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~°Nuevo chico, nuevo AMOR°~ (JK) por AMC

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Notas del capitulo:

Hello... it's me. (8)

Una cucharadita del pasado de Bummie ;-;

POV KiBum

 

Desperté de golpe, ¿qué paso? enfoque la vista, estaba en mi casa, para ser más precisos en mi habitación. Miré el reloj que se encontraba sobre una cajonera y marcaba perezoso las seis de la mañana con quince minutos, pensé que me despertaría por medio día, pues el día de ayer llame más de una vez al chófer que vendría por mí, todas las llamadas solo fueron para cambiar la hora a la que vendría por mí, al final me fui a las doce de la casa de JongHyun.

 

Sonreí como idiota al recordar el día de ayer, después de que los demás chicos se fueran de la casa de JongHyun las cosas no fueron muy tranquilas entre nosotros dos que digamos, y no lo digo en un mal sentido, para nada.

 

Me senté en el borde de la cama y busque algunas sandalias por algún lugar del suelo. Sin tener éxito alguno, baje descalzo de la cama, dando leves brincos por lo frío que se encontraba el suelo. Estaba cansado me dolía el cuello pues conociéndome lo que no hice fue dormir de una manera muy correcta, típico del sueño de KiBum. Me puse unas zapatillas deportivas y camine por la gran habitación de tonos blancos y rosas, específicamente rosa palo y quemado, camine hacia el gran ventanal de la habitación y la gran barrera de vidrio era tapada por una gran cortina gruesa y fina. Removí con rapidez la tela para apreciar el clima del día nublado y frío, amaba estos días aunque extrañara las brisas de la Isla Jeju el clima nubloso siempre seria mi preferido. Aparte mi vista del cielo obscuro y baje la vista al extenso y verde jardín, mis adentros se removieron con brusquedad y sonreí entre la nostalgia, entre la melancolía.

 

 

 

-FLASHBACK-

 

Había un pequeño de unos 8 años, cabellos rubios y piel pálida. Se encontraba sentado en el pasto de un verde vivo y a este lo rodeaban juguetes coloridos y por más divertidos, al igual que los encargados de la casa quienes miraban enternecidos jugar al menor del gran hogar. Un hombre mayor de aspecto fresco se detuvo junto a los encargados mirando a su hijo. Esperando a que este brincase hacia él le miró con ojos afectivos, con una mueca chistosa.

 

-¡PAPÁ! ¿Volviste? ¿Dónde está mamá? -El niño energético corrió hacia su padre que acababa de salir al patio, el niño le dio un abrazo fuerte y el señor lo cargo entre sus brazos.

 

-Tu madre se encuentra dentro junto con tu abuela, ¿quieres verla? -el señor le decía mientras acariciaba los cachetes del pequeño rubio.

 

-¡Mi abuela! ¡Sí! quiero verla. - El niño se removió entre los brazos de su padre, este se negaba a soltarlo pues si lo soltaba así nomás podría caer y hacerse daño. Pequeño terco.

 

-KiBum, ten más cuidado. -Su padre lo fue bajando hasta que tocara el suelo. -Listo, ten cuidado con tu abuela, no la abraces tan fuerte que puedes lastimarla.

 

KiBum esperaba ansioso a que su abuela cruzara la puerta hacia al extenso patio y cuando por fin lo hizo, corrió hacia ella depositando le un gran abrazo, uno cuidadoso y alegre.

 

-FIN FLASHBACK-

 

 

Un largo suspiro resonó en la habitación, KiBum se podía ver así mismo jugando en el patio a la edad de los escasos ocho años. A pesar de los años recordaba muy bien las facciones de su madre y padre, el cariño de su abuela, sus palabras parecían tatuadas en su mente. Nunca de los nunca se ha olvidado de sus consejos, su voz y su ayuda. De ninguno de sus tres admiraciones.

 

Los parpados se sentían pesados, la nostalgia era algo en lo que vivía continuamente cuando pisaba y dormitaba en esta casa, una razón por la cual quise ir al instituto. Me aparte del gran ventanal y salí de mi habitación, cuando abrí la puerta y cruce el marco de esta un escalofrío brusco me recorrió de los talones de los pies hasta la última hebra rubia de mi cabeza, me sacudí en silencio y camine por los extensos pasillos. Puertas a los lados y cuadros adornaban las paredes, tantas habitaciones en la casa me hacían sentir mucho más solo. Llegue a las amplias escaleras y mis pies descalzos no dejaban de pisar los escalones adornados por el elegante mármol de color beige. Un ritmo definido y el sonido tan marcado.

 

 

No había nadie o eso parecía, el silencio era abrumador.

 

 

Me dirigía con paso perezoso a la cocina con un solo objetivo, agua. Mis pensamientos estaban fríos y rondaban sobre el día del accidente, después de pensar en mi familia los recuerdos golpearon mi mente.

 

 

-FLASHBACK-

 

La familia se encontraba sentada en la sala platicando plácidamente como normalmente lo hacían, claro, si el trabajo lo permitía. Los señores discutían sobre los planes para el pequeño, querían que brillara en el futuro como lo hacía ahora. Nada debía faltarle y ellos asegurarían eso con su vida, por lo tanto, el silencio aguardo en el hogar después platicar sobre la empresa, a la señora Kim no le gustaba tanto hablar de trabajo frente a su pequeño por la imagen tan distante que podían darle a su bebé Kim.

 

 

CRACK, CRACK.

 

 

El ruido de una ventana romperse por el impacto fue una gran sorpresa para la familia y la servidumbre, los nervios nacieron en los dos señores y tomaron al pequeño en brazos y subieron a paso rápido arriba, el personal tomaba precauciones y cerraban todas  las puertas, las balas atravesaban los hermosos ventanales, las balas acababan con la hermosa vista del salón principal, el ruido era ensordecedor y palpitante. Y KiBum, KiBum cubría con sus manitas sus orejitas y tenía cerrados con fuerza sus felinos y llorosos ojitos, “¿qué esta pasando?” el ruido de las balas ceso pero las puertas habían sido abiertas de una manera no muy amable.

 

Los señores Kim se encontraban abrazados y entre ellos su hijo horrorizado por las visiones del hogar destruido, los mayores susurraban palabras para tranquilizar al menor, le acariciaban el cabello alborotado y lo arrullaban.

 

Se escuchó el portazo que escandalizo a los tres, se mostraban vulnerables en la esquina de la habitación mientras murmullos tranquilizadores por parte de la madre eran escuchados.

 

-Patético. -el hombre con el arma en mano mostraba una sonrisa perturbadora. -¿Quién diría que terminaría así Kim HyunJoong? es una lástima, ibas directo a la meta, ibas directo a ser el mejor, debes sentirte como una mierda.- rió.- Acabemos rápido.

 

-¿Por qué haces esto? –Gruño mi padre, furioso con el señor que irrumpía nuestro tiempo en familia, el poco tiempo que teníamos era interrumpido por malos hombres. -¡¿Quién te ha mandado?!

 

-Yo solo hago mi trabajo, solo debo borrarte del mapa y eso es lo que haré. -el hombre apuntaba el arma a un punto ciego entre mis papás. Miré con miedo a mi madre quien había perdido la cordura, estaba angustiada, asustada, nerviosa, etcétera. ¿Quién no lo estaría? veían su vida pasar por frente.

 

El sonido de una bala resonó.

 

 

“Cuida que no le pase nada, te amo cariño."

 

 

Fue lo último que escuche salir de sus finos labios seguido de un suspiro, tan profundo que me perforó el alma. No reaccionaba, pero mi padre por suerte fue mucho más rápido, me tomo en sus brazos y corrió por los pasillos de la casa, se escuchaban los pasos apresurados de mi padre seguido de los del hombre de negro. Acababa de presenciar, el cómo mi madre era asesinada.

 

-KiBummie, necesito que juguemos. –murmuró mi padre mientras me jalaba de mi muñeca. –Ahora debes sacar tus dotes de buen jugador.

 

-¿Ju-jugar? –Dije mientras dejaba que las lágrimas quemasen todo a su caída. ¡Claro que no quería jugar! Quería volver con mi madre, quería volver y pedirle que despertara y sobara mi cabeza para que alejase los malos sueños.

 

-Sí, ese hombre las trae. No debes dejar que te tome ni te encuentre por nada del mundo o perderás nuestro juego. -Mi padre arrastraba las palabras, hablaba rápido y tomaba mucho aire. Tomo la pequeña mano del niño. -Somos un equipo KiBummie, así que cuando él te quiera tomar corres a un lugar que solo tú conozcas, luego te alcanzare yo, ¿sí? Muéstrame que tan buen corredor eres. –acaricio mis mejillas con una sonrisa consternada y asintió sin esperar por mi respuesta.

 

Asentí a sus palabras confundido, cerré los ojos y sentí el pequeño beso de mi padre en la coronilla de mi cabeza. Abrazándome mientras miraba hacia atrás de nosotros por si veía a alguien que nos pudiera ayudar a los dos.

 

-Te quiero mucho hijo. -guardamos silencio y escuchamos los pasos del hombre de negro. -A la cuenta de tres corremos. -nuestras manos formaban un apretón. -uno...-se escuchaban las puertas ser abiertas bruscamente. -dos...-el ruido se acercaba a nosotros. -Tres.

 

Mi padre abrió grande los ojos y brinco junto conmigo al momento en que la puerta fue abierta bruscamente, ordenándome en silencio que corra. Claro que la atención de ese hombre se dirigió a mi padre y me dejo correr tras su fuerte y ancha espalda.

 

-Corre y no pares por nada. - Escuchaba atentamente todo, lo veía todo atentamente; sus ojos cristalizados, su respiración agitada, sus muecas. No entendía nada, ¿cómo lo haría yo? -¡CORRE, CORRE, CORRE!

 

Y lo hice, a pasos torpes corría lo más que podía. Me escabullía por pasillos, y giraba rápido, escuche el sonido tan perforador y un después un quejido, lagrimas corrían por mis mejillas, su garganta se encontraba seca y mis sollozos se hacían desgarradores, agudizando mi alma.

 

Llegue al final del pasillo y di una vuelta a la izquierda encontrándose con una puerta vieja y fea, la puerta del sótano, ¿cuantas veces soñó con entrar a esa habitación? ¿Cuantas pesadillas incluían esa puerta? Escucho como jarrones caían, el hombre quería terminar con el juego y yo estaba dispuesto a ganar, a esperar que luego viniese mi papá y me liberará.

 

Ingrese silenciosamente baje las escaleras, era mucho más hondo de lo que pensaba, llegue al final y me escondí entre muebles polvorientos. Me hice un ovillo y cerré los ojos, pedía que terminara el juego lo más pronto posible.

 

-Papá, ven y sálvame. Y de paso, salva a mamá. –rogué.

 

-FIN FLASHBACK-

 

 

-Como desearía que papá estuviese simplemente perdido en la capital de Japón. –murmuré triste, ¿Cuántas veces había dicho eso?

 

Caminaba por aquellos pasillos en los cuales alguna vez corrí con todas mis fuerzas, en los cuales corrí por mi vida. El silencio se conservaba aún, como dije antes, por esta razón entre al instituto, para dejar la casa que me atormentaba. No quería venderla, no quería comprar una nueva para simplemente dejar que otras personas la habitaran. No era malo, aún quedan buenos recuerdos, no puedo evitar pensar que suena un tanto masoquista. Pero es simple cariño por los recuerdos que me envuelven, es lo que me han dejado.

 

En el instituto había mucha gente y eso me ayudaba a no sentirme solo como aquí, me ayuda a despejarme y olvidar lo que era esto. Allí conocí a personas importantes, JongHyun entre ellas. Allí había gente que sé que puedo contar con ellos en momentos de desesperación.

 

Estoy formando el presente con ellos y el futuro no será la excepción.

 

Después de caminar un rato por la casa fui a mi habitación nuevamente. Camine hacía el armario y busque ropa, hoy saldría con los chicos al centro comercial, no habría mucha gente por las vacaciones así que la salida no sería tan revoltosa, ni una batalla con los flashes tal vez. Todo marcharía bien.

 

Elegí una camiseta negra con unas letras blancas impresas, sobre esta llevaría un saco negro con garabatos de un blanco perla, unos pantalones rojos con un estilo de estampado ¿escoces? y para finalizar unas botas altas negras.

 

Cuando finalice de buscar lo que me pondría fui al baño, me saque la ropa y me mire en el espejo del lavamanos, reí. JongHyun exagero con lo de estar flaco, estoy delgado, estoy perfecto. Delinee mi clavícula y decidí olvidarme de eso. La tina ya estaba preparada para meterme y no salir en un buen tiempo de ahí. Esperar con ansias la salida con los chicos era lo último que me quedaba por hacer.

 

Notas finales:

¡DRAMA, DRAMA, DRAMA! BUAJAJAJA. 

 

¿Soy mala? ~

 

Espero sus lindos reviews :v Haber si se aparecen ustedes fantasmitas

 

LAMENTO LAS FASHAS DE ORTOGRAFÍA, AHÍ ME ESHO UNA LEÍDA PA' VER QUE ESTA MAL. 

 

Adiós~


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