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TE REGALARÉ UNA VIDA FELIZ por Thera Zinaide

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Notas del capitulo:

Aquí de nuevo con otro capítulo. Muchas gracias a todos aquellos que se tomaron un ratito de su tiempo en escribirme un Review (Danny X Ley, ElGatoDeLaVentana1, Meyagatha, Yashi, Pao Araceli, Rocio23, Anónimo, SAILOR2014, Usagi-Pyon) y también a los lectores anónimos que pasaron a leer!


 


Sin más, continuemos!


 


 


T.Z.

 

Capítulo 2: "La Realidad no Deseada"

 

Un grito desgarrador rompió el silencio de la habitación. Ya era de noche y desde que habían llegado a su hogar Misaki había permanecido en un sueño intranquilo.

 

Akihiko había perdido la cuenta de las veces que Misaki había gritado por las pesadillas, limitándose a lo único que podía hacer en ese momento: tomado de la mano de su pequeño había permanecido al lado de él recostado en la cama, haciéndole cariños y dándole palabras de tranquilidad. Su voz era desgarradora y eso rompía en cada momento al mayor, recriminándose el no haberse percatado a tiempo de la situación y desmoronándose en cada instante que recordaba lo que había sucedido hace tan sólo una horas atrás.

 

-----------------------------FlashBack

 

Luego de haber pasado toda la noche escribiendo para una de sus entregas que debía tener lista esa misma mañana, se fue a dormir y vio que Misaki se estaba recién despertando. Con un pequeño beso, demostrando su cansancio, se recostó en la cama para abrirle los brazos a Morfeo siendo ya las 8 de la mañana.

 

Cerca de las 12 del mediodía, se levanta debido a que un fuerte dolor de cabeza no lo dejaba seguir durmiendo, por lo que se dirige a su botiquín a sacar algún medicamento que le ayude para el dolor. Baja a la cocina, la cual para su sorpresa estaba vacía. No había ni una nota ni nada que le indicara el paradero de su pequeño. Volviendo hacia la habitación, busca su celular para llamarlo, intentando 4 veces, no recibiendo respuesta alguna. Misaki nunca se demoraba tanto cuando salía, y cuando lo hacía siempre le dedicaba una nota, un mensaje o una llamada. Algo no andaba bien, por lo que vistiéndose rápidamente, tomó las llaves de su coche y salió del departamento.

 

Recorrió calles por casi dos horas, llamando de tanto en tanto al celular de Misaki sin resultados. Dándose por vencido y tratando de alejar de su mente las horribles teorías que se empezaban a formar en sus pensamientos, pasa por la recepción de su departamento y uno de los conserjes, el mayor de ellos y el que ha estado desde que llegó Akihiko al edificio, le indica a Usagi que se acerque.

 

- Sr. Usami-san, siento molestarlo. Esto… no sé cómo decirlo, no quiero que crea que he sido entrometido en cosas que no me corresponden, pero gracias al cielo que lo hice – él hablaba mientras que frotaba sus manos de manera nerviosa – Espero que entienda que sólo me preocupo por usted y por el adorable Misaki-kun.

 

- Chikao-Ojīsan, creo que va a tener que disculparme en este momento, pero no estoy de ánimo para conversar, no sé dónde está Misaki – Y luego recordó que si su pequeño había salido, tendría que haber pasado por la recepción – Espere un momento Ojīsan ¿lo ha visto hoy día? No he tenido señales de él en toda la mañana.

 

- De eso mismo quiero hablarle, Akihiko-san. Misaki-kun salió temprano el día de hoy y no ha vuelto. Desde hace un mes aproximadamente siempre que sale me pide saber si hay correo del día. Y contando la de la mañana, el Joven ha enviado a la basura cinco cartas justo después de leerlas, a diferencia de otras veces que sólo sube el correo a su piso. Por su cara me había preocupado, pero como no quería ser impertinente no me atreví a mirar el bote de la basura, pero hoy fue diferente, me armé de valor temiendo las consecuencias de una reprimenda, pero saqué el sobre y su contenido del basurero y la pegué para saber qué decía ¡Casi me da un infarto! ¡Cómo alguien puede tener tanta rabia hacia ese pequeño que es siempre todo sonrisas! Mírela por usted mismo Usami-san.

 

Akihiko extendió la mano para recibir la dichosa carta de la cual el anciano hablaba, y cuando lee su contenido la arruga inmediatamente haciéndola una bola y le dice a Chikao - ¿Entonces me dices que ésta la recibió hoy día y que no es la primera que le envían? ¿Sabes quién las ha estado dejando?

 

- Usami-san, no puedo asegurarle que las otras hayan sido iguales, pero siempre que botaba ciertas cartas a la basura, las leía rápidamente y las botaba de la misma manera que ésta: rompiéndolas. Además, siempre que las leía su cara demostraba preocupación, por eso podría intuir que han sido con el mismo fin. Y con respecto a su otra pregunta, podría saber quién fue mirando las cámaras de seguridad, pero usted sabe que debe ser bajo orden exclusiva de uno de los huéspedes, no puedo simplemente pedir las grabaciones, por eso no intervine antes.

 

- Entiendo, Chikao-Ojīsan ¿dónde tengo que firmar? Quiero ver cada una de las grabaciones de los días en que llegó correo con esas cartas ¿Te acuerdas de las fechas?

 

- Puedo ser viejo, Sr. Usami-san, pero la memoria no me falla, deme unas horas para mandarle las fechas y horas aproximadas en que deben hacer las copias de las cintas de video los que se encuentran en el  monitoreo de las cámaras y se las enviaré a su piso. Y por lo de las firmas no se preocupe, sólo con su orden basta.

 

- Muchas gracias, juro que haré pagar a quien esté detrás de todo esto. Y tendré una seria conversación con Misaki… cómo no me contó antes lo que estaba sucediendo.

 

- No se enoje mucho Señor. Misaki-kun siempre ha velado por su bienestar, sé que debe haber una razón detrás, estoy seguro que no quería preocuparlo.

 

Despidiéndose cordialmente, Akihiko subió hasta su piso sintiéndose ya cada vez más nervioso. Su pequeño no aparecía y aparte estaba todo esto de las cartas ¡Maldito el que pensó que podría amenazar a Misaki! Iba a llamar por centésima vez a su celular cuando antes de sacarlo empieza a vibrar. La imagen de la llamada entrante le indicaba que provenía del causante de su ansiedad, el cual por fin daba señales de vida.

 

- ¿Misaki? Gracias al cielo, estaba muy preocupado, te he buscado por todos lados – respondió Akihiko sintiendo que el alma le volvía al cuerpo.

 

- Akihiko, ven a buscarme – Akihiko al escuchar su voz empezó a angustiarse y acelerarse, algo le había pasado a Misaki para sentir el llanto ahogado en su garganta.

 

- ¿Dónde estás? – ya no lo aguantaba, necesitaba ver a Misaki y asegurarse de que estuviera bien, envolviéndolo en sus brazos para protegerlo y darle la seguridad de que todo iba a estar bien.

 

- En el callejón a dos cuadras del departamento… a mano izquierda – Akihiko escuchó como Misaki se rompió en llanto, algo muy malo había pasado y ya nada más importaba que buscarlo y traerlo de vuelta a su hogar.

 

Sin saber qué más decir, sintiendo que sólo tenía que actuar rápido,  miró el indicador del piso del ascensor viendo que se encontraba en la planta baja, por lo que salió corriendo por las escaleras - Voy inmediatamente, no te muevas – cortando la llamada, guardó el celular en su bolsillo, mientras recorría lo más rápido que podía el camino hacia donde Misaki le había indicado.

 

Bastaron menos de cinco minutos para que se encontrara frente al callejón que le había indicado, pero mirando alrededor no encontró a nadie cerca, esa zona al encontrarse detrás de muchos edificios, casi siempre estaba desolada. Mira hacia el interior del callejón y sólo ve un enorme contenedor de basura que obstruía la visión completa. De pronto, siente un quejido desde el fondo de esa callejuela, por lo que camina hacia su interior. Se queda estático y no puede creer lo que ve: su Misaki con las ropas sucias, con un golpe en la frente y los ojos cerrados. Se abalanzó rápidamente a abrazarlo y cuando lo hizo, el grito que dejó escapar su pequeño le erizó la piel.

 

- Shhh, mi amor, tranquilo. Soy yo, Akihiko – La imagen lo había devastado, no entendía qué había pasado y ver la reacción de Misaki no le ayudaba a pensar en situaciones agradables.

 

- Akihiko, perdóname… él apareció para ayudarme y después… yo no quería, lo siento – Misaki se aferró a su cuello, pero el movimiento hizo que una punzada fuerte de dolor hiciera que se tensara y llorara aún más.

 

- Mi amor, no hay nada que perdonar, tranquilo, vayamos a casa para que podamos hablar – Se puso de pie extendiéndole la mano a su pequeño, sin embargo al ver que Misaki no reaccionaba a levantarse, la preocupación aumentó, arrodillándose nuevamente frente a él y tomándole las manos – Mi amor ¿Estás herido? ¿Alguien te hizo algo? ¿Te asaltaron? ¡Juro que cuando sepa quién lo hizo lo mataré!

 

- No puedo moverme Akihiko – Misaki casi lo dijo en un susurro y llevo sus manos a los pantalones y los apretó fuertemente en sus puños, por lo que Usagi dirigió la vista a las ropas de Misaki, dándose cuenta de que el pantalón tenía el cierre abajo y el cinturón estaba desabrochado.

 

- Misaki… - Sus miradas se conectaron y ambos comenzaron a llorar.

 

- Él me usó Akihiko, para que te diera asco tocarme de nuevo. Ya no valgo nada… me dejó roto – Respondió en el llanto y Akihiko, viendo el sufrimiento de Misaki, lo abraza y besa sus cabellos queriendo con sus brazos poder esconderlo del mundo y protegerlo de cualquiera que siquiera pensara en dañarlo ¡Ese bastardo moriría de seguro!

 

- Tranquilo, mi amor, vamos a casa – Le dijo mientras lo alzaba con la mayor delicadeza en sus brazos para dirigirse a su edificio.

 

Cuando llegaron a la recepción, Chikao ve que Akihiko trae a Misaki en sus brazos, sintiendo alivio en primera instancia, pero luego al ver las condiciones de las ropas de Misaki, inmediatamente se acerca a la pareja.

 

- Señor Usami-san ¿Está todo bien? ¿Puedo ayudarlo en algo?

 

- Sería de mucha ayuda, llama a Hiroki y dile que venga con Nowaki. Que traiga todos sus implementos médicos de inmediato, es una emergencia. Su número se encuentran dentro de los registros de personas que tienen acceso a mi piso. Gracias.

 

- Señor ¿Misaki-kun se encuentra bien?

 

Sin responderle, sólo le dedicó una mirada desconsolada para luego subir en el ascensor que ya había llegado para llevarlos a su hogar. Una vez entró Akihiko con Misaki aún en brazos, subió al segundo piso de su departamento, para llevarlo a la habitación y ponerlo cómodo. Su pequeño desde que lo sacó desde ese sucio callejón, se había sumido en un profundo sueño, o al menos eso esperaba, porque su cabeza por otro lado, insistía en que lo que realmente sucedió fue que había perdido la conciencia. El mayor sabía que no podía meterlo a la bañera y relajar el cuerpo de su pequeño, debido a que necesitaba que Nowaki certificara como médico de lo sucedido para tener las pruebas necesarias para encontrar a ese desgraciado y secarlo en la cárcel, y si la vía legal no funcionaba, él haría justicia por sus propias manos.

 

Al cabo de unos 15 minutos, suena el timbre y ve que en la pantalla aparece Hiroki con Nowaki a su lado, comenzando a hablar inmediatamente.

 

- Espero que sea en verdad urgente, no voy a permitir que nos llames de esa manera nuevamente para poder tener una charla entre los cuatro sólo porque te apetece hablar de ti y proponer un nuevo libro BL que hayas inspirado en noso… Akihiko ¿Qué sucede?

 

- El piso está abierto igual que la puerta, suban rápido por favor – Sin más cortó la llamada por el comunicador.

 

 Dirigiéndose nuevamente a la habitación, ya que no quería despegarse de Misaki, sintió que sus visitantes ya se encontraban dentro de su departamento, por lo que haciendo una seña con su mano, les indicó que subieran a su habitación, esperándolos en el marco de la puerta.

 

- Gracias por venir. Misaki fue… yo lo encontré y no pude hacer nada por él – ninguno de los dos recién llegados entendía la situación, pero al ver a Akihiko llorando como un niño y cubriéndose el rostro supieron que era algo grave.

 

- Escucha, cálmate, cuéntanos qué le pasó a Misaki ¿Hay algo en lo que Nowaki pueda ayudarte? – Le decía Hiroki mientras, le palmeaba la espalda – Te iré a hacer un té mientras le cuentas a Nowaki lo que paso para saber cómo puede ayudarte, te avisaré en cuanto esté listo.

 

Luego de que Hiroki bajó a la cocina, Akihiko le relató a Nowaki cómo había encontrado a Misaki y lo que él le había dicho, sin entrar en detalles. Por lo que el médico con un semblante serio, ingresa a la habitación y le pide a Usagi que salga, para poder revisar bien a Misaki.

 

- No me moveré de acá, no me importa lo que tengas que hacer, pero de Misaki yo no me alejo nunca más. Hoy en la mañana no estuve con él y no pude detener nada de lo que le sucedió, por lo que no estaré a más de unos centímetros lejos de él.

 

- Está bien, no hay otra opción entonces – Dijo Nowaki resignándose a las palabras determinadas de Akihiko – Le haré un chequeo general y le haré un examen de sangre, deberé revisarle completamente ¿Entiendes a lo que me refiero?

 

Akihiko asintió con su cabeza y Nowaki empezó con la rutina revisando los latidos del corazón de Misaki y su respiración, para luego iniciar el chequeo pertinente a la violación. Con el consentimiento de Akihiko, lo desvistió de la cintura para abajo y en cuanto sacó su ropa interior, vieron que estaba manchada de sangre y semen. Nowaki sin mostrar en su expresión el horror que estaba sintiendo, le pidió a Akihiko que le ayudara a voltear a Misaki, viendo cómo el mayor luchaba por no dejar salir las lágrimas que estaban contenidas en sus ojos.

 

Al darlo vuelta, Nowaki sacó sus implementos para revisar la zona herida. Con cuidado comenzó a palpar, dándose cuenta de que Misaki aún sangraba, no se necesitarían puntos, pero debía desinfectar la herida y recetar ungüentos que ayudaran para la cicatrización. Limpió con mucha cautela, dándose cuenta de que aún permanecían fluidos del tipo que había cometido tal acto criminal, por lo que en un frasco que tenía para análisis, guardó una muestra de semen para que sirviera como evidencia de la futura investigación que la pareja iba a tener que someterse después que realizaran la denuncia correspondiente y así poder identificar al abusador.

 

Luego de desinfectar las heridas de esa zona y de la frente de Misaki, Nowaki le extendió una receta médica en donde salían los diferentes medicamentos que debía tomar el pequeño, como analgésicos, cremas cicatrizantes, relajantes musculares y tranquilizantes.

 

- Estos son algunos medicamentos que servirán por el momento para calmar el dolor ¿Hay algún registro médico que tenga que tener en cuenta? Como por ejemplo alguna alergia a un componente en especial, alguna intolerancia o problemas de coagulación de sangre… eso me ayudaría para ver si mantengo esas medicinas o le indico otras.

 

- No hay nada de eso, Misaki casi no se enferma, él es muy fuerte – Le respondió Akihiko mientras acariciaba el cabello de su pequeño dedicándole una tierna sonrisa cargada de amor y tristeza por fallarle a la misma vez. Sin embargo, mientras lo observaba dormir y sintiendo que Nowaki estaba girando la manilla de la puerta para salir, algo en su cabeza encajó… recordó las pruebas médicas que Takahiro le había dado hace un mes y su mente comenzó a pensar en las consecuencias que posiblemente tendría que afrontar junto a Misaki – No, no ¡¿Por qué?! ¡Maldigo al enfermo que puso sus manos encima de Misaki! – Akihiko arrodillado al lado de la cama, se cubría con impotencia la cabeza agarrando fuertemente su cabello.

 

- Akihiko ¿Qué sucede? Aunque sé que es difícil, debes tranquilizarte por el bien de Misaki – Nowaki se acerca poniendo una mano en el hombro del mayor – Él te necesita ahora, debes ser fuerte por ustedes.

 

- Hay unas pruebas – Le dice Akihiko mirando hacia arriba a Nowaki – Misaki es especial, él es fértil… nos enteramos hace poco – Dijo Akihiko con su voz cortada, estirando una mano hacia el velador en donde había guardado la carpeta con los documentos y entregándoselos al médico.

 

Nowaki, sin saber qué decir tomó los archivos médicos que le pasó Akihiko y dándole un apretón en el hombro que todavía sostenía en forma de despedida, empezó a guardar sus implementos en su maletín. Aunque él trabajaba en pediatría, había permanecido hace un tiempo atrás haciendo reemplazos en el área de Obstetricia por falta de personal. Ahí fue cuando escucho que existía una pequeña población de hombres fértiles y ese hospital atendía a la mayoría de ellos, debido a que la tecnología que poseía estaba avanzada y mantenía una ley de confidencialidad estricta.

 

Nowaki terminó de ordenar y se encaminó a la puerta hacia el pasillo de la habitación. Cuando tomó la manilla de la puerta se volteó para hablarle a Akihiko antes de irse – Usami-san, de verdad lo siento mucho, cuenta conmigo para cualquier cosa que necesites tú o Misaki. Estaré en la noche por acá para darte los resultados de los exámenes y entregarte el diagnóstico que necesitas para la denuncia ¿Deseas que te ayude en algo más ahora?

 

- Gracias Nowaki. Sí, pídele a Hiroki que se contacte con mi abogado, él sabe su número telefónico. Que le diga que necesito que arme un equipo con los mejores de su profesión que conozca para iniciar una investigación, por denuncia de violación – Esto último lo dijo desviando la mirada de Nowaki, y centrándose en su pequeño que aún dormía.

 

- No te preocupes, me encargaré de eso – Dijo Hiroki, apareciendo desde el otro lado de la puerta. Había escuchado todo lo que habían conversado y se encontraba horrorizado, era una situación terrible y haría todo lo que estuviera a su alcance para ayudar en encontrar al maldito que cometió tal delito – Lo llamaré en cuanto lleguemos al hospital. Acompañaré a Nowaki y en cuanto estén listos los resultados vendremos. El té está en la cocina para que bajes cuando quieras.

 

- Usami-san, Misaki debe descansar hasta mañana. Le di unos calmantes que lo ayudarán a dormir un poco más relajado por sus dolores. Si llegara a ocurrir cualquier cosa que te preocupe, llámame, vendré enseguida. Lo más probable es que él tenga un sueño intranquilo, pero si se llegara a despertar muy inquieto, te dejé algunas muestras médicas de los relajantes musculares y tranquilizantes para que se los administres.

 

- Gracias – Fue lo único que dijo Akihiko, viendo cómo Nowaki y Hiroki se marchaban.

 

-----------------------------End FlashBack

 

Y así había pasado el día. En cuanto se había ido Nowaki, llevó un trapo húmedo y lavó el cuerpo de Misaki para refrescarlo y darle un poco de comodidad, llevando a la basura todas las ropas manchadas para eliminar con ellas cualquier indicio de lo que hoy sucedió. Su pequeño se había despertado varias veces, pero sólo con hacerle unos cariños y susurrarle palabras con voz tranquila, Misaki se volvía a dormir. Sólo se había separado de él una vez, cuando Chikao-Ojīsan había ido hasta su piso para entregarle un informe detallado de quiénes había estado en los alrededores a las horas señaladas y  estuvieron en contacto con las cartas, además de facilitar las copias de las cintas de video. Akihiko había tomado la información, dejándola en la mesa, ya que en esos momentos sólo deseaba estar al lado de su amor para que fuera él lo primero que viera al momento de despertar.

 

Ya quedaban pocos minutos para la media noche y todavía no sabía nada de Hiroki y Nowaki. Escuchar los posibles resultados le aterraba, no por el informe de peritaje para la investigación por la denuncia de violación; sino que por aquel que hablara de si Misaki se encontraba encinta o no. Pensarlo le carcomía el corazón, cómo poder ayudar a su pequeño a salir adelante. Si él ya se siente una carga, y ha sido difícil poder sacarle esa idea de la cabeza, imaginarse a Misaki embarazado de un violador es una situación que Akihiko no sabía cómo afrontar. Se sentía como si todo fuera una pesadilla y se consolaba diciéndose una y otra vez que lo realmente importante es que están juntos y que por eso podrán afrontar cualquier obstáculo.

 

Perdido en sus pensamientos, el timbre del piso lo hizo saltar. Al ver la pequeña pantalla, observa que es Hiroki con Nowaki. Sin cruzar muchas palabras, les abre la puerta para que entren y los invita a sentarse al sofá. La pareja de invitados, se pone frente a Akihiko no sabiendo muy bien cómo empezar.

 

Hiroki observa que el té aún está intacto y por cómo ve a Akihiko supone que no se ha separado ni un segundo de Misaki ¿Y quién lo culpa? Nowaki haría lo mismo si ellos estuvieran en esa situación, aunque no quería pensar en aquello. Incómodo con el silencio, se acomoda mejor en el sillón y comienza a hablar – Ya conversé con tu abogado y tiene listo el comité que va a ayudar en el caso. Me aseguró que todos firmaron un acuerdo de confidencialidad y que son los mejores, nunca ninguno ha perdido un caso y tienen varios años de experiencia. Él me preguntó cuándo querías concretar una reunión.

 

- No tengo ánimos para salir con Misaki de la casa, no creo que esté en condiciones. Pídele que se encargue de la denuncia y de todo lo que eso conlleve, sobre todo de la investigación para encontrar al culpable. Asegúrate de decirle que si esto no se resuelve por la vía legal, haré que el infeliz que le hizo esto a Misaki pague con creces. Hiroki, estos documentos – alzando su mano con la carpeta que estaba encima de la mesa de centro – son copias de las cámaras de seguridad y archivos con nombres de todos aquellos que estuvieron cerca del correo que llega al edificio. Han estado amenazando a Misaki, y la última carta también está ahí. Dile a mi abogado que ocupe esta información como desee mientras encuentren al culpable. Dale también los resultados de la muestra de semen que tomó Nowaki, junto a su diagnóstico para el peritaje. Quiero que Misaki se involucre lo menos posible, sólo me gustaría que tenga sesiones con un terapeuta por el trauma, pero nada que tenga que ver con el rememorar más de lo necesario. Cuando ellos tengan un sospechoso, sólo ahí me encargaré de que Misaki haga el reconocimiento, si es que el terapeuta piensa que no interferirá en su tratamiento, pero no dejaré que participe ni del juicio ni del proceso de la investigación.

 

- Entiendo, le diré todo lo que me dijiste y le entregaré los documentos – dice mirando a Akihiko y luego desviando la mirada a Nowaki, tomándolo de la mano y dándole un apretón en ella para transmitirle fuerza. La pareja sabía que lo que iba a decir el médico a continuación podía ser una noticia impactante frente a toda esta situación.

 

- Akihiko, yo… Esto, es difícil de contar en este momento, pero, quisiera que lo tomaras de la mejor manera posible… Misaki está embarazado.

Notas finales:

Ahora ya sabemos qué pasó con Akihiko antes de encontrar a Misaki. Además, ya tenemos el inicio de la investigación, las pruebas, sospechosos y un equipo de abogados muy serios que son expertos en ganar juicios ¡El culpable se secará en la cárcel!

 

¿Qué pasará con la última noticia que se dio? ¿Cómo creen que reaccionará Misaki, cuando despierte, y Akihiko? La historia podría tener un desenlace que no esperan, así que OJO, ¡no se pierdan la continuación y escríbanme para saber cómo se están imaginando el final!

 

T.Z.

 


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