Tras tanto tiempo en Inglaterra a Minho le parecía que Seúl había cambiado en muchos sentidos y no podía evitar asombrarse de todo lo que ahora tenía su ciudad natal… parecía niño pequeño viendo asombrado a través de la ventana de la limusina con una sonrisa de oreja a oreja. No tardaron mucho en llegar a la mansión Choi, donde su padre lo esperaba con ansias.
En cuanto el vehículo se detuvo, el alto bajo rápidamente ante la sorpresa del chofer quien también sonrió por la emoción de tener a ese “niño” revoltoso de nuevo en casa. Al abrir la puerta escuchó una voz muy bien conocida para él.
- ¡Bienvenido a casa!- era su padre de pie en el vestíbulo con los brazos abiertos.
- ¡Papá tenía muchas ganas de verte!- dijo abrazándolo.
- Yo igual y mírate, estás más alto. Tienes mucho que contarme… pero anda, hay que desempacar y comer algo… apuesto a que estás hambriento- la sonrisa de su hijo lo hizo confirmar.
Ambos se adentraron aún más en la gran mansión Choi platicando aleatoriamente de sus vivencias mientras el menor estaba en el extranjero.
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Trataba de controlar su respiración, el avión pronto aterrizaría y no podía evitar pensar en lo que diría Minho al volverle a ver… no se llevaban bien…
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Se encontraban en el comedor, sólo platicando pues ya habían devorado todo a su paso. (N/A: es que Minho es muy alto XD)
- Minho, ya que hemos comido y desempacado… hay algo que quiero comentarte…- comenzó a decir el mayor.
- Si… te escucho- contestó mirando sonriente a su padre.
- Bien pues… en lo que tu estuviste fuera, yo estuve conviviendo con alguien…
- Dime, ¿la conozco?
- Si pero, déjame terminar… por cierto no es una mujer, es un doncel.
- Oh… si te gusta está bien.
- Minho, él vendrá a vivir con nosotros y no estamos saliendo.
- Mmmm… no tengo problemas, pensé que estabas saliendo con él…- dijo Minho riendo por sus ocurrencias.
- No. Créeme que no saldría con él… es muy pequeño para mí, es casi dos años más joven que tú… sólo le prometí a su padre que lo cuidaría- sonrió.
- Por cierto… ¿Quién es?- preguntó con curiosidad al tiempo que se llevaba un vaso con agua a la boca y bebía.
- L-Lee Taemin- tartamudeó un poco; sabía que su hijo y el pequeño doncel no se llevaban para nada bien. Minho por lo pronto escupió todo el contenido de su boca…
- Me niego y no cambiaré de opinión- se levantó enojado de donde estaba sentado.
- Pues lo traeré de todas formas- dijo también poniéndose en pie.
- A ver cuánto me tolera.
- Créeme Choi Minho… si le haces algo, primero te vas tú- el joven tragó despacio, abrió la boca para contestar pero su padre se adelantó- sé que eres mi hijo y te amo, pero ese niño necesita ayuda, y tú verás lo mucho que te puede agradar alguien conociéndole. Ya es tarde… voy a recogerlo al aeropuerto, ¿quieres ir?
- Prefiero quedarme…
- Bueno… volveré en un rato.
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Taemin ya había bajado del avión, ahora estaba sentado con su equipaje en la sala de espera, cuando de pronto escucho una voz llamándole.
- ¡Tae! ¿Cómo han estado mis pequeños sobrinos?- preguntó el padre de Minho, Siwon, haciendo que el menor bajara la cabeza tristemente...- ¿Taemin?
- T-tío… los perdí… y-yo…- unas lágrimas bajaron rápidamente por sus mejillas a lo que el mayor lo abrazó rápidamente.
- Perdóname… no lo sabía.
Duraron un tiempo en la misma posición mientras el menor seguía llorando, un poco más calmados se soltaron y comenzaron a caminar hacia el auto del mayor (él no viajaba por el momento con chofer, debido a la desconfianza de Taemin hacia los extraños).
- Tae Tae, sabes que eres muy bien recibido aquí, pronto comenzaras a asistir a la escuela con Minho y podrás salir cuando quieras…
- Disculpa tío, pero no me siento muy bien… aun no estoy listo.
- Claro, cuando tú te sientas cómodo podrás ir;- refiriéndose a la escuela- tenemos una biblioteca, hay bastantes títulos y si quieres uno más puedes pedírmelo, el jardín también está listo para ti, y una sala de música con un gran piano…- esto último captó la atención del menor.
- ¿U-un piano?- preguntó tímidamente.
- Si, uno muy grande de color café, puedes tocarlo cuando gustes- dijo con una sonrisa mirando de reojo al menor.
- Sería bueno tocar de nuevo… hace mucho que no lo hago…- mencionó mirando por la ventana del auto con una leve sonrisa. Un enorme cancel se abrió para darle paso al auto, ya habían llegado.
Taemin miraba la mansión atentamente, era de un color crema y bastante cuidada, el jardín no se quedaba atrás… era precioso y encajaba perfectamente en el cuadro. Se detuvieron frente a la puerta principal, el chofer se acercó de inmediato bajo la atenta y recelosa mirada del menor.
- Tranquilo, Tae, él es Kang, se encarga de los vehículos.
- Mucho gusto, joven Lee- se inclinó a modo de saludo.
Entraron juntos a la casa, Kang con el equipaje del menor y de inmediato fue a subirlo a la habitación.
- Bienvenido, Taemin.
- Muchas gracias, tío.
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Escuchó ruidos al otro lado de su habitación, así que supuso que el insoportable mocoso ya había llegado, no saldría de su habitación hasta que fuera hora de cenar y de saludar… principalmente la de cenar.
Una pequeña vibración lo alertó, era su celular y en ese mismo instante lo revisó, era un mensaje de Key, y lo leyó rápidamente.
<< Rana estúpida ¿por qué diablos no me llamaste cuando llegaste a Seúl?, como sea… iré a tu casa a las 7:00 p.m. quiero ver si cambiaste en los dos años que no estuviste por aquí. P.D. No acepto un no, como respuesta. Nos vemos al rato. Key~>>
Sonrió un poco, por el mensaje de Kibum, pero la sonrisa le duró poco… Key tampoco soportaba a Taemin… ¿Por qué el día de los reencuentros tenía que ser ese mismo día?