Pov Dipper
Desperté y Bill estaba a mi lado, me di la vuelta para verlo pero no se veía bien, estaba sudando, se movía entre sueños, esto no andaba bien, que debía hacer despertarlo dejarlo así, el tal vez jamás había soñado era un demonio que no necesitaba dormir pero por mí se había convertido en un humano ahora era yo el que se sentía mal.
*Me voy a arrepentir de esto*
Me acerque a su rostro, lo mire, respire profundo, mis mejillas ardían pero que podía hacer, y solo lo bese.
Abrí un poco mi boca en un intento de sentir sus labios más cercanos a los míos, nuestro beso fue sutil pero intente ahora ser yo el que le diera algo de amor, al separarnos de ese besó decidí recorrer los labios de ese descarado triángulo, con mi lengua *no solo él podía jugar de esta manera* en mi intento de hacerlo más húmedo.
Al detener mi lengua volví a besarlo, mis labios se sentían calientes pero no me detuve por ese simple detalle, esta vez era distinto, el abrió ligeramente su boca permitiéndole de manera depravada abrirme paso por toda esa cavidad, jugué un poco juntando nuestras lenguas volviendo ese beso en uno húmedo.
Yo estaba con mi corazón latiendo desfrenadamente pero eso no me hacía parar, pare el contacto de nuestros labios y bocas, me separe respirando entrecortadamente aun con algo de su saliva, unida a mi lengua.
Esto fue demasiado estoy seguro de que todo mi rostro se tornó rojo, pero creo que valió la pena porque Bill se calmó, y se quedó quieto.
No pude dormí después de eso, me quede viendo cualquier cosa me distrajera, volví a ver a Bill, y los labios que había besado con desesperación, volví a sonrojarme, cubrí mi rostro con una almohada, y me quede así un par de minutos.
Aún era demasiado temprano, no poda ir a ningún lugar, aun mi pierna me dolía, pero ignorando eso, note que no dolía tanto como imaginaba y me levante con mucho cuidado manteniendo mi pierna arriba, me fui al baño, a hace cualquier cosa que debiera hacer.
Antes de salir lave mi rostro con agua fría, cuando iba a cepillar mis dientes note que mi lengua estaba de un tono turquesa.
-Esto no podría empeorar, ese estúpido Triángulo se dará cuenta que lo bese-
Y sí que pudo empeorar, me resbale con algo de agua que cayó de una fuga en el lavamanos, caí de cara contra el suelo, no podía levantarme, de repente no tenía ganas de hacer nada, así que me quede en el suelo tarde o temprano alguien vendría.
No tengo ni idea de cuánto tiempo paso pero escuche a alguien llamarme.
-Pino, pino- su voz era persistente y no paraba de llamarme.
-Oye pino, aun ¿estas vivo?- esa era la voz de quien menos quería ver el día de hoy.
-No, estoy muerto- bromeé mientras soltaba un suspiro.
Pude sentir como me rodeaba con sus brazos y me cargaba, al estilo princesa, en serio como se atrevió a hacer eso, bueno no tenía derecho a quejarme después de todo yo también hice algo que no debí hacer, aunque él lo hubiera disfrutado.
-Bájame triangulo-
-no puedes caminar, así que yo lo hare por ti- me sonrió y no pude evitar mirar sus labios.
-no me cargues de esta manera- me queje mirando hacia otro lado para no verlo más.
-porque no, ahora tu eres mi princesa- me sonrió de esa manera tan empalagosa y dulce que solo el tenia y eso hizo que me sonrojara de nuevo, intente hacer que me soltara, pero fue inútil –vas a caerte si no dejas de moverte-
Me llevo a mi cama y acaricio mi cabello, la verdad todavía seguía nervioso por todo lo que yo mismo había comenzado esa mañana, mi corazón comenzó a latir tan rápido, no podía pensar bien, me sentía tan confuso.
-pino solo quería decirte algo-
*o no lo sabe, sabe que lo bese, piensa*
-quería decirte que…-
*estoy muerto, finge demencia *
-bueno digamos que no tengo ni idea di quien eres-
-¿eh?, solo te iba a decir que si no has tenido pesadillas-
-ah…bueno…no…- me quede callado creando un momento incomodo -eso era todo… - no creo que esto funcione, debo sacarlo del cuarto o hacer algo inteligente.
-estas fingiendo demencia, cierto-
-No- estaba sudando un poco por los nervios.
-muy bien, me voy, sigo castigado-
*bien, se va, todo está bien, actúa como una persona normal*
Y pude ver como ese horrible triangulo de fue, me salve no sabe que lo bese, me coate de nuevo en mi cama y me sonroje.
*Mierda, esto está mal, no, no puedes enamorarte de el*
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Seguía en mi cama, leyendo mi diario, intentando saber más acerca de Bill Cipher, pero solo estaba lo que ya sabía “JAMAS DEBES CONVOCARLO”, que es un demonio isósceles, algo así, él era peligroso pero aun así intenta enamorarme y creo que lo está logrando, quiero ver a Wendy, pero el amor no entra por la puerta o sí.
Estar todo el día encerrado entre cuatro paredes de madera, me aburría, quería salir, buscar criaturas extrañas, saber más del diario y sobre el autor, pelear para ser hombre o cosas así.
Para entretenerme un rato puse música y escuche a mi banda favorita “The Bad First Impresions”, aunque es una banda femenina me gustan sus canciones, aún recuerdo que una vez cuando tenía 12 años Stan me vi cantando una canción fue tan vergonzoso, pero él me dijo que era un hombre por haber hecho lo correcto aunque nadie estuviera de acuerdo conmigo y que Mabel arranco mi pelo del pecho, creo que aún no tengo nada de vello en el pecho.
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-Triangulo, Bill Cipher, demonio, enamorado, que se supone que eres-
Estaba frente a la ventana viendo como el sol se ocultan tras esas colinas, presenciando como el cielo se tornaba violeta, turquesa, anaranjado formando hermosas combinaciones de colores con las nubes y como poco a poco se tornaba de un azul marino, Bill aun no volvía, pero que importa es un demonio puede cuidarse así mismo
Me quede sentado aun mirando por la ventana, hasta que escuche un ruido, vi la puerta abrirse y de ella entro ese triángulo, que quería, tenía un plato con comida creo.
-pino, te hice de cenar, espero te guste-
Lo acepte solo porque no había comido nada en la tarde y ahora tenía hambre, pero recordando mi anterior encuentro con su comida no estaba tan emocionado por querer probar su insípida comida.
Comí algunas cucharadas, con la mirada de triángulo esperando ansioso a que le diera mi opinión
-sabe bien- de hecho sabía mucho mejor que la última vez que me hizo algo de comer
-en serio- me abrazo y de nuevo me sonroje –y bien- note su tono de pregunta en esas palabras y me vi obligado a contestar.
-mejoraste mucho y eso que solo es tu segundo intento- le sonreí y pude ver cómo me devolvió la sonrisa y sus mejillas se tronaron rojas levemente –buen trabajo- y le di una palmadita en su cabeza despeinando su cabello rubio.
Seguí comiendo, saboreando cada bocado que llevaba a mi boca, sorprendiéndome por el avance que tuvo ese triángulo con el tema de la comida, hasta que de la nada el…
Me beso, deje caer la cuchara y decidí corresponder su beso, compartimos nuestros labios con dulzura y desesperación, abrí mi boca y el enlazo su lengua con la mía, mi boca se sentía caliente, seguramente por su fuego.
-sabes dulce- me dijo al oído estremeciéndome y haciéndome sonrojar completamente *porque le dejo hacer esto*
Abandono mi boca y aun con algo de nuestra saliva en sus labios beso mi cuello, solté suspiros, siguió con los besos hasta que comenzó a morderme, seguramente dejando la marca de sus dientes.
*Acaso debería parar, ya no sé qué es lo que quiero*