguntar, pero fue interrumpido.

- Desde cuando lo se- afirmo el americano acercándose al cantante con las manos en la cadera - Tuve mis sospechas, desde el momento en que no aprovechaste las vacaciones de Navidad para alcanzarlo en América.

El menor quedo mudo, no era capaz de explicarle a su manager que dejo de amar al escritor y que desde entonces tenía una relación con...

- Así que Thouma Seguchi - las palabras del rubio lo sorprendieron ampliamente, como lo sabía- El relicario - señalo la joya en el cuello del menor para sujetarla con delicadeza - Pertenece a su familia, yo estuve presente cuando lo recibió de su madre - camino hasta la mesa para recargarse - Incluso fui yo quien tuvo la tarea de escoltarla hasta la bóveda de Suiza, cuando Mika se encaprichó con el.

El cantante estaba muy sorprendido, nunca se hubiese imaginado que su manager supiese tantas cosas de su pareja, pero lo más importante que no pareciera sorprendido ni nada.

- No te preocupes - confirmo el manager regalándole una sonrisa de confianza a sabiendas que no diría nada a nadie - Pero... Lo que no logró comprender es Como?

- Es una larga historia - confeso el menor un poco apenado ya que de cierta forma su relación con el empresario no inició de una forma romántica.

- Ven - llamo el mayor mostrándole una silla a su lado - Tenemos tiempo, le avise a los demás que tenían el día libre - con eso el cantante sonrió agradecido para tomar lugar junto al amante de armas.

- Bien todo comenzó unos cuantos meses atrás...- así el relato comenzó.

Mientras tanto, un Mercedes atravesaba la ciudad con velocidad, pronto su destino comenzó a divisarse ante el; durante la noche al escritor le fue muy difícil conciliar el suelo debido a las palabras de su hermano, eso sumado a la sorpresa de no encontrar ninguna de las pertenecías de su pareja en el departamento.

Al estar frente al edificio de NG, sintió una extraña sensación en su cuerpo era pesada e incomoda, era como sí el estómago se le enfriará, trato de no darle mucha importancia así que bajó de inmediato extrayendo de la parte trasera un ramo de rosas rojas, eran apenas 6, pues su a enfrentarse a su molesta pareja tener un apoyo no era tan mala idea.

- Terminemos esto de una vez - declaro comenzando a avanzar a la entrada.

En la presidencia el empresario ya estaba al tanto de la llegada de su ex cuñado a su casa productora, con al parecer una triste muestra de afecto en sus manos, ya quería ver su rostro cuando se topara con el pequeño detalle para con su novio.

- Lo siento Eiri - dijo con mucha tranquilidad el empresario sentándose en su enorme silla - Pero perdiste - afirmo contemplando una foto suya con el cantante ambos muy felices - Shuichi es mío.

Justo estaba a punto de seguir con su trabajo, hasta que el sonido de un estallido que lo elevo unos milímetros en el aire, pronto le siguieron unos cuantos disparos, con eso lanzo un largo suspiro, por lo visto alguien había provocado la ira de manager americano.

- Será mejor bajar - dijo dirigiéndose al piso donde se oyó el estruendo corriendo - Antes de que mi edificio se convierta en una zona de guerra.

Por su parte el manager avanzaba por el pasillo de un forma amenazante, llevaba a cuestas todo el armamento, al menos el que tenía en el edificio, mientras que un preocupado cantante intentaba llamar su atención y detenerlo sujetando su pie, cabe mencionar que falló tristemente.

- Los matare a ambos - declaro con llamas en los ojos, luego de que el menor le contase toda la historia que involucraba al cantante, su jefe y el escritor estallo en llamas.

Por la mente del amante sólo pasaba la imagen de ese par, más les vale que rezaran a su Dios porque cuando los atrapara, no vivirían para contar nada más, como se atrevieron a aprovecharse de un alma tan noble como la de su muchacho, pero ya se las cobraría la venganza era dulce.

- K... Por favor - rogaba el menor ya con lágrimas en los ojos - Tranquilízate, las cosas no son tan graves.

- Como puedes decir eso? - grito el americano mostrando los colmillos - Ambos se aprovecharon de ti.

- Tal vez pero.., - dijo el menor incorporandose para así poder hablar con su agente - Por extraño que parezca la traición de Yuki me hizo darme cuenta de que lo nuestro no tenía futuro y eso se debía a que en algún momento deje de amarlo o quizá jamás lo hice - no era capaz de mirar directamente al mayor por lo que ladeaba los ojos - Y Thouma logró que por primera vez me sintiera especial, protegido pero más que nada amado, el... - sonrió con mucha ternura al recordar aquellos momentos - Fue todo un caballero conmigo, no me forzó a nada, tuvo mucha paciencia y al final cuando me decidí entregarme a el me trato como una joya - un suave sonrojo adornó las mejillas del menor al cual la felicidad y el enamoramiento desbordaba de su cuerpo.

El americano estaba más que sorprendido, de todo el tiempo que llevaba de conocer al cantante nunca lo había visto así, siempre que el menor hablaba del escritor era cierto que se mostraba muy feliz pero estaba seguro que eso no era amor o al menos esa era su opinión; pero ahora por primera vez desde que lo conocía lo miraba enamorado con el alma, pues su mirada era la misma que mostraba cuando subía al escenario.

- Por favor K - la voz del más joven llamo su atención - Te ruego que no hagas nada en contra de ninguno - rogó con sus dos manos y ojos de cachorro - Yo... Resolveré esto te lo prometo - lo miro mostrando una inmensa seriedad - Yo ya no soy un niño pequeño, tengo que poner en orden mi vida y se exactamente que hacer.

El americano estaba ahora si sorprendido, el chico estaba comportando como un adulto por primera vez; en cierta forma estaba orgulloso del gran avance del cantante, tal vez, sólo tal vez la relación con el molesto tecladista no fuese tan mala, suspiro con tranquilidad para así mirar a sí protegido.

- Muy bien - dijo el rubio para empezar a caminar de regreso a la sala seguido de su muchacho, - No haré nada en contra de ese par, lo prometo - con eso un suspiro de alivio - Pero... Si tendré una plática con Seguchi - al darse cuenta de la mirada de miedo del menor continuo - No te angusties.

El americano abrió la puerta de la sala, al mismo que se descubría un precioso arreglo de orquídeas en tonos blancos y púrpura, el cantante ingreso con velocidad a la sala muy alegre a sabiendas quien las envió, el único que sabía de su gusto por las orquídeas era su amado Thouma, con sutilidad aspiraba el dulce aroma de las flores, siendo observado por no complacido americano pero la tranquilidad duro poco, cuando la puerta se abrió dejando ver a una persona no muy grata para nadie.

- Yuki - dijo con mucha tranquilidad el cantante que contemplaba al escritor.

Al observarlo, el cantante intentó buscar aquel sentimiento que por mucho tiempo lo mantuvo al lado del rubio, estaba feliz de verlo regresar con bien ya que no le deseaba el mal a nadie y eso incluía al de ojos dorados; pero su corazón ya no latía como antes, no sentía desfallecerse o emocionare, más bien sentía como si estuviese reencontrando a alguien después de muchos años.

- Shuichi - llamo el rubio sin poder quitar la mirada de su pareja.

A los ojos del escritor, el cantante lucía mejor que nunca, aquel cambio de imagen lo hacía verse tan atractivo, el negro en su cabello resaltaba su blanca piel, pero más que nada sus ojos violetas. Su nueva forma de vestir resaltaba todos sus atributos, esos vaqueros oscuros ceñidos al cuerpo, con botas oscuras que llegaban un poco más arriba de los tobillos y esa camisa combinación con chaqueta deportiva gris lo habían deseable a cualquier.

- Vaya luces, diferente - por más que estuviese sorprendido su orgullo no le permitía admitirlo.

- Gracias - contesto el menor muy tranquilo, ya que aquello no tuvo efecto en su persona.

- Estas son para ti - le dijo el escritor extendiendo pequeño ramo de rosas, el americano tuvo que poner su mano sobre su boca para no reír, pero como no hacerlo aquella patética ramita de flores, no era nada comparada con el inmenso arbusto que su jefe le regalo a su protegido.

- It's too patetic - murmuro por lo bajó, aunque llego a los oídos del escritor que por primera reparo en el inmenso arreglo de orquídeas, sintiéndose como un idiota.

- Por lo visto - dijo observando con recelo el arreglo más grande - Alguien se me adelanto.

- Yuki - se atrevió a decir el menor ya era momento - Necesitamos hablar de muchas cosas.

- Estoy de acuerdo - contesto el escritor, sujetando la mano del menor para así dirigirse a la puerta.

El cantante miro a su manager dándole a entender que saldría para poner las cosas en claro, el americano asintió con la cabeza aunque en sus adentros tenía una ganas enormes de ahorcar al escritor, pero en el momento en el que el de ojos dorados abría la puerta se topó con unos orbes esmeraldas que lo miraban con odio.

El empresario tardo unos momentos en llegar al piso donde se produjo la explosión, ya que tuvo que usar las escaleras de emergencia ante la posible amenaza de réplicas, en cierta forma se recrimino tener su oficina en el último nivel del edificio, al llegar no tuvo una grata visión, pues ahí después de mucho tiempo se encontraba su ex cuñado con su usual pose narcisista, pero lo peor del caso no era su presciencia sino que estaba sujetando a su niño del brazo, lo cual no le gustaba ni un poco es más los celos afloraban.

- Eiri - llamo al escritor con un tono de amenaza.

- Seguchi - dijo el escritor sosteniéndole la mirada.

El ambiente de la sala se tornó muy pesado, una neblina oscura cubrió el ambiente y parecía que de cada rubio emanaba un aura asesina, aquello fue perfectamente visible para el cantante quien decidió intervenir antes de que alguien diese el primer golpe.

- Yuki, - llamo el menor al escritor logrando su atención - Tengo que regresar a trabajar, si vamos a hablar es mejor que nos demos prisa.

- Si - afirmo el rubio ignorando a su antiguo familiar - Vámonos - ordeño para así salir de la sala sin esperar a su pareja una actitud típica.

El empresario siguió con la mirada al escritor hasta que dejo la sala, aunque quisiese no podía ocultar su enorme odio, pronto una suave mano que conocía muy bien logró tranquilizarlo.

- Por favor cálmate - el cantante lo abrazo por la espalda pegando su rostro, no le gustaba verlo así - Pronto todo acabara, estaremos juntos sin el fantasma de Yuki.

- Tienes razón - afirmo el empresario para girarse y darle un fugaz beso a su pareja - No quisiera que tuvieras que hablar con el... Pero - le sonrió con ternura - Si esto hace que estemos juntos sin restricciones, podré soportarlo.

- Gracias mi amor - le beso la mejilla para así separarse y dirigirse a la puerta - Todo estará bien, estaré en contacto contigo - una sonrisa llena de sentimientos afirmo el rostro del menor - Te amo.

- Yo también cariño - expreso el tecladista mientras observaba como lo más importante en su vida se alejaba lentamente.

- He will be All right - anunció el americano colocando una mano en el hombro del tecladista - Créeme no tienes nada de que preocuparte, por lo que veo ha aclarado sus sentimientos.

- Ha... - el empresario río un poco para así mirar al manager - Por que no me impresiona? Desde cuándo lo sabes?

- Meses - afirmo el americano para así cruzar los brazos - Han tenido mucha suerte que esto no haya salido a la luz, de lo contrario la reputación de ambos estaría por los suelos.

- No deseo que por mi culpa se vea afectado - aclaro el dueño del edificio - Por eso es que, esta charla es indispensable para dejar atrás el pasado.

- Estoy completamente de acuerdo - dijo americano, sin embargo el sonido de clic alerto al tecladista, quien miro a su empleado con temor - Sin embargo, tenemos que hablar del ex Pink Boy

En el estacionamiento un triste intento de pareja se acercaba al vehículo del escritor, quien como de costumbre no tenia ni una mínima atención con su pareja.

- Súbete al auto - dijo ya en el asiento del piloto mirando al cantante que no parecía querer moverse. - Que sucede?

- Si no te importa - dijo el menor caminando a otro extremo del lugar - Prefiero ir en mi auto - pronto el sonido del seguro quitarse dejo a un impresionado rubio - Yo te sigo de cerca.

- Como sea - declaro el mayor para así poner en marcha su auto, siendo imitado por el cantante.

El recorrido fue extrañamente rápido para ambos, el escritor no podía dejar de sentir esa extraña sensación que lo había estado atacando desde muy temprano y el hecho de que su pareja prefiriera viajar en su propio auto que con el lo dejaron con muchas preguntas.

Pronto llegaron a un pequeño restaurante nada especial, ya que por lo visto el rubio aseguraba que su pareja no se merecía nada más que un simple almuerzo; se sentaron y en poco tiempo ordenaron, en todo ese periodo de tiempo el azabache se mantuvo callado, lo cual comenzaba a desesperar a su acompañante quien conocía lo comunicativo del menor.

- Que demonios te sucede? - pregunto el rubio ya colmado de tanto silencio.

- Nada realmente - afirmo el menor tomando un poco de su bebida, un simple refresco ya que aquel lugar no tenía gran variedad de platillos para escoger.

- Eso no explica el por que estas tan callado - continuo el rubio, mientras tomaba de su cerveza al mismo que encendía un cigarro.

- Creo que no hay mucho de que hablar - opino el azabache mientras esperaba el momento adecuado para terminar con el mayor.

- Supongo que tienes razón - dijo el mayor restandole importancia a todo como de costumbre, un nuevo incómodo silencio invadió a la pareja - Quieres ordenar algo de comer? - pregunto para romper el silencio.

- No gracias - aseguro el menor negando con su mano - Vine aquí para hablar contigo y creo que lo mejor es ser directo.

- Estoy de acuerdo contigo - opino el mayor terminando su cigarro - Las cosas se han complicado de una manera poco favorable - el rubio tomó la palabra llamando la atención del azabache - Es necesario que actuemos antes de que todo se agrave, necesitamos una solución rápida.

- Creo que por primera vez estamos de acuerdo con algo - el cantante estaba imaginando que al igual que el escritor deseaba dar por terminada su relación.

- Por tal motivo - expreso el mayor bebiendo de su cerveza - Debes volver cuanto antes al departamento, así evitaremos rumores infundados acerca de mi.

Aquello dejo al cantante un poco contrariado, como era posible que el rubio pensara que después de todo lo ocurrido podría regresar a su lado, ahora la pregunta que se formulaba en su cabeza era que si el descaro del escritor podría ser más grande.

- Entre más pronto mejor - se apresuró a decir el rubio sin dirigirle una mirada al menor - Ocuparás la habitación que te asigne antes de irme, anunciaremos a la prensa que todo esta bien entre nosotros y para verificar nuestras palabras saldremos en una cita - el escritor se terminó su cerveza - Eso deberá ser suficiente para calmar a la prensa.

Mientras el rubio daba a conocer sus planes egoístas, el menor lo observaba con un gesto de tristeza, decepción pero más que nada pena. A pesar de todo lo que había sufrido en el pasado era evidente que jamás cambiaría, Yuki era una persona tan egoísta y mezquina que no le importaba lastimar a las personas con tal de estar bien el mismo, la prueba de aquello era su reprobable actitud, misma que lo dejaría sólo en algún momento.

- Mocoso - un llamado más brusco capto la atención del menor, quien sólo observaba al rubio - Me escuchaste verdad - el momento había llegado, el final de todo.

- Si, Yuki te escuche perfectamente - contesto el menor con tranquilidad mientras cerraba los ojos, lo que al rubio ante el parecía no importarle nada, suspiro profundamente y... - Y es por ese motivo que debo poner un alto.

La forma sería tomó desprevenido al escritor ya que nunca en el tiempo de conocerlo su pareja se había mostrado de esa forma.

- Shuichi - llamo el mayor pero no pudo continuar porque...

- TERMINAMOS - anunció el menor sin dudas o remordimiento alguno, sólo un tono de seguridad y seriedad que hizo que poco a poco los ojos del rubio se abrieran de sorpresa.

- Que dijiste? - pregunto el mayor levantándose como reflejo por lo que escucho.

- Ya me oíste - el menor elevo un poco la voz para levantarse de su lugar y nuevamente decir aquellas palabras - Yuki... Tu y yo... Hemos Terminado.

El shock inicial hizo que el rubio no pudiese reaccionar de inmediato, pero como hacerlo cuando tu mente era un caos, por más que su cerebro trataba de procesar esas palabras le era algo imposible; esto no podía estar sucediendo en verdad su pareja, el mocoso idiota lo estaba terminando, eso ya era demasiado una broma de mal gusto.

- Shuichi... - dijo apenas recuperando la conciencia - Esta broma no es nada graciosa - explico al mismo que en su estómago la extraña sensación se volvía más fuerte - Más te vale que dejes de jugar antes de que me moleste y te mande a dormir al sofá.

- Yuki, mírame bien - continuo el cantante tratando de ser lo más directo posible - Parece que estoy bromeando.

El rubio miro el gesto serio del menor intentando encontrar alguna clase de engaño, pero todo fue inútil sólo pudo ver la sinceridad reflejada en esos enormes orbes violetas que extrañamente poseían un brillo intenso uno que jamás logró ver en el pasado.

- Escucha Shuichi - continuo el escritor recobrando su típica actitud altanera - Ya me canse de esto, te quiero en el departamento antes de las 10 - amenazo sin darse cuenta de que sus advertencias ya no tenían el mismo efecto que antes - Esa es mi última advertencia.

- En ese caso - el cantante se levanto de su lugar, mostrando mucha dignidad tomando su abrigo - Espero que disfrutes la decepción - confeso para así encaminarse a la puerta del restaurante.

- Shuichi - llamo el mayor comenzando a seguirlo, - Shuichi - le grito un segunda vez, al observar como el cantante subía a su auto colocándose el cinturón - Shuichi, no colmes mi paciencia.

- Me importa un carajo tu paciencia - contesto el cantante encendiendo el auto, para así iniciar su marcha - Y por sí no te entro en esa cabezota que tienes - se expreso con mucho enojo - TERMINAMOS - esa última palabra la grito pasando a un lado del rubio que ahora si estaba sin habla.

El cantante conducía por las calles de la ciudad, se estacionó un momento para así poder hacer unas cuantas llamadas; la primera a su manager para avisarle que ya no regresaría ya que su conversación con su ahora ex novio lo molesto más de la cuenta y la segunda fue para su actual pareja pues necesitaba verlo para conversar.

En pocos minutos llego al complejo donde radicaba, ingreso y luego de dejar su auto en el estacionamiento del lugar subió hasta su apartamento; en cuanto cruzo la puerta dejo escapar un inmenso suspiro, para después acercarse a la cocina para beber un poco de agua, el tratar con el cinismo del escritor lo dejo agotado.

- Estoy muy cansado - confeso el cantante para sí mismo, en cierta forma las cosas no salieron como esperaba pero ya nada se podía hacer, lo correcto era dejar que las cosas siguieran.

De improvisto el vaso que sostenía en su mano término estrellandose en el suelo, ya que su portador empezó a doblarse ante un profundo dolor en el vientre bajo, era tan agudo que logró tumbarlo en el suelo.

- Que pasa? - se preguntaba el menor abrazándose así mismo.

El dolor continuo por unos minutos más, el azabache sentía como si los huesos de su cadera se abrieran lentamente, en todo ese tiempo sudo en demasía al mismo que derramaba algunas lágrimas, pero tan pronto como apareció la dolencia se fue, permitiendo que pudiese incorporarse.

- Dios - expreso para sí mismo mientras intentaba calmar su agitada respiración.

El intentar levantarse fue algo muy difícil, pero lo logro después de unos momentos para tomar otro vaso y servirse agua; paso más de media hora para que pudiese moverse con mayor libertad, al hacerlo limpió el desastre del cristal roto, para después caminar hasta la sala y derrumbarse en el sofá el cual fue como un suspiro al mal momento que paso, poco a poco sus ojos se cerraron para quedarse profundamente dormido.

- Cariño - desde sus profundos sueños escuchaba una voz llamándolo - Cariño, vamos despierta - poco a poco fue abriendo los ojos para toparse con el lindo rostro de su novio sonriéndole - Hasta que al fin despiertas bello durmiente.

- Hola mi amor - sonrió el menor incorporandose para quedar sentado en el sofá y poder besar a su amado, pero al separarse un buen aroma llego hasta su nariz - Mmmm... Que es ese delicioso aroma? - pregunto con dulzura.

- Es la cena - contesto el mayor encaminadose a la cocina - Cuando llegue te encontré dormido, lucias tan lindo que no quise despertarte así que decidí preparar la cena.

- Eres muy detallista - afirmo el cantante abrazando a su pareja.

- Vamos a cenar - ofreció el mayor sujetando la silla para que su amado se sentará.

Pronto la pareja se encontró cenando muy felices, hasta que el tema del escritor salió a flote; el cantante le contó al mayor todo lo sucedido así como la reacción del escritor.

- Yuki, - comento el menor con un deje de preocupación - Bueno en cierta forma creo que no comprendió lo que le dije - el tecladista parecía estar de acuerdo con esa idea.

- Por un lado estoy feliz de que terminarás con el - expreso sujetando la mano de su amado al mismo que le sonreía - Pero por el otro, con la reacción que tuvo no me quedo 100% tranquilo.

- Es por eso que quiero convocar a una rueda de prensa - anunció el menor logrando el interés de su pareja - Para dejar en claro que voy en serio.

- Es una excelente idea - comento el mayor bebiendo un poco de agua - La concretaré cuanto antes, - el mayor percibió la preocupación de su pareja por lo que prefirió cambiar de tema - Pero dejemos esto de lado y hablemos de cosas más agradables - el rubio sonrió para tranquilizar a su novio - En menos de un mes inicia la gira que teníamos prevista.

- Es verdad - sonrió el menor al saber que su amado había hecho arreglos para estar a su lado en esos 3 meses - Con todo lo que sucedió hoy lo había olvidado.

- Es comprensible - afirmo el rubio pensando en lo mismo que su niño, esta sería una increíble oportunidad de pasar el tiempo juntos.

En cierta manera el empresario se consideraba afortunado ya que el y su adoración se desenvolvían en el mismo medio laboral, lo que significaba que pasarían mucho tiempo juntos e inclusive una vez que el cantante supiese llevar en forma sus negocios podría ayudarlo en NG, con eso no sólo compartirían aún más sino que se apoyarían mutuamente como debía hacerlo una pareja.

- Por cierto - el mayor se alejó un momento de aquel futuro que ya idealizaba, pues recordó algo de suma importancia - Que paso con tu espalda?, Te sentiste mejor?

- Claro - contesto de inmediato el menor - Anoche tome una pastilla para el dolor y hoy me sentó mucho mejor - sonrió lo mejor que pudo esperando engañar a su pareja.

- Eso es bueno - afirmo el mayor complacido de que su pareja estuviese mejor - Luego de una encantadora charla con K - a la mente del rubio venían cientos de imágenes de las balas del americano pasando muy cerca de su cara - Me pidió que te recordara que mañana tienes una sesión de fotos para la promoción de Vouge en Japón.

- Extrañamente eso no lo olvide - menciono riéndose un poco, logrando que su pareja se mostrase enojada - Que sucede?

- Entiendo que es tu trabajo - comento el mayor recargando su mano en la mesa para así descansar su cara sobre su palma con una mirada seria - Pero procura no verte demasiado sexy ante la cámara o me pondré celoso.

- Thouma - regaño el cantante logrando que la tierna pareja comenzara a reír, por aquel comentario tan dulce a los ojos del menor.

La cena transcurrió con normalidad entre uno que otro beso más, al mismo que el cantante se cuestionaba si tomó la decisión correcta al ocultarle a su novio que su dolor de espalda empeoraba, pero estaba seguro que de comentarle el rubio era capaz de cancelar la gira que tanto trabajo le costó planificar y no deseaba causarle problemas esperaba que en unos días más las cosas se tranquilizarán.

Mientras la pareja pasaba un agradable momento, al otro lado de la ciudad un hombre de cabellos y ojos dorados miraba atentamente el reloj de su portátil el cual ya marcaba las 12, desde hacía dos horas que esperaba a que su pareja llegará más eso nunca sucedió, no entendía nada acaso eso significaba que las palabras del menor fueron ciertas en verdad había terminado con el.

- Tengo que hablar con el - declaro el escritor apagando su portátil.

Notas finales:

eso es todo por el momento espero que les haya gustado. Y para quienes se preguntan acerca del mpreg, deberían leer nuevamente voy dejando pistas desde el capítulo anterior, bueno no diré nada más. 

Saludos


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