Abrió sus ojos lentamente ¿cuánto había dormido? A juzgar por la cantidad de sueño y cansancio que aún sentía de seguro no fue mucho tiempo; enfoco su vista para tratar de reconocer el lugar en el que estaba y lo primero que noto fue un hermoso y marcado cuerpo que le daba la espalda dejándole detallar atentamente las líneas que poseía.
- Buenos días – Le dijo juguetón mientras se acercaba gateando peligrosamente por detrás para rodear el cuerpo ajeno en un abrazo y apoyar su mentón en el hombro de este.
- Buenos días – Respondió para después dedicarle al pelirosa una sonrisa de medio lado.
- ¿Te parece si desayunamos juntos? – Preguntó aunque poco le importaba la respuesta que le diese el mayor igual terminaría convenciéndolo de una u otra manera para que lo acompañara.
- No tengo de otra.
Kisumi soltó al pelinegro para después disponerse a buscar su ropa que estaba regada por toda la habitación por supuesto no sin antes darle una miradita al cuerpo desnudo de Sousuke y es que mientras más le miraba más atractivo le parecía, no supo en qué momento pero el más alto se encontraba delante suya mirándole de la misma manera que anoche.
- ¿Qué sucede Sou? ¿Te gusta lo que ves? – Le preguntó con una sonrisa picara al pelinegro quien solo se limito a desviar la mirada mientras dejaba salir un gruñido.
- Vístete de una vez – Regaño al menor con una expresión entre avergonzado y divertido, sí algo bastante extraño.
- Si, si como diga mi capitán – Contestó con una sonrisa en su rostro mientras empezaba a deslizar el bóxer azul rey por sus delgadas y femeninas piernas hasta acomodarlo en su lugar ante la atenta mirada de Sousuke – no puedo hacerlo si me estas mirando, me pones nervioso – Le dijo para después dejar salir una risita divertida al ver como este desviaba la mirada una vez más.
Luego de eso el más alto opto por salir a tomar algo de aire libre y también para pensarse un poco las cosas. No era que no recordara como habían llegado al hotel ni mucho menos que haya olvidado lo que sucedió entre ellos dos ¿Cómo debía llamarle? ¿Algo de una noche? ¿Había sido eso? ¿Despecho? No, bueno…no del todo pues si era cierto que ver a Rin con Haruka lo ponía de malas aunque tuviese que verlo todos los días, oh espera, eso explicaba diario mal humor y las ganas de no querer hacer nada.
¿Le había gustado? Claro que sí, ya sospechaba de la experiencia de Kisumi pero la noche anterior y parte de esta mañana lo había confirmado por completo era muy bueno en la cama, aunque nunca entendió como en su adolescencia había tenido tanta suerte con las mujeres siendo tan afeminado.
“Supongo que ahora eso es lo que buscan las mujeres” pensó para después sonreír.
Por más que lo intentara se le hacía difícil sacar la imagen del cuerpo del ojivioleta de su mente, su piel blanca tan suave como el algodón, las líneas en su abdomen, sus labios carnosos y esos ojos que lo miraban con lujuria indicándole que se lo devorara de un solo bocado le hacían la vida imposible en estos momentos a Yamazaki Sousuke.
- Listo~ - Escucho su melodiosa y algo aguda voz llamarle, volteo encontrándose con la mirada de Kisumi sobre la suya - ¿A dónde vamos a ir?
- No tengo ni la menor idea – Le contesto divertido pero sin cambiar su semblante de “me vale un demonio”.
- Moo~ Sou – Se acerco al más alto para después jalar sus mejillas como si fuese una anciana que acaba de ver a su nieto después de años – no pongas esa cara, van a salirte arrugas.
Al pelinegro se le asomo un tip en su ceja derecha ¿Cómo que arrugas?
- Kisumi – Le llamo mientras que un aura maligna empezaba a salir de él poniéndole la piel de gallina al recién nombrado, el ojiturquesa tenía las mejillas rojas dado a los jalones que le había dado el menor.
- So-sousuke ¿Qué hora es? – Preguntó tratando de cambiar el tema de conversación mientras que ambos empezaban a caminar con rumbo al auto del pelinegro.
El más alto miro su reloj con una notable molestia.
- Las diez de la mañana – Respondió aún caminando con el pelirosa a su lado lo suficientemente cerca como para que sus brazos rocen a cada paso que daban.
- ¿De verdad es tan tarde? – No se lo podía creer era bastante tarde, aunque considerando que probablemente se habían quedado dormidos a eso de las 4 de la mañana no lo era tanto.
- Si, parece que nos excedimos un poco.
Finalmente llegaron al auto, donde Sousuke presiono el botón de las llaves para hacer que saliese el seguro. Ambos entraron y luego de cerrar las puertas se colocaron el cinturón de seguridad, el pelinegro encendió el auto para empezar a manejar sin despegar su vista del camino.
- Oi…esto, sobre lo de anoche… - Trataba de sacar el tema directamente pero parecía como si las palabras se negaran a salir de sus labios.
- Fue solo una vez – Dijo Kisumi imitando la voz del ojiturquesa para después reír, en su risa podía notarse tristeza pues le dolía – no te preocupes, lo sé – Le dedico una sonrisa sincera al mayor quien se sintió aliviado y de alguna manera triste al escuchar las palabras del pelirosa.
Luego de eso un silencio incomodo invadió el ambiente. El clima era hermoso como para un día de picnic bajo la sombra de un árbol y un buen libro, pero dentro del auto del mayor se sentía una energía decadente.
Antes de que pudiesen cruzar el semáforo dio en rojo, era su oportunidad.
Rápidamente Kisumi soltó el cinturón de seguridad para tomar el rostro del más alto entre sus manos e implantarle un demandante beso en los labios, al principio el otro estaba sorprendido pero después de unos breves segundos correspondió gustoso el húmedo y excitante beso que le estaba dando el ojivioleta.
Deslizo una de sus manos del volante al pecho del menor, levantando con su mano la camisa mientras le acariciaba con suma experiencia tocándolo en los lugares que por muy simples que fuesen descontrolaban por completo al pelirosa.
Pronto hizo calor, mucho calor.
El más bajo iba a desabrochar el cinturón de seguridad de Sousuke pero un sonido chillón y repetitivo lo saco de sus pensamientos.
“Gracias a Dios, ya se me estaba yendo de las manos” pensó e inmediatamente se alejo del pelinegro dejándole con una mueca en el rostro al sentir como el cuerpo de Kisumi se alejaba del suyo y luego se sentó en su lugar.
- Si haces eso de nuevo te juro que voy a devorarte – Murmuro el ojiturquesa más para sí mismo que para su acompañante quien al escuchar esas palabras sonrío mientras en sus mejillas aparecía un color tan rosa como sus cabellos.
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Habían pasado 5 semanas y durante esas dos semanas ambos se encontraban clandestinamente en diferentes hoteles o en sus departamentos para tener sexo, sí, solo para eso simple sexo. Durante los primeros tres días Sousuke había tratado de olvidarse de ello y hacer como si nada hubiese pasado, pero a cada segundo sentía la necesidad de tener a Kisumi en sus brazos y hacerlo suyo una y otra vez, logro contenerse durante esos tres días pero luego de eso no pudo más y termino contactándose con el pelirosa para hacerlo de nuevo sólo una vez más.
Y a esa vez le siguió otra, y otra, y otra, y otra.
Pero el hecho de estárselo guardando se lo estaba comiendo vivo, si es cierto que los demás les habían visto bailar y coquetear aquella noche pero supusieron que fue solo de una vez y por eso habían dejado las cosas como estaban, sin hacer más preguntas.
Tenía que decírselo a alguien, a quien fuera. Pensó en contarle a Rin pero eso no sería objetivo ya que una de las razones por las cuales se había dejado llevar a los brazos de Kisumi fue por despecho aunque se empeñara en negarlo.
Así que solo podía contar con una persona, una persona transparente y sincera: Tachibana Makoto.
- Ooh~ entonces… ¡Espera, espera, espera! – Levanto la voz algo alterado pues a penas comprendía uno de los puntos importantes de la historia - ¿Estas enamorado de Rin? – Preguntó sin poder creerse lo que escuchaba el castaño.
El pelinegro asintió desviando la mirada para no encontrarse con los orbes verdes de Makoto.
- Vaya no me lo hubiera imaginado – Hizo una pausa y para luego continuar – entiendo lo que es estar enamorado de una persona que obviamente jamás va a corresponderte, o bueno lo entendí – Le dijo tratando de consolarle con algo de melancolía en su voz.
Para Makoto al igual que para Sousuke fue un golpe desgarrador enterarse de la relación amorosa entre Haruka y Rin aunque ya se lo imaginaban, se negaban a aceptar la realidad. El castaño estuvo varios días sumido en una depresión de la que en ese momento creyó que no saldría nunca, por supuesto Haruka estaba preocupado al igual que los demás.
Sin embargo la preocupación que demostró Rei por el más alto en esos momentos y la dedicación que puso para ayudarlo a salir de esa depresión termino por enamorarlo y por fortuna esta vez le correspondieron con los brazos abiertos.
Su celular sonó y reconoció el tono de inmediato, era Rei.
- Regreso en un momento – Le dedico una sonrisa al pelinegro y este asintió. El castaño se alejo unos pasos para después responder la llamada – ¿Sucede algo Rei-chan?
- M-makoto-senpai – El mayor hizo una mueca.
- ¿Senpai? – Pregunto recordándole a su novio que no le gustaba que lo llamase de esa manera.
- Ma…Ma…Makoto – Logro decir luego de tartamudear un poco.
- Mucho mejor – Sonrió complacido.
- ¿D-dónde estás? – Pregunto un poco preocupado – fui a buscarte al departamento y no había nadie.
- Rei-chan eres tan tierno – Dijo inconscientemente sonrojando completamente al menor – no te preocupes estoy tomándome un café con Sousuke.
¿Sousuke? ¿Desde cuándo SU Makoto le llamaba por su nombre a Yamazaki?
- A-ah, ya veo ¿Y qué hacen? – Pregunto con una clara molestia en su voz.
- ¿Estás celoso? Eso es tan lindo Rei-chan – De nuevo inconscientemente, Rei lograba desconcentrarlo por completo, pero al darse cuenta gracias a los gritos del menor que tenía razón aclaro las cosas inmediatamente – sólo estamos hablando, no te preocupes sabes que soy tuyo.
- Hm…está bien – Hizo una pausa como analizando lo que diría a continuación – ¿nos vemos más tarde en mi casa? – Preguntó completamente sonrojado.
- Claro. Rei, te amo – Dijo sonriente.
- Y-yo también te amo.
Luego de despedirse por 5ta vez de Rei fue a sentarse de nuevo quedando frente al pelinegro quien parecía ansioso, inevitablemente el ojiverde sonrió pues le parecía estar viendo a alguien que esta apunto de ahogarse en un vaso de agua.
- Entonces ¿aun sigues viéndolo? ¿Ese es el problema? – Preguntó curioso colocando sus codos en la mesa para apoyar su mentón en ambas manos.
- Eso forma parte del problema, pero la raíz del problema es que no me lo saco de la cabeza a pesar de lo mucho que lo intento – Trato de sonar calmado aunque una que otras veces sentía un nudo en la garganta pues en su mente estaba como expuesto.
- Ya veo – Se quedo pensativo unos segundos para después mirar a los ojos a Sousuke y dedicarle una sonrisa – ¿no considerarías estar enamorado? O… ¿sólo fue de una vez?
El de ojos turquesa se quedo estoico pensando en esa pregunta ¿qué era en realidad lo que sentía? ¿Lo quería para algo más que no fuese solo satisfacción carnal?
Cerró sus ojos confundido.
No podía entenderlo, no se entendía ni el mismo.