Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿ME CONCEDE ESTA PIEZA? por Huitzil

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! Este es mi segundo Fic  ._.u

Debería hacer algo con mis ganas de escribir XD es inevitable, bueno como ya muchas escriben sobre el Mystrade y todo eso ya no es necesaria mi divina intervención para hacer que esta pareja sea emparejada como dios manda además ya hay muchas historias de BBC y no es que no ame a Benedic pero… bueno es que Robert es todo un *°* bueno yo me revelo con unas cuantas más y digo: no me importa que no les guste el Sherlock de la película 2009 yo lo amo! Y si… por el empecé con esta obsesiva obsesión con Arthur Conan Doyle así que no hay demás bueno adelante ¡A leer!

 

 

Notas del capitulo:

Los personajes de Sherlock Holmes no me pertenecen son de papá ARTHUR CONAN DOYLE, tampoco Robert Downey Jr. Y demás personajes; la verdad no lucro con estar escribiendo sobre ellos. Esto es pura fantasía.

 

“En el fondo de mi alma, quería que me amaras tan solo un poco más de lo que yo me amaba” –Huitzil O.F.-

 

¿Me concede esta pieza?

 

- ¿Me concede esta pieza?- pregunte temeroso desgarrándome internamente por mi llana pregunta fortuita queriéndome jactar casi al instante; sin embargo tú con tu despampanante traje obscuro me sonreíste, brindándome tu mano como respuesta a mi ufana pregunta para introducirnos en esa pista de baile en la mansión de mi hermano Mycroft. Trato de aprovechar este momento “debo hacerlo” todo mi cuerpo me lo exige y gracias a eso te sostengo con más asir, en definitiva estoy muy nervioso y aunque mi mente se jacta no suelto el agarre de tu cintura. - “Todo está bien, está bien” – Me repito varias veces mientras empezamos con este banal baile.

 

Porque esta podría ser la última vez que te vea tan de cerca… que te sienta de esta manera.

Esta podría ser, la última vez en que te tome de la cintura y entrelacemos nuestros dedos al momento de juntar nuestras manos enguantadas.

Bien… esta podría ser la última vez en que tus ojos orgullosos miran a los míos cómplices de un amor sin palabras.

Esta podría ser mi última oportunidad para confesarte que te amo.

                        Y aun así…

                                               Viéndote directamente a los ojos…

                                                                                  Sintiéndote tan de cerca…

ME NIEGO HACERLO.

No porque lo que sienta por ti no sea sincero; no, porque está de sobra demostrado que no soy un cobarde… es más complicado, es difícil de explicar incluso de describir y aun así es inevitable de sentir…

Mi corazón indómito e indomable empieza a latir rápidamente esperando el momento indicado para expresarte mis sentimientos. La voz extravagante de la adversidad como buena dama, me aconseja que: mientras tú no digas nada, yo no hable o insinué tampoco nada, estoy a punto de decírtelo pero me detengo. Hace tanto tiempo que estoy consciente de lo que me negaba a creer, de lo que me creía inmune o intocable y me convencí que si te daba solo un poco de tiempo más tú hombre romántico y sin prejuicios malos hacia los demás, también  cederías ante este extravagante y sin exagerar peligroso sentimiento. Tal vez podrías entender por lo menos el mismo sentimiento que tengo hacia ti, porque lo sé, he visto tu mirada tras de mi todo el tiempo, sé que me quieres, que me admiras y me respetas tanto o más de lo que lo hago yo mismo; aunque ignoro si es de la misma forma posesiva y romántica en que lo hago yo.

Espere para que sucediera, espere por un milagro, espere todo el tiempo que pude y podría seguirte esperando por la eternidad. Talvez bebiendo vino con la señora  adversidad, esperándote en un siniestro cautiverio para que te dieras cuenta; pero eso ya no podrá ser, ahora solo es un sueño lejano que surca mi mente en este instante

Porque este podría ser nuestro último baile juntos, rodeados de tantas personas como a ti te gusta, en un hermoso lugar iluminado hasta en el más recóndito rincón de la mansión, haciéndote brillar como la más grande maravilla.

¿Cuántas veces? ¿Cuántas veces trate de tomarte de la mano; deteniéndome en el acto? ¿Cuántas trate de decirte lo que sentía? Y en todas ellas mordía mi lengua y te observaba sin hacer absolutamente… de esa mediocre forma es que vi cómo te iba perdiendo, de la misma miserable forma vi cómo te casabas, como me abandonabas y de ese misma forma, angustiosa y cobarde contengo mis lágrimas en este momento, creo que todos harían un escarnio de saber por lo que paso.

Porque esta podría ser nuestra última noche juntos, deslizando nuestros pesados y cansados pies sobre esta ostentosa pista, escuchando una última sinfonía, nuestra última canción.

Melancólico por mis propios traidores sentimientos me acerco un poco más a ti, sigues igual de alto, igual de magnifico, igual de tibio, no has cambiado en absoluto. Me acerco un poco más para sentir tu respiración más cerca de mí, para gravarme cada milímetro de tu rostro y desvió la mirada en cuanto me encuentro nuevamente con la tuya. Moriarty está en este mismo  lugar, tengo que detenerle esta misma noche.

Las palmas de mis manos están empapadas y si no fuera por los guantes te darías cuenta que tan nervioso me encuentro. Ese molesto golpeteo en mi pecho no cesa, estruja mi interior haciéndome creer que moriré de un paro cardiaco en cualquier momento ¿Lo escuchas? ¿Alcanzas a oírlo Watson, ese golpeteo constante en mi caja torácica como un montón de martillazos insistentes e imparables? es mi corazón latir con desesperado afán cuando escucha tu voz, cuando te siento tan de cerca, cuando respiras, cuando me miras… y, a pesar de que estoy tan desanimado, triste y angustiado a pesar de que me siento del asco, te brindo una sincera sonrisa de esas que solo guardo para ti, tan grande, confiada, llena de valor y felicidad. Solo para convencerte que todo saldrá bien o en su defecto no tan mal; aunque solo sea yo quien sepa que todo se ira al caño.

Porque esta podría ser la última vez en que escuchemos juntos la música que suena animada y brillante; moviéndose entre ondas invisibles con las personas de la pista, fundiéndose entre las palabras mudas que nadie se atreve a decir, derritiéndose en los corazones de los presentes.

Siento tu verde mirar clavarse en mi humilde persona y tu gruesa voz me brinda un placer casi indebido cuando te acercas a susurrarme al oído: - ¿Qué sucede Holmes?- Todo mi cuerpo se estremece y olvido como respirar, mágicamente mi cuerpo sigue moviéndose porque tú lo guías. Parpadeo un par de veces antes de poner orden en mi cabeza y establecer mis funciones cerebrales de nuevo, tomo aíre llenando mis pulmones con lentitud “¿Tan mal actor soy?”  Me reprendo mentalmente por mi incapacidad de ocultar mis sentimientos admiro ese destello en tu verde mirar “No.” Me respondo en breve recordando por qué lo has descubierto es fácil “Porque eres tú, porque eres Watson”

- Nada.- contesto con seriedad tratando de que mi reciente falacia te convenza y cambio de tema para ponerte al corriente de mi plan que se llevara a cabo esta misma noche para derrotar a Moriarty. Confió plenamente en que sabes que mi amor propio es tan grande como para cometer una locura, confió en eso porque si supieras que mi amor propio no se iguala al que te tengo a ti, sabrías que daría la eternidad y la poca cordura que me queda por salvarte. No quiero arruinar tu buen estado de ánimo, no quisiera que te enteraras de la verdad y te enojaras conmigo.

 Porque estos podrían ser mis últimos pensamientos para ti, podría ser nuestra última aventura juntos y no quiero arruinarla con estúpidas pequeñeces antes de terminar de narrarte mi fantástico plan me fulminas con tu mirada y antes de que me reproches algo hablo en mi defensa.

- Esto es solo si quieres intentarlo Watson, sé que ahora incluso no puedes soportarme; pero- Levantaste la mano, interrumpiéndome cuando pusiste lentamente tu dedo enguantado sobre mis labios.

- Sé que mientes, no sé cuál es tu intención al esconderme la verdad creo que todo lo que haces es para hacerme sufrir o en el peor de los casos llorar. Yo lo se tú no se lo muestras a las demás personas, no muestras lo que hay bajo esa fría mascara de inteligencia e indiferencia. Anda Holmes muéstrame la verdadera cara que has estado escondiéndome.-

- Yo no escondo nada.- murmure derrotado.

- Holmes, por favor…- suplicaste y continuaste – Cuando estés herido: sufre; cuando sea difícil: grita. No hay nada de vergonzoso en eso y está bien, te lo juro Holmes estará bien porque yo estaré contigo. No importa si no puedes reír apropiadamente todo será para que ya no puedas mentir de nuevo y está bien, no importa si no puedes soportarlo; porque… cuando quieras llorar, yo llorare contigo.- Hablaste despacio sin muchas pausas, en un quedo susurro, te mire asombrado tratando de tragar la poca saliva que se acumuló cuando te escuchaba atentamente; pero algo se había alojado en mi garganta como una pequeña pelota que no me dejaba siquiera contestar debidamente, que no podía tragar, que no me dejaba respirar correctamente, se había formado un nudo en mi garganta y con todas mis fuerzas de voluntad me lo trague con coraje y pude contestarte.

- Esta bien Watson…-

Me aprietas con más fuerzas, la canción está llegando a su fin. Tú lo sabes, yo lo sé. Quiero llorar, quisiera ser más honesto, quisiera ser más normal para ti, quisiera ser un mejor compañero, quisiera haberme alegrado por tu boda con Mary, quisiera no haberte metido en esta pelea con Moriarty, quisiera haberte dicho lo que sentía, quisiera no haber sido tan grosero y pedante, quisiera poder haber sido mejor amigo, quisiera… simplemente quisiera tener un poco más de tiempo para quitarme esta mascara que llevo conmigo todo el tiempo pero ya es tarde, demasiado tarde; porque olvide quien soy en verdad, fuera de este disfraz de carne y hueso, fuera de mi aspecto de hombre frio y desinteresado existía una persona, un ser humano pero ya no está… no logro recordarlo, su personalidad la suprimí con los datos inservibles sobre el universo y el sol; y quisiera que supieras que en verdad lamento todos los momentos desagradables que te hice pasar. Solamente quería saber que se sentía tener a alguien que se preocupara por ti cuando a nadie más le importas, egoísta e infantil, lo sé pero en mí ¿Que no lo es?

Porque en definitiva esta será la última vez…. La última vez en que te vea tan de cerca, en que admire tu deslumbrante sonrisa y me hunda en tus orgullosos ojos verdes.

La canción termina, nos detenemos en breve, me miras, te miro.

-¿Quién te enseño a bailar?- pregunto en broma sabiendo la respuesta.

- Tú, fuiste tú.- contestas con un leve rubor en tus mejillas, seguramente recordando la noche en que aprendiste a bailar junto a mi lado, me alegra saber que fui un excelente maestro; pero antes de que digas cualquier otra cosa me marcho rápidamente, soy malo en esto de las despedidas, no quiero decirte adiós para siempre, es mas no quiero decir ni siquiera un hasta luego, no quiero que me recuerdes con los ojos llenos de lágrimas y rojo por la sangre que subirá a mi rostro cuando descubras que te amo profundamente y me rechaces sutilmente. No quiero que me recuerdes como el inútil genio que cedió a sus sentimientos, que se dejó encandilar por tus encantadoras cualidades y se dejó vencer por un sentimiento tan molesto como es el amor. Mejor recuérdame viejo amigo, recuérdame como el genio malcriado, arrogante, adicto al opio e inútil que finjo ser todo el tiempo, si... recuérdame como esa clase de hombre eso estará bien para mí.

A paso decidido me voy a la terraza con el recuerdo de tu confusa mirada verde en cuanto me iba, esperando a que no me acompañe hasta el final de mis días; porque lo que quiero recordar hasta mi último respiro es tu bella sonrisa esa que me dedicabas cuando acababa de despertar o cuando terminábamos un caso muy difícil, en efecto quiero recordar para siempre esa sonrisa. Y ¡Ahí esta! El napoleón del crimen, el malvado profesor Moriarty… hombre virtuoso, todo un pionero en la investigación según tu descripción. El villano coronado como el rey de toda la mente criminal, digno contrincante mental.

Me dedica una siniestra sonrisa que devuelvo al instante, es obvio que trata de intimidarme con su gran persona cosa que parece no funcionar, e cohibido ese sentimiento, al darme cuenta de que en  definitiva ganare en esta parida. Mi herida en el hombro  palpita ansiosa haciéndome recordar por lo que pase colgado de ese gancho, trato de ignorarla pero aun duele. Recuerdo el dolor que sentí al saber que la señorita Adler estaba muerta; dolor no físico si no mental, atacar justo en el sistema mental era un golpe bajo incluso para un hombre como Moriarty…. Una angustia inhibidora me invadió repentinamente y estaba seguro que el dolor que disimule tan bien no se compararía con lo que sentía al perder a mi querido Watson, de solo imaginarlo soy presa del más atroz sentimiento sembrado en el hombre… el miedo.

Valientemente me enfrento al más brillante genio criminal del mundo en una batalla sin precedentes y lo peor aún sin testigos. El dolor en el hombro vuelve; pero cubro mi mueca de angustia por una de ufanía del actualmente declarado en bancarrota profesor Moriarty. Mi sonrisa triunfal de ver su deformado rostro torcido por la ira cuando sostiene la libreta en donde mi habilidad con el lápiz se demuestra y se da cuenta que no es la de él y cuándo llega al final para leer la leyenda “cuidado con lo que pescas” mi sonrisa  se borra cuando se acerca enfadado y muy molesto.

Empezamos a planear nuestros movimientos cuerpo a cuerpo, el resultado, siempre desastroso para mí, siempre lo supe… ya lo tenía planeado es por eso que no me hundiría solo y si tendría que morir seria con el napoleón del crimen a mi lado me causaba un  poco de gracia saber que Watson era un mal apostador, siempre apostaba por la idea equivocada, se había incluso equivocado en apostar todo lo que tenía por creer que saldría victorioso yo de esta sin tener que sacrificar algo grande, se había equivocado al declarar que yo moriría solo y sin nadie a mi lado, que lastima que no lo haría, esta vez me acompañaba una mente tan retorcida como la mía.

Me moví hábilmente para hacer una maniobra difícil y así lograr apresar a Moriarty en mis brazos y tirarnos en las frías cataratas de Suiza; pero como siempre, como era elemental para mi querido Watson el nunca entraba en la formula y tampoco era tan predecible como siempre declare, ahí estaba para desafiar mi lógica y retar al destino. Me miraste con esos orbes verdes pasto, yo no pude apartar mi mirada de la tuya….

Que difícil era para mí decirte adiós, que difícil era ver esa mirada acusadora que no paraba de cuestionar mis actos, mi corazón hecho un vuelco por la tristeza me reclamaba que fuera a tus brazos pero sabía de ante mano que no saldríamos vivos de esta si dejaba vivo al Moriarty y mientras de mis ojos se resbalaban las indeseables lágrimas me incline un poco más y me lance al vacío.

Escuche tu grito desgarrador partir mi alma al pronunciar mi nombre “gracias Watson” me olvide decirte que “gracias porque lo encontraste por mí… mi verdadera cara, la que estaba a punto de olvidar…”  

Definitivamente de todos los casos, el más difícil de realizar y el más difícil de hacer… es el decir adios...

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

                                       ♣♦♠

Fin.

Notas finales:

HELLO DARLINGS! ¿QUE TAL LES PARECIO? A MI ME ENCANTO DISCULPEN SI ES MUY CORTO ESPERO SUS COMENTARIJILLOS Y SI NO ME COMERE A SU FAMILIA XD OK. NO PERO BUENO PASEN UN BUEN DIA HASTA LUEGO!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).