Caminaba de prisa con un montón de planos en las manos hacia la universidad, no alcanzaba a ver el suelo y sentía que mis pies volaban por la velocidad en la que iba. En mi mente lo más importante era llegar a clase sabía que perdería esa materia si no entregaba aquellos planos y el tiempo no ayudaba para mi llegada, pero al cruzar la calle hacia la entrada principal de la facultad choque con algo realmente duro, lo que hizo que callera al suelo y todos mis planos se esparcieran por el aire. Al levantar la vista puede ver a un hombre alto, de cabellera oscura y de una hermosa piel blanca; ojos negros de mirada penetrante, a la misma vez su cuerpo encajaba perfecto en un traje azul oscuro.
No puede articular palabra, todos mis sentidos se nublaron cuando él me sonrió con ternura y me extendió una mano para ayudarme. Sin embargo mi reacción fue otra me levante a toda prisa sin tomar su mano, tome lo más rápido que pude los planos y me marche, sentí que aquel hombre me veía mientras yo me marchaba, corrí directamente al baño del primer piso. Al verme en el espejo note que mi blanca piel había cambiado a un color a un rojo intenso, todo mi cuerpo sudaba a mares, y mi corazón latía tan rápido que pensé que podía morir en ese momento. Abrí el grifo y tome un poco de agua y me esparcí un poco por el rostro, cuando estuve realmente calmado, cogí nuevamente mis planos y mi encamine hacia el salón sin importar la hora.
Al terminar el día y haber cumplido con la entrega de mis trabajos salgo y me detengo en la entrada, recuerdo cuando vi aquel hombre, solo pude sonreír, porque sé que es un amor de una sola vez, estoy completamente seguro que nunca lo volveré a ver.
+++++++++ meses después ++++++++++
¡Mierda! Llegare tarde, hoy es la primera clase del nuevo semestre y no quiero tener una mala imagen con nuestro maestro, sinceramente no me importa pero no quiero tener tropiezos al final de semestre. Corro y por suerte llego a tiempo, él maestro no ha llegado y puedo sentirme tranquilo.
Me siento en el único asiento que está libre en la primera fila frente a la pizarra, pongo mi maleta junto a mis pies y saco un libro para leer mientras espero. Pasa cerca de media hora y el maestro no llega, varias personas empiezan a salir del salón. Después de una hora creo que me puedo ir parece que no va a llegar además soy el único que aún me encuentro aquí esperándolo como un idiota.
Me levanto tomo mis cosas, cuando estoy a punto de cruzar la puerta mi teléfono celular suena, me enredo con el libro que llevo en las manos y la maleta, rápidamente pongo el libro en la maleta y meto la mano en el bolsillo delantero de mi pantalón y pierdo de vista por donde camino, cuando me tropiezo con algo duro pero esta vez no caigo al suelo, pero una manos delicadas y con firmeza me sujetan de la cintura y pega mi cuerpo con el suyo, levanto la mirada completamente sorprendido, no me gusta que me toquen pero aquel toque fue completamente placentero y sobre todo por aquel hombre que lo hace, realmente quería volverlo a verlo pero era imposible pensar que él volvería a aparecer en mi vida.
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Me levante tranquilo por primera vez en este semestre tengo tiempo para comer bien y tomarme mi tiempo al ducharme, amo las duchas largas y sentir como el agua cae por la piel pálida de todo mi cuerpo… Salgo de mi casa y camino directo a la parada del vehículo que me llevara al lugar de destino.
Llego a la facultad e ingreso al salón, ya me he acostumbrado al ritmo que lleva esta materia, sin embargo no me he acostumbrado a las reacciones que tiene mi cuerpo cuando ve al profesor entrar, espero que esta vez no llegue demasiado tarde, siempre nos deja esperando horas sin importarle cuanto pagamos por estar aquí, no tengo ninguna objeción con ello, a mí solo me interesa poder admirarlo mientras dicta su clase.
¡Llego! Por fin, no lo he visto en toda la semana, siempre paso apropósito por este salón pero nunca logro verlo. Me encanta ver como viste siempre lleva trajes de colores oscuros, pero el gris que lleva hoy le queda espectacular, sé que nunca estaría a la altura de un hombre como él y peor aún no creo que tenga el valor de poder hablarle. Recuerdo el día que choque con él fuera de este salón, me sorprendí muchísimo tanto que mis brazos dejaron de funcionar, tire mi maleta y el teléfono al suelo. Él de una manera delicada me retiro de su cuerpo y me dejo de pie frente a él, rápidamente retire la mirada de la suya, me agache para recoger mis pertenencias pero de repente sentí su cálida mano sobre la mía y me pidió que me levantara, desorientado asentí y me levante, me entrego el teléfono y acomodo la maleta en mi espalda.
—Parece que siempre estás un poco desorientado— Agache mi cabeza sin decir una palabra y sin mirarlo al rostro e hice una reverencia de noventa grados, pero cuando estaba a punto de marcharme me di cuenta que aun sostenía mi mano y me detuvo de inmediato.
— ¿Tú, estabas esperando al maestro?— asentí y él sonrío mostrándome una bella sonrisa que rápidamente estremeció todo mi cuerpo. —Eres un poco tímido, no te molestare más— Soltó mi mano aunque mi mente pedía a gritos que no lo hiciera, pero todo mi cuerpo reacciono e inmediatamente salí corriendo sin ver al perfecto hombre que volvía a dejar atrás.
En la primera clase me entere cuál era su nombre, se llama Oh Sehun y no es muy mayor tiene veintiséis años además parece ser un hombre muy ocupado, quisiera saber qué hace mientras no se encuentra en la universidad ya que la mayor parte del tiempo no se encuentra aquí.
—Bueno muchachos me agrado verlos hoy, no olviden que la próxima semana inician parciales y el mío no será nada fácil— ¡Mierda! tan rápido se terminó la clase, estoy seguro que perderé el examen, recojo mis pertenencias y cuando estoy a punto de salir del salón, cuando siento un brazo tomar mi hombro.
—Puede tomar asiento— Trago saliva e inmediatamente mis piernas empiezan a temblar pero aún así me encamino al asiento que queda frente a su escritorio, noto que el salón está completamente vacío en cuestión de segundos.
—Puedo notar que no está muy interesado en mi clase, ¿Por qué?— Niego con la cabeza, lo miro a los ojos y noto que él espera una respuesta un poco más concreta.
—Puede irse, No olvide estudiar para el parcial— Me levanto, camino hacia la puerta y de repente unas palabras inundan mis oídos. —Me gustaría poder tener una conversación un poco más larga con usted— me giro inmediatamente y lo veo a centímetros de mi rostro, me sonríe y me da un tierno beso en la mejilla, abro la boca para decirle algo por lo que acaba de hacer, sin embargo él me tapa la boca con uno de sus largos dedos, me guiña el ojo —shh hablaremos después, cuando estés dispuesto a hacerlo—Toma sus cosas mientras yo continuo estupefacto y se marcha.
Toco mi mejilla con mi mano y noto que mi cuerpo arde como mil soles me siento nuevamente y repito aquel suceso en mi mente una y otra vez.
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Es la primera vez en toda mi vida que alguien me besa, bueno sé que no fue un beso, sin embargo ese pequeño acto me dejo muy sorprendido y un poco asustado. Hoy me veo obligado a asistir nuevamente a su clase, me encuentro en medio del parcial, trato de concentrarme pero su mirada no me deja tranquilo, pasa de vez en cuando por mi asiento mira mi hoja en blanco, levanto un poco la vista y me regala una sonrisa que solo parece mostrármela a mí. Salgo del parcial completamente derrotado, ¡Mierda! dependo del final y eso no me agrada.
Camino por los pasillos de la facultad hasta llegar a la biblioteca, saco un par de libros y me siento en uno de los cubículos individuales, después de unos minutos alguien apoya su cabeza en mi hombro.
—No te eh visto en días— inmediatamente salto de la silla y miro de frente a quien ha hecho eso, pero para mi sorpresa es Xiumin, lo miro con fastidio y me acomodo nuevamente en mi asiento.
— Estoy ocupado, te importaría si hablamos luego— Le sonrío tímidamente y el me niega con la cabeza, saca un libro de su mochila y se acomoda en el cubículo junto al mío.
—Te esperare—Solo lo miro por unos segundos. ÉL toma uno de los libros de su mochila, y yo me dispongo a leer sin dejar que su presencia me perturbe.
Una hora ha pasado y él sigue aquí, siempre me he preguntado si no se cansa de esperarme, sé que soy demasiado cruel al no aceptar sus sentimientos, pero lo hago por él, no podría mentirle y conservarlo a mi lado. Sin embargo aunque muestro un leve fastidio a su comportamiento, me gusta tenerlo cerca como un amigo permanente y fiel.
Me levanto, tomo mi maleta y acomodo los libros en los libreros, camino hacia la salida y no veo a Xiumin por ningún lado, no le doy importancia y sigo mi camino, pero al cruzar el pasillo me toma de la mano y me detiene.
—Te dije que te esperaría— Con fuerza trato de soltarme pero él no me lo permite.
—Xiumin, no más— Me sonríe, me suelta pero toma mi mochila y la carga en su espalda.
—Te acompañare a casa— Camina delante de mi mientras yo lo sigo, es un chico que nunca hace caso a mis peticiones, siempre hace lo que quiere.
Nos sentamos uno junto al otro en la parada del autobús mientras esperamos, noto que está un poco impaciente.
— ¿Sucede algo?
— ¿Cómo vas en las clases de economía?
—Bien, el parcial estuvo un asco—No entiendo por qué me pregunta por esa clase, sabe que son de las pocas que detesto, excepto por este semestre.
— ¿Qué tal el profesor de este semestre?— ¡Mierda! Me sonrojo, por qué habla de eso ¿Qué sabe él?
—Como siempre, nada agradable— Miento prefiero que no sepa lo sucedido con Oh Sehun, eso realmente lo enojaría y en ocasiones es un poco posesivo, a pesar de que no estamos en una relación.
Veo que el autobús se acerca, tomo mi mochila pero Xiumin la agarra con fuerza se levanta y rodea con uno de sus brazos mi cintura, Trato de portarlo pero él no lo permite.
—Te dije que te llevaría a casa y eso hare— su voz esta mezclado con un tomo de enojo y eso realmente me molesta.
++++++++ DÍA SIGUIENTE +++++++
Me encuentro en el mostrador de la cafetería, mientras recibo las órdenes de los clientes, al terminar camino con las hojas de los pedidos y se las entregó a Kyungsoo, a los segundos veo que ingresa Jongin y lo abraza por la espalda. Sonrío por la hermosa escena que le brindan a mis ojos y al instante la campana de la puerta vuelve sonar, corro para tomar la orden del nuevo cliente pero me sorprendo al ver al profesor Oh, mi sonrojo y él solo sonríe por el nerviosismo que siempre muestro frente a él.
— ¿Qué desea ordenar? — Trato de controlarme.
— ¿Qué me recomiendas? — Me lanza una sonrisa traviesa.
No sé, que responder pero me armo de valor y en ese instante sale Kyungsoo.
—Le recomiendo la especialidad del día Tarta de queso fría. Desea una prueba— Sehun niega con la cabeza y se dirige a mí.
—Te parece que deba probarla— Miro a Kyungsoo por un segundo y después lo miro a él y asiento con la cabeza. —Perfecto que sean dos porciones.
Kyungsoo me mira expectante y afirma a la petición del profesor Oh.
Cuando he terminado de entregarle las porciones, me toma de la mano y en un movimiento brusco me sienta en una silla frente a él.
—Por favor come conmigo, la pedí para ti—Niego con la cabeza, pongo la mano en la mesa para levantarme y en ese instante posa su mano sobre la mía y la acaricia.
—No haga eso— Lo miro enojado y mis palabras las he dicho en un tono firme
—Por primera vez escucho tu voz— sonríe y veo un brillo hermoso en sus ojos.
Retiro mi mano pero él la agarra fuerte y de un tirón me sienta nuevamente.
— ¿Quién era el chico de ayer?
Me está preguntando por Xiumin, ¿Está celoso?... ¡No! Eso es imposible, un hombre como él ya debe tener una pareja que valga la pena.
—Por favor disfrute de su postre — le sonrío y me marcho.
Mi Jornada de trabajo termino por el día de hoy, al mirar la mesa de mi maestro noto que el profesor Oh no se ha marchado, y que no ha probado el postre que le ofreció Kyungsoo.
Tomo mi maleta y trato de despedirme de kyung, pero lo encuentro en un momento un poco comprometedor con Jongin en la cocina, quien al verme lo cubre con su cuerpo para evitar que vea el cuerpo del chico. Me cubro los ojos, salgo y rompo en carcajadas por la actitud sobreprotectora que tiene Jongin con kyung.
Le grito a Jongin y le pregunto si cierro el lugar, el afirma con un potente gemido, al salir noto que mi maestro no tiene la intención de marcharse así que me acerco a él.
—Señor ya vamos a cerrar, si gusta le puedo empacar los postres.
— ¡No! Realmente quiero que te sientes y disfrutes del postre.
Tomo los postres con enfado, pero él me detiene, toma mí ante brazo y tira de mí hacia su cuerpo. Quedo a centímetros de su rostro, siento su aliento sobre mi boca y el rose de sus labios, trago saliva y deseo que me bese, pero pare que él no hará el movimiento para culminar la situación y yo no daré ese primer paso.