Las situaciones incomodas se habían dado toda nuestra vida, la mayoría provocadas por Yunho; extrañamente a los 19 años caí en cuenta en que me gustaba mi primo, estaba perdidamente enamorado de él. Lo peor de todo es que mi familia es de esas que les gusta juntarse todo el tiempo por cualquier razón, por lo que Yunho y yo nos teníamos que ver muy seguido.
Me deprimí demasiado, no podía dejar de pensar en él, todo estaba mal, no podía amar a Yunho, éramos hombres y sobre todo éramos primos, pero él y sus provocaciones solo hacían las cosas más difíciles. Estuve un mes entero así, mi rendimiento en la preparatoria había bajado, me encerraba en casa días enteros y evitaba al máximo salir y en cada reunión familiar me reportaba enfermo o con mucho por estudiar.
Dos meses después animado por mis amigos del instituto decidí que era hora de dejar a Yunho atrás y seguir con mi vida, creí que si salía con muchas mujeres o si me enamoraba de una de ellas pues olvidaría por completo a Yunho, pero cada vez se me hacía más difícil no desearlo. Una, dos tres, cuatro, había perdido la cuenta de cuantas mujeres habían estado bajo mis brazos, decidí que necesitaba algo más que “amigas de una noche” y empecé a tener citas, con las que no duraba más de 1 mes.
Y así pasó casi un año desde entonces. Mis padres decidieron hacer una fiesta por mis 20 años, llevé a mi novia de turno; sabía que Yunho estaría ahí, cuando llegué me vio entrar con… ni si quiera recuerdo cómo se llamaba, pero recuerdo la extraña mirada de Yunho, ¿enojo, curiosidad, molestia, sorpresa,… celos? No lo sabía, solo vi como dejaba de hablar con uno de nuestros primos y con su vaso de ponche en las manos se acercó a nosotros –Hola- dijo seductoramente, tragué saliva, mientras mi acompañante se sonrojaba y sonreía; Dios sabe lo guapo que se veía: jeans negros ajustados, una cadena delgada de metal colgando sobre sus caderas, zapatos de vestir, un blazer crema y una chalina muy bien acomodada sobre su cuello.
Apreté con fuerza la mano de novia y le devolví la sonrisa –Yunho, te presento a … - Yunho tomó su mano suelta y la besó, logrando que volviera a sonrojarse – Mucho gusto, como una chica tan bonita puede estar con alguien tan feo como el tonto de mi primo?- cómo siempre el haría lo que sea para enojarme – Yunho… - lo miré desaprobatoriamente y le di un golepcito en el hombro como pidiendo que se callara, logrando sacarle una risita maliciosa – no es cierto, Jaejoongie, es la persona más bonita del mundo- dijo mirándome otra vez, - me tengo que ir, dejé a Sungmo hablando solo, será mejor que vayan a presentarse con el resto- se inclinó un poco y luego soltó un simple –Feliz cumpleaños Hyung- y se fue sin más.
Horas después, luego de que solo quedaba la familia, pues mis amigos ya se habían ido y mi novia había tomado un taxi para dirigirse a su casa. Empezó la típica conversación familiar, los estudios, trabajo vida, recomendaciones, consejos de los tíos, etc. Mis primos menores corriendo de un lado a otro, me dolía la cabeza por los tragos tomados anteriormente; sentado en uno de los pufs de la sala principal, sin prestar atención a nada sentí un movimiento en mi hombro y un –Verdad Joongie?- de mi mamá, reaccioné y todos se dieron cuenta de mi cara de confusión- ha… si claro- solté sin saber exactamente qué era lo que habían dicho anteriormente; luego mi papá soltó un – vayan, Jaejoong hace los mejores masajes de la vida- sí, ya me habían ofrecido como masajista, y al parecer de mi pesadilla de los últimos años, Yunho – te ves cansado hijo, el trabajo te debe tener así, deja que Joongie te de unos buenos masajes- mi tía dijo sonriendo, y mi mamá le siguió – mi hijo hace maravillas con las manos- y ese comentario habría sido el más inocente del mundo si no hubiera visto la sonrisa maliciosa de Yunho, logrando que me sonrojará por demás – No es lindo cuando se sonroja por los cumplidos- dijo Yunho acariciando mi espalda y dejando un beso en mi cabeza, todos reían mientras asentían y yo no sabía dónde esconder la cabeza para evitar más comentarios. Yunho tomó mi muñeca y con un –bueno, voy por mi recompensa- me arrastró hasta mi habitación dejando detrás a nuestra familia que seguía con la celebración.
Hizo que entrara y yo solo quería salir huyendo de allí, cerró con seguro la puerta y se tiró en mi cama –huele a ti- dijo mientras estaba boca abajo, yo seguía de pie cerca a la puerta – Y bien- giro un poco su cabeza hacia mí- quiero el masaje que prometiste- reaccioné y algo molesto le respondí –no te prometí nada, me ofrecieron como tu masajista- vi sonreír a Yunho y volvió a quedar boca abajo – no importa, lo merezco- solté un bufido, me acomodé el cabello y me acerqué a la cama, tome sus hombros y comencé a masajearlos, Yunho soltaba gemiditos cada tanto y yo estaba empezando a sonrojarme –que rico Jaejoong, sigue- rodé los ojos y seguí, hasta que un movimiento de Yunho hizo que parara – ponme una de tus cremas corporales, la que usaste hoy, sé que las usas Jaejoong, no pongas esa cara de sorpresa- me acerqué al tocador avergonzado y por el espejo noté como Yunho se quitaba la camisa, dejando al descubierto su torso fuerte y trabajado en horas de gimnasio –¡hey!, deja de verme y ven acá que quiero probarte- abrí los ojos y un calor rápido subió hasta mi rostro – no seas mal pensado, quiero probar tus masajes, el trabajo me tiene muy estresado últimamente – miré con enojo a Yunho e indiferente le grité – no soy mal pensado, solo algo pasado de copas- fue lo mejor que pude decir.
Yunho sonrió y volvió a tumbarse en la cama – ¿Y cómo vas con esa novia tuya? – preguntó algo desganado, -bien, y esa novia mía tiene nombre- escuché un suspiro y luego –cierto, cuál era?- solté un bufido, no iba a caer en su juego, luego con acento extraño me dijo – ¿Y ya lo han hecho?, me detuve en los masajes y lo volví a mirar enojado – eso no te incumbe Yunho, respétame soy mayor a ti- Yunho soltó su habitual risita – solo por meses … eres tan lindo enojado- se volteó un poco para rozarme la mejilla y luego de volver a tumbarse en la cama empezó de nuevo a hablar- y bueno… lo hicieron o no? Quieres que te enseñe como se hace para que puedas hacerlo con ella?- retrocedí un poco chocando con el borde de mi cama, y Yunho se acercó a mí gateando sobre la cama y cuando llegó puso su cabeza sobre mi cuello -Jaejoong, hueles rico- luego fue a mi rostro y con sus ojos escudriñando cada parte de mi cara no había manera de que no notara que estaba demasiado avergonzado, se alejó y dijo –le podemos pedir algo de porno a Kyuhyung, ya sabes, él tiene ese tipo de material, es un morboso- empezó a reír y yo lo maldije por dentro, tenía que decirle algo para que se detengan de una maldita vez sus estúpidos juegos.
Sentado en el borde de la cama le dije -Yunho basta…- con la cabeza gacha lo más tranquilo que pude, mientras él se volvía a poner la camisa y buscaba algo entre mis cosas – no creas que no sé lo que haces- Yunho volteó a verme sorprendido – ¿De qué hablas Jaejoong? Solo estoy buscando tu 3DS- lo miré pero no pude sostener la mirada por mucho así que la aparté rápidamente –De esto, de tus juegos, Yunho- sentí a Yunho acercarse – ¡no te acerques! Me estresas- Yunho se detuvo pero segundos después siguió caminando hacia mí –¡Dije que no te acerques!- me levanté y fui al otro lado del dormitorio, como siempre Yunho no me hizo caso y me acorraló en la pared – ¿qué juegos Jaejoong? ¿De qué hablas? – su tono inocente se contradecía a lo que su cara y sus movimientos decían, su pierna entre las mías, presionando un poco mi entrepierna –hump- solté un gemido sin quererlo y me tapé la boca por instinto –saca tu pierna de ahí Yunho, a esto me refiero- muy acalorado mi cuerpo empezaba a responder, Yunho sonrió y la mano que no tenía apoyada en la pared tomo mi rostro haciendo que lo mirara, desvié la vista pero Yunho apretó más fuere mi rostro –¡basta!- y lo empujé lo más que pude, pero Yunho era más fuerte que yo y luego de un tambaleo regresó a su posición atrapando mis muñecas sobre mi cabeza con una mano -¿Qué crees que haces? Suéltame! – pero solo seguía ahí mirándome retorcer para lograr soltarme, apoyó su cabeza en el cuenco de mi cuello y lo escuché aspirar –hueles malditamente bien- sus labios tocaban mi cuello y lo recorría sin mayor problema- ¡Yunho basta! ¿Qué haces?- asustado saqué fuerzas, me solté de su agarré y me dirigí a la puerta – ¡esto acaba acá! – estaba respirando muy rápido- lo que sea que pase por tu mente cada vez que haces algo así, ¡solo detenlo!- Yunho seguía de espaldas a mí – solo no vuelvas a hacerlo, somos primos por Dios, PRIMOS!, no puedes ir por la vida haciendo esas cosas extrañas, ¡no es normal Yunho! – Estaba realmente agitado y Yunho no se dignaba a voltear, agradecía mentalmente la fuerte bulla en el primer piso – Yunho, vete de mi cuarto por favor- vi tensarse a Yunho y voltear con la cabeza gacha hacia mí, - lo siento, yo… no… no medí mis actos, discúlpame hyung, solo estaba bromeando- por alguna razón mi estómago se contrajo ante esta aclaración –esto no hacen los primos Yunho- me acerqué temerosamente, pero no podía ver a Yunho así, le di un abrazo –primos ¿sí? – Yunho asintió, él era un poco más alto que yo, ok, bastante más alto que yo, por lo que su cabeza chocaba con mi cuello en todo movimiento –no te preocupes- lo miré y vi como Yunho tenía unas pequeñas lagrimas a punto de salir de sus hermosos ojos -¿Qué pasó?- estaba preocupado Yunho no era alguien que llorara, era un hombre fuerte que siempre protegía a los demás – Yunho no estoy molesto no llores, solo … solo…- pero no pude terminar, Yunho, me tomó fuertemente del rostro y se agachó dándome un fuerte beso en los labios, mis ojos se abrieron en demasía, él trataba de darme un beso desesperado, desperté de mi letargo y empuje a Yunho –¡Maldita sea Yunho que mierda tienes!- Pero Yunho no respondió y me empujó contra la puerta agarró mis muñecas sobre mi cabeza otra vez y con su otra mano acariciaba mi vientre mientras me besaba, al inicio me resistí, pero mi cuerpo reaccionaba, abrí mi boca en un suspiro y Yunho aprovecho para introducir su lengua dentro, el beso fue desesperado, mucho más que el primero, pero esta vez le respondí, sentía que debía hacerlo, quería saber que era real. Nos separamos a tomar aire –Lo siento- me dijo soltó mis muñecas y se alejó, estaba a punto de voltearse pero en mi cabeza desordenada solo quería más.
Jalé a Yunho del hombro y me lancé a sus brazos, Yunho no reaccionó unos segundos pero sus labios empezaron a moverse de nuevo. Ambos tropezamos y caímos en la cama sonreímos un poco y chocamos nuestras narices. Yunho seguía repartiendo besos en todos lados de mi rostro y cuello–Te odio, ¿que estamos haciendo?- él solo seguía mordiendo aquí y allá –no lo sé- soltó en un gemido –pero me encanta, me encantas Jaejoong- yo no podía más con la excitación – Yunho no deberíamos estar haciendo esto- me aparté un poco, estaba encima de él, estaba punto de levantarme pero Yunho cambió de posiciones –no te irás, quiero más de ti Joongie ah~- y susurró en mi cuello –te necesito.
Con su mano medio levantó mi polo y empezó a dejar besos húmedos en todo mi abdomen, me estaba volviendo loco, mi miembro palpitaba debajo del pantalón y el pecho de Yunho, mis manos apretando las sabanas, clavándose en el cochón. Le escuché reír y luego un –De verdad te gusta por lo que SIENTO- yo rodé los ojos y me los tapé con el brazo – deja eso ya Yunho- pero no me hizo caso, y empezó a bajar aún más, hasta que llegó a la cremallera del pantalón sus dedos rozaron el frio metal del cierre sobre mi excitado miembro- No necesito ver lo que hay aquí debajo, sé lo duro que estás Jaejoong- su ronca voz salió como un susurro demasiado excitante – Yunho si no paras te odiaré- sentí sus labios sobre mi jean y solté un gemido – pero si tú me volviste a besar, yo ya me iba a rendir- me ruboricé aún más si era posible, es cierto, no sé en que estaría pensando en ese momento, pero yo lo volví a besar- para Yunho, esto no va a acabar nada bien- Sentía como Yunho dejaba besos húmedos en esa zona, y la verdad es que estaba a punto de estallar, una provocación más y me masturbaría en ese preciso momento para placer obvio de Yunho, pero un golpe en la puerta hizo que saliéramos de nuestra burbuja.
-HYUNG!, YA ES HORA DE IRNOS!- , Junsu, el hermano menor de Yunho tocaba la puerta, Yunho puso su cabeza sobre mi miembro y yo solté un gemido fuerte – YA VOY!- gritó, se levantó, yo todavía tratando de recuperar el ritmo de la respiración seguía tirado en la cama, con el rostro tapado por mi brazo, lo retiré y vi a Yunho parado ahí, inmóvil viéndome –me tengo que ir, fue un placer jugar contigo primito, ¿está bien que te deje así?- señaló hacia mi erección escondida en los pantalones. –largo Yunho- le lancé una almohada que tenía cerca, pero ni si quiera le llegó, él sonrió de costado –Tócate pensando en mí, yo lo haré pensando en ti- mis ojos se abrieron, mi respiración volvió a agitarse, lo vi acomodarse la ropa y el cabello – les diré que te quedaste dormido, solo arregla ese problema en tus pantalones, pero piensa en mí, solo en mi- yo seguía recostado en mi cama, no podía moverme, se acercó a darme un beso en la mejilla pero lo jalé para que fuera uno en la boca, una risa, un choque de nuestras narices y un –goloso- fue lo último que oí antes de que cerrara la puerta. –Te odio- me paré, cogí una toalla y me dirigí a la ducha a calmarme un poco.