Ya eran las 12 de la madrugada y los rayos del sol chocaban en todos lados, incluyendo cierto edificio donde me encontraba, para ser más específicos en la azotea.
-haaa (suspire), nada mejor que un refresco bien helado - mientras estaba recostado en una silla de playa
-se puede saber que rayos estás haciendo?- Gire mi cabeza encontrándome con un joven (de 24 años ) con cabello rubio, le salude
- Arthur!, qué bueno que estas aquí, tengo otra lata, únete- apenas termine de hablar recibí una patada tirándome al suelo y derramando la bebida por todas partes, por suerte no cayó en mi ropa.
-¡por quien me crees!, no soy un vago como tú – decía Arthur totalmente enfurecido- todos están trabajando – luego se detuvo por un segundo, ya estaba suponiendo lo que iba a decir - ¿porque no eres más como…
- NI TE ATREVAS A DECIR SU NOMBRE! – me levante como gato arisco buscando pelea – ya no lo aguanto más, todos ustedes me comparan con él, para tu información he sido de mucha utilidad
- sii , claro para estar echado y fermentando como si fueras planta
- y que tiene de malo, hace bien tomar vitamina d
- en serio no eres un eater? A ellos también les gusta tomar vitamina d – lo decía pareciendo serio
- ya te hubiera mordido – ya me estaba poniendo de malhumor - volviendo a la cuestión no creo que hayas venido solo a molestarme, ¿Qué sucede?
- Elena te necesita hay una nueva misión – ya marchándose volteo a verme – y no te quiero seguir viendo flojeando
-Adiós descanso,- Yo también empecé a caminar hacia la puerta, “supongo que tengo que presentarme”
“me llamo Alan Campbell mi cabello es de un rojo oscuro, teniendo unos ojos verde agua, cumplí 18 hace poco, ya habría pasado el examen del gobierno para ingresar a la universidad, lo cual por supuesto no la tome impidiéndome estudiar, no saquen suposiciones no fue por vago, sino por el hecho de que mi vida dio un vuelco total al ver esas criaturas llamadas eaters, aunque yo simplemente los llamaría zombies, pero es nuestro código del grupo para diferenciarnos de los otros , sí, tengo un grupo no solo somos tres, somos una linda comunidad de 15 personas, parecerá numeroso pero te impresionaría que antes yo estaba en otro grupo improvisado, éramos 40 y al primer día perdimos más del 80%, ¿Cómo?, nos habían rodeado y en la desesperación, las personas empezaron a empujarse o a tirarse unos contra otros sin importar si era un niño, anciano o su pareja, solo querían sobrevivir (igual terminaron muertos), solo yo y otro más logramos huir, después de algunos días se fueron integrando otros que también habían quedado solos, ¿Cómo logre salvarme?, por el tan dichoso arte de escalar edificios o para acortarlo, parkour (suena genial verdad), el cual lo hago desde que tengo memoria y así pude lograr huir, bueno ya me pongo muy conversador, resumiendo es genial servir a la causa contra los zombies, le dio un poco de emoción a mi vida.
Ya me encontraba bajando las escaleras, e iba a entrar a un gran salón, percatándome de una risa burlona al frente mío al abrir la puerta.
-Hola querida Elena – le dije con una sonrisa de mala gana
-veo que Arthur te saco demasiado pronto de la azotea, veo que estas de mal humor.
- claro que no, que quieres geek?- no pude resistir el querer decirle aquello y rápidamente siento oprimido mi cuello.
-como tienes el coraje de decirme así – lo decía al mismo tiempo que me estrangulaba y haciéndose notar una vena en su frente
- AGH..nog..pueghdo…resg…pirar- trataba de zafarme, en serio ella asusta.
Mientras aún estoy consiente les presento a Elena Pizarro, ella tiene 19 (un año 2 meses mayor que yo, para ser exactos ), estudió en las fuerzas especiales, aunque solo fueron unos meses, ya que en el ataque ella estaba afuera del ejercito por asuntos personales; la encontré unas semanas después mientras investigaba una torre, pudo vivir ese tiempo ya que es una as de las armas a distancia, estaba estudiando para ser una francotiradora, ya que posee un buen ojo, a pesar que antes era una ciega en cuanto a moda, logre verle una foto que se le había caído en esa ocasión, estaba con su familia y lucia muy desastrada, el pelo le tapaba completamente los ojos pareciendo la niña de la película el aro, la ropa parecía sucia y destartalada, ahora está muy diferente su cabello se encuentra corto sobre los hombros y se hizo reflejos azul oscuro, combinando muy bien con su color castaño natural, lo gracioso es que nadie más sabe de su apariencia anterior y por eso me gusta molestarla.
-Elena déjalo, no puedo reparar neuronas por falta de aire –un hombre más alto apareció por detrás
-doghtor –hable con dificultad apenas me soltó
- do…ctor Le..ón- lo decía una Elena totalmente ruborizada, paso muy disimulado sus sentimientos hacia él.
Y ya que él está aquí, hablare del gran doctorcito, el señor león Bustamante; un sorprendente médico que termino sus estudios con tan solo 21 años de edad, ahora con 24 años había logrado avanzar muy rápido en curas de enfermedades que se suponían tardarían décadas, (en cortos términos un cerebrito), pero debo admitirlo ha ayudado mucho a las personas aquí, a pesar que si te daña un zombie es un disparo en la cabeza definitivo, pero muchos se hacen heridas o se congestionan necesitando medicinas, las cuales lamentablemente se están acabando y esa es seguro la misión que tendremos que realizar.
-Elena- la llame, sacándola de su trance por el doctor, el cual ya se estaba yendo, sin antes despedirse con una sonrisa, yo ya la veía botar baba por él – no tenemos que juntarnos para la reunión?
-ha! cierto, tenemos que ir - me respondió y se fue corriendo tirándome del hombro lo cual al girar me soltó fuerte y yo termine volando, chocando con la persona que menos quería ver en este momento.
-Eldric – le dije con mirada molesta.