Otra vez el aire incomodo se presentó entre nosotros, nos evitábamos todos los días, cada vez que me enteraba que Yunho iría a casa o que nosotros iríamos a la suya, planeaba una salida con HyungJoong o con algunos otros amigos y aunque mis padres se empezaron a preguntar por qué, yo seguí haciendo lo que sea para no toparme con él.
Estaba a punto de terminar el semestre, ya habíamos culminado la semana de exámenes, solo nos faltaba entregar los trabajos finales y ajustar algunos detalles, incluso evitar a Yunho se había hecho muy fácil pues ambos teníamos obligaciones con la universidad y teníamos mucho por hacer. Sin embargo no todo estaría tranquilo para siempre, el destino jugaría en mí contra otra vez.
Saliendo de la universidad, despreocupado y charlando con unos amigos, divisé a lo lejos una sombra que se me hacía familiar, no le tomé importancia y seguí caminando; había quedado con HyungJoong y algunos amigos para ir a jugar billar, tomar unas cervezas y pasarla bien por un momento luego de los exámenes, nos acercamos y empezamos a organizarnos para subir a los autos.
HyungJoong se acercó, me tomo de la cintura y me dio un abrazo- Jaejoong ah~ ¿qué tal los exámenes? Te extrañé esta semana- me separé de él- todo bien, solo no es el momento adecuado para esto, vamos con los chicos ¿si? – Hyungjoong aceptó y se alejó a encender el su camioneta para irnos, la verdad es que demostraciones de cariño más allá de las de un amigo no aceptaba al cien por cierto, descubrirme gay, me resultaba muy incómodo aún.
Estábamos listos para partir, solo faltaba que subiéramos un amigo y yo, de un momento a otro sentí como mi mano era bruscamente jalada, haciendo que por poco cayera al suelo, me estabilicé y rápidamente giré mi vista para encarar al “culpable” de mi casi caída, grande fue mi sorpresa que a quien estaba a punto de golpear era Yunho.
-¿Yunho… qué haces acá?- pregunté asombrado, pero no recibí respuesta –Yunho, suéltame– forcejé - me estás lastimando- pero seguía sin responder y sin soltarme, HungJoong bajó a ver qué pasaba –Hey! ¡Primo!, que gusto verte acá! ¿Nos acompañas? – preguntó inocente Hyung sin notar la fuerza con la que mi muñeca- ¿Yunho? – preguntó Hyungjoong de nuevo, esta vez viendo que forcejeaba con él – Yunho suelta a Jaejoong- Yunho por fin hizo un movimiento, uno que me aterró, volteó la cabeza con los ojos llenos de furia a ver a nuestro “primo”, los ojos marrones que siempre había amado por lo cálidos que eran, estaban tan rojos que podría decir que en ellos habían llamas ardientes. – ¡Yunho! – Grité de nuevo –¡Qué demonios te pasa!, ¿estás drogado o qué?!- Yunho volteo a verme, no puedo decir que había en su mirada pero no solo me asustó, mi corazón y estomago dieron un vuelco violento, provocándome retorcijones como arcadas. Yunho pareció salir de su trance y aflojó el agarre; quise soltarme, pero un nuevo tirón me lo impidió y de repente mi cuerpo era llevado de vuelta a las instalaciones de la universidad. HyungJoong gritó pero Yunho lo mandó muy lejos con una sola frase –No te metas- sonaba calmado pero lleno de ira, no era el Yunho que yo conocía.
Y sin embargo sabía que si Yunho seguía así, nadie podría salvarme – Yunho, por favor, suéltame me haces daño- supliqué con la voz más calmada que tenía, pero no recibí respuesta alguna –Yunhi ah~, me duele la muñeca, hasta donde vamos a ir?- pregunté asustado -iré contigo Yunho, pero suelta mi muñeca, está muy roja- seguí sin respuesta alguna; las lágrimas por la ansiedad, la desesperación y el dolor en mi muñeca empezaban a salir; miedo, eso definitivamente me estaba matando. Al fin Yunho se detuvo frente a un salón, abrió la puerta y como ya se había vuelto costumbre en él, me tiró dentro haciendo que tropezara con mis pies y cayera al suelo sobre mi trasero, solté un gemido de dolor y me sobé un poco la muñeca y la espalda baja, escuché como Yunho aseguraba la puerta y caí en cuenta que era la sala de música de la universidad. La sala era a prueba de sonido, por lo que ni el grito más fuerte se podría escuchar fuera de las cuatro paredes en las que me hallaba.
Yunho ah~ ¿qué hacemos acá? – No me había parado aún, pues el miedo me tenía paralizado en el piso, pero necesitaba una respuesta, algo que me hiciera saber que no estaba en peligro. Yunho, quien tenía la cabeza contra la puerta del salón, pareció vacilar y moverse en su sitio, movió la cabeza de un lado a otro y giró bruscamente hacia mí; me alejé de espaldas, aún sentado, pero Yunho se acercaba muy rápido y yo ya había llegado a topar mi espalda con la pared, no tenía escapatoria.
Yunho se agachó hasta quedar a mi altura, de cuclillas frente a mí, cogió mi rostro por el mentón y lo empezó a escudriñar por completo mientras acariciaba mi mejilla con su otra mano – No tengas miedo, lo siento- dijo más calmado y al fin pude volver a ver sus ojos marrones, algo tristes y melancólicos, pero eran los ojos de Yunho; sabía que si me alteraba, iba a poner las cosas peor, sobre todo en el extraño estado en el que se encontraba mi “secuestrador”.
– Yunho, ¿qué hacemos aquí?- volví a preguntar, Yunho se sentó a mi costado con la cabeza gacha y volteó a verme –No lo sé, no podía verte y cuando al fin , te veo coqueteando con HyungJoong, solo me enojé, no sé qué me pasó lo siento- miré a Yunho con pena y desilusión pero tenía que estar calmado –Yunho ah~ esto no es normal, me has lastimado…- solté un suspiro- me iré ahora Yunho, dame la llave por favor- pero Yunho no se inmuto y siguió sentado- Yunho la llave, HyungJoong y los chicos debes estar esperándome- tal vez no debí haber dicho su nombre, pues Yunho empezó a apretar sus manos hasta que vi sus nudillos muy rojos- Yunho ah~ no estaba coqueteando con HyungJoong, él solo es muy cariñoso- reaccioné, no entendía por qué le debía dar explicación alguna a Yunho, mi carácter conflictivo me decía que solo le pegara, tomara la llave y me fuera, pero sabía que eso era casi imposible, si bien yo tengo fuerza, Yunho es campeón de Judo y otras cosas, su fuerza era muy superior a la mía, volví a suspirar listo para soltar una noticia que ya tenía un tiempo pero que había evitado decirla pues no sabía la reacción que mi familia podría tener.
Yunho ah~ después de esto, estoy casi seguro de que lo que te voy a decir es lo mejor- Yunho me miro extrañado- Tal vez sea mejor que no nos veamos, hablaré con mis padres, me iré a Seúl, no te lo había dicho pero, iré a Seúl a hacer un curso, solo tengo que adelantarlo, eso ayudará Yunho, iba a ser dentro de un par de meses pero …- no pude terminar de hablar cuando Yunho se paró de golpe y me lanzó un puñetazo, sentí el sabor metálico de la sangre sobre mis labios, me toqué la mejilla, ardía, miré a Yunho asustado y lo vi moverse de un lado a otro con las manos en la cabeza- ¡Jaejoong cállate, no , no digas nada, solo cállate! ¡No vez que me estas volviendo loco?!- gritó desesperado, yo seguía sin reaccionar, definitivamente Yunho estaba mal, estaba completamente fuera de sí.
-Joongie ah~ que está pasando conmigo?- soltó más en súplica que en pregunta - ¿Qué te he hecho? , ¿Por qué? – Yunho lloraba parado frente a mí, se acercó pero con mi mano lo alejé, la poca tranquilidad que me quedaba se había ido con ese golpe – ¡No me toques!- le dije enojado. Yunho retrocedió un poco pero volvió a acercarse – ¡Te dije que no me toques!- grité – ¡Yunho! ¡Qué pasa con tu maldita cabeza! No me vuelvas a hablar, ver o tocar o te mato, tendrás más fuerza pero también te puedo pegar- grité enojado.
Yunho ya me había lastimado demasiado – ¿No te das cuenta de nada? Tú me confundiste con tus juegos, ahora no sé qué quiero en mi vida, y cuando quiero algo de ti… todo es un juego para ti–agaché mi cabeza recordando a HyungJoong – Él se preocupa por mí y sabe lo que necesito, soy feliz con él- Levanté la cabeza y Yunho seguía inmóvil frente a mi –Yunho tu solo me haces daño, te quiero, pero me haces daño- me dirigí a la puerta y Yunho habló – ¡Y por qué no te siguió cuando te alejé de él!- gritó alterado – Porque tú y yo somos primos, y él no sabe de lo tú y yo hemos hecho. Cuando acabe esta semana me iré a Seúl, espero que ordenes tu cabeza, y estés mejor primo, te quiero, pero no eres el Yunho que conozco, si esto es lo que mi presencia hace contigo, prefiero estar lejos de ti, por el bien de los dos –Me acerqué a él, lo abracé, tomé la llave de su gabardina y salí corriendo del salón.
Esa fue la última vez que vi a Yunho en tres largos años.