Capitulo 1: nacimiento
El sol se alzaba por el claro cielo azul y las montañas de la campirana Italia, los suaves rayos de este se posaban sobre la tierra, iluminando y dando calor todo lo que se encontraba ahi: el verde pasto recien descongelado por las nevadas de hacia unas semanas antes, los pequeños botones de flor que aun no abrian, los arboles cuyas hojas apenas comenzaban a surgir de entre las ramas mas delgadas, las madrigueras de los conejos y algun otro animalillo que se encontraba hibernando; los pajarillos revoloteaban por el cielo entonando una dulce melodia avisando asi el comienzo de otro dia de trabajo para la gente de la pequeña aldea rural. El sonido a lo lejos del silbato del ferrocarril asi como las calles llenas del suave olor del pan recien horneado inundaban los sentidos de los habitantes que salian a sus jornadas, despidiendose de sus respectivas familias. El vendedor abria su humilde puesto mientras que las amas de casa salian al mercado a comprar los elementos para el desayuno diario, los pequeños niños yacian dormidos aun en sus hogares, la escuela no empezaria hasta un par de horas despues de que sus padres partieron al trabajo por lo tanto no debian preocuparse tanto por lo mismo.
A las afueras de la ciudad, se encontraba una pequeña y pobre chosa erguida de ladrillos y pintada de blanco justo en la cima de una colina, alejada del resto de las casitas que rodeaban el pueblo; un par de rayos de sol se colaban por la amarillenta tela que cubria la ventana, posandose en el rostro de un niño de aproximadamente once años, de cabellos negros azabache y piel morena a causa de la exposicion al sol, aquel pequeño se removio entre la cama, buscando una posicion mas comoda para volver a dormir, siendole imposible por su reciente condicion; un pequeño movimiento en su vientre hizo que por fin abriese sus grandes ojos, igualmente del color de su cabello y sentarse con dificultad en el colchon desgastado.
-Buenos dias- susurro frotando el hinchado vientre, un pequeño golpecito sirvio como una clase de contestacion al saludo, provocando una pequeña risa -veo que hoy estas mas inquieto que nunca-
Se levanto de la cama con dificultad y sosteniendo el peso de su estomago se dirigio a la cocina, seguramente su madre estaba preparando el desayuno. Al llegar al sitio, saludo a la mujer que estaba calentando un poco de leche en la estufa, ella asintio la cabeza como respuesta y le sonrio amable, su hermano habia salido como de costumbre a trabajar no sin antes dejar las compras y algo de comida preparada para mas tarde.
Muchas cosas habian cambiado desde hacia unos meses atras; Giovanni habia dejado de ir a la escuela por la condicion en la que se encontraba, su madre habia superado la enfermedad que tenia pero le habia dejado secuelas y de vez en cuando se hacian evidentes, su padre habia regresado y por la condicion del menor de sus hijos opto por conseguir un trabajo donde no tuviera que irse por dias enteros, en cuanto a su hermano, tuvo que conseguir un segundo empleo para poder ayudar con todo lo que se avecinaba.
Giovanni miraba todo lo que su familia hacia por el y todo lo que sacrificaron y eso hacia que se sintiera mal, la noticia de su embarazo se extendio por todo el pueblo provocando las morbosas miradas que se situaban sobre el y su familia, siendo juzgado ya no solo por ser pobre, sino porque a su corta edad era una desgracia que fuese a tener un bebé. Era un total escandalo que sucediera esto a pesar de que las madres mas jóvenes se casaban alrededor de los 16 años, sin embargo esas jovencitas ya estaban preparadas económicamente o eran arregladas para el matrimonio con un buen hombre, y para hacerlo mucho mas complicado todos desconocían quien era el padre de la criatura que el niño llevaba en su vientre, iniciando los mas crueles rumores sobre violación e incesto por parte de su padre o hermano, tachando por completo la reputación del chico que recién iniciaba su vida.
En tanto a lo que pensaba la familia del menor, se sentían mas preocupados por el estado de su miembro mas joven que de lo que en el pueblo se comentaba, si bien dudaban de cómo fue que había pasado les aterrorizaba aun mas que algún conocido hubiera tomado la inocencia de Giovanni consecuentando el embarazo, los únicos que sabían que había ocurrido eran el niño y la persona que intimo con el… A su madre le había resultado difícil la tarea de preguntar lo que ocurrio, se preocupaba por la salud mental de su hijo, de que hubiera sufrido algún trauma, que no volviera a ser el mismo por aquello y aun sin embargo el niño se mostro comprensivo y respondio de forma inocente acerca del hecho. Ella había optado por no creerle, la historia fantástica que el le contaba donde viajo con su mejor amigo de la infancia hacia los confines de la via láctea era bastante imposible. Enseguida pensó que era un escudo mental que Giovanni había creado para evitar recordar, por lo que no siguió insistiendo con eso ya que sabia que nunca le diría la verdad.
Pero lo que su familia ignoraba era que eso en realidad había sucedido: el tren, el viaje, las personas que conocio, los lugares que visito, todo había pasado y todo al lado de su mejor amigo en todo el mundo… Campanella, el era la razón por la que todo había sucedido, su muerte trajo consigo algo mas que un sentimiento desconocido para el de cabellos azabache, le había dejado un ser de quien cuidar de ahora en adelante y aunque escuchaba las declaraciones acerca de su hijo no nato y lo que provocaría en su futuro a el no le importaba, estaba feliz de poder tenerlo.
Se sento a la mesa con dificultad cuidando de no dañar el vientre, enseguida su madre le llevo un plato con pan tostado, un par de fresas y un vaso de leche; a pesar de ser una familia bastante pobre después de que se supo lo de Giovanni no solo la gente comenzó a hablar sino que algunos otros se compadecieron de la familia y comenzaron a llevarles ropa para el menor y el bebé que esperaba, algo de comida y dinero, en especial el padre de Campanella, gran amigo del padre de Giovanni, de buena posición económica se ofrecio a proporcionarle al menor la mejor asistencia medica que pudiera pagar.
Despues de terminar el desayuno, Giovanni se dedico a ayudarle a su madre con lo que pudiera ya que en su actual condición no podría hacer las cosas que antes hacia.
Mientras tendia la ropa sus ojos negros se perdieron en la infinidad del cielo y las pocas nubes que se alzaban en este… Su mente divagaba en los recuerdos de la ultima noche que vio a su amigo, sus ojos esmeralda, el cabello rojizo de un tono intenso, la suave piel en contacto con la suya y los labios dulces entre los suyos… Suspiro y el viento movio sus cabellos negros ahora largos, el camisón blanco que llevaba en ese momento tambien se agito entre la ventisca invernal, a Giovanni le parecio una señal de que Campanella le escuchaba y sonrio, bajo su rostro y froto le vientre hinchado, recibiendo una suave patadita como respuesta.
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El dia paso sin novedades sin contar el cambio en el clima a uno mucho mas cálido, fuera de eso todo transcurrio como de costumbre. Llego la hora de la cena y la familia se encontraba reunida alrededor de la mesa de madera desgastada degustando un poco de crema con unas cuantas verduras, el padre de Campanella había ido ese dia para cerciorarse que Giovanni se encontrara bien recibiendo como respuesta una mirada llena de felicidad y gratitud por parte del niño… Pero asi como el tiempo el destino es bastante incierto e inesperado.
Al levantarse de la silla de madera el menor sintió una punzada en su vientre.
Ughhh- exclamo al momento y se encogio sosteniendo en el respaldo de la silla de madera
¿Estas bien, cariño?- pregunto preocupada la madre del menor
No es nada, solo… ¡AHHHH!- sin darse cuenta el niño comenzaba a encogerse mas hasta estar arrodillado en el suelo
Todos los presentes fueron a socorrerlo, el dolor se hacia cada vez mas fuerte y las lagrimas comenzaban a caer resbalando por sus mejillas.
Giovanni- su hermano mayor se sentía preocupado -¿Qué tienes?- nunca lo había visto de esa forma y eso lo alarmo
-Oh dios- exclamo el padre al ver como su hijo se retorcia entre el dolor
-Es hora- el hombre parado junto al padre del niño había entendido la expresión de sorpresa y miedo de su amigo –debemos llevarlo a mi casa para que sea atendido por el medico de la familia- se había incorporado
Su madre y padre tambien se levantaron, el hermano de Giovanni decidio llevarlo entre sus brazos.
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AHHHHH- el menor se removia en la cama, dando vueltas abrazando su vientre, cada contracción era peor a la anterior y sentía que iba a morir cada segundo que pasaba
Tranquilo amor, todo pasara- le consolaba su madre, con los nervios a flor de piel mientras sobaba la cabeza de su hijo
Hermano…- le miraba su hermano mayor a un lado de su habitación, impotente sin saber que hacer para consolarle
Mghhh- mordio una almohada para acallar el llanto y los gritos, era un dolor casi insoportable, una nueva contracción provoco que hundiera mas el rostro el la almohadaapretandola con los dientes
Aquí esta el medico- ambos hombres entraron a la habitación corriendo, tras ellos un hombre de edad avanzada entraba con ellos con un maletín en mano
Enseguida el anciano se acerco donde se encontraba Giovanni, pidió que abriera las piernas para revisar que tan dilatado se encontraba, el niño lo hizo sin protestar pero débilmente, el dolo le había debilitado mucho.
No falta mucho- exclamo el hombre –preparen algo de agua caliente y un par de toallas
Les avisare a las sirvientas- el hombre salio enseguida para dar la orden mientras la familia del niño miraba atentos todo lo que el doctor hacia
Necesito que alguien se quede a asistirme, el resto deberá retirarse- pidió el anciano
Yo lo hare- el joven pidió pero su madre intervino
Se que quieres cuidar de el, pero yo ya pase por el dolor de un parto, además debes quedarte afuera para recibir a tu sobrino y ayudar a limpiarlo- dijo con ternura a su hijo mayor quien asintió y salio de la habitación junto con su padre
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Las horas pasaban y la servidumbre iba y venia con todo lo que el medico les pedia para ayudar al niño, aun no sabían nada acerca del Giovanni y el bebé; el hermano mayor de este se paseaba de un lado a otro mientras su padre y el de Campanella charlaban y veian la puerta de la habitación cada 10 segundos.
Hubo un par de veces en las que el medico salio de la habitación a buscar algunas de sus herramientas y cada que lo hacia los que se encontraban fuera le bombardeaban con preguntas acerca del bebé y de Giovanni pero siempre les contestaba que debían ser pacientes.
Llego la media noche y aun no habían noticias, el padre de Campanella se sentía como el dia en que su hijo había nacido a pesar de que el ya había pasado por ello al igual que el padre de Giovanni la sensación siempre era la misma, esos nervios y esa impotencia de no poder estar ahí, de no poder ayudar… y luego esa sensación de gran felicidad al ver a esa pequeña criatura por primera vez.
Los gritos que se oian asi como la voz del medico pidiendo que pujara cada cierto tiempo se colaban fuera de la puerta, siendo escuchados por quienes se encontraban ahí, cada cierto tiempo los gritos del niño se oian mas fuertes provocando escalofríos en los tres individuos, cada uno preguntándose lo que sucedería, luego un fugaz pensamiento zurco por la mente de los 3 causandoles pánico a cada uno. Si bien era sabido que cuando una mujer daba a luz alguno de los 2 llegaba a fallecer, Giovanni era solo un niño, lo que significaba que corria un riesgo mucho mayor que el resto de las mujeres y eso sumado a que el era un varon empeoraba todo. ¿Y si ninguno de los 2 sobrevivia? ¿Qué pasaría con el bebé en caso de que Giovanni muriera? ¿Y si fuera al revés?
Muy pronto el silencio se hizo presente en la habitación, ya no se escuchaba mas la voz de Giovanni y eso solo hizo que todos se preocuparan mas… Mas sin embargo luego la calma y todo reino cuando vieron salir a una de las sirvientas con una de las toallas, ahora envolviendo un pequeño bulto que se movia inquieto y lloraba, la muchacha se acerco a los presentes para mostrar al pequeño ser. Los ojos curiosos de los 3 se posaron en la criaturita que lloraba entre los brazos de la mucama, el hermano de Giovanni se acerco a ella para cargarla y arrullarle mientras que el padre de Giovanni entraba a la habitación preguntando por su hijo.
El niño se encontraba en la cama, débil y con una ligera capa de sudor en el rostro, su semblante cansado pero pacifico y sus ojos cerrados le hacían saber que estaba bien pero debía asegurarse ya que todo era posible.
¿Cómo esta mi hijo?- pregunto al medico que tomaba su maletín para salir de la habitación
Se encuentra estable, la bebé tambien se encuentra en perfecta salud-
¿Es una niña?- fue lo único que el hombre supo decir pues se había quedado impresionado por como había resultado y es que en los partos era muy raras las veces en las que madre e hijo sobrevivían a estos
El medico solo asintió y salio al pasillo para hablar con el padre de Campanella; el hombre se acerco a donde su esposa que acariciaba a su pequeño, estaba tan cansado que se quedo dormido casi de forma inmediata.
El esta bien- la mujer respondio mirando con ojos dulces a su niño que dormia entre las sabanas blancas -¿Dónde esta la bebé?-
Nuestro otro hijo la esta cuidando- el hombre abrazo a su esposa mientras miraba la escena
¿Alguna vez te imaginaste esto?-
Bueno, siempre pensé que Giovanni seria alguien precoz pero no tanto- bromeo un poco para aligerar el ambiente pero solo provoco que algo de tensión surgiera, el silencio se volvió incomodo para ambos entonces.
Ambos padres salieron de la habitación dejando al niño dormir un poco antes de poder dejarle ver a la pequeña, cuando estaba en el umbral de la puerta miraron a su hijo, con ojos preocupados pero tiernos… ¿Qué seria ahora de su pequeño?
Giovanni sonrio en sueños esa noche, Campanella estaba ahí velando por el… Una mano invisible se poso en su mejilla acariciándola y después unos labios besaron esta, transmitiéndole una sensación calida que pudo sentir aun estando dormido.
Si bien el futuro era incierto para Giovanni y su hija eso no importaba ahora, solo el cuidar de ella y amarla por dos. Lo demás vendría después
Continuara…