Yo elegí.
Sus ojos oscuros perdieron el brillo tomado una tonalidad parecida al abismo, el dolor que el corazón siente no sabe si es algo parecido a lo que se debe sentir cuando se está por exhalar el último aliento de vida.
El picor que siente en las fosas nasales avisa que retener las lágrimas no durara mucho tiempo y entonces la máxima expresión de sus emociones será revelada.
Atrapa el labio inferior con los dientes y lo magulla intentando retrasar las gotas saladas, las manos empuñadas a los costados se unen a la labor, pero la respiración no da tregua y le suplica liberar los pulmones.
Un gemido, después un espasmo, otro gemido y los lagrimales liberan esas gotas cristalinas sin control, levanta el rostro y lo que ve le avergüenza su reflejo le reprocha su estado, pero sobre todo su cobardía y a manera de disculpa devuelve la mirada al suelo, la memoria encuentra la oportunidad perfecta he impone su feroz castigo, miles de recuerdos asaltan la mente y un sollozo intenso escapa del alma, lleva las palmas de las manos a los temporales y comprime con demasiada fuerza, niega frenéticamente con la cabeza intentando en cada sacudida restarle peso a la tortura.
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¿Por qué no me lo dices de una buena vez?
-¿el qué?
-vaya que eres terco, veo que tendré que dar el siguiente paso... ¿Te gusto?
-¿C-cómo?
-Ya lo dije, ahora responde
-¡No! Estás ¿loco? ¿Que te hace creer eso? ¡A-además te vas a casar, formaras una familia y somos hombres! Anda déjate de estupideces y termina ya tú desayuno.
-¡basta ya! ¿Por qué continúas con esta mentira? lo diré yo, me gustas y no sé cómo, ni cuando rayos pasó esto, pero así están las cosas y sé que tú me correspondes, puedo verlo en tu mirada.
-¿Te estas escuchando, no mejor dicho escuchaste lo que dije? Te vas a casar y somos hombres, nadie aceptaría esto, está mal y...
-entonces si te gusto.
-yo no he dicho eso
-lo has dicho y me alegra...
Abre el grifo y se borra las lágrimas, esta vez aguanta esos ojos que le reprochan y le da la razón-- soy un imbécil, un bastardo.--
<FB>
-cuándo será el momento oportuno?
-No lo sé, no estoy preparado para dar un noticia de esta naturaleza, estamos hablando de lastimar los sentimientos de quienes nos han dado confianza, no puedo, al menos no ahora...
-Pero falta poco de dos meses para casarme, no hay tiempo debe ser ya! hablas de lastimar a los demás y ¿nosotros? Acaso has pensado en nuestra felicidad?
-Desde que tú y yo empezamos esto... Por qué, ¿por qué no solo te casas y olvidamos todo?
-¿Qué?! Tú no puedes estar hablando en serio, e-estas de broma no?! Estamos juntos desde ¿qué? ¿Dos meses, es broma cierto?
-... No.
-No lo entiendo, no te entiendo, yo por ti estoy dispuesto a dejar todo, ¡todo!
Deja de menospreciar este sentimiento, el amor no es algo que este limitado a hombre y mujer, tienes miedo? ¡Vale! ¿Ves mi mano? Te la ofrezco sostendré la tuya y juro que no la soltaré...
Observa su mano vacía y le recuerda cual fue su elección, la pena le carcome el alma.