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Por miedo a perderte por konhan

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Notas del capitulo:

Wahhh cuanto tiempo... ¡siento la espera! ¡de verdad!

Gracias a todas las personas que leyeron los anteriores capítulos y que además están aquí para leer este último.
Gracias también a todas esas personas que me regalan un poquito de su tiempo y me escriben un review.

Este capitulo es un poco distinto... much@s echareis de menos a alguien pero es que nuestro querido dúo no puede pasar las 24h del día juntos... ¡y la historia tiene que avanzar!
¡Pese a eso espero que les guste!... si no es el caso pues me deprimo mientras todos acumuláis aún mas odio del que ya me tenéis por la espera...

¡Y como ya mucho habéis tenido que esperar sin mas preámbulos os dejo leer tranquil@s!

Despertó sintiendo un leve y agradable calor en su mejilla, una ligera luz se colaba por sus parpados pese a tener los ojos cerrados. Recuperaba poco a poco sus sentidos, al respirar reconoció un olor, el de Shizu-chan; agarró con fuerza y ternura las sabanas que le rodeaban recordando donde se encontraba y lo ocurrido la noche anterior, se giró abriendo ligeramente los ojos esperando encontrar al rubio, pero estaba solo en la cama.

-Tss...-dejó escapar decepcionado estirando el cuerpo y mirando el techo esperando a desvelarse un poco mas. Cuando lo consiguió se levantó de la cama y se acercó a la ventana que le había dedicado aquel rayo de sol en la mejilla esa misma mañana. Al llegar a ella subió mas la persiana, abrió el cristal y apoyó sus brazos en el marco observando algunas personas pasar por la calle, unos corriendo, otros caminando, unos con traje, otros en chándal... Los humanos le apasionaban, podía pasarse horas y horas observándoles, pero tras un par de minutos devolvió su mirada a la habitación.

Se apartó de la ventana y se acercó a la puerta, al atravesarla miró a su alrededor y no vio nada, también estaba todo en silencio y llegó a la conclusión de que estaba solo en la casa.
-¿Shizu-chan?- preguntó como ultima oportunidad antes de dar por válida su idea, y tal y como esperaba no obtuvo respuesta.
Fue abriendo puertas hasta encontrar el baño, era momento de darse una buena ducha. Antes buscó una toalla con la que pudiese secarse al salir. Una vez ya dentro puso el agua y comenzó a sentir como esta recorría su cuerpo, aun se sentía algo dolorido, pero podía caminar sin problema.

Paró el agua y comenzó a enjabonarse el pelo con el champú de Shizuo, tampoco tenía otro. Mientras lo hacía recordaba como la situación ayer había avanzado sin demasiado sentido "Supongo que todo lo relacionado con esa bestia carece bastante de lógica" sonrió al pensar eso, entonces abrió el agua otra vez y se aclaró el pelo "me pregunto como reaccionará Shizu-chan cuando volvamos a vernos" seguidamente cogió el gel y empezó a enjabonar su cuerpo mojado "¿intentará negar todo lo ocurrido?"
-umhh...- dejó escapar dudando de ello "no creo que a estas alturas le importe demasiado lo que piense la gente de él, pero tampoco es algo que se molestará en mostrar". Recordó poco después que la noche anterior había recibido una llamada a la que aun no había dado respuesta así que se dio prisa por acabar su ducha y salir.

Una vez fuera peinó con la mano su oscuro flequillo mojado hacia atrás para poder ver con facilidad donde se encontraba la toalla, se acercó a ella y se secó. En acabar fue en busca de su ropa, recordó entonces que no tenía camiseta alguna que ponerse pues había sufrido el poder de su amante aquella última noche.

Abrió el armario sin muchas esperanzas de encontrar algo que pudiese utilizar, sorprendido contempló que prácticamente toda la ropa lucía idéntica "¿esto es una broma? ¡Solo tiene esa maldita ropa de barman!" comenzó a reír descontroladamente "realmente todo lo relacionado con él pierde el sentido común" esa era una de las cosas que mas le gustaba de Shizuo, no había duda de ello, era un ser único sobre la tierra, no solo por su fuerza... sino por todo lo que representaba.

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Izaya Orihara, el informante, posiblemente una de las personas mas calculadoras jamás conocida por la humanidad, sabe mantener la mente fría ante prácticamente cualquier situación y se rige por la lógica en todo momento, aunque... lo que mas le domina no es esta, sino la búsqueda de diversión, pues, razonando cualquiera llegaría a la conclusión de que hacer enfurecer a Heiwajima Shizuo es definitivamente una muy mala idea ; sin embargo sus peleas son bien conocidas por todos esos pobres y queridos humanos que habitan el "pacífico" barrio de Ikebukuro. Partiendo de aquí...¿porque entonces las cosas son así? resulta sencillo, es un juego... bueno, quizá es mas correcto decir: "era un juego".

Su oficio de por si ya representaba un juego para él, contemplar cada una de las personas que habitaban aquella zona y ser capaz de "desnudarlas" completamente solo con un poco de investigación (descubrir sus vidas, sus formas de ser...), era un buen juego ¿Como comprobar si había ganado? solo tenía que acercarse a ellas o enviar a alguien, obligarles a actuar como él había calculado que lo harían ante la situaciones que él mismo les había preparado.

Cuando estas acostumbrado a ganar dejas de sentir satisfacción al hacerlo, se vuelve monótono, un intento es igual a un acierto... esta bien ganar, pero cuando ese es el caso fallar supone el inicio del verdadero juego. Sí, Shizuo fue un fallo, se convirtió en un reto. Y eso fue porque, toda la lógica que él usaba resultaba inútil ante un ser que no se regía por ella. Evidentemente lo último en lo que pensó fue en la palabra rendición.

Cuanto mas averiguaba de él mas atraído se sentía, quería jugar, comprobar los patrones de alguien que tenía un comportamiento mas parecido al de una bestia que al de un humano, eso le resultaba una bocanada de aire fresco dentro de su día a día así que pronto se convirtió en su juguete preferido.

Tenía que idear de forma lógica un plan que solo funcionase ante comportamientos ilógicos... pero cuando algo no se basa en lo sensato toda respuesta absurda es válida, lo que genera una gran variedad de respuestas que curiosamente, son en muchas ocasiones inimaginables mediante el razonamiento.

Así comenzó todo, el enorme interés de Izaya por ver cada una de las alocadas reacciones generadas por el rubio ante una situación de peligro.Pero... todo a la larga se vuelve monótono ¿no es así? su juguete preferido no era la excepción, cuando ya había estudiado bien sus patrones ante cada una de las posibles situaciones las posibilidades de acertar como actuaría de ahora en adelante pasase lo que pasase eran altas. Pese a eso seguía jugando con él por aquellas pocas veces en que se veía sorprendido por un inesperado fallo.

Aun así... ¿era suficiente como para que el juego se hubiese alargado tanto tiempo? posiblemente la respuesta era no. Eso no hubiese sido suficiente a largo plazo, pero Izaya se vio incitado a seguir pues en mas de una ocasión se vio confundido, Shizuo supuestamente era solo una bestia ante sus ojos y también ante su mente, pues siempre para ganar tenía que pensar en él de esa forma... y realmente funcionaba, no podía ser negado, actuaba como tal cuando se enfurecía, cuando entraba en una situación de peligro, pero cuando estaba calmado parecía tan humano que le resultaba extraño verle en esa posición, lo que le tentaba a despertar la bestia en él.

El tiempo pasaba y sus peleas no cesaban pero algo había cambiado con el tiempo. Se había percatado de que sus ataques a pesar de no haberse detenido ya no parecían tener la intención de acabar con su vida. Izaya dudó...¿Era más humano de lo que él creía? ¿Había aprendido a contenerse?Ambos se habían convertido en un medio de escape en la rutina del otro... se habían convertido sin querer en piezas importantes de la vida de su enemigo.

Pese a que ellos eran conscientes de la situación, al menos por sus respectivas partes, ninguno de los dos había dado un paso adelante para intentar acercarse mas al otro hasta lo ocurrido recientemente, quizá era porque creían que era mejor mantener su relación de ese modo ya que era lo que les había hecho necesarios entre ellos.

No encontraban la forma de acercarse, pero tampoco de separarse...


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Cerró el armario, se vistió con su ropa interior y los pantalones que tenía y posteriormente se colocó la chaqueta directamente sobre si mismo. Buscó entonces su teléfono en los bolsillos y lo cogió para contactar con aquel que le había llamado la noche anterior.

-Moshi moshi ¿Izaya-san?
-Sí
-¡Oh! ¡así que está bien!- contestó casi al instante
-¿Por que no iba a estarlo?
-Bueno... ayer corrió el rumor de que había un grupo intentando acabar con su vida, dicen que Heiwajima Shizuo se vio implicado de alguna manera con ellos así que tenga cuidado.
Izaya se mantuvo en silencio. "Así que lo de la bomba era cierto... "en realidad no le sorprendía, era alguien odiado por muchos, era normal que alguna que otra vez alguien intentara acabar con su vida...
-¿Orihara-san? ¿sigue ahí?
-Sí, sigo aquí, si averiguas algo mas al respecto no dudes en informarme, te lo pagaré bien
-Dalo por hecho
Tras colgar llamó a Namie con tal de anunciarle que tendría vacaciones por una temporada (ya que no era buena idea que se acercara al apartamento hasta que no se resolviese el asunto de la bomba), ella ni siquiera le pidió una explicación por algo tan repentino, era feliz con el simple hecho de tener unos días libres para acosar a su hermano.

Colgó una vez mas y guardó el móvil.Comenzó a caminar hacia la puerta y se recolocó la chaqueta cogiéndola por los hombros un instante,después devolvió una mano al bolsillo mientras que con la otra se despeinó el flequillo que aún llevaba hacia atrás de cuando había salido de la ducha.A la mitad del pasillo alguien le llamó, no tenía el numero de esa persona guardado en la lista pero le resultaba familiar así que lo cogió.


-Moshi moshi
-¡Iza-nii!
-¿Mairu?- Izaya se sorprendió desagradablemente, habían conseguido otro de sus números...
-¡Iza-nii esta muy mal no coger el teléfono a tus pobres hermanas! ¡Tuvimos que esforzarnos mucho para conseguir otro número tuyo!
-Vamos... simplemente no traía el otro móvil conmigo- era cierto, pero eso no quitaba el hecho de que en caso de haberlo llevado muy posiblemente tampoco hubiese cogido la llamada, cosa que suele hacer cuando se trata de ellas.
-Me resulta difícil creerte, pero eso ya no importa, Kururi y yo vamos a visitarte a tu apartamento de Shinjuku, estamos de camino a la estación de Ikebukuro, nos vemos en una media hora ¡y no escapes!
-¡Mairu espera! ¡no podéis ir a mi apartamento!
-¡Deja ya de buscarte excusas! nunca tienes un momento para nosotras baka-nii
-¡No es eso! escucha... no vayáis, es peligroso.Ademas yo no esto...-sus palabras se vieron interrumpidas repentinamente por su hermana.
-¿Además de no coger el teléfono intentas engañarme? ¡Realmente no tienes corazón! Pese a eso tus hermanitas te queremos mucho y vamos a ir a verte de todos modos ¡no creas que te vas a librar!


Y justo después de esas palabras la menor de los Orihara colgó el teléfono. Izaya intentó llamarla nuevamente con tal de convencer a sus hermanas de no ir al apartamento, pero no contestaron a su llamada... entró a la sala de chat de los Dollars con la esperanza de ver a alguna de ellas conectada... pero no fue así.Guardó entonces el teléfono en el bolsillo de su chaqueta y mientras cerraba su cremallera corrió hacia la puerta de salida.Al acelerar el paso sintió un fuerte dolor "maldita bestia..." pese a eso no se detuvo hasta llegar a ella; una vez allí giró el mango con tal de abrirla pero no pudo, la llave estaba echada y entonces vio que había una nota pegada con un pequeño trozo de celo donde ponía:


"Dichosa pulga molesta quédate en casa y hazle un favor al mundo no mostrándote ante él al menos este día. Volveré.
PD: ¡ni se te ocurra intentar ir a tu apartamento!
-Shizuo"


Miró la nota con desprecio, nunca le habría hecho caso, y mucho menos lo haría en esa situación. De todos modos no pudo dejar de maldecir al rubio por obligarlo a saltar por una ventana en el estado físico en que se encontraba por su culpa (aunque él mismo era en parte responsable de ello). Avanzó a paso rápido dentro de sus posibilidades en dirección a la estación, estaba tan metido en la situación que lo único que era capaz de distraerle era el dolor, que en algunos momentos se hacía mas intenso, pero no por ello se detuvo. Ignoraba la gente, sus conversaciones... era un hecho raro tratándose de él... pero a la vez fácil de comprender...
Quizá no era ni de lejos el hermano ideal, quizá no mostraba demasiado interés por sus hermanas... pero no podía quedarse sin hacer nada sabiendo que estaban expuestas al peligro por su propia culpa. Si no fuese tan odiado nadie habría colocado una bomba en su casa, o por lo menos, nadie lo habría pretendido; si no evitara tanto el contacto con todo aquel que es o intenta ser cercano a él sus hermanas le hubiesen creído al decir que era peligroso... Y definitivamente todo eso eran cosas que se buscó él mismo, no se arrepentía de ello, él era así y tenía sus motivos para serlo...
Tampoco cabe duda de que las gemelas debían tramar algo, pues no era un hecho muy común que ellas se acercaran o preocuparan por su hermano...pero eso no tenía demasiada importancia en ese momento.

Seguía su camino, con un poco de suerte el tren aún no habría salido, se acercaba cada vez mas a la estación, ya solo le quedaba cruzar una calle cuando de pronto sintió impactar algo contra su cabeza, no era algo duro, pero la fuerza con la que había sido lanzado le hizo caer al suelo irremediablemente.
-¡¡IZAYAAAAA!!
El grito retumbó en toda la zona, incluidos los oídos del informante.
"No puede ser... he sido demasiado descuidado..."

Notas finales:

Gracias por leer, espero que la espera valiese la pena.
Si quieren saben que pueden dejarme un comentario y lo leeré con mucho gusto.
¡Gracias una vez mas y nos vemos en el siguiente capítulo! (si es que aún tenéis fe en mí T.T xD)


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