El dolor en mi pecho.
Parece no querer dejarme respirar.
Siento que me está asfixiando.
Se hace por cada minuto más fuerte.
Mayor es la agonía de no poder tenerte.
De no poder sentir el calor.
De tus grandes manos.
Y no volver a probar.
El dulce sabor de tu amor.
En esos deliciosos labios.
Me he despertado del sueño.
Solo para caer directo a la pesadilla.
Me encontré llorando por largo rato en el hombro de Aíra tu nombre y el saber que jamás volverás a mi lado. . . el solo pensarlo hacía que la agonía en mi pecho aumentara, aun con toda la magia que poseo, aun con todo el poder que yo podría poseer no sé puede revivir a un muerto.
-Night –Pronuncie tu nombre que salía sabía tan dulce y tan amargo en mis labios –
-Ya Kael, ya –Me susurro Aíra intentado detener mi llanto, pero una vez que comenzaba a llorar esté se hacía incesante y del largo rato de llorar todo se volvió oscuro –
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza, me encontraba en mi habitación. El sol me abastecía todo el cuerpo pero eso no me molestaba me entregaba todo su poder, toda su magia. Solté un suspiro y cerré los ojos, nuevamente el calor del sol, pero por alguna extraña razón mi cuerpo se siente frío.
-Hermano –Al escuchar esa voz volteo a ver de donde proviene –
-¡Ken! –Me lanzó a abrazarlo, ayer sentía que estaba bien y por eso no me preocupe pero – ¡Se puede saber dónde estabas! ¡¿Por qué me desperté solo?! –Le reclamé –
-Ah eso –Volteó a mirar hacia otro lado –Tenía mucha curiosidad sobre lo que estaba pasando, por eso cuando me desperté salí, todo me parecía extraño y salí a investigar. . . descubrí también lo de la aparente muerte de Night
-¿aparente muerte? –Dije confundido el asintió –
-Es muy sencillo hermano, nosotros solo podemos ser asesinado con esas dagas ¿recuerdas? Esa daga echa de oro negro, con astil plateado y con una media luna incrustada en su astil –Pronunció esa es la daga que le daba muerte a Night yo solo asentí –y tu recuerdas que fue guardada en un lugar donde no podía ser encontrada –Volví a asentir –Que eso era lo único que le podía dar la muerte –Mire hacia otro lado soltando un suspiro –Hermano Night no está muerto, esa daga sigue en su lugar.
-¿entonces? –Pregunte él solo sonrió –
-No sé dónde podrá estar ahora, sé que no está con Tetrax o con los demás, lo que sé es que, por lo que me he enterado si Night no moría entonces Asahi entraría en conflicto con Eien no yuro recuerda la ley de talión ojo por ojo, diente por diente, vida por vida, ellos reclamaban esa ley, pero la reina Luna no quería, dime hermano tu que conoces la astucia de Night –Me dijo sonriendo –
-Se ha hecho pasar por muerto. . . para que nuestros reinos no entraran en guerra –Pronuncie el solo asintió, sentí un gran alivio recorrer todo mi cuerpo como si volviera a respirar –
-Sabes que no entiendo de ti Kael –Me dice para que le mire arqueando una ceja en señal de interrogante –Si tanto amas a Night, porque estúpido no soy ¿por qué te niegas tanto a su amor? Yo sé que lo de nuestro padrastro –Yo solo negué sonriendo –
-Antes de dormir le confesé que lo amaba –Contesté a lo que me interrumpió –
-¡Por fin! Y yo que pensé que dejaría al pobre diablo así por toda la eternidad, amándote y teniendo tu amor pero no poder tenerlo ¿sabes lo cruel que es eso? –Me dijo yo solo baje la mirada –
-Sé que es cruel –Respondí –pero tenía miedo, sabes qué...
-Todo eso fue mi culpa –Murmuro él –
-¡claro que no! Era mi deber protegerte y te protegí, es solo que. . . a veces me atormentan. . . y aunque se. . . como se hace. . .de solo pensar pasar por eso otra vez. . . aun teniendo los dulces recuerdos de Kaela y lo bueno y atento que era. . . lo de nuestro padrastro me atormenta. . . ¿sabes? Desde que lo recuerdo no puedo olvidarlo –las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos volviéndolos acuosos –ese recuerdo es mi propia pesadilla personal y ese recuerdo es el que no permite, que me ahogue nuevamente en el amor de Night. . . en el bello amor que tiene para profesarme y entregarme, pero Ken, yo ya no le puedo dar un hijo. . .este cuerpo que está aquí que ha reencarnado y aún sigue amándolo, no le puede dar descendencia, no puede dar lo que él desea.
-¿y cómo sabes lo que él desea? –Respondió –Si hasta tú mismo deseas cosas distintas.
-Pero. . .
-No digas peros insensatos hermano –Me dijo haciéndome suspirar –No le pongas peros a tu amor –Prosiguió acariciando mi mejilla –Sé que te asusta, que te da miedo, pánico y terror, hermano yo también tengo trauma de ese día, éramos pequeños. Nuestra vida era corta, el ver la sangre correr de tu madre. . . y escuchar tus gritos de súplica encerrado en ese armario solo logrando mirar por una pequeña abertura te causa miedo y pánico ¿pero sabes que también causa? –Yo negué –Impotencia. . . me sentí y aun me siento impotente por no poder hacer nada… por no haber logrado ayudarte cuando me necesitabas, sé que mucho no podía hacer. . . pero por eso me encargo de ti. . . y de que estés bien. . . sé que intentas darte del fuerte, que eres fuerte, pero también eres frágil y lo sabes, tu corazón se quiebra fácilmente como si fuera el más fino de los cristales. . . temes a perderlo ¿no es así’ –Yo solo asentí resignado sintiendo que todo lo que me decía ahogaba un nudo en mi garganta –es por eso que yo me voy a encargar de protegerte aunque no quieras, ni la necesites, me encargare de ayudarte. . . porque yo en este mundo no tengo espacio, más que para estar contigo… y si él te va a causar la mayor de las felicidades, que así sea hermano.
-No digas que no tienes espacio –Pero él negó –
-Mi amada musa, mi venus, la que llenaba este corazón que tu vez aquí vacío en estos instantes no volverá a mi lado –Dijo bajando la mirada –la he buscado por mucho tiempo, pero ella no está para mí, no tengo a esa pequeña fiera, que me levantaba con un beso y luego me pateaba de la cama, no tengo a esos ojos negros hermosos como la noche, no tengo a ese cabello castaño ondeante, no tengo a mi hermosa Cristalis para estar nuevamente a mi lado. . . perdóname hermano porque me he rendido ante no obtener amor, que pueda llenar a mi corazón de satisfacción, tu amor fraternal es bueno, puro y sincero, ya no soy el joven que era antes, el tonto que le encantaba molestarte y fastidiarte, ese que decía, que tenía derecho a golpearte, patearte, insultarte y decirte cualquier barbaridad que se le ocurriera solo por su derecho a tu hermandad, porque aun así tu sabias que yo te apreciaba y te quería. Pero tú tan bien sabes como yo que ese amor no es suficiente, cuando no tienes, ni padre, ni madre. . . que deseas probar los labios de alguien y sentir como hormiguean a su contacto, que tu piel sea invadida por sus caricias, que te profese su amor incondicional, que en sus ojos tú seas el único ser que exista. Sabes muy bien que te llena de alegría despertar cada mañana con la persona que amas, disfrutar cada minuto segundo y hora a su lado, que es lo primero que piensas al despertarte y lo último al dormirte. . ¿No es así? Dime tú. . . si lo que sale de mis labios es mentira alguna –Yo solo baje la mirada si respuesta alguna –Eso creí. . . es por eso que tú, que tienes oportunidad al amor, no lo desperdicies con trivialidades absurdas, reencarnaste como hombre, pero aún sigue deseando estar a tu lado, que no le puedes ya dar un hijo, sabes bien que eso no le importa, que tienes miedo, entonces deja que él en sus brazos te arrebates todas esas penas y dolencias, como Kaela fuiste más que feliz a su lado, porque Kael se niega renuente a estarlo, no te niegues la felicidad hermano, todos tenemos derecho a ser feliz y sabes muy bien que a ninguno de nosotros nos importa que aun siendo ambos hombre ustedes estén juntos. Porque su amor transciende de muchos años atrás, ha mostrado la fortaleza, para ser algo realmente duradero. Y han pasado mil años pero estoy más que seguro que Night te sigue esperando y que está ansioso de probar tus labios, dime entonces hermano con todas las razones que te he dado ¿por qué en tu corazón hay duda de si amarlo o no?
-No lo sé, siento miedo y pánico ¿sabes? –Pronuncie – ¿y si esa, vuelve a intentar arrebatármelo? –él se sonrió –
-pero hermano, sabes que te escogió a ti antes que a ella, que prefirió estar a tu lado antes que traicionarte, ¿me más prueba de amor que esa? Que fue tentado a probar otra carne pero decidió resistir esa tentación para no perderte –Me dijo él –
-Pero yo pienso que más bien fue atado por nuestros hijos –pero él negó –
-Sabes muy bien que niño no amarra hombre hermano, ahora que eres hombre deberías saberlo, que eso jamás sería una atadura para estar con otra persona –Respondió – ¿es por qué ya no puedes darle un primogénito? ¿Es eso lo que te destruye? –Baje la mirada –sabes muy bien que la descendencia no importa tanto. . . no creo que en algún momento él –Y las lágrimas que quería escapar de mis ojos al fin habían salido –Hermano
-pero. . . ¿y si en algún momento lo pide? ¿Pero yo ya no puedo dárselo? Ken, tú también has experimentado la experiencia de ser padre… dime tu si no deseas volver a tener a esa pequeña personita en tus brazos, esa que te mira con ojos grandes llenos de inocencia que deseaba aprender más sobre este perverso mundo –Le dije para que bajara la mirada – ¿dime tu si no deseas experimentar nuevamente esa dicha? De que venga a tus brazos gritando papá
-Si lo deseo. . . Pero –Yo negué –
-Yo no pobre concederle, lo que una mujer podrá, sé que lo amo, como no tienes idea… ambos sus besos a los que no puedo resistírmele, o no sabes que sus besos me saben a gloria, me encanta sentirme protegido en sus fuertes brazos, siento a su lado que nada me va a pasar, ¿y esas grandes manos? Tan frías pero tan cálidas, que recorrían cada rincón de mi piel haciéndome estremecer, que me acarician y me toman y me hacen sentir bien. . . y sus ojos. . . sus hermosos ojos que siempre demuestra sus sentimientos. . . que tal vez no sé lo que piense… pero si lo que siente. . .que tal vez no me ayuden, pero me bastan al intentar comprenderlo –Pronuncie para que me interrumpiera –
-¡exacto hermano! ¿Quién mejor que tú para conocerlo? –Me dijo haciéndome suspirar –
-Me rindo, sabes que, me rindo –Dije para levantarme y colocarme mi sobretodo y mis botas –
-¿A dónde vas? –Me pregunto –
-¿A dónde más crees que voy? Voy a buscarlo y a propinarle ese beso en los labios que tanto deseo darle –él solo me sonrió –
Continuara. . .