Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Junjou... Vongola por Kunay_dlz

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el segundo capítulo  n.n

 

Por cierto, las parejas son Akihiko XMisaki y R27 aunque las situacines pueden insinuar TsunaXMisaki.

 

Y antes de olvidarlo: es un fic corto, a lo máximo serám 5 caps.

 


 


Junjou… Vongola


II


Escape


 


 


 


--Misaki, no temas, te sacaré de este lugar. –aseguraba el joven quien estaba prácticamente a mi lado, ante mi incertidumbre él prosiguió –Por cierto, mi nombre Tsunayoshi, Sawada Tsunayoshi, pero mis amigos me dicen Tsuna.


Por un momento creí que sonrió al decir lo último.


A pesar del temor que ya se había instalado en mí desde que me vi en esta situación… decidí creer en las firmes palabras de Sawada-kun. Con un leve asentimiento de mi cabeza, esperaba comunicarle que creía en él.


--Bien, iniciemos con quitarte esas cuerdas… mejor quitemos esta horrible venda que cubre tus ojos. –decía con un matiz de molestia en la amable voz de Sawada Tsunayoshi.


Con cuidado, la venda que estaba demasiado apretada fue cediendo presión en la cabeza de Misaki.


--Ya está, ahora sí a quitarte estas… –las palabras de Tsuna se perdieron.


Ya sin la venda que obstruyera la vista de Misaki, luego de acostumbrarse a la obscuridad de la celda, ambos jóvenes secuestrados se permitieron observarse por primera vez.


Tsuna vio a un joven castaño, probablemente de su misma edad a pesar de la suciedad en el bello rostro del joven Misaki, pudo adivinar la suave piel trigueña, nariz fina y labios levemente teñidos de carmín… lo que más llamó su atención fueron sus ojos, verdes cual esmeraldas, esas joyas que varias personas le ofrecen para agraciarse con ellos… en cambio, estas joyas esmeraldas eran tan brillantes y rebosantes de vitalidad e inocencia. La mueca de temor aún no abandonaba al joven Misaki, las lágrimas contenidas hacían prometerse sacarlo lo más rápido posible de ese lugar.


Mientras tanto, Misaki empezaba a enfocar bien su vista iba distinguiendo la silueta del joven Tsuna, era castaño además de portar un inusual estilo de pelo, sus marrones cabellos parecían desafiar a la gravedad, distinguió rasgos suaves en su rostro que demostraban sabiduría y bondad, la nariz levemente respingona hacían juego con unos labios de suave color cereza… quiso ver si sus ojos concordaban y, vaya que ojos tan expresivos, color caramelo, desbordantes de determinación, ternura y esa otra cosa que no supo descifrar.


Además, la presencia de Tsuna le aliviaba de cierta manera. Aminoraba el temor, le incitaba a seguirlo, le convencía de alejarse de ese sentimiento de ser un estovo… con ese vistazo en los ojos de Tsunayoshi decidió que confiaría en las decisiones que tomara. Pese a la similitud en complexión y rasgos físicos, se notaba que Tsuna llevaba consigo cierto poder.


Así estuvieron ambos castaños, mirándose y pensando en las sensaciones del momento.


Pensaban en lo similares que eran.


Pensaban en lo curioso de lo que sus ojos reflejaban.


Hasta que en un movimiento inconsciente de Misaki le recordó que seguía atado, el dolor que recorrió su cuerpo se reflejó en su rostro.


--¡Hiiii! Lo-lo-lo siento, olvidé que estabas atado, espera un segundo solamente. –decía Tsuna mientras trataba de liberar a Misaki.


Con el mismo cuidado con que desató la venda, Tsuna fue quitando las cuerdas que laceraban la piel de su compañero, observó sus muñecas: laceraciones, morados y ampollas, hizo lo mismo con los tobillos que al estar algo descubiertos por el tipo de ropa que Misaki llevaba quedaron igual que las muñecas del castaño.


… creo que es mi imaginación pero… ¡siento que duele más…!” pensaba Misaki.


--Es por que ya quité lo que cortaba la circulación, me parece que debí haber tenido más cuidado… nuevamente lo siento, creo que lo dame no se me quitará nunca. –hablaba Tsuna con nervios.


--… está bien, yo… –hablaba Misaki –espera, espera… ¿cómo sabías lo que estaba pensando? –“es extraño”.


--Hahhh, yo… etto… verás, eres algo fácil de descifrar. –decía Tsuna con una sonrisa entre preocupado y apenado para luego murmurar algo sobre un tal Reborn.


--Es-está bien, Sawada-kun. –aseguraba Misaki tratando de ponerse en pie.


--Etto… llámame Tsuna, Misaki-kun. –decía Tsuna ayudando a Misaki a mantener el equilibrio.


Desviando su atención del dolor en sus extremidades, Misaki por fin pudo ‘apreciar’ la celda en la que estaban: cuatro paredes mohosas, una pequeñísima ventana en lo alto de una pared donde entra un poco de luz del exterior, una puerta oxidada, en el mugriento suelo están las cuerdas y la venda que los tenían inmovilizados, un par de trapos roídos, trastos con podredumbre y botes destinados al agua.


Creo que… me alegro de que no me hayan dado comida ni agua…”


--¿Cuánto tiempo has estado aquí Misaki-kun? –preguntaba Tsuna simulando observar la celda.


--N-no estoy seguro… más de un par de días creo. –respondía Misaki desentumiendo sus pies y manos.


--Será mejor que salgamos de este lugar… etto, Misaki-kun ¿De-de casualidad… sabes pelar? –cuestionaba Tsuna para confirmar –¿Un arte marcial? ¿Algún club de la escuela? ¿Algún deporte? ¿Algún pasatiempo?


--Pelear… ¿Pelear?... hehehe, no… a menos que cocinar pueda usarse como arma, hehehe –decía Misaki tratando de hacer una broma… que se quedó en un intento pues la palidez de Tsuna reclamó su atención –¡Tsuna-kun! ¿Estás bien?


--… ¡Ha! Si, si estoy bien… es sólo que… nada. No me hagas caso. –movía sus manos en claro signo de nerviosismo, luego le dio la espalda a Misaki y empezó a murmurar cosas sobre veneno, comida y desastres.


>>En ese caso –decía Tsuna ya recuperado –iré a dar un vistazo y después volveré por ti. ¿Te parece bien Misaki-kun?


--Cla-claro…


no quiero ser un estorbo para Tsuna-kun también…”


--Misaki-kun… no eres ningún estorbo, tan solo, creo que así no correrías peligro. –aseguraba Tsuna.


--¡¿Ha?!


“¡¡¡Olvidé que lee la mente!!!”


--Jajaja, tranquilo, lo siento. Sé que es extraño, bueno, raro… muy raro. En fin, etto, cómo decirlo… no quiero que estés en peligro o-que-veas-cosas-que-podrían-marcarte-de-por-vida. –trataba de explicarse el de ojos caramelo.


--Está bien… “No pienses en nada, no pienses en nada, no pienses en nada, ¡no pienses!”


Tsuna no pudo evitar reír. Tras para por la mirada esmeralda que estaba recibiendo comenzó a planear una forma de escape en la que no tenga que enfrentarse a los secuestradores ni dejar a Misaki atrás.


Con plena confianza en Tsuna, Misaki lo siguió fuera de la celda, atravesaron un par de pasillos con sigilosas zancadas, Tsuna alerta y Misaki tras él. Avanzaron varios metros, pasaron varias puertas, bajaron unas viejas escaleras y al fin entraron a otro cuarto, era donde guardaban suministros. Tsuna parecía seguro de que en ese lugar estarían a salvo… Misaki se relajó un poco.


Tras buscar en lo que había almacenado, Tsuna le ofreció a Misaki agua, comida enlatada y hasta desinfectante para las heridas causadas por las cuerdas así como vendas limpias para cubrirlas. Debido a la concentración de Tsuna por atender las heridas de Misaki, el ojiesmeralda estaba comenzando a ponerse nervioso.


--Tsuna-kun… etto… no sé si tenga razón o solo es por la situación en la que estamos pero… siento que este tipo de cosas suelen pasarte con frecuencia. –dijo Misaki sin saber en realidad a dónde llegar, tan solo quería acabar con el silencio que se había formado.


--Bu-bueno, es algo por el estilo. Verás… yo… heredé un negocio familiar. Debo hacerme cargo de ese negocio en poco tiempo y, hay… –interrumpió Tsuna la explicación sin estar seguro de continuar.


--¡Ha! Entonces otras personas que quieren ese negocio familiar han intentado quitarte del camino. Por lo que temiendo por tu seguridad alguien te enseñó a defenderte por tu cuenta además de que tienes varios guardaespaldas y equipos de seguridad vigilándote pero los encargados de tu seguridad causan más problemas de los que no estabas acostumbrado a tratar… Seguramente también consideras grandes amigos y hasta miembros de tu propia familia a estas persona por que han pasado por muchas dificultades juntos: como más secuestros, tal vez peleas, duras pruebas y otras cosas peligrosas de las que salieron con bien. –decía Misaki con total seguridad, como cuando averiguó la vida de Usagi-san.


No pudo evitar entristecerse al recordar a Usagi-san. Se dejó absorber en su nostalgia que se perdió la incredulidad y la sorpresa en el rostro de Tsuna.


--¿C-cómo… cómo sabes eso? –atinó a preguntar el de ojos acaramelados.


--¿Mhmm? … ¡¡Haaa!!... ¡¿De verdad acerté otra vez?!  -terminó de gritar Misaki para luego cubrirse la boca con sus manos, se supone que se están escondiendo.


>>En-entonces… déjame probar otra vez…. Te- te secuestraron esta vez por la ausencia de tus guarda espaldas que tú mimos provocaste porque estabas harto de la presión por tomar el control de tu negocio familiar donde encontraste cosas que no te gustaron y te hicieron dudar de manejar algo que no va contigo… alguien te ayudó a pasar desapercibido de la constante vigilancia para que reflexionaras… te perdiste… y los secuestradores conocen a algunos de los que te quieren fuera del camino y tomaron la oportunidad de que te encontrabas solo. –dijo rápidamente Misaki con los ojos cerrados.


Al abrir sus ojos, vio el shock en la cara Tsuna.


¡No puede ser!... ¿En verdad?... ¡¡¿Otra vez?!! “pensaba Misaki.


--Haaa… es algo así… je-je-je –Tsuna intentaba recuperar el semblante, pero el nerviosismo no desaparecía.


--Espera, espera… sólo, una más… –tomó una gran bocanada de aire para continuar –deseas salir de este lugar porque si tus guardaespaldas y demás encargados de tu seguridad se enteran podría suceder algo similar a un cataclismo… sin contar a esa persona que te ayudó a salir de su radar.


--Mi-mi-misaki-kun… tienes una buena intuición. –dijo Tsuna con el rostro azul de pensar en lo último que el de ojos esmeraldas acababa de decir –Descansemos un poco y salgamos de aquí.


--Cla-claro. –y Misaki no se atrevió a decir más.


 


 


>>Continuará...


 

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).