Cipher seguía a todos lados a aquel joven adónde el quisiera ir, no lo perdía de vista ni por un instante, como si fuera de lo más normal que un chico de 19 siguiera a uno de 18.
Bill con su cuerpo de joven “apuesto”, pasaba desapercibido ante cualquiera, el aparentaba ser humano y se veía como uno, ahora dejaba su traje atrás y solo llevaba una simple camisa amarilla con la mangas arremangadas por encima del codo, unos jeans negros, su rubio cabello cubría su ojo derecho y su casual sombrero era reemplazado por un gorro beanie de color negro el cubría su cabeza y mantenía controlado su cabello, y eso era exactamente lo que le incomodaba, el actuar normal como si fuera cualquier humano común y corriente además ahora tenía que caminar.
-Pino, a donde vamos llevas horas dando vueltas, porque no vamos a casa-
-No- dijo sin duda alguna y de manera cortante.
-Pero me duelen los pies-
-Eso me importa, yo estoy bien y eso es lo que importa-
-Por favor, podemos tomar un descansó- Bill arrastraba el cuerpo con cada paso, realmente odiaba caminar, cuando era un triángulo nunca tuvo que hacerlo, flotaba y listo.
-Está bien, vayamos a una cafetería o a algo, tengo hambre-
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Aún era temprano, ni siquiera era medio día, y Dipper estaba desesperado donde podría estar Wendy, ¿dónde?
-Pino...pino- agitaba su mano frente al rostro de Dipper.
-Eh, este que...-Bill lo saco de sus pensamientos aunque aún confuso contestó – ¿q-que pasa?-
-Dah, tenemos que ordenar...bien, yo quiero- el demonio repaso con la vista el menú hasta dar con algo que le interesara- quiero una... montaña de Hot cakes pero con forma triangular y que tenga mucha miel- dijo emocionado formando un triángulo con sus manos.
-Muy bien joven y que va a ordenar usted- pregunto la la señorita dirigiéndose a Dipper.
-mmm, un omelette de jamón y queso, pan francés y tocino por favor-
-Muy bien, y de beber que les gustaría-dijo la joven anotando lo ordenado anteriormente en su pequeña libreta.
-Jugó de naranja-
-Chocolate caliente- decía Bill feliz.
La joven anoto lo que faltaba de la orden y se fue, pidiendo un poco de paciencia para su comida.
-Sabes así somos nosotros dos-
-Ajam, si como tú digas-
-Es enserio, yo soy lo dulce y tú eres lo salado pero de seguro sabe bien esa combinación ¿No?-
-No lo creo, porque pediste eso para comer-
-No lo sé, yo solo quería algo que pudiera comer, probar cosas nuevas supongo -Bill jugaba con el menú mientras hablaba.
-Y porque no pediste otra cosa-
-Te molesta...que pidiera lo que tu hermana hubiera pedido si estuviera aquí contigo- ding, ding dio en el clavo, notando como Dipper escondía un poco el rostro
-Mabel, claro que no, ni que la extrañara o algo, puedo estar bien sin ella… eh, tan siquiera puedes comer eso- Dipper si extrañaba a Mabel pero intentaba no demostrarlo y lo hizo cambiando de tema.
-Tal vez-
-Como que tal vez-
-Soy un demonio del sueño, yo no necesito comida, me "alimento" de las pesadillas que creo en los humanos-
-Entontes porque lo pediste-
-Para probar cosas humanas-
-Eso no tiene sentido-
-Tú no tienes sentido- Bill reía emocionado disgustando a Dipper con esto.
Siguieron esperando por un par de minutos hasta que llego su comida, Bill fue el primero en comer.
-Comida humana, voy a comer como una persona además es triangular hahaha- Bill comida como un niño ensuciándose el rostro con la miel y derramando un poco de su chocolate caliente.
-Triangulo, basta así no come una persona- Dipper detuvo a Bill tomando su mano alejándolo de los cubiertos para que no fuera a lastimarse o algo, limpio su rostro y de mala gana tuvo que ayudarlo a comer, cortando en triángulos la comida (por petición de Bill) y dándosela en la boca al demonio - di "Ah"- decir eso lo hizo avergonzarse, sintiendo como la vergüenza subía a sus mejillas.
-Ah- *funciono* pensó Bill, estaba feliz su plan de fingir ser un humano estúpido que no podía comer por cuenta propia había funcionado, bueno realmente no sabía cómo se debía comer este tipo de cosas pero aún así logro que Dipper lo ayudara.
-Muy bien triangulo, ya corte tu comida tu continua-
-Que cruel, me abandonas a mitad de esta travesía- dijo exagerando la situación.
-Sólo debes terminar de comer-
-Bien, y a que sabe el chocolate- dijo mirando su taza.
-Pruébalo y dime-
-Quema- Bill le dio un sorbo a su taza pero se quemó la lengua, pero no pareció dolerle o al menos eso aparentaba.
-No te duele-
-No lo sé…o es que acaso te preocupas- una sonrisa llena de burla se dibujó en sus labios mientras ponía cara de enamorado y Dipper no podía evitar sonrojarse más.
-Yo, no que va, solo quiero ver que no escupas nada y ensucies todo- Dipper a la defensiva aparecía.
-Si claro, voy a beber más de este chocolate caliente...- expreso mientras dirigía la taza a sus labios y Dipper lo veía nervioso- ¡Ah mi lengua!-
*Suspiro* por parte de Dipper.
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Ambos después de haber comido y de que Bill se pusiera hielo en la lengua, ambos siguieron en busca de la chica aunque claramente Bill intentando distraerlo de su búsqueda.
-Tener un cuerpo humano tiene sus desventajas- dijo Bill sacando tema de conversación de la nada.
-Así, como cuales, no se supone que no te dolía-
-Siento dolor así que algo debe estar mal, aunque el dolor es gracioso, pero si incluso yo siento dolor entonces tal vez tú puedas sentir el amor que yo siento por ti-
-Claro que no- y la vergüenza de Dipper volvió, tornando de nuevo sus mejillas de rojo por lo que desvío su mirada -Eres raro- pauso tratando de poner gesto de desagrado y disgusto, ocultando su verdadero rostro de ese momento pues no quería ser llamado lindo, adorable o alguna estupidez empalagosa que se le ocurriera a Bill -eso jamás, puedes irte a casa, yo puedo continuar desde aquí-
-No, me quedare contigo hasta que tu corazón y alma sean míos -
-Qué tierno, vete- bromeo, tratando de señalar el camino a casa ya no quería estar más tiempo con Bill ya que comenzaba a ponerse nervioso.
-Vamos no puedes hacer eso-
-Claro que si-
-No...-Bill se aferró a la cintura de Dipper y se negó en soltarlo.
-Triangulo, vamos continuemos esto en casa de acuerdo, te prometo que...- tomo aire y continuó aun un poco sonrojado- estaré contigo, ¿sí?- le sonrió.
-B-Bien- dijo no muy convencido de sus propias palabras en serio ahora él se rendía tan fácilmente por un sonrisa.
Bill soltó al chico y lo dejo irse, él se quedó en el mismo lugar viendo cómo se alejaba, comenzaba a sentirse solo y eso que apenas habían transcurrido 15 segundos.
Él se preguntaba cuándo volvería su "pino" con él.