-Disculpe ¿Señorita Vorona?- preguntó una de las encargadas del hospital
-Afirmativo
-Verá... unos hombres desean hablar con usted. Por cierto... en cuanto al paciente... aun no ha despertado...
Los ojos de Vorona se cerraron ligeramente al escuchar esas palabras, parecía que aquella mujer tuviese algo mas que decirle pero que no podía hacerlo hasta que no hablase con aquellos que la buscaban.
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-Gracias- contestó mientras se alejaba de la chica y se acercaba a los hombres.
Al quedar cerca uno de ellos tomó la iniciativa.
-Disculpe, Vorona. ¿verdad?
La chica asintió con la cabeza
-Somos agentes de policía- dijo el mismo mostrando su placa- ¿De que conoce al hospitalizado?
-Somos compañeros de trabajo
-¿Y podría decirnos como sabía que había sido hospitalizado?
Vorona dudó un instante sobre si era o no buena idea decir la verdad, pero optó por contestar rápido para que no se notara...
-Hoy acabamos de trabajar antes de lo esperado y nos permitieron marcharnos- pensó que explicarles la verdad podría ser problemático para Shizuo- Él me dijo que iría a Shinjuku. Más tarde escuché que había ocurrido algún tipo de accidente allí así que intenté ponerme en contacto con él. Como resultó inútil me asusté y pensé que podía estar herido así que he ido a varios hospitales de la zona preguntando por él... pueden confirmarlo.
-Ya veo... entonces... ¿dice que sólo son compañeros de trabajo?
-Afirmativo
Los agentes cruzaron sus miradas y entonces el otro habló por primera vez
-Esta bien señorita, puede retirarse.
-Gracias- En despedirse se giró y se marchó en dirección a la silla.
Una vez sentada vio como los agentes hablaban con la encargada que la había avisado y en acabar se marchaban del hospital. Solo esperaba que los agentes no supieran lo suficiente como para descubrir la verdad...
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Izaya se dirigía de camino al hospital andando desde su casa, aún seguía ofuscado por la ausencia de "aquello" en su apartamento... pero sabía que dejarse alterar sólo le traería problemas, y con ellos vendrían mas dolores de cabeza así que liberó la tensión de sus puños y hombros y soltó un gran suspiro seguido de una profunda inalación de aire; tras hacerlo se sintió algo mejor pese a que seguía siendo consciente del problema.
Sin detenerse sacó el móvil y abrió la lista de contactos, pensó en llamar a Shizuo y lo buscó en la lista, entonces se quedó mirando su perfil un momento, "cómo si algo pudiese herirle...".
Tras pensar eso buscó a Kururi y la llamó.
-Moshi moshi.
-Llegaré pronto, siento haber tardado tanto.
-Está bien.
Izaya notó que su voz parecía mas calmada que la última vez que hablaron.-¿Como van las cosas por allí?- mientras le preguntaba le pareció escuchar un murmullo de fondo y un pequeño forcejeo.
-¡Baka-nii!
Al escuchar esas palabras y esa voz se sintió feliz pese a que parecía estar echandole bronca por no estar allí en ese mismo instante, pese a lo mucho que odiaba los gritos, él solo soltó una ligera sonrisa mientras contestaba a esa voz que seguía quejándose.
-Tienes razón lo siento, lo siento~-
-...Iza-nii ¿estás bien?- dijo Mairu preocupada.
-¿Eh?- contestó él preguntándose a que venía ese cambio de actitud.
-Olvídalo, solo me pareció raro, parecía casi como si pidieses perdón de verdad.
-¡¿Eh?! A caso crees que mentía- dijo algo indignado
-Claro ¡ni que fueras un buen hermano!-criticó en un tono burlón.
Izaya soltó una carcajada-Jajajaja ¿lo dicen las aspirantes a mejores hermanas del año?- le resultaría imposible enfadarse con ellas en ese mismo instante, sabía que en las palabras de Mairu había una parte de verdad, y era duro, pero estaba acostumbrado a vivir con ello, él mismo había hecho que las cosas fuesen así.
-¿¡Eeeeeeeeeeeehhh?! ¿Que has querido decir baka-nii? ¡nosotras somos unas fantásticas hermanas!
-Como sea- dijo intentándola calmar-nos vemos en unos minutos, adiós.
-¡¿Ya estas escapando?!¡Ey!- pudo escuchar Izaya mientras alejaba el teléfono de su oreja para colgar.
Antes de que pudiese darse cuenta ya había recibido una llamada, era de Kururi, bueno, realmente debía ser de Mairu que era quien tenía su teléfono, se la imaginó alterada y cabreada y se le escapó nuevamente una tímida sonrisa, entonces colgó la llamada, eran cosas que en otros momentos podrían haberle molestado, pero después de lo ocurrido no era el caso, solo podía alegrarse de que su hermana seguía con tanta energía como siempre.
Siguió andando dirección al hospital cuando se le ocurrió llamar a Namie. Así que simplemente, lo hizo.
-Moshi moshi.- contesta Namie en tono seco.
-Déjame adivinar... estas acosando a tu hermano ahora mismo ¿verdad?
-...¿Querías algo o solo pretendías jugar un rato?
-La verdad es que sí quería algo.
-Pues adelante, cuanto antes pueda dejar de hablar contigo mejor.
-Vamos no es necesario comportarse así~-sonrió- bueno, siendo directos ¿te has llevado algo contigo del apartamento por casualidad?
-No ¿Algo más?- ni siquiera mostró interés en el porqué lo preguntaba
-No, solo era eso, ya puedes seguir con tu enfermizo acoso tranquilamente. Adios~.
Colgó y guardó su móvil y manos en los bolsillos de la chaqueta, tenía una mínima esperanza de que la hubiese cogido ella sin consultárselo, pero ahora todo indicaba que la habían robado antes del accidente. Llegó frente al hospital y cruzó la puerta "Ya pensaré en ello más tarde". Nada mas entrar se dirigió hacia la recepción y vio a Vorona hablando con una encargada del hospital."¿Así que al final lo ha encontrado?"
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Los minutos pasaban y ella seguía ahí, sentada, la gente salía y entraba, pero ella no se movía del sitio, seguía esperando, observando a la encargada que le había hablado antes. La trabajadora miraba en el ordenador algún tipo de archivo y de vez en cuando respondía a alguna que otra llamada. En un momento dado la encargada le dirigió una mirada directa tras colgar una de ellas y la apartó rápidamente tras darse cuenta de que la rusa la estaba observando. Tras otra llamada, finalmente la mujer se acercó a la chica de ojos lilas:
-Me han confirmado que ya puedes ir a visitarlo, para cuando los policías llegaron ya estaba estable y se le había asignado una habitación, despertó hace un rato pero no podía comunicártelo hasta que las autoridades me lo permitieran. Se encuentra en la habitación 108, planta 7.
-Se lo agradezco- Tan rápido como acabó de hablar se despidió y tomó camino hacia la dirección especificada.
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Izaya sin prestar mas atención a la chica había ido a preguntar en que habitación se encontraba ingresada su hermana, para cuando lo consultaron y le respondieron la rubia había desaparecido. Sin darle mayor importancia a la chica se dirigió a la habitación donde debían encontrarse Mairu y Kururi, cuando estaba apunto de abrir la puerta ya podía escuchar la voz de la ingresada a través de ella:
-¡Ohh! ¡no seas así! ¡confiesa! ¿Es tu novia?
Abrió mientras decía:
-Mairu haz el favor de comportarte estamos en un hospi...- Entonces vio que en la misma habitación se encontraba Shizuo, en la cama de al lado, este tenía gran parte del cuerpo vendado, no pudo apartar la mirada de él por un instante "Está así por mi culpa".-...tal.
-¡Iza-nii! ¡Al final sí has venido!
Su hermana le hizo volver en sí al hablarle y se dio cuenta de que al lado del rubio se encontraba Vorona. No se sorprendió, tenía sentido, pero no se alegraba de verla de todos modos. Ignoró la presencia de esta y prestó a Mairu la atención que merecía, esta también iba vendada, pero sólo en su brazo derecho.
-¿De verdad te sorprende?- Dijo fingiendo ofensa- Que cruel~
-¡Pues claro! ¡Como si te preocuparas por nosotras!- dijo a modo de ataque, cruzando sus brazos y mirándole con un solo ojo mientras mantenía el otro cerrado- meh baka-nii ¿Se puede saber en que andas metido esta vez?
- Como si fuese a contárselo a una cría como tú- contesta pícaramente.
-Mehh eso no es justo- dice mientras patalea en la cama cerrando también el otro ojo y descruzando los brazos.
-Entonces... ¿Que tal si me lo cuentas a mi?- Se escucha de boca de Shizuo- ¿O es que me equivoco si digo que esta vez ni siquiera tú lo sabes?
Izaya dirigió en silencio una fría mirada hacia el rubio, con rostro inexpresivo, sin contestar nada.
Vorona miraba fijamente el rostro de su compañero, parecía realmente serio, y entonces vio como se dispuso a seguir hablando.
-Crees que puedes controlarlo todo y por eso no te importa estar de mierda hasta el cuello ¿no es así?- apretó con fuerza su puño y continuó- Y si consigues salir de esta solo pensarás que fue divertido y volverás a tentar a la suerte... dime ¿quien es el idiota aquí?
La rusa se levantó al ver como apretaba el puño vendado, no quería que su situación empeorara, quería detenerlo.
-Shizu-chan, sólo un verdadero idiota haría esa pregunta- contestó entonces Izaya sonriendo.
-Detengase, sólo va a empeorar si hace tanta fuerza- Dice acercándose más a él.
Izaya volvió a tomar una expresión seria y se giró tomando la puerta y abriéndola
-Volveré en un rato, vigila a Mairu, Kururi.-
-S-sí.- contestó tímidamente Kururi.
Entonces atravesó la puerta y la cerró tras de si.
Las hermanas se miraron mutuamente, como si sólo con eso ya pudiesen compartir sus dudas sobre lo recientemente ocurrido.
-Tss...- dejó escapar Shizuo apartando la mirada en dirección contraria a la puerta, dirigiendo su mirada a la ventana mientras escuchaba a Vorona seguir hablando sin prestar atención.
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Por su lado Izaya caminó hasta alejarse unas dos plantas, donde parecía todo bastante tranquilo, allí se sentó en el primer lugar en que lo vio posible, aún siendo una silla de ruedas que por ahora no parecía que nadie requiriese
Tan pronto como se colocó en ella sintió como aquel dolor aún permanecía, pero parecía nada comparado con como se sentía en aquel momento, eran un gran cúmulo de sentimientos los que trataba de calmar en aquel instante; procurando que la humedad en sus ojos no pasase a ser algo más. Se sentía estúpido sólo de pensar que algo así le estuviese afectando a él... ¿cómo era eso posible? Se preguntaba sin querer admitir que en ocasiones enterrar sus sentimientos podía ser difícil, por mucho que se acumularan.
Sabía que aquella maldita bestia le importaba, pero se negaba a aceptar que fuese capaz de sentir celos de aquella muchacha. También sabía muy bien que sentía rabia porque Shizuo había dado en el clavo con aquellas palabras, recibir unas palabras tan acertadas de alguien como él... realmente no podía soportarlo.
Sin poder evitarlo una amargura recorría su cuerpo pues no podía borrar de su mente la imagen de aquel rubio tan serio envuelto en incontables vendajes, la cual cosa solo le dificultaba el intento por recuperar la serenidad. ¿Por que? realmente en aquel momento sintió que algo estaba mal en él, no solo en sus palabras, demasiado acertadas para una bestia, sino aquel aspecto de animalillo herido ¿como podía un monstruo como él parecerle frágil? aun si fue solo un instante todo le resultó demasiado desconcertante.
Intentando poner inútilmente su mente en blanco dejó el cuerpo descansar echando su cabeza atrás y cerrando los ojos, así permaneció intentando calmarse mediante respiraciones profundas durante unos pocos minutos. Aún cuando consiguió sentirse algo más relajado seguía con alguno de los problemas rondándole la cabeza... Ahhh... la cabeza... sí, quizá era hora de plantearse que hacer a cerca de ello, enderezó su cuello, abriendo sus ojos y se levanto de la silla, desde fuera parecía como si todos sus males se hubiesen quedado en ella en el mismo momento en que la dejó atrás y comenzó a caminar.
Sacó su móvil y marcó en su teléfono el número de su amigo.
-Moshi moshi.
-Shinra...-sus palabras se vieron interrumpidas por aquel a quien iban dirigidas
-¡Izaya! Hacía tiempo que no me llamabas... y no estoy seguro de si eso es bueno o malo...
Izaya suspiró ¿se habían puesto todos de acuerdo para ser cruelmente sinceros con él hoy?
-Y dime... ¿pasa algo?- dijo tomando un tono mas sereno.
-Verás... seré breve, he perdido la cabeza de Celty- Izaya detubo ahí sus palabras, esperando una respuesta por parte del médico que no parecía llegar, siendo así retomó la iniciativa- Me gustaría contar contigo para recuperarla cuando llegue el momento, al fin y al cabo... ¿mejor que esté en mis manos que en las de un desconocido no?
-Permítete dudarlo, pero de todos modos cuenta conmigo.
-Me alegro de oír eso.
-Por cierto Izaya...
-¿Mh?
-Si le pasa algo Celty por tu culpa date por muerto. Chaooo~- Y entonces colgó el teléfono.
Izaya miró la pantalla del teléfono tras escuchar el sonido de la llamada acabar, comprendía el comportamiento de su amigo, pese a eso realmente no podía quejarse... tenía lo que necesitaba; ahora solo quedaba averiguar donde se encontraba la cabeza, ja... que fácil era decirlo... pese a eso, este era un trabajo ideal para él, al fin y al cabo, recopilar información era su oficio.