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Un verano de amor por Tadashi-kun

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Notas del capitulo:

Aún estoy por así decirlo castigado, pero puedo usar la compu ¡YEI!, aunque s que dije dos días disculpen espero les guste y a leer

Pov Bill

(Día uno sin mi Dipper)

En serio esto es como el infierno, no quiero estar lejos de él, me gustaría ser yo el que lo curara, pero Stanford no me lo permite, ya que según él “sigo castigado”, en serio, soy un demonio que arroja fuego azul y no puedo contra él y su maligna escoba (maligna)

Me aburrí de estar solo viendo televisión, así que decidí ir al pueblo, no tiene que ver en nada que Stanford me alla obligado a comparar más comida porque me la comí toda, claro que no tiene relación.

Caminaba por la cuidad de Gravity Falls, sí que la gente es extraña, todos me miran, me siento acosado, algo extraño creo, ya que yo puedo, *si quiero*, entrar en sus mentes, sus sueños, todos esas cosas reflejan sus miedos, anhelos, felicidades o tristezas, es tan sencillo leer a las personas.

Después de comprar todo lo que pudiéramos necesitar, también medicina, vendas o cualquier cosa que pudiera necesitar pino, ya que no puedo curarlo, al no recibir mis besos cargados de todo mi amor, su cuerpo se curara de forma normal como cualquier humano que se rompe una pierna,  Salí y me fui llevando unas bolsas conmigo, pesaban, pero podía solo con ellas, mientras caminaba vi a un chico de cabello azul pero solo pensé que era un extraño humano lo ignore y seguí mi camino.

Cuando volví deje todo en la cocina y fui con Stanford.

-Stanford, puedo revisar a pino-

-no-

-por favor- tuve que ponen una estúpida cara de perro suplicante con enormes y adorables ojos para que accediera.

-de acuerdo,  solo no intentes ninguna cosa extraña-

-Gracias Stanford-

Me entusiasme porque me dejo ir, y casi corriendo me fui al segundo piso, me quede un momento afuera de la habitación pensando en sobre todo lo que intentaba hacer que pino sintiera por mí, un demonio enamorado de un humano eso es algo inapropiado, una aberración, algo extraño, raro pero…pero ¡eso es lo que lo hace divertido!

-pino, estas bien- estaba leyendo un libro con una pequeña lámpara como luz de lectura, se veía cansado, su tierno rostro estaba lleno de ojeras, de rasguños, vendas, curitas y uno que otro golpe, eso me hizo sentir un poco mal –es mi culpa-

-triangulo, claro que no-

-pero yo debía cuidarte desde el principio, y mírate aun estas lastimado-

-tú me salvaste, de esos feroces lobos, me besaste para curarme la verdad no quería que hicieras eso, pero ayuda con el dolor- se sonrojo para después cubrir su rostro con su libro.

-pero…-

-solo no te sientas mal-

-quiero darte más de mi amor, pero estoy castigado-

-entonces, que piensas hacer-

En serio quería tanto hacer cosas inapropiadas con él, cosas que un humano y un demonio no deben hacer pero esta Stanford y la vergüenza de Dipper, no dejarían que lo hiciera.

-puedo curarte-

El solo asintió y me hizo sentir feliz, le sonreí de una manera sutil y baje de nuevo para buscar las vendas y esas cosas humana para curarlo, cuando volví comencé a vendar su pierna cambiando su antiguo vendaje aun lleno con un poco de sangre, hizo una mueca de dolor cuando apreté su pierna, me disculpe, algo bueno de este cuerpo es que soy más delicado con mis acciones, me aseguro de no lastimarlo, cuando termino, lo arropo y le beso la frente, y cuando me dispongo a irme pino me detiene.

-puedes quedarte un rato si quieres, además todavía no tomo mi medicina-

Tan inseguro con lo que siente, eso me gusta de él, me siento a su lado, y lo miro con una sonrisa, mientras ambos hablamos, me hablo sobre misterios, sobre Mabel, de su forma de ser y yo solo lo escucho atento a cada palabra que sus labios me dan, cuando termina de hablar le muestro mi mano y cuando la abro ahí están  los dientes que le saque a los ciervos, se asusta un poco, yo rio por su reacción.

-solo son dientes-

Seguimos hablando hasta que me dio sueño, aun es raro ese sentimiento, pero no me molesta mucho, me acomodo en la cama, y me duermo al lado de pino, se siente tan tibio estar a su lado, en serio amo dormir con él, por suerte Stanford esta vez no se enojó conmigo ni me golpeo con su escoba.

*

No sé cuánto tiempo estuve dormido, pero pude sentir algo caliente en mí, y ese calor se hacía más grande, no sabía que era esa sensación así que solo abrí mis ojos, y ahí estaba mi pino compartiendo un beso conmigo, eso fue tan agridulce, no sé porque me beso pero lo estaba asiendo y él fue quien lo comenzó, cuando se separó de mí, lagrimas resbalaron por su mejillas, me preocupe por eso, por lo que aprendí de él, solo llora cuando algo es muy doloroso.

-pino ¿estás bien?-

Me negó con su cabeza mientras bajaba su rostro lloroso, dejándome solo escuchando sus sollozos, intente abrazarlo, pero me alejo.

-pino, calma-

-vete, no te quiero de nuevo aquí conmigo, mira lo que has hecho-

-que-

-mira todo lo que has hecho- me respondió llorando, y con la mirada decaída.

Pino me miro de frente, sus ojos se volvieron negros, se veían rotos y vacíos, se reía en frente de mí, esa no era su voz, continuo así por un instante más para después intentar estrangularme con su manos, no podía moverme, el solo me quitaba el aliento, no podía hacer nada cuando sentí que mi conciencia se iba, cuando creí que ya no podía respirar él comenzó a deshacerse frente a mí dejándome manchado con lo que parecía ser su sangre *que estaba pasando*, pensé aun confundido y alterado, me levante de la cama llevando ambas manos a mi cabeza.

La habitación se tornó de un color negro, no veía nada, escuche un chasquido y todo se rompió como un espejo, cuando me di cuenta un líquido turquesa salía por entre las grietas, se filtraba por las paredes, inundando la habitación, comenzando a ahogarme.

Lo que parecía ser agua por el color, comenzó a subir de nivel, el agua se detuvo la mitad de la habitación, subí a tomar aire, cuando lo hice cadenas me ataron de las muñecas, de la cintura, y del cuello intente aférrame a cualquier cosa pero mi intento fue inútil, me sumergí en el agua gritando y forcejeándome para liberarme, no podía salir a tomar aire, me sentía atrapado, no podía respirar,  estaba en un fondo que parecía no tener fin, mi fuego se apagó con el agua, no podía derretir las cadenas, me ahogaba y nadie venía a salvarme.

*BILL CIPHER, ES HORA DE QUE PAGES*

*

Desperté conmocionado, sudando y tosiendo, podía jurar que sentía el agua en mi garganta, esto es a lo que los humanos llamaban pesadillas, jamás en todos mis años como demonio había experimentado tal cosa, solo las había visto y en ocasiones las comía, pero esto era distinto.

Por suerte pino seguía dormido, no lo desperté, eso fue un alivio, pero debía descubrir todo lo que estaba pasando, lo unió que recuerdo es que tenía que pagar algo, pero que.

Seguramente no era nada, tal vez mis pecados me perseguían, vamos no era la primera vez que hacía que un humano  tuviera pesadillas ahora yo las tenía karma, destino, da igual cual sea, solo me recosté de nuevo, manteniendo mi mirada fija en el techo.

Ahora que era básicamente un humano pensaba mucho sobre las cosas que hice, la verdad me daba igual los humanos que se ataron a mí, que se condenaron a causa de su codicia, que hicieron un contrato conmigo.

Pino, era distinto él lo hacía por amor, para estar con otra persona, no por su propio egoísmo, eso me llamo la atención incluso antes, él había captado mi atención por completo, él era un chico real, interesado en otros, ese sentimiento suyo nació inicialmente de su amor de hermano que mantenía con estrella fugaz, ese amor puro me asqueo al principio, me pareció horrible que tal cosa pudiera existir y más por su amor platónico que mantenía por Wendy, era ridículo no entendía porque lo intentaba tanto, pero ahora lo sé, aun cuando sabes que tu amor es imposible el simple hecho de querer a otra persona ya la hace importante para ti.

*Tu amor es tan agobiante, uno solo tus besos es tan tibio, dulce y cargado con todo tu amor es algo curioso que un demonio tenga tanto de eso en lugar de maldad* las palabras de pino me hacían sonrojar, pero me hacían sentir feliz, un demonio enamorado de un humano, suena gracioso y ridículo con tan solo decirlo pero no importa eso, al principio solo buscaba una forma de robar una alma, pero el logro cautivarme, logro tanto con tan solo ser el, aun con su indiferencia.

Creo que decir tanto amor hizo que diera nauseas, me levante, y baje a tomar agua, todos dormían, subí de nuevo después de tomar 15 vasos, el sueño se había ido, al entrar ala habitación, vi su gorra y el pino azul que la decoraba, me la puse para tal vez distraerme en algo, no lo sé, me senté a su lado lo mire con ternura, sus mejillas aun estaban rojas por la fiebre, no tenía tanta fiebre, Stanford si lo cuido bien, me alegra, este tonto mocoso me hizo un demonio completamente distinto.

-Aun puedo matarte si quisiera- dije en un susurro con mi mano en su cuello, con mi mirada torcida, mis labios formando una sonrisa de oreja a oreja, mis ojos en línea como los de un gato con una tonalidad carmesí y con fuego saliendo de mi boca.

*QUE* pensé que estaba pensando, me dolió la cabeza y quite mi mano del cuello de pino, que me acababa de pasar, pino se movió dándome la espalda, yo respiraba entrecortadamente, que era lo que pasaba conmigo.

Notas finales:

Díganme que les pareció, aun acepto cualquier cosas •3•

Nuestro dorito iluminati estará solo y muy confundido si quieren saber más esperen el siguiente capítulo.

*todo cambiara ya sea para bien o para mal*


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