Dos semanas, un día.
Hoy hace buen clima; afuera reluce el sol, lo sé porque mi madre se halla caminando lenta y calmadamente con dirección al hospital y puedo sentir el calor que me transmite. Esta mañana unas nauseas terribles le surcaron, lo que provocó dudas en él. Sé que recuerda aquella noche en la que él y papá me concibieron con tanto amor y cariño, y es por eso que ahora busca tener total seguridad de lo que sucede.
Hemos llegado al hospital. Los doctores lo atendieron con prontitud y casi tan rápido como llegamos, regresamos a casa.
Hoy también fue el primer día que escuché la voz de mamá hablarme directamente.
«Hola bebé, ¿me escuchas? Mami y papi cuidarán muy bien de ti. Te criaremos con mucho amor, ya lo verás».
Él dijo mientras acariciaba con ambas manos su vientre todavía plano. Sentí la sorpresa que le recorría, pero también una felicidad desmedida. Su voz es dulce, afable, me llena de sensaciones agradables.
Cuando ya era de noche un amigo visitó a mamá. Le llamó KyungSoo, ahora sé que se llama así. Su nombre es tan cálido y bonito como él, realmente me gusta mucho.
Seis semanas, cinco días.
Durante los últimos días, mamá me ha guardado en secreto, pero pronto su barriga comenzará a abultarse y ya no será capaz de hacerlo, por lo que hoy se ha decidido a revelarlo. Tuve la oportunidad de conocer a mi papá, él tiene una voz grave, fuerte, y a pesar de que no ha hablado conmigo, logro sentir el cariño que le tiene a mamá por medio de ella. También descubrí que su nombre es JongIn. Pienso que es un hombre apuesto, espero ser como él cuando crezca.
Papá llegó a casa en la noche, en su voz se notaba el cansancio. Después de besarle y decirle que le amaba, mamá lo llevó a la cama completamente feliz y con ilusiones.
Yo también me siento así. Ha llegado el momento, es hora de que papá sepa de mí; espero que al descubrirlo se sienta de la misma manera en la que nos sentimos mami y yo.
Me imagino en un futuro. ¿Tendré los ojos de mami o de papi? A decir verdad no he visto cómo lucen, pero apuesto a que los ojos de ambos son hermosos. Me imagino también sus besos tronando en mis mejillas cuando me encuentre jugando. Ya no puedo esperar más.
Mamá está llorando, puedo sentirlo por cómo tiembla su cuerpo en medio de las convulciones, y porque él me transmite su pesadumbre. Me siento mal. Papá se fue. Cuando mamá le dijo que había un bebé creciendo en su interior, no tuvo una buena reacción.
«Te amo, KyungSoo, pero un bebé no es algo para lo que esté listo. Dios, sólo tenemos dieciocho años».
No estoy seguro de lo que haya querido expresar con eso, pero sé que es algo malo, y ahora el llanto de mamá no para, se encuentra deshecho. Yo sólo sé que no quiero ser un estorbo. No quiero entrometerme en la felicidad de papi y mami.
Más tarde, cuando mamá logró detenerse al sentir los ojos secos, se acostó a dormir y toda la noche acarició su abdomen.
Seis semanas, seis días.
Mi mami corrió al baño en cuanto despertó y vació todo el contenido de su estómago, sé que no se encuentra en un buen estado.
Más tarde, comiendo un poco de gelatina, mi madre comenzó a conversar conmigo.
«No importa, bebé. Estaremos bien. Te amo más que a nada y siempre cuidaré de ti».
Yo la escuchaba pero no le podía responder, aunque de ser posible, le habría dicho cuán agradecido estoy por su decisión. En verdad espero tener una buena vida al lado de mis dos padres.
Nueve semanas, tres días.
El día de hoy mamá tuvo otra cita con el médico, la ecografía reveló que soy un niño. Mamá se puso loco de alegría.
Fuimos a una tienda donde venden todo tipo de objetos para bebés. Mami compró muchas cosas para mí; no paraba de hablar conmigo mientras elegía.
«Este te gustará». «Ya llevamos demasiadas cosas azules y blancas, ¿qué tal el color verde?». «¿Estás contento bebé?».
Diecinueve semanas, dos días.
Todos felicitan a mamá por su enorme barriga. Dicen que dará a luz un hijo precioso y grande.
Es extraño, no he vuelto a escuchar la voz de papi, ni siquiera su nombre.
Hoy se llevó a cabo una fiesta en mi honor. Mamá está feliz.
En medio del festejo tuve una sensación diferente. Mamá conoció a un hombre, su nombre es JongDae y su voz me contagia de tranquilidad; es suave. Y lo mejor de todo es que hace que mamá se sienta bien, como hace mucho no ocurría. Él fue capaz de reír tanto como antes. Extrañaba tanto su estruendosa risa.
Treinta y ocho semanas, cuatro días.
Este es un día sumamente feliz para todos. Hoy vi las relucientes luces blancas del hospital por primera vez, pero sin duda lo mejor fue ver el rostro de mi madre, él es más hermoso de lo que imaginé. Me observa con tanta ternura y amor, como si no quisiera dejarme nunca.
Los médicos me enfundaron bien en mi frazada azul ya que estamos en pleno invierno y deben protegerme del aire fresco.
Ahora me encuentro entre los brazos tibios de mami, acaba de alimentarme con un biberón. Hay muchas personas rodeándonos, entre ellas distinguí por su voz a la abuela y a JongDae. Él dijo que será el mejor padre de todos y que cuidará de mí por siempre, incluso dijo que nada me hará falta.
Quisiera hablar pero no puedo. Tengo demasiados deseos de expresar mi agradecimiento ante todos. Ahora estoy seguro de que tendré una excelente vida al lado de mis padres.
Gracias por permitirme nacer, mami. Te amo.