Despertó antes que la pulga, realmente debía estar cansada, parecía tener un plácido sueño. Se quedó observándola un rato, intuyendo su figura gracias a una ligera luz matinal que se colaba por la ventana... realmente le parecía una frágil y hermosa muñeca de porcelana. Después de que esos pensamientos recorriesen su mente acercó sus dedos al hombro descubierto del pelinegro para rozarlo, sentía unas inmensas ganas de acariciarlo, de sentirle como lo había hecho la noche anterior...
-Shizu...chan...-Dijo el dormido con voz calmada y tierna.El rubio al escuchar su propio nombre siendo pronunciado de tal forma por aquella persona decidió que era mejor idea dejarle seguir con sus sueños. Se levantó de la cama con una media sonrisa por lo que acababa de ocurrir, cogió algo de ropa y salió fuera de la habitación a vestirse para no hacer mas ruido.
Se dirigió a la cocina, donde cogió una botellita de leche que bebió en un instante. Posteriormente salió hacia la puerta de la calle. Se detuvo en el mueble del recibidor, cogió sus gafas, que metió en un bolsillo de su chaleco, y su móvil, cartera y llaves, que guardó en el pantalón; a continuación agarró un bolígrafo y un papel para escribir una nota al invitado con tal de mantenerle en el edificio:
"Izaya-kun, quédate en casa hasta que vuelva, no es seguro que salgas teniendo en cuenta la situación. Espérame: -Shizuo"
En acabarla la leyó y mostró una cara de desaprobación.¿Realmente acababa de escribir algo como eso? Levantó la nota sujetándola por un borde perpendicularmente sobre un cenicero, en ese mismo instante cogió su mechero y la encendió por una de las puntas inferiores, observando como se consumía pensó "Tengo que quitarme ESA imagen de él de la cabeza...".
Cuando sintió el calor de las llamas cerca de la yema de sus dedos soltó la nota, que se consumió completamente antes de llegar a tocar el cenicero. Se dispuso a escribir una nueva, que tampoco le convenció.
-Tss...-
Repitió esa acción varias veces y fue quemandolas una tras otra hasta que se sintió tan irritado que consiguió escribir una de su agrado:
"Dichosa pulga molesta quédate en casa y hazle un favor al mundo no mostrándote ante él al menos este día. Volveré.
PD: ¡ni se te ocurra intentar ir a tu apartamento!
-Shizuo"
Sí, finalmente la tenía, cogió un trozo de celo y la pegó a la puerta. Seguidamente salió al exterior. Cerró con llave desde fuera para que el pelinegro se mantuviese dentro, realmente creía que eso bastaría para retenerlo de alguna u otra forma.
Guardó nuevamente sus llaves mientras comenzaba a andar.Sacó sus gafas y se las puso. Seguidamente se encendió un cigarrillo para intentar aliviar de esa forma su estrés por el esfuerzo de escribir una nota que no le resultase vergonzosa... o peligrosa, teniendo en cuenta que quien la leería era una de las personas más manipuladoras que jamás haya pisado la tierra; y es que pese a que aceptaba que el chico se había convertido en alguien importante para él, no solo por los eventos de esa última noche, no dejaba de ser alguien peligroso... quizá era mejor esconder sus sentimientos por ahora.
Realmente le resultó difícil escribir sin que se notara de forma evidente que sentía algo... ni se atrevía a pensar en la palabra "AMOR". Tenía algunas cosas claras... como: que no quería perderle, que pese a que se dejó llevar por el momento, cosa muy típica en él, realmente no se arrepentía de lo ocurrido; es mas, no podía quitarse la imagen de esos ojos rojos mirándole lascivamente, de ese cuerpo frágil que reaccionaba a cada toque, podía incluso recordar las uñas de Izaya clavándose en su espalda y sus ardientes besos; pero...además... podía recordarle pronunciando su nombre de una forma en que nunca nadie lo había hecho antes...
Pese a eso intentaba negar AQUELLA palabra con pensamientos como: "no deja de ser una pulga molesta y egoísta que antepone su diversión por encima de todo..."
¿Estaba Shizuo engañándose a si mismo con esos pensamientos porque no quería aceptar sus verdaderos sentimientos por Izaya? ¿O era consciente de ellos y los aceptaba pero se obligaba a esconderlos temiendo que no fuesen verdaderamente correspondidos y el chico hiciese uso de ellos buscando solo sus propios intereses?
Shizuo estaba seguro, existe una gran diferencia entre tener una gran fuerza y ser fuerte, quizá podía levantar un camión o lanzar motos, pero se consideraba débil... no podía contener su ira con la facilidad con que los otros lo hacían... sentía que no había un lugar para él en este mundo, su frágil serenidad era la causa; todos le temía, solo algunos pocos tenían el valor de aproximarse a él y conocerle realmente... Y no necesitaba mucho mas que eso, pero todo el mundo que se le acercaba solía acabar envuelto en el mismo ambiente problemático que él, peleas, peleas, y mas peleas.
Pese a que odiaba la violencia todo el mundo le conocía por sus impresionantes habilidades y siempre algún que otro grupo de cabezas huecas buscaban combates contra él o sus personas cercanas. El miedo a herir a aquellos importantes para él ya fuese con sus propias manos en un ataque de furia o por un grupo de desgraciados (pese a que si se daba el segundo caso él era el primero en acudir en su defensa), causó que nunca fuese capaz de sentirse completamente abierto a establecer relaciones humanas o lazos realmente consistentes con quienes le rodeaban; siempre intentaba mantener una cierta distancia. Aunque no lo parezca Izaya pudo convertirse en alguien cercano a él precisamente por esto.
Shizuo realmente odió a Izaya desde el mismo momento en que le conoció. Siempre le metía en problemas, y realmente graves en algunas ocasiones; pero también tenía algo que agradecerle, fueron tantas veces las que el informante le obligó a sacar su ira que muy poco a poco aprendió a contenerla un poco mas, aún no la controla por completo ni mucho menos, pero sí que había mejorado; él le había hecho mas fuerte. Cuando se dio cuenta de eso dejó de sentir ganas de acabar con su existencia; quizá si le mantenía vivo algún día conseguiría dominarse por completo.
¿Podría haberle ayudado cualquiera a mejorar? Realmente el rubio dudaba de ello, Izaya era de las únicas personas que salían lo suficientemente bien de un problema o un encuentro contra él como para poder iniciar otro poco después... era de los pocos que podían luchar contra el poder de su ira desenfrenada.
Muchos creen que la inteligencia de Shizuo es inversamente proporcional a su gran fuerza , y es cierto que no es alguien que destaque por su intelecto; pero existe una gran diferencia entre ser idiota y ser impulsivo. Shizuo cuando estaba relajado solía pensar acerca de su situación y de lo que le rodeaba, no dejaba de ser un ser racional; pero todo eso se esfumaba en el momento en que la adrenalina llenaba su cuerpo y actuaba meramente movido por ella. Sí que había aprendido a aceptarse tal y como era y a ignorar lo que los desconocidos pensasen de él... pero siempre había querido ser fuerte, lo suficiente como para poder llevar una vida normal; así fue como depositó sus esperanzas en aquella endemoniada persona de cabello negro.
Cuando Shizuo llegó a su destino, ya habiendo acabado su cigarrillo, allí se encontraban también Tom y Vorona que le esperaban para empezar con el trabajo de ese mismo día.
-Hola
-Hola ¿vamos?
-Te sigo
Fueron avanzando en silencio, Tom y Shizuo iban mas adelante, seguidos de Vorona, que no había dicho nada pero que sin embargo no apartaba la mirada de Shizuo.
-Esto... Tom, quería preguntarte algo- anunció Shizuo rompiendo el silencio mientras se rascaba el cuello buscando las palabras adecuadas.
-Te escucho
-Me preguntaba si sabías algo acerca del último tipo que me encargaron ayer
-Umh...ayer fue un día largo... a ver, déjame pensar...- Tom colocó una mano en su barbilla y frunció ligeramente el ceño ,como si eso pudiese ayudarle a recordar, mientras Shizuo bajaba el brazo colocando su mano en el bolsillo del pantalón.-Si no recuerdo mal ese tipo solía tener una vida estable hasta hace poco... no estoy seguro de los motivos que causaron problemas en su economía pero creo recordar que tenía algo que ver con una ruptura familiar...-volvió a su posición natural- Siento no poder ayudarte mucho mas.
-Tranquilo, está bien.
Vorona no dejó de prestar atención a la conversación ni un instante, pero siguió en silencio.
-¿Pasó algo en especial con ese tipo?
-Es complicado... parecía estar metido en algo grave.
-Ya veo
Se hizo presente el silencio nuevamente durante unos minutos.
-Tiene que ser por aquí - dijo Tom deteniéndose en una esquina mirando la placa con el nombre de la calle.Entonces observó a su alrededor y avanzó por una calle algo oscura. Los dos rubios le siguieron. Al pasar por una bifurcación pudieron escuchar a unos tipos hablar.
-...¿ya está colocada?
Esas palabras no dejaron a Shizuo indiferente, no era posible que casualmente hablasen de la bomba... ¿pero y si era así? Entonces agarró a Tom por el brazo y se colocó un dedo sobre los labios en señal de que guardara silencio, Vorona se detuvo de igual manera al ver la situación. Quería asegurarse de ello antes de seguir su camino.
-Sí, al final todo se pudo preparar antes de lo previsto pese al problema de ayer por la noche.
-Ese idiota... ¿como puede ser tan despistado como para dejarse pillar de aquella forma?Pero bueno, aún tuvimos suerte de que quien le encontrase fuese la bestia y no uno de sus subordinados.
- Jajaja, seguro que ese estúpido no debió entender ni de lo que hablaban jajajaja, mucho musculo y poca cabeza jajajaja.
-jajajajaja, sí.
Shizuo soltó el brazo de Tom y avanzó en dirección a las voces, estaba furioso, guardó nuevamente sus gafas en el bolsillo interior del chaleco. Tom suspiró y dijo en voz baja:
-Vayamos tirando Vorona
La chica asintió con la cabeza mientras seguía calle adelante con Tom. Shizuo a su vez hizo crujir sus nudillos mientras se acercaba a sus victimas
-¿Has oído eso?¿Era un trueno?
-No, no lo creo, dijeron que hoy el día estaría despejado...
Entonces vieron aparecer una figura fácilmente reconocible
-Mierda...
Ambos se pusieron a correr, cosa que no les resultó de mucha utilidad puesto que el rubio les persiguió hasta encontrar un cubo de basura que pudo arrojarles haciéndoles caer al suelo.
-Hola chicos, parecíais divertiros ¿que era eso tan gracioso de lo que hablabais hace un momento?- Dijo acercándoseles con una media sonrisa en la cara y una vena hinchada en su frente.
Uno de los dos hombres se puso en pie y guiado por el miedo intentó atacar a Shizuo con una navaja, a lo que el rubio respondió con un puñetazo directo en la cara; tras recibirlo cayó inconsciente sin ni siquiera haber llegado a rozar la ropa de su adversario.
El segundo gritó al ver la escena y intentó salir corriendo nuevamente, pero debido a la poca distancia que les separaba Shizuo lo atrapó rápidamente. Sujetándole del pelo lo lanzó hacia atrás, al suelo, nada mas caer comenzó a gatear alejándose ligeramente sin apartar la mirada del furioso rostro del cobrador de deudas que se colocó frente a él y lo levantó cogiéndole por la camiseta. Cuando lo puso a su altura le dijo -crees que no uso mi cabeza ¿no?- el chico temblando se vio incapaz de contestar-Te demostraré que te equivocas- y entonces le dio un cabezazo tal que quedó tan ausente como su compañero.
Soltó la ropa del herido dejándolo caer al suelo bruscamente, pese a que no podían escucharle Shizuo siguió hablando -Tsss... seguiría, pero no vale la pena perder ni mas tiempo ni mas energía con vosotros...- Se colocó nuevamente las gafas, guardó sus manos en los bolsillos y comenzando a caminar en dirección donde se había separado de Vorona y Tom hizo una última aportación -...desgraciados.-
Al llegar nuevamente a la bifurcación y ver que no había nadie se encendió un cigarro, esperaría hasta acabarlo y si aún no habían regresado les llamaría. Poco después apareció Vorona.
-Siento haberme dejado llevar ¿Ha ido todo bien?
-Afirmativo, todo ha avanzado sin inconveniente alguno...y Tom dijo que no había problema, supuso que debía tratarse de algo importante ya que anteriormente sacaste el tema del último moroso con el que trataste ayer.
-¡Oh!...bueno... ¿donde está Tom?
-Se ha marchado, dijo que ya que ayer había sido un día duro hoy había poco trabajo, que si no se nos comunicaba lo contrario posteriormente podíamos tomarnos el resto del día como libre.
-Mmh, está bien- dio una calada mas al cigarrillo y seguidamente sacó su teléfono del bolsillo- le llamaré para disculparme de todos modos.
Vorona se quedó quieta observando
-¿Moshi moshi?
-¿Tom? Soy Shizuo
-¡Oh! ¿te has encontrado con Vorona?
-Sí, acabo de encontrarme con ella
-¿Entonces ya sabes que por hoy eres libre? Bueno, siempre y cuando no surja un trabajo de última hora
-Sí, sí, lo se, quería disculparme, me dejé llevar por el momento.
-Tranquilo, ya estoy acostumbrado jajaja ¡hace mucho que nos conocemos! Supongo que tenías tus motivos, al fin y al cabo odias la violencia...
-Sí...
-Bueno, disfruta del día y no te preocupes por eso, adiós
-Adiós
Colgó la llamada y cruzó su mirada con la de la rubia que no se había movido ni un centímetro en todo el rato
-Bueno, entonces me marcho- Comenzó a caminar hacia la salida de aquella calle.
-Solicito permiso para acompañarle
-Haz lo que quieras, tengo que pasarme por algunas tiendas
Pasaron la mayoría del tiempo en silencio
-¿Quienes eran? ¿les conocías?- preguntó haciendo referencia a los apalizados.
-No personalmente- entonces entró en una tienda de ropa, y sin pararse mucho a mirar cogió cinco camisetas negras de manga larga con cuello de pico, seguidamente fue a buscar un par de pantalones del mismo color.
-¿No es pequeño para ti?- preguntó curiosa la chica de ojos lilas
-En ningún momento dije que fueran para mí
Esa respuesta inquietó aún mas a la chica, pero guardó silencio nuevamente. El chico mientras se dirigió a la caja a pagar "Espero que le vaya bien..."
-Disculpe, son para regalar, si la talla no fuese la buena...
-Si conserva el tique no hay problema, podemos cambiarlo
-Perfecto gracias
-A usted por su compra
Al salir por la puerta Shizuo dio apenas dos pasos antes de seguir caminando, entonces hizo un nudo en la bolsa mientras parecía coger aire por la nariz con mas intensidad de lo habitual.
-¿Sucede algo?
-Un presentimiento
-¿Presentimiento?
-Por la derecha...
-¿Derecha?
Comenzó a avanzar nuevamente mientras su mirada se dirigía exclusivamente a la calle de enfrente, mirando hacia la derecha. Ella dirigió una última mirada al rubio y pudo ver como de golpe pasó de sujetar la bolsa normalmente a cogerla con fuerza, parecía estar preparándose para algo... entonces buscó con sus ojos que era lo que este quería ver a su derecha y lo encontró, había un chico, todo él era muy oscuro, no solo por su cabello y su ropa, también el aura que parecía envolverle. En el mismo momento en que el desconocido corriendo quedó separado de la multitud ocurrió; pudo ver como la bolsa con la ropa que acababa de comprar su compañero era arrojada con fuerza contra aquel chico.
-¡¡IZAYAAAAA!!
El grito retumbó en toda la zona, incluidos los oídos de Vorona. El rubio dio en el blanco y se pudo ver con facilidad como este caía desplomado contra la acera tras el impacto.
-¡Tú! ¡maldito! ¡¿A caso no sabes leer?!-Siguió avanzando hacia el informante acompañado de cerca por la rusa
-¡No tengo tiempo para discutir! ¡idiota!- dijo el pelinegro reincorporándose mientras miraba extrañado el objeto que le había sido arrojado
-Ahí tienes tu ropa, si tenías planeado ir a buscarla a tu apartamento ya no hace falta
-¡¿De que estas hablando?! No se trata de eso
-¿A caso no te dirigías a la estación? - dijo señalándola-¿Sigues sin creerme? además has intentado cambiar tu olor para que no me diese cuenta ¿verdad pulga molesta? ¡Por un momento casi me engañas!
-¿De que estas...? ¡Oh! te refieres a que usé tu gel... simplemente quería ducharme... y sí, me dirigía a la estación.Si me disculpas...- dijo intentando comenzar una nueva carrera aunque el dolor le impedía correr bien. El rubio le agarró del brazo evitando que avanzara
-¿A caso crees que voy a dejarte ir?
-No es algo que vayas a poder impedirme- dijo haciendo fuerza inútilmente para liberarse
-¿Podrías pensar por un momento? ¿No se supone que se te da tan bien? Deja ya de hacer estupideces
-¡El único estúpido aquí eres tú Shizu-chan! Mis hermanas van de camino a mi apartamento, tengo que detenerlas antes de que sea tarde ¡Así que suéltame! ¡Juro que como no llegue a salvarlas por tu culpa no te lo perdonaré!
Los ojos del rubio se abrieron ligeramente al escuchar eso, además le sorprendió ver al pelinegro alterado, era algo realmente raro.
-Vorona- dijo soltando el brazo de Izaya- encárgate de él, vigílale- De pronto Shizuo comenzó a correr lo mas rápido que pudo, pero no fue a la estación, decidió no perder tiempo, era muy posible que ellas ya huviesen tomado el tren y aunque no fuese así se arriesgaría, tenía que llegar fuese como fuese antes que ellas al apartamento de Shinjuku de Izaya y pretendía hacerlo corriendo.
-No me digas que...- le parecía tan absurdo que prácticamente no podía creerlo ¿de verdad pretendía ir hasta su apartamento corriendo? -tss- cogió la bolsa del suelo y siguió su camino a la estación, tenía aún esperanza en encontrarlas justo antes de subir al tren pese a que la hora de salida ya debía haber pasado, pero entonces se abalanzó sobre él la chica tirándolo nuevamente al suelo e impidiendo que se moviera-¿Pero que...?
-Son ordenes de un superior
-¡Oh...! dime que bromeas ¿realmente vas a hacerle caso? ¿no has escuchado lo que acabo de decir? ¡Tengo que encontrar a mis hermanas!
-Déjeselo a él
-Solo un estúpido como él es capaz de creer que llegará corriendo antes que ellas ¿ a caso tu también eres una estúpida?
-Negativo, pero esta situación me conviene... tengo algunas dudas que resolver acerca de usted.
Izaya suspiró, quizá era hora de aceptarlo, ya no podía hacer nada por su parte y menos en su estado físico actual... ya bastante doloroso y difícil le había resultado correr hasta allí... desde un principio era imposible que lo consiguiese. La realidad volvía a manifestarse ante él y aunque quería negar la derrota su propio sentido de la lógica le decía que ya resultaba inútil.
-Primera: ¿Que tipo de relación hay entre usted y Shizuo?
-Me gano la vida vendiendo información ¿que te hace pensar que a ti vaya a regalártela? Realmente eres igual de idiota que él...- dijo en un tono entre burlón y molesto.
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Shizuo no paró de correr ni un instante, se le habían quedado gravadas las últimas palabras que Izaya le había dicho, quizá su relación con sus hermanas no era muy cercana... pero podía entenderle, él también tenía un hermano menor a quien querría proteger bajo cualquier circunstancia... pensó que pese a que en aquella familia eran mas distantes quizá aquel sentimiento podía ser el mismo así que actuaría en su lugar.
Tras unos quince minutos de carrera llegó al edificio donde se encontraba el apartamento y subió las escaleras sin dudar, vio entonces a las gemelas justo delante de la puerta colocando la llave y se abalanzó frente a ellas a la vez que finalmente Mairu abría la puerta mientras Kururi sorprendida dirigía una mirada al rubio.
Consiguió interponerse entre la puerta y las hermanas y entonces se escuchó un fuerte sonido seguido de un intenso calor "Quema..."eso fue lo último que pensó antes de que el impulso le la explosión le hiciera impactar con fuerza contra el suelo tras cubrir a las chicas y que toda su mente quedase vacía.