Bien, finalmente era miércoles, el anhelado día. Hoy es el día de KiBum sin embargo creo que estoy más emocionado yo que el cumpleañero, inclusive he preparado una pequeña reunión con un pastel. Sonreí al verme y sentirme tan detallista como nunca lo había sido.
- Le fascinara.-Dije emocionado.- ¡Al ver esto se sentirá muy feliz y emocionado, muy emocionado!
-Jonghyun, ¿con quién hablas?-MinHo miraba de reojo extrañado a Jonghyun.-Ya decía yo que estaba loco. Mis suposiciones eran ciertas… ¡VIVO CON UN DEMENTE!
-¿Ah?...-Calle sorprendido y después de inmediato llego la indignación, claramente dramática.- ¡CHU CHU~!Largo… ¿Qué haces aquí?
-Bueno Jonghyun… recuerda que a partir del lunes esta es mi habitación, seremos… no, somos compañeros de cuarto.
-¡Cierto! Bueno…-Rodaba los ojos y enfoque la vista en el sillón.- Da igual…
-Vaya bipolar… pero bueno, ¿con quién hablas igual?-Decía curioso.- ¿Qué tramas? JjongJjong -La última palabra la dijo imitando a KiBum.
-¡No me digas así! Solo KiBum puede.-Sonreí como tonto enamorado. Termine de soñar y volví a retomar mi platica con MinHo.-Y no hablo con nadie.
-Deberías ir a ver pronto a un doctor, podrías volverte loco. Mi amigo esta demente.
-¡Aquí nadie se volverá loco! –Me queje, tome un peine y me dirigí al baño, me mire tres veces al espejo mientras entrecerraba los ojos y maldiciendo a MinHo chasqueaba la lengua.
-Jonghyun saldré a unas prácticas en deporte, ¿está bien? ¡Tardare mucho no me esperes!-Grito desde la pequeña e improvisada sala.
-¡No es como si fueras mi pareja! ¡No te voy a esperar!-Dije bromeándole.
-¡Adiós cariño!-Reía burlón mientras un portazo paro con las risas del más alto. Llegando el silencio.
Paré de “peinar” mi cabello y empecé a apreciar con fastidio mi agotado rostro, no debía salir así, ¿Qué KiBum me viera de esta manera? Para nada. Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando mi celular vibro dentro de mi pantalón, cosa que de manera estúpida me hizo reír.
-LLAMADA ENTRANTE-
-¿Bueno?
-Jonghyun, ¡hermanooo!-La voz sonaba agitada.
-¿MinHo?
-¡Sí!, necesito tu ayuda…
-MinHo…
-¡Por favor! En biblioteca hay unos trabajos que necesitan ser finalizados, ¿podrías tu…?
-MinHo, no tengo mucho tiempo… necesito -
-¡Por favor! No es mucho aparte, te pagare, lo terminas en una hora, ¿sí? ¡POR FAVOR!
-No digas una hora como si fuera nada...
-¡Por favor!…
-NO.
-¡Por favor!
-¡MinHo!
-¡Por favor! ¿Si? haré lo que quieras luego, el entrenador se enojara si falto nuevamente a una práctica.
-Está bien MinHo, me debes una… ¡Y MUY GRANDE!
-¿Ya te dije que te amo? ¡Gracias~! felicítame a ese chico de mi parte.
-Sí, claro, adiós.
-LLAMADA FINALIZADA-
Me lave el rostro para quitarme la cara de mala hostia que llevaba y me cambie de manera rápida, como nunca lo había hecho. Decidí apurarme con el bendito trabajo para poder pasar finalmente el día con KiBum.
-¡Mierda! Estúpido MinHo. – Ya me encontraba en la biblioteca haciendo el trabajo de mi compañero de habitación. Pasaban minutos y seguía escribiendo como loco endemoniado en una de las portátiles del instituto, solo quedaban unas páginas más y terminaría.
Mis dedos dolían de tanto teclear y mis ojos seguramente estaban rojos por pasar tanto tiempo con la portátil frente a los ojos pero el trabajo parecía llegar a su fin.
-¡Termine! Carajo… ¡TERMINE! –Casi me salen las lágrimas de felicidad al tener el trabajo guardado en documentos y una memoria USB. –Bueno ahora lo siguiente…KiBum, espérame, aquí va tu dolor de cabeza. – Salí corriendo de la biblioteca y me dirigí a los dormitorios de segundo grado. En unas horas le daría su regalo y estaba sinceramente nervioso por lo que pensara de él, pero por el momento estaría platicando con KiBum. Fueron más de una vez las que tropecé con algo en los pasillos, recibí más de una burla por mi torpeza para nada habitual, pero ya parecía llegar al dormitorio de KiBum. Respire agotado por la carrera que di, ya frente la puerta del cumpleañero.
-Debo olvidarme de la comida extra.-Me dije inhalando fuertemente. Iba a tocar la puerta cuando un post-it de un color amarillo chillón.
“¡Hola! A cualquiera que vaya a tocar mi puerta, no me encontrare he salido por una situación personal, puedes dejarme un correo o mandarme un mensaje al celular, ¡hasta luego!
Atte. Key~ <3”
¿Qué? ¿Habrá salido con un chico? ¿Sera más lindo que yo? Imposible. Me quede mirando la nota por un minuto más o menos, hasta que decidí irme a caminar a alguna parte. Algo decepcionado.
¿Tan siquiera se acordara de que es su cumpleaños? KiBum es un poco despistado, muy despistado. Si fuese un chico la razón por la que salió KiBum, ¿sería el chico que le gusta?... ¿qué estoy pensando? Solo salió por un asunto personal pero, ¿y si me deja? ¡No, no! Calma, nada de dramas Kim Jonghyun, él también tiene amigos… es algo típico de amigos salir, sí. Calma interna.
Bien, asunto arreglado.
Fui a mi dormitorio y me recosté, ¿ahora qué haría?, KiBum se fue, MinHo se fue, Onew debe de estar ocupado comiendo o haciendo trabajos de ultimo momento... voltee hacia la cajonera donde se encontraba reposando la cajita con el anillo, la observe por un rato y mire el techo de un color beige, pensativo.
¿Qué siento por Key?
No era idiota me atraía, corrección, ME ATRAE pero, ¿y si simplemente lo dejo? Llevábamos semanas platicando siendo… buenos amigos, esto sucedió demasiado rápido. Mis padres me han reprendido por esto, saben que me aferro rápidamente a la gente cuando la quiero y al final termino con fluidos saliendo de mi nariz y un paquete de Kleenex. Así que… ¿si es simplemente eso?, ¿y si solo lo quiero? Cerré los ojos quedándome tranquilo, atrayendo el sueño y el cansancio. Podría ser solo eso. Tal vez, solo lo quiero.
-MENSAJE NUEVO (1)-
-Jjong, llegare tarde, mi tío me ha llamado para que me dirigiera a su compañía, Lo siento.
Solo vi el mensaje y volví a cerrar los ojos, estoy seguro que las últimas horas que restaban del día estaría molesto por todo.
-Está bien, ¿te quedaras allá?
Suspire, pensé en enviar el mensaje 2 veces… un buen día termino siendo un día cualquiera, era como antes, solo en la habitación sin hacer nada esperando a alguien, FASTIDIOSO.
-MENSAJE NUEVO (2)-
-Lo más posible es que sí, parece que mi tío esta algo molesto… bueno, lo está DEMASIADO… nos vemos mañana. Cuídate~
Vi el mensaje y tan rápido como lo leí apague el celular y volví a hundirme en las sabanas calentitas, cerré los ojos inundándome de esa oscuridad a la cual no le tememos, la que atrae tranquilidad y flojera. Mi mandíbula se tensó y decidí desahogarme de una de las mejores maneras, escribiéndolo.
Me levante lentamente pero camine rápido a mi escritorio, tome una hoja blanca y un bolígrafo negro.
-Haré una carta, la MEJOR carta que haya recibido KiBum.-Sentado mirando la hoja por un tiempo.
“Bueno, KiBum… yo quería decírtelo en persona ya sabes esto pero debido a tus asuntos decidí hacerlo mediante una carta, ¿A quién no le gustan las cartas? En fin. Hoy es tu gran día, ¡Feliz cumpleaños! Realmente estoy emocionado por ti, porque el día de hoy hayas llegado debido a que tenías asuntos importantes que atender aceptare una salida juntos para festejar atrasadamente el día de tu nacimiento :B ÑEH.
¿Cómo debería dar inicio oficialmente? ¡Aquí voy! Debo admitir que al conocerte fue algo increíblemente… estúpido, desde lejos parecías muy raro, sigues siendo raro. Está bien, no. Gracias a que te me acercaste, a que tu si tuviste el valor para citarnos en el patio comenzó esto, y fue bueno que iniciáramos a hablar, esto es algo idiota pero... Jamás olvidare nuestro primero domingo, ¿por qué hablo como si fuera una despedida? Dejare de actuar así, bueno olvida eso… ¿te digo algo? eres demasiado genial. Recuerdo haber visto mucha gente siguiéndote, de hecho, yo ya te había visto antes de que llegaras aquí… ya que pues no eres alguien que pase desapercibido por la calles.
Cuando te conocí creo que nos abrimos demasiado, yo espero…que sigamos siendo muy buenos amigos…, sí, buenos amigos. También cuando empezamos a hablar no pensé en que seríamos así, ni siquiera pensé es tratar de hablar contigo y lamento haber sido un cobarde al principio, Una cosa que debes saber es que… ¡Llamas mucho la atención…! Tarde o temprano te alejaran de mí…no, ¡eso no sucederá! No lo permitiré, ¡ES UNA PROMESA! KiBum, Kim KiBum. Y es del meñique, esas nunca se rompen.
Hoy de seguro debe de ser un buen día para ti. Debe de, porque hoy es tu día…te deseo lo mejor, podría ser como una chincha (jamás me despegaría de ti, jajaja), ¿trato? Siempre como chinchillas. No te dejare solo. Jamás. Feliz cumpleaños, Kim KiBum, Key <3
De: Kim JongHyun”
Sonreí al momento que finalice de escribir, deje el bolígrafo en la mesa y me levante con la carta en mano, buscando un sobre para esta. Cuando la carta ya se veía presentable fui al armario, tome una sudadera para poder salir rumbo hacia el dormitorio de KiBum pues ya estaba algo frío. Caminaba más tranquilo que en la mañana, sin tropezar, sin apuros, con la carta en mano y sonrisa leve. Cuando llegue pare frente a la puerta del dormitorio de KiBum, la nota seguía pegada con una bonita letra cursiva… mi letra es un desastre, tome fuertemente la carta sobre mis manos y casi me retractaba a dársela.
Eran las 11:59pm cuando la carta ya se encontraba dentro del pequeño buzón. Me aparte lentamente de donde deposite la carta y camine rumbo a mi dormitorio a tomar una ducha y dormir, esperando por el día de mañana.
**
Cuando parecía empezar a ser consciente después de mi sueño, sentía un peso extra sobre mí aparte del cobertor. MinHo, era MinHo.
-¿E-eh? ¿Qué mierda estás haciendo?-Me removía intentando apartar a MinHo.- Pesas… mierda, ¿crees que eres de hule?
-¿No vez? Te estoy despertando.-Se puso aún más pesado.- Y soy sano, mi peso es correcto.
-¿Poniéndote arriba de mí? ¿Esa forma para despertarme? Y dices que yo soy el extraño, muévete.
-¡Uyuyuy! Te volviste temible, ¿alguien te hizo enojar? Sr. Dinosaurio.-Se quejaba burlón, MinHo.
-Así soy, MinHo –Dije lanzando un bostezo y sacando ropa para irme a la ducha y no salir de allí por un buen rato.
-No has de ser así con KiBum, ¡A veces lo envidio!
-No lo metas a él en esto, aparte el no hace nada para que lo trate así.-Dije sonriendo.
-Ajá, sí, claro. Si vieras la sonrisa de idiota que pones cuando te nombran a KiBum.-Hablaba entre dientes.
Ignore sus comentarios, la verdad no me ponía de buen humor cuando me despertaban, me molestaba y me arruinaba el día completo, hoy sí habría clases completas, siendo Jueves.
Iba caminando por los pasillos solo, sin la compañía del chico rubio de mirada matadora. Sentía las miradas de las chicas cotilleando al verme solo, por un momento pensé que se arrimarían a preguntar por el “rubio” o por mí como si me fuesen a comer.
Cuando llegue al aula, me senté en el lugar donde KiBum se sentaba con frecuencia, mientras tarareaba una canción la punta del lápiz y el borrador chocaban contra la mesa de una manera tonta y distraída, dando a entender con no estaba conectado al 100%.
-¿En quién piensas?
-En KiBum.-Directo.
-¿Uh? ¿KiBum?
-Sí.-Directo, directo.
-Eres bastante honesto, ¿no?-Hablaba con una sonrisa de lado.
-No tengo porque mentirte, Onew.-Lo miré por primera vez en el día, riendo para tranquilizar el ambiente.
-Tengo ganas de comer un mango.-Dijo somnoliento, al parecer despertó mal al igual que yo… no de la misma forma, pero sí mal.
-¿Mango?-Ladee la cabeza confuso.
-Ajá, ¿tú no?
-No, no… pero eso, ¿eso que tiene que ver?
-¿Ah? Nada, simplemente no es tan divertido si no juegas con las cosas.
-¿Jugar? Yo, bueno…-No sabía cómo contestar a eso.-Está bien.
-¿Te gusta KiBum?-Dijo serio. Ahora él es el directo.
-¿Qué?-Fingí estar distraído.
-No tienes por qué mentirme, no te juzgare, soy tu amigo.
-Es una pregunta hecha en el lugar equivocado…-Lo miré alerta, esperando cualquier movimiento en mi contra.
-Bueno, ¡Luego vayamos a la cafetería a hablar! No siempre te veo allí, KiBum y yo últimamente hablamos mucho.
-¿KiBum y tú?
-Sí, es muy lindo.-Dijo risueño.- Debe de haber estado duro el trabajo.
-¿Tu sabes de eso?-Dije con interés, esperando poder saber algo de su día.
-Claro mi padre es un socio importante de él tío de KiBum, a veces me habla mucho de él y lo duro que puede ser con su pobre sobrino, aunque él es impresionante… KiBum es bueno con el trabajo, aunque su tío parece sobrepasarse. Se preocupa demasiado por la empresa.
-¿Más que por su sobrino?-Dije con un poco de indignación.
-Oye, eso no lo sé...-Dijo levantando las manos y las cejas.
El día se pasaba rápido y el frío se volvía casi insoportable. Ya nos encontrábamos pasando a la cuarta hora, aún sin tocar el timbre para esta fui al salón para tomar m lugar habitual pero me sorprendí al entrar y verlo a él tan tranquilo, sentado en el último asiento, viendo las nubes negras.
-KiBum, hola.-Hablo algo desesperado por saber de él.- ¿Qué tal?
-Hola Jonghyun, lamento no haber estado el día de ayer. – El salón se sentía más frío creando un sentimiento extraño, KiBum se levantó del mesa banco de forma lenta y empezó a caminar hacia mí, nomás alcanzaba a ver parte de su rostro triste, justo cuando parpadee sentí sus brazos sobre mis costados, creándome un sentimiento vacío y extrañado.
-¿Está todo bien? –Correspondí el abrazo de manera rápida, el asintió y respiro fuerte haciendo más fuerte el abrazo.
-Sí, gracias por la carta.-Dijo pausado.-Me gustó mucho.
-¿La carta?...oh, ya la leíste. – sentía el calor arremolinarse en mis mejillas.
-Ajá.-Contesto algo más animado.-Y, ¿qué hiciste ayer?
-Bueno, dormir, comer y dormir.-
-¡Que divertido! – Seguíamos abrazados, esto se sentía extraño.
-¿Paso algo malo? –Algo no cuadraba.- ¿Qué tal te fue con tu tío?
-No, simplemente fue demasiado trabajo, mi tío, no, el señor ese es muy terco.
-Supongo que cualquiera lo es cuando solo se tiene a una persona para que la cuide… no es bonito pensar en el futuro de una empresa sin alguien que la lleve. Eres su sobrino debes de saberlo.
-Sobrino, sobrino, sobrino… él es un dolor de cabeza.
Se deshizo el abrazo y nos miramos a los ojos por un corto tiempo, ya que KiBum se movió hacia la gran ventana del salón.
-¿Ya te dije cuanto amo los días nublados?-
-Deberías repetirlo más veces…-Me acerque a su lado y respire profundamente.
Las gotas empezaban a caer, creando una carrera entre ellas mismas. El viento empezó a soplar fuerte y el suspiro de KiBum me parecía consumir.
Solo las escuche mientras chocaban contra la ventana, más no las vi porque en ese momento yo solo tenía vista para algo, más bien alguien, solo lo miraba a él, solo tenía los ojos para él.