¿Quién te va a amar? ¿Cómo lo hice yo? Quién te regalara flores como lo hice yo, quien te acariciara en las noches como lo hice yo. Y llevara a tu cuerpo de delirante pasión. . . ¿Quién te amara con tal devoción? Como lo hice yo.
El mismo día que nos vimos, un estudiante de universidad. Y un reconocido empresario. . . tal vez fue mi misma perdición ¿Por qué? Caí en un mundo que nunca quise caer, en un delirante fuego que no pude detener. . . tú me das todo no lo puedo negar. Desde el mismo momento en que nos llegamos a amar. . . pero no me das lo que quiero y no lo puedo soportar.
Sabes algo. . . eres lo mejor que me ha pasado, pero que ocultemos nuestra relación es algo que me llega a doler. . . no podemos estar juntos fuera de estas paredes no puedo tomarte la mano no puedo besarte. . . No sabes cuánto me encela verte con esas mujeres ¡Me carcome en el alma! Por qué ellas no saben que tú eres mío y de nadie más. . . pero siento que no eres mío. Eres un alma libre que anda por sus andares sin que nadie lo detenga. . . a veces me pregunto a qué le temerás más. . . a perderme a mí a tu empresa a tu gran prestigio en la sociedad.
No sabes cuándo deseo separarme de ti y averiguar por mí mismo. . . ¿Quién te importa más? Me alejaste de mi familia, de mis amigos, me diste una gran casa. . . pero es tan triste y solitaria, tiene un fuego que la consume, el de nuestra pasión, pero sabes que todo no puede ser simplemente eso. Yo quiero más. ¡Quiero que no temas más! Quiero tomarte de la mano frente a los demás. Que me presentes como tu pareja ¡Estoy cansado de ser tu amante a escondidas! ¡Estoy cansado de esconder nuestra relación! Llevamos dos años juntos que no, nos ha llevado a nada. Estoy harto de comportarme como la mujer tierna y devota que espera que su marido llegué. ¡Por qué solo puedo estar contigo dentro de estas cuatro paredes!
Quiero estar con alguien que no tema. . . que no tema a que este con él que no tema a presentarme como su pareja. . . que no tema besarme en público. Deberías darte de cuenta de que eres un cobarde. Pero también lo soy. . . también lo soy ¡Por qué no me alejo de tu lado! Por qué de alguna forma me haces daño. . . esto ya me está cansado no lo puedo seguir soportando. . . sinceramente eres lo mejor que me ha pasado.
Pero no puedo vivir escondido en la sombras por tanto tiempo ya no más. . . y si vi las noticias en el periódico. . . la que decía que tenías una relación con Megurine Luka, no sabes cómo destruí ese periódico lo hice pedazos en un arranque de mis desbordante celos y desconsolada ironía. Por qué no puedo soportar estar escondido en la sombras ¿Solo soy tu amante no es así? ¿Tú juguete de las noches? A ese que lo haces delirar en las noches, llevándolo al éxtasis de la pasión, y en algo abra la razón que no me la quitara nadie.
Nadie me ara sentir como lo haces tú, el fuego que tú solo enciendes en mí ser, Tus suaves caricias que me hacen estremecer. . . es qué nadie es como tú. . . nadie lo es. . . dime. .. Algo. . . ¿Quién te amara a ti? ¿Cómo lo hice yo? Esperándote las noches para poder estar juntos ¿Quién te querrá realmente como lo hice yo? Pues sabes bien que nunca me importo lo material que podías darme, ¿Quién te complacerá como lo hice yo? Llevándonos en un mundo de éxtasis a ambos.
Perdóname, pero ya tuve el valor. . . a renunciar a ti, si me buscas en casa no me encontraras. . . ya me fui. . . Un último adiós con una carta ¿Muy cobarde no? Pero se cómo te pondrás nadie te conoce como lo hago yo. Y nadie te amara como lo hago yo. . . pero hasta que no aceptes el hecho de que. . . eres homosexual y que deseas estar a mi lado solo para no perder tus prestigio por temor a lo que diga la gente. . . prefiero no estar contigo más. . . no puedo seguir oculto en la oscuridad. . . me voy a valorar un poco más. . .
Te amo. . . te amo como no tienes idea pero. . . yo. . . no seguiré más con esto. No puedo más. . . Adiós Gakupo Kamui. . .
Atte.: Shion Kaito. . .
Al finalizar de leer la carta, no podía creerlo cada letra, cada una de las letras, la leía y la releía. Pero no cambiaban Kaito lo había dejado.
Una ira invadió su ser ¡Cómo se atrevía! ¡Cómo tenía la saña de dejarlo! A él al magnifico Gakupo Kamui todos deseaba ser su pareja, las palabras expresadas en aquellas letras estaban escritas con amor y al mismo tiempo con tal tristeza que había manchas de lágrimas en aquella hoja.
Pero eso no podía evitar que la ira el dolor y el enfado invadiera su ser. . . dejarlo. . . dejarlo. . . no era algo que no cabía en su cabeza ¡Si le dio todo y mucho más! Claro que no podía sacarlo a pasear como su pareja pero es que la prensa se lo comería vivo si eso pasara. Se reclino en su asiento mirando al techo. Soltó un suspiro sintiendo como se le subía el estrés. Hizo una mueca para morderse el labio inferior tan fuerte que casi lo hacía sangrar pero era enorme la frustración que sentía.
-¡Maldita sea! –Termino por gritar tan fuerte que hasta afuera se escuchó asustado a su secretaria –
Cuando regreso a casa obviamente Kaito no estaba, no había nada que dijera donde estaba su paradero ni una huella para encontrarlo. ¡Tenía que encontrarlo! ¡Tenía que hacerlo! ¡No se le escaparía de las garras, tan fácil! Muchas veces ya le había dicho que no podía escaparse de él pero lo había hecho lo había dejado y eso era algo que no pasaría por alto.
Se sentó en el sofá frotándose los ojos y soltando otro suspiro, una punzada de dolor invadió su pecho.
-Eres un imbécil lo sabías. . . tan dura me la has puesto –Se dijo a sí mismo y no era mentira él lo amaba, lo amaba con tanta intensidad a aquel joven que le había arrebatado su corazón su ser y alma – Me has puesto contra la espada y la pared.
Se lo había dicho desde un principio que iba a tener una relación oculta con él, pero no. . . No, en estos momentos se le tuvo que meter esa loca idea en la cabeza. . . ¿Quién rayos se lo había metido? A de seguro había sido ese malnacido rubio que andaba detrás de su pareja ¡Pero no! No dejaría que él estuviera con alguien más, ese cuerpo, esos labios, esos ojos, esa piel, todo, todo de Shion Kaito le pertenecía a él y no iba a dejar que otro lo tuvieran.
-A ver si logras ser feliz sin mí –dijo molesto, pero esta no se la perdonaría tan fácil, dejaría que llegara suplicando de rodillas que regresara a su lado, después de todo él sabía desde un comienzo como sería ¿Y ahora le salía con eso? –
Habían pasado ya dos meses desde que se había separado de Gakupo los cuales habían sido un total y completo infierno, no lo negaba extrañaba el calor del mayor sus besos y sus caricias extrañabas sus atenciones y el sonido de su risa, extrañaba su olor y el color de sus ojos, lo extrañaba todo de él, pero había llegado tan lejos y no daría su brazo a torcer.
-Te extraño tanto –Susurro mirando al techo de su cuarto –
-Kaito –Escucho la voz de su amigo que lo hizo salir de su ensoñación – ¿Vamos a salir no?
-Claro –Respondió sonriéndole para que él contrarió también le sonriera y salieran de aquel departamento compartido –
Él no era tonto se daba muy bien cuenta de que Len quería algo con él más que simple amistad, agarraba su mano le coqueteaba, le guiñaba el ojo hacía varias de distintas cosas para llamar su atención una de ellas era cuidarlo mientras tenía deshecho el corazón. . . pero él solo tenía cabeza para Gakupo y nadie más.
-Vamos Kaito lo tienes ya que olvidar, él te ha hecho mucho daño –Le dijo el menor al mayor entre ellos dos –
-Pero también ha hecho tantas cosas bellas por mí –Respondió –
Y como no, recordó esa vez que estuvieron en aquel hermoso lugar que le pertenecía a Gakupo en aquel parque debajo de las estrellas que iluminaba los grandes cielos era como si la pudieras atrapar con las manos, lo cariñoso que fue con él y sobre todo, como lo hicieron en ese lugar temía a ser cachado que alguien los viera aun sabiendo que ese lugar le pertenecía a él y que nadie en su sano juicio se adentraría, pero eso no evito que una extraña emoción recorriera su cuerpo mientras se entregaba completamente al contrario, recordó también que le ayudo en la enfermedad de su madre y en las baja financieras de su padre. Se sentía un ser desconsiderado y las lágrimas comenzaron a agolparse en sus ojos queriendo mancillar sus mejillas.
-Kaito por favor no llores –Le pidió el contrario –Para poder olvidarlo tendrás que olvidar todas esas cosas buenas que hizo por ti
-¡Pero es todo lo que hizo por mí! Jamás se comportó mal conmigo, y nunca hizo algo que yo no quisiera, siempre fue tierno y cariñoso. . . pero. . . solo ocultábamos nuestra relación –Dijo –Lo siento Len. . . yo. . . volveré a casa
-¡Espera! –Le dijo sosteniéndole del brazo –Vamos sabes que Kamui no es tan bueno como piensas. . . recuerdas esa vez. . . que fui a tu casa. . . y se puso celoso. . . recuerdas que no te pudiste levantar por más de una semana luego de lo que te hizo. . .
-Si –Susurro bajando la mirada, a Gakupo no le agradaba Len, en lo más mínimo y le dijo que no le llevara a casa, pero él no hizo caso, Len fue a su casa además de que estaban hablando de algo y Len como siempre le sujetaba la mano la tenía sujetada a la suya Gakupo se puso tan celoso que corrió a Len de la casa y no lo dejo dormir en toda la noche, prácticamente planeaba dejarlo seco, esa noche lleno a su cuerpo de un dolor y un placer casi delirante que simplemente cayo inconsciente luego de que todo terminara –
Pero eso no le molestaba pues a él le habían advertido ya de lo que pasaría si desobedecía. Soltó un suspiro para alejarse de aquel lugar, dejando un tanto molesto a su amigo, ¡Tenía que hacer de una u otra forma que Kaito se olvidara de Gakupo! Él también lo quería para sí, pero al parecer la huella de él estaba tan profundamente marcada en el interior de él que simplemente no lo dejaba ir. ¿Qué debía hacer?
Y simplemente se le ocurrió una idea, su hermana era una reportera reconocida además de que por los avances de la compañía de él iba a ver una rueda de prensa, sabía que Kaito no se lo perdería, siempre está enterado de todo lo que hace quien ama. Así que le pediría a su hermana que mencionara la relación que tuvo con Kaito para que negara públicamente que algo así hubiera pasado. Tal vez eso destrozara más el corazón de él y al fin desmenguara el amor que tenía hacía Gakupo.
Mientras se estaba dando la conferencia el empresario jamás se esperó aquella pregunta.
-Es cierto señor Kamui que usted ¿Tenía una relación con un joven de nombre Shion Kaito? –Pregunto la rubia mirando atentamente al hombre de violetas cabellos –
-Eso no tiene nada que ver con la rueda de prensa –Respondió la secretaria de él –
-Responda por favor, todos quieren saber –Dijo la rubia sonriendo, intentado ayudar a su hermano, aquel hombre de gran imponencia parecía bastante pensativo, hasta que se había dignado a hablar –
-Es cierto –Respondió –Si tuve una relación con él, no lo puedo olvidar por que dejo una gran huella en mi ser, para mucho está mal que yo haya tenido una relación con él, pero de lo único que me arrepiento es de no haber sido lo suficiente valiente. . . para dejar que las opiniones de los demás mermara nuestra unión hasta tal punto de hacer que nos separaremos. . . y si admito abiertamente que soy homosexual y de esta misma forma desmiento que tengo una relación con Megurine Luka, es una gran amiga pero jamás fuimos compatibles si de ahora en adelante comenzaran a creer que no soy merecedor de tener la empresa a mi cargo solo por mi orientación sexual déjenme decirle que están muy equivocados pues no dejare de ser el mismo por admitir lo que realmente soy y por tanto tiempo he ocultado. Y para que le quede también claro. . . en realidad va a una persona en específico –Dijo mirando a uno de sus empleados de rosados cabellos–Que, él que sea homosexual no significa que me gusten todo los hombres, pues hasta muchos me llegan a causar tal asco y repugnancia como quien ahora mismo estoy mirando
Todos los allí presente quedaron en un completo estado de desconcierto jamás llegaron a pesar que aquel hombre de gran imponencia en realidad fuera homosexual y sobre todo que lo admitiera de tal manera, todos se miraban con sorpresa y asombro.
-¡Al fin! –Se escuchó de un cantante invitado que allí estaba– Jamás pensé que tuvieras el valor para admitirlo que bueno que no eres tan cobarde como creí que eras Kamui
-“Imbécil” –Pensó mirando al contrario, realmente que ambos se parecían era la misma gota de agua de formas opuesta pero aquel cantante ya había admitido ser abiertamente bisexual y tenía a su pareja, pero era muy distinto un cantante a un empresario reconocido –“Kaito me he jugado el cuello por ti. . . espero seas al fin feliz”
Unos aplausos repentinos no se hicieron esperar por los demás que allí estaban era el primer empresario que hacía tal cosa demostrando como un semejante valor o total desvarío de su persona.
Mientras tanto el joven de cabellos azules se encontraba llorando observando la cámara enfocada en quien amaba, esos ojos cuales dos zafiros se veían tan solitarios y desconsolados, era cierto que él estaba más que afligido por separarse de quien amaba y luego de tres tortuosos meses era que había admitido eso. Comenzó a llorar sin consuelo alguno de placidez y desolación al mismo tiempo, quería ir con él. Pero no tenía la cara como para verlo.
El joven de cabellos rubios no se esperara que tal cosa pasara observo a su amigo llorando y simplemente apretó los dientes golpeando su puño contra su pierna.
-“Maldita sea me salió mal la jugada” –Pensó mirando con odio a la pantalla enfocada en el hombre de cabellos violetas que respondía a cada una de las preguntas de los reporteros –
Habían pasado dos días después de aquello, el joven de cabellos rubios trataba de convencer de una u otra forma a su amigo, de que no podía ir con él ¿Qué le haría? Y si lo encerraba de por vida, cada una de sus palabras llenaban de completa inquietud a Kaito quien a pesar de desear con demasía volver a ver a quien amaba tenía un temor total por lo que pasaría. Simplemente estaba cabizbajo en la solitaria parada del autobús, esperando para ir a su trabajo cuando de repente sintió una sensación de zozobra recorrer su cuerpo.
-Gakupo –Susurro mirando hacia el cielo –
-Sí, mi nombre no deja de ser mencionado últimamente –Pronunció alguien a sus espaldas –Pero solo me gusta cuando tú lo pronuncias
-¡Gakupo! –Se llevó una gran sorpresa al voltear la mirada y ver al nombrado quien le sonreía con tristeza, una sensación de bienestar y recelo le invadió sin saber qué hacer, deseaba ansiaba poder abrazar al mayor y en un momento sus brazos se alzaron para abrazarlo para ser detenido por él mismo –. . . vi la rueda de presa. . .
-Si. . . no salió como era planeada –Dijo mirando hacia otro lado –Pero aun así. . . lo admití
-Si. . . lo hiciste –Dijo bajando la mirada, para escuchar el suspiro del mayor quien tomo su barbilla –
-¿No me has extrañado? –Pregunto los ojos zafiros del contrarió mostraban tal desolación que solo hicieron que se le encogiera el corazón en el pecho con una fuerte punzada de dolor –
-Te he extrañado como no tienes idea –Dijo con una sonrisa afligida que se volvió una mueca para que los ojos se le volviera acuosos y comenzara a llorar últimamente no podía contener su llanto era un completo mar de emociones –Te he extrañado mucho –Dijo para taparse la boca intentado con esto contener el llanto pero le era casi imposible –
-Ya no llores, por favor se me parte el alma si te veo llorar –Pronunció para abrazarlo –
-Gakupo. . . yo. . . yo no sé qué decirte –Dijo para abrazarlo fuerte queriéndose fundir en el abrazo del contrario para nunca soltarlo –
-Solo dime que quieres estar nuevamente a mi lado créeme que solo esas palabras me darán la felicidad que necesito –Pronunció ante no poder decir palabra alguna el menor solo comenzó a, asentir una y otra vez –
-Si –Respondió cuando pudo, para que sus labios nuevamente se unieran, en aquel apasionado beso que ambos necesitaba –
Es que. . . nadie te amara como lo hago yo. . .
Fin. . .