-buenos días pino, mira intente hacer comida humana- sonreía con alegría a Dipper y le mostraba un plato con comida –lo hice para ti, cómelo todo si sabes lo que te conviene- su mirada se volvió siniestra cuando dijo la última parte pero después volvió y sonrió.
-Uhh, de acuerdo- el pequeño estaba tentado a contestar NO pero no quería hacer enojar a Bill, quien sabe que intentaría hacer besarlo, cosas que no deben mencionarse eso era algo imaginable.
Dipper dio bocados a la comida que si parecía comestible pero que no sabía tan bien como lo mostraba su aparecía, la saboreo un momento en su boca pero eso no mejoro el sabor.
-sabe mal- respondió aun intentando encontrar lo sabroso en la comida.
-lo se sabe delici…espera que, no te gusto, pero si lo hice como decía que debía hacerse, use todos los ingredientes, y los tiempos los hice como decía, acaso no seguí bien las instrucciones- se desanimó acaso su esfuerzo no valió para nada.
-triangulo, seguiste las instrucciones al pie de la letra-
-si-
-entonces sabe mal porque no lo hiciste con…con…con- se ruborizo aún más de lo que se encontraba a causa de la fiebre y lo dijo- amor para que algo sepa bien debe hacerse con amor, no solo con lo que te diga de las instrucciones-
-pero no decía nada de amor-
-entonces siempre sabrá mal-
-ya veo también se una solución para esto-
Bill sonrió maliciosamente, se acercó a Dipper quien estaba recostado en su cama y lo miro fijamente, aún estaba algo enfermo por lo que estaba aún en cama y no se movía mucho.
-y como se incluye al señor amor en este tema-
-Mabel me enseño que las cosas deben hacerse con amor, la comida sobre todo porque es para otras personas que la disfrutaran eso es lo emocionante de cocinar algo-
-ya veo, entonces espero que mi amor sea suficiente para curar tus heridas- sonrió emocionado y con mucho amor con tan solo mostrar esa expresión.
-Tu amor es tan agobiante, odio admitirlo pero tu amor me hace sentir bien, tienes tanto que siento que voy a morir, uno solo tus besos es tan tibio, dulce y cargado con todo tu amor es algo curioso que un demonio tenga tanto de eso en lugar de maldad o algo sádico y horripilante, no me has arrancado el corazón lo cual es bueno ¿no? triangulo- le sonrió aun con su mirada algo decaída por la fiebre y por estar enfermó, aun le dolía la pierna pero gracias a Bill se sintió menos peor.
-…-
-triangulo, estas ahí-
Bill mantenía la mirada baja, ahora él era el avergonzado, su rostro estaba rojo y quería hacer más con Dipper que solo besarlo pero algo dentro de él le decía que no podía, no ahora y otra le decía que, que importa lo que habían acordado que lo hiciera suyo ahí y ahora.
-perdóname pino- se abalanzo sobre él, y lo beso, fue una mezcla de dulzura y lujuria, el demonio no detuvo el movimiento de sus labios, quería tanto a su pino que no pensaba en nada que no fuera el -pero eres malditamente adorable, como un pequeño gatito, acurrucado y ronroneando a un lado mío-
-triangulo espera…no de nuevo-
-vamos déjate querer, es un nuevo día y necesitas de mi amor-
Con cada beso dado la intensidad subía, el ambiente cambio por completo, Bill metía su lengua y la enredaba con la de Dipper, haciéndolo estar más mareado y caliente, la fiebre y Bill no combinaban pero esto hacia todo más excitante para ambos.
-no tria…ngulo…basta…no más besos- Dipper comenzaba a babear con saliva resbalándose por la comisura de sus labios.
-no estoy poniendo tanto de mi fuego en ellos, podre besarte máximo 5 beses hay que aprovechar cada uno de ellos-
-ehh, chico quería ver como estabas- Stan había subido las escaleras y se encontraba con Dipper y Bill casi a punto de besarse de nuevo, al verlos solo se sorprendió y retrocedió un poco algo alterado por que su sobrino/nieto estaba siendo besado por un rubio perdón por un chico.
-tranquilo chico, voy por la escoba- respondió Stan como forma de contestación a tal escena.
-no espera-
Bill estaba fuera de la habitación, algo así como un castigo pero a la inversa, Stan estaba en la habitación hablando con Dipper sobre el asunto.
Pov bill
*beso al pino al cual amo y ya su tío/abuelo quiere golpearme con un objeto tan ridículo como una escoba, acaso soy el novio que hay que prohibir* estuve un momento pensando sobre eso hasta que vi a Stanford salir y verme entrecerrando los ojos no expresando mucha confianza que digamos, volví a entrar al habitación con Dipper el cual estaba abrazando su almohada de seguro escondía su rostro sonrojado de mí, él y su vergüenza encantadora.
-Pino tú y Stanford de que hablaron-
-No quiero hablar sobre eso-
-muchacho, quiero hablar contigo, sobre algo- Stanford volvió a la habitación y ahora estaba en la puerta viendo la situación esperando a que lo acompañara y dejara a pino solo.
-bien Stanford, de que quieres hablar- Salí junto con él, estaba algo nervioso acaso debía tener el consentimiento de Stanford, para tener a pino.
-muchacho no tengo ni idea de quien seas, apareces de la nada y te veo en una escena para nada normal, Dipper no quiso decir mucho quisieras aclararme que paso-
-Bueno, este *no creo que me favorezca decir quién soy, no me recuerda, pero…* soy Bill Cipher es un placer conocerlo- *la peor presentación de mi vida*, me incline tímidamente haciendo mi típica reverencia después de todos eso pensamientos fugases y nerviosos que pasaron por mi mente –me dejaría pasar la noche aquí-
-claro, solo te acerques a mi sobrino-
*Stanford eres el hombre más cruel que he conocido*
Luego de esa charla incomoda, aquí estoy, en la cocina pensando en cómo pasar el día, ahora básicamente estoy castigado, después de comer todo lo que encontré, decidí ir al boque para buscar ciervos para quitarles los dientes, ahora tengo como 67 dientes pero es aburrido si nadie lo ve, como que pierde su propósito.
*Grandes cosas ocurrirán, todo cambiara*
Creí escuchar algo, me sentí un poco mareado, me dolía la cabeza, por lo que opte por irme y volver a la cabaña, ya era de noche que tan rápido pasa el tiempo, me dio sueño espera ¡sueño! Yo soy un demonio de sueño yo no tengo sueño estúpido cuerpo humano me haces no ser tan yo, aunque lo único bueno es que podría soñar cosas depravadas de mi amado pino, los sueños traen ideas.
Creo que comencé a babear con solo pensar en eso, desde que pino me dijo eso sobre mi amor, me sentí tan amado y quise subir al siguiente nivel muy rápido, debo recapacitar y no perder la cabeza, es que él es tan jodidamente deseable.
No quise estar lejos de mi amor, me quede fuera de la habitación, aún seguía castigado así que nada de besos con pino, jugué con los dientes que le saque a los ciervos y solté una risilla, pobres ciervos, también hubiera buscado a los lobos para matar a algunos de ellos como a hice con esos pulgosos que intentaron lastimar a mi pino.
Todos estaban dormidos, Stanford también por lo que pensé *tal vez pueda darle un último beso a pino* entre con sigilo y me acerque, lo iba hacer, en serio lo iba a hacer pero de nuevo Stanford entro y me golpeo con esa escoba, hui y me fui lejos *enserio se atrevió a golpearme y con una maldita escoba*
-muchacho, si te prohíbo algo es porque está prohibido, castigado 3 días más-
-¡QUE! no puedes hacer eso-
-claro que si, además despertaste a Dipper, está enfermo, déjalo descansar necesita dormir, si realmente lo amas, cuídalo no te aproveches de su situación-
-De acuerdo Stanford- me sonroje un poco, un humano sermoneándome, que tan bajo he caído.