«—Como odio mi suerte.»
Pensaba un joven adolescente que salía de la escuela con aires de aburrimiento, algo poco usual en el ya que siempre era la motivación y la chispa de muchos, su alegría los contagiaba sin remedio, pero ese día no era su mejor día.
Para empezar, su maestro de educación física no había ido, al parecer, sufrió un accidente y tendría una incapacidad de 3 meses, algo extremadamente malo, educación física era un lugar sagrado para el joven vivaracho, después, su examen de admisión se había adelantado unos días por el alta demanda. Bufo indignado, si tan solo se hubiera preparado, si solo hubiera escuchado a su amigo cuando le decía que estudiara y no se confiara, malditos sean los que decidieron adelantar el examen, tenía poco tiempo para estudiar y poder tener una calificación medio decente para entrar a aquella escuela. Ya podía ver la cara de su amigo cuando le dijera que tenía que poner el doble de esfuerzo.
Volvió a bufar, el estúpido se reiría de él, paró en seco su caminata, quizá el sabia que de adelantarían las fechas de los exámenes y por eso su insistencia, sus puños se cerraron hasta resaltar las venas, sí, eso debió de pasar, como el muy desgraciado ya había presentado su examen y los resultados decían que fue el primer lugar de entre todos los aspirantes. Maldito el día que decidió ser su amigo, maldito zaino. Furiosos, cambio de dirección para visitar a su querido amigo y charlar tranquilamente sobre el asunto de su examen.
Después de caminar media cuadra volvió a detenerse. Comenzó a reír estrepitosamente. ¿Cómo puede pensar que Sasuke sabía sobre el examen y no le había comentado nada? ¿Tan enojado estaba que solo buscaba a quien lanzarle la culpa? Más tranquilo giro y retomo el camino a su casa.
Mañana seria otro día y sería mejor que hoy.
—De veras…
— ¡Qué diablos estás diciendo, Shikamaru! —grito Naruto ante tal noticia, es decir, el mundo no lo odiaba tanto para torturarlo así, ¿no?
—Que problemático—suspiro el castaño Shikamaru Nara, amigo desde la infancia de Naruto, inteligente y un genio, otro más que aspiraba a la misma universidad que el Uzumaki— ¿Podrías no gritar tanto? Todos nos están viendo.
Efectivamente, todos los chicos que por allí pasaban los observaban curiosos, no es que fuera una novedad que el rubio gritara, pero que Nara estuviera acompañándolo en sus gritos era para prestar atención.
— ¿No tienen nada más importante que hacer? ¡No nos miren como seres extraños! —chilló el parlanchín Uzumaki, causando el efecto contrario, ahora mas muchachos se arremolinaban a su alrededor.
— ¡Dios! Vámonos Naruto—tirando del cuello de su camisa se perdieron entre los pasillos.
Ya más alejados y en un lugar poco concurrido se detuvieron a seguir su plática.
—Ni por qué estamos en una escuela solo para hombres se acaban los chismosos—dijo enfurruñado, sentado en el piso estilo apache y los brazos cruzados a la altura de su pecho.
Nara solo se apoyo en la pared que estaba frente al ojiazul. Con actitud aburrida respondió:
—Todo es tu culpa, si no gritaras tanto no tendríamos que estar aquí esperando que todos olviden tu pequeño arranque de fama.
— ¿Arranque de fama? ¡Solo quería que no estuvieran curioseando!
—Olvídalo—suspiro— ¿Qué piensas hacer con el examen?
—Demonios… No lo sé, ¿Seguro que todas esas palabras vendrán en el examen? Digo, ya es algo confuso en matemáticas y ahora las palabras de las cuales no entiendo ni siquiera la mitad ¡No nos pueden odiar tanto! —se quejo Naruto, el destino quería verlo vagabundear por el mundo, si no entendía la guía para el examen las probabilidades que pasara eran de cero.
—Todo viene en la guía, si la hubieses leído te habrías dado cuenta del léxico que utilizan, se supone que por nuestra edad debemos de utilizar o al menos saber que significan—intento razonar Shikamaru, pero con Naruto, pero eso casi seria una proeza.
— ¿Qué hare? No me daré por vencido, pero no podre estudiarlas, no con tanta presión—un aura depresiva se instaló alrededor del rubio. — ¡Quiero entrar a esa universidad, de veras! —el castaño suspiro de nuevo.
—No has leído la guía ¿verdad? —Naruto negó con la cabeza —Me lo imagine, tienes quince días para entender la guía, las palabras y pasar el examen. En tu caso, el suicidio es una posibilidad.
—No me estas ayudando en nada ¿sabes? —respondió el joven mandándole una de sus peores miradas, a lo que el castaño solo se encogió en hombros.
—Esa no era mi intención—y la mirada del rubio se afilo mas— Te recomiendo buscar un tutor para español y, si se puede matemáticas, teniendo a alguien que te de horarios de estudio, te ayude y te vigile, será imposible que te distraigas, y que apruebes el examen ya sería una mayor posibilidad.
La confusión era visible en el rostro de su amigo.
— ¿Quién me podría ayudar a prepararme para el examen? No conozco a nadie que sepa tanto del léxico extraño como para ser mi tutor—y volvió a deprimirse.
— ¿Seguro? ¿No existe alguien que recibió una educación tradicional desde pequeño y que parece saber más que los profesores de la escuela? ¿No existe un amargado ególatra orgulloso que fue el numero uno de su examen de admisión? —la sonrisa maligna de Nara entusiasmo a Uzumaki.
—Cuando te lo propones, dejas de ser un vago y eres perverso—Ambos sonrieron igual.
— ¡Oh, Vamos Sasuke! Solo será por las próximas dos semanas, después serás libre de bailar con un tutu si quieres—rogo Naruto, hacer de Sasuke su tutor seria una tarea difícil, pero no se rendiría tan fácil, no señor.
—Ya te dije que no, imbécil. ¿No hay nadie más a quien molestes con tus lloriqueos? —el pelinegro estaba fastidiado, desde hace más de media hora Naruto se le pego como lapa por las calles de la ciudad con la loca idea de que él fuese su tutor de español para el examen.
—No, eres el único amargado con inteligencia que conozco—contraataco el ojiazul, se estaba metiendo en terreno peligroso, pero valía la pena. Y tenía un plan.
Uchiha chasqueo la lengua—No puedo y no quiero pasar las tardes de las próximas dos semanas encerrado contigo enseñándote un puñado de palabras que ni en tu vida has visto. —su paciencia tenía un límite, y desgraciadamente, su amigo estaba a punto de agotarla.
— ¡Por eso es que serás mi tutor, de veras! Conoces mas palabras de las que puedo contar, no sería difícil para ti enseñarme unas cuantas para mi examen. Aparte no tienes nada más interesante que hacer, lo sé —Naruto se detuvo frente a un parque y cruzo los brazos, ya se había cansado de caminar, y estaba seguro que si se detenían podría presionar más a Sasuke.
—Tengo una cosa que hacer por las tardes, y es más importante que ayudarte, ya una vez la ignore y me lo voy a lamentar el resto de mi vida— Tenia la cabeza agachada y el cabello no dejaba de ver nada, pero por lo tenso que se había puesto y su forma de hablar, los puños cerrados, Naruto sabía a qué se refería, había tocado una fibra sensible para Sasuke.
Relajo su expresión y comenzó a hablar.
—Sasuke… —lo llamo—Nada de lo que paso aquel día fue tu culpa, solo fue un accidente, ella misma te lo dijo.
—Si yo hubiera estado allí, no se habría ido, aun estuviera aquí—su voz sonaba forzada, le costaba hablar de eso, desde aquel accidente se cerró al mundo, no volvió a ser el mismo y no hablo con nadie al respecto.
Naruto intento tocarlo, pero su mano se quedo en el aire.
La fatídica noche fue hace 2 años, cuando Sasuke salía con Sakura, una noche él y Sasuke estaban descansando de lo tedioso de los exámenes finales en un pequeño bar, el Uchiha le había dicho a Sakura que estaría ocupado con Naruto despejándose un rato, ella, que los conocía desde la infancia y era prima del rubio, solo les había sonreído y les dijo.
—Está bien, que se la pasen bien muchachos, cuídense al regresar a casa y Naruto… No tomes tanto, sabes que Sasuke te pondrá a lavar el coche si vuelves a vomitar en él.
Se habían despedido, la muchacha les comento que saldría un rato a hacer unas compras para unos regalos que tenía que hacer. Ellos le habían dicho que tuviera cuidado, que era mejor ir al día siguiente ya que era de noche, ella se negó diciendo que era muy importante. Lo último que les dijo fue:
—Los quiero chicos, nos vemos mañana.
Dos horas después Sakura llamo Sasuke al celular, pero él no le contesto, pensando que solo quería decirle lo que había comprado, si no hubiera tenido alcohol en su sistema se habría dado cuenta que a las doce de la noche no había ninguna tienda abierta.
Ya entrada la madrugada recibieron una llamada de la mamá de Sasuke, Mikoto. Sakura fue asaltada, al parecer un hombre la siguió desde que se despidió de los jóvenes y ella trato de perderlo por las calles de la ciudad, el hombre la asalto, violó y le causo heridas múltiples con una navaja, Sakura había intentado defenderse.
La sangre los abandono y llegaron lo más pronto posible al hospital, pero el pronóstico no era muy favorable, de esa noche no pasaba.
Pasaron a verla de uno a uno, las palabras de ellas aun resonaban en su cabeza.
—Cuida a Sasuke, Naruto. Sé que tu podrás hacerlo feliz.
Ella murió aquella noche.
Desde ese entonces, el Uchiha iba todas las tardes al panteón, visitar a su amada difunta. Se culpaba por no haber respondido la llamada, aun cuando ella le había dicho que no fue su culpa, que fue un error de ella haberle llamado sabiendo que estaba ocupado, que debió de haberles hecho caso e ir al día siguiente, que lo amada y no quería verlo sufrir por un accidente.
Pero el pelinegro no lo veía como un simple accidente.
— ¡Sasuke, despierta! ¿Crees que ella sería feliz al ver como sufres? Sakura quería que siguieras con tu vida, que dejaras de culparte y la dejaras descansar.
Él no contesto.
—Bastardo, deja de culparte y vive un poco más, ese día no solo murió Sakura, tú moriste con ella.
—Nos vemos Naruto, se me ha hecho tarde—y sin más comenzó a caminar.
Quiso detenerlo, pero sabía que necesitaba pensar, por fin saco las palabras que tenía atoradas en su garganta desde hace 2 años, y había dado en el clavo. Si bien este no era su plan inicial, al menos había servido para sacar del letargo al Uchiha. Él le amaba demasiado, y desde que Sakura se había ido era su responsabilidad hacer feliz al bastardo orgulloso, incluso su prima se había dado cuenta de sus sentimientos hacia él y le encomendó hacerlo feliz. No se rendiría, aunque él no le quisiera de esa forma estaría a su lado como su mejor amigo.
—Como siempre—dijo al aire con una sonrisa triste.
— ¿Cuanto más tardara el llegar? —murmuró impaciente el rubio sentado en una mesa de una cafetería. Habían pasado dos días desde el fatídico encuentro con Sasuke y buscar un tutor de español fue un desastre, así que se sorprendió cuando ayer Uchiha le mando un mensaje diciéndole donde encontrarse para charlar.
— ¿De quién estás hablando, idiota?
Se sobresalto ante el comentario, no se había dado cuenta de que alguien llego y estaba junto a él.
— ¡Sasuke imbécil, me has asustado, de veras! —grito molesto.
— ¿En serio? No me di cuenta—se burló el morocho.
Naruto chasqueo la lengua —Acabemos con esto pronto, tengo que estudiar para el examen y no puedo perder el tiempo escuchando monosílabos. —había dejado las cartas sobre la mesa, quería terminar pronto.
Sasuke levanto una de sus finas cejas.
— ¿Encontraste un tutor?
—No, estudiare por mi cuenta, por eso no quiero perder el tiempo. Esto es un asco—termino al tiempo que se desparramaba en su asiento.
El ojinegro sonrió —Aceptare ser tu tutor.
— ¿En serio? —pregunto ilusionado el rubio.
—Sí, pero no será gratis.
—Maldito bastardo, sabía que no eras tan bondadoso—dijo molesto Naruto mirando con mala cara a Sasuke, quien solo seguía sonriendo.
— ¿No aceptas?
— ¡No tengo opción! Si no lo tomo, reprobare el examen. Pero con una condición.
— ¿Condición? —pregunto extrañado—No estás en posición de poner condiciones, Naruto. Tú me necesitas y estoy dispuesto a darte mi apoyo, deberías darme las gracias y hacer lo que quiera sin rechistas.
Naruto se puso rojo de coraje —Lo que me pedirás debe de ser algo muy importante y no puedes hacerlo tú solo como para que pidas un favor. Si es algo grande debes de darme dos materias donde me apoyaras, ya solo quedan 13 días para el examen y no es en la única materia que fallo, tengo unas cuantas en la escuela.
Sasuke pareció pensarlo un poco, pero después se encogió en hombros y acepto. Naruto solo esperaba que lo que le fuera a pedir valiera la pena de que fuera su tutor.
—Serás mi quillotra.
— ¿Quillotra? ¿Qué es eso? —cuestiono confundido
—Nada de preguntas, ¿Sí o no?
Estuvo a punto de negarse, pero pensó que tal vez era solo una manera de referirse a alguien que hace mandados por ti, quien cargue tus libros y eso.
—Está bien, no tengo nada que perder.
Pero la sonrisa de Sasuke no le hacía estar tan tranquilo.
—Desgañitarse—dijo un pelinegro.
—Chillar, escandalizar—respondió muy seguro cierto rubio.
Se encontraban en la habitación de Sasuke estudiando las palabras que no entendía para presentar el examen.
—Bien, yuxtaponer.
—Unir, juntar.
—Bien, si sigues así no será tan difícil entender el examen.
Llego el tan temido día del examen, los nervios de todos se sentían en el aire, la tensión era palpable, muchas personas se encontraban en las afueras del imponente edificio de universidad de Tokio, algunos con sonrisas, otros nerviosos y unos cuantos con apuntes de estudio en las manos.
—Muy bien jóvenes —un hombre ya entrado en edad, regordete y con un gran bigote blanco salió de entre las puertas del instituto—Ha llegado la hora que han estado esperando, con este examen se definirá su futuro, les deseo suerte y adelante.
Después de ese pequeño discurso y ánimos, pasaron a todos los jóvenes aspirantes a un lugar en aquella escuela y los acomodaron por número de ficha, pasándolos a sus salones asignados.
—Sentados, pasen, por cómo les valla nombrando, por sus exámenes—el maestro entrego todos los exámenes y comenzó en la prueba.
Hora y cuarenta y cinco minutos después, en el examen de Uzumaki Naruto.
163. Del texto anterior, seleccione el sinónimo de la palabra amante.
a) Zaino.
«—Zaino significa falso, hipócrita»
b) Grima
«—Grima es molestia»
c) Walkiria
«—Walkiria es mujer fornida»
Descartando todas las anteriores, Naruto sonrió, la última respuesta seria la correcta, aunque no estaba de más comprobar.
d) Quillotra
Eso no se lo esperaba, abrió los ojos a más no poder y volvió a leer todas las opciones. No había duda de que aquella palabra era sinónimo de amante. La misma palabra que Sasuke le había dicho, lo que él le había pedido a cambio de sus tutorías. Se sentía como un tonto al nunca buscar el significado de quillotra, pero recordó una conversación con el Uchiha.
—Después de clases me ayudaras con mi proyecto, tengo que llevarlo al carro y eso harás tú—dijo Sasuke indiferente mientras caminaban por los pasillos de la escuela.
—Ya era hora—respondió Naruto, Sasuke alzó una ceja —Me refiero a que te estabas tardando, mis deberes como quillotra se estaban perdiendo, pensé que nunca me pondrías a hacer nada.
—¿Tus deberes de quillotra? ¿No has consultado la palabra? —la incredulidad era visible en su rostro.
—No, me imagino que es algo así como tu mandadero, y que me hagas llevarme tus cosas al carro quiere decir que empezare a hacer tus deberes—se encogió en hombros restándole importancia.
—No sabes lo que significa quillotra—aseguro el pelinegro con una pequeña sonrisa
— ¿No es eso? ¿Entonces porque tengo que llevar tus cosas si tu solito puedes? —cuestiono entrecerrando los ojos.
Sasuke volvió a encogerse en hombros —Porque eres un buen amigo y me ayudaras —Antes de que Naruto pudiera replicar, agrego —Y no te preocupes, yo mismo me encargare de que cumplas tus deberes de quillotra eficazmente.
Enrojeció al recordarlo, la cabeza le daba vueltas, Sasuke le había pedido que fuera su amante, ¡Su amante! Sonrió, entonces él también sentía algo, no era el único. Que el Uchiha se lo haya pedido de una manera poco convencional significada que en serio lo quería. La típica firma de Uchiha Sasuke estaba en todos lados.
Termino de contestar el examen pacientemente. Se divertiría en las próximas tutorías.
Valla que lo haría.
— ¿Cómo te fue en el examen, Naruto? —pregunto Sasuke mientras se sentaban en la misma cafetería donde accedió a ser su tutor, era el día siguiente al examen y Naruto le había pedido verlo para platicarle como había sido el examen.
—Bien—sonrió —Estuvo bien, las palabras que estudiamos me sirvieron mucho.
Una sonrisa arrogante se instalo en los labios del ojinegro —Debes agradecerme y hacerme un altar.
El rubio rio levemente.
—Bueno, aun me debes una tutoría. De hecho, había una pregunta algo difícil en el examen—comento fingiendo estar distraído.
— ¿Cual?
—Era encontrar el sinónimo de la palabra amante—Sasuke se tenso levemente, pero lo disimuló fácilmente—Venia una curiosa respuesta—Naruto lo observo directamente a los ojos—La respuesta correcta era quillotra.
Admiro como su acompañante abría levemente los ojos, asombrado. Abrió la boca para decir algo, pero no emitió ningún sonido. Luego de unos minutos de silencio, el rubio decidió hablar.
—Aun me debes una tutoría, Sasuke.
Aquí es donde empezaría la diversión para ambos.
— ¿Así? —Respondió distraídamente— ¿Qué clase es?
—Anatomía.
Claro que se divertirían, estaba seguro de ello.
El Uchiha sonrió ampliamente.
—Muy bien, Naruto. No hay por qué esperar; hoy en mí casa a las 9 en punto comienzan las tutorías. No me gusta esperar y lleva cambio de ropa, nos tomara mucho tiempo ponernos al día y tal vez no llegues a tu casa —Sasuke se levanto para retirarse.
—No te preocupes, estaré allí y daré mi mayor esfuerzo, de veras. —y se despidieron.
Con una sonrisa picara cada uno se fue a sus respectivas casas, para preparar todo para la noche.
Y valla noche.
Sería una noche entretenida, aprendería muchas cosas acerca del cuerpo humano.
Y solo era el inicio.