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~Cinco pasos para conquistar...o ser conquistado~ por Lincy

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Notas del fanfic:

Bueno chic@s, es el primer fanfic que publico en esta página y me quize ariesgar por escribir uno orginal. espero que sea de su agrado.

Notas del capitulo:

No se si leeran esto o no pero bueno jejej, la idea de este fanfic nacio de caundo me plante frente al computador dispuesta a termina mi trabajo de lenguaje y al no tener nada en mente para el ensayo decidi escribir un fanfic.

jejeje buena nada mas, aclaración del capitulo, el chico se llama David pero su amigo le llama en ocaciones Deivid.

“Bien hoy es el día. Tengo que dar lo mejor de mí” ese fue el primer pensamiento de David cuando se levantó por la mañana, se encontraba de muy buen humor raro de ver en él ya que acostumbraba a tener una expresión seria en su tosco rostro. David media cerca de un metro ochenta, tenía una espalda ancha, un cuerpo marcado y tonificado por el deporte, uno ojazos azules de muerte, la piel bronceada y el cabello castaño oscuro, todo un galán a simple vista, de esos chicos que aparecen en la tele y tienen a las mujeres babeando por ellos, salvo que David no tenía a nadie babeando por él. A si es, él era lo menos popular que existía, tenía fama de ser brusco con las mujeres, no tenía tacto con ellas, no sabía tratarlas y siempre, pero siempre se ponía nervioso cuando intentaba hablar con una y terminaba haciendo alguna estupidez cosa que después lo ponía de muy mal humor. Pero hoy era diferente ¿la razón?, pues hoy se le confesaría a una chica que lo traía loco desde hace unos meses, ya había ideado un plan para confesársele y estaba seguro de que no podría fallar, solo debía seguir paso a paso lo que había planeado, primero apartarla de sus amigas un momento, luego regalarle la rosa que había comprado el día anterior y pues nada, decirle que la quería mucho y hacerle la pregunta final ¿Quieres ser mi novia? De solo pensarlo el ojiazul se ponía contento. Se había levantado temprano, claro para tener tiempo de arreglarse, se metido a la ducha y por primera vez uso el shampoo, antes solo se lavaba el cabello con el jabón líquido, se afeito el rostro, se peinó e incluso se hecho perfume, tenía que estar presentable, de todas formas hoy no era un día común y corriente si no que uno especial. Una mañana perfecta que nada podía arruinar.

-¡¡¡¡Deivid!!!!- o quizá sí.

“Pues bien hoy es el día, debo alistarme lo más rápido posible”, ese fue el primer pensamiento que tuvo Daniel cuando se levantó de la cama esa mañana. Corrió muy rápido al baño antes que su hermana decidiera entrar en él y demorarse una eternidad en salir y él no podía darse el lujo de llegar tarde al colegio menos hoy, no señor, ya que hoy no era un día normal y corriente si no que era uno muy especial, hoy era el día en el que el estúpido de David sería hombre y se confesaría a la mugrosa esa de la que tanto estaba obsesionado últimamente. Se dio un duchazo rápido, se peinó con la mano no había tiempo de buscar el peine, se vistió rápidamente y se puso a ordenar la mochila pero cuanto estaba en proceso de echar en ella el texto de química vio su reflejo en el espejo, “sí que estoy bueno” y no era para más, Daniel si estaba bueno, media cerca de un metro setenta, tenía el cabello negro, los ojos verdes, una piel perfecta con un par de pecas, con su cuerpo trabajado gracias al atletismo el tipo de hombre que tiene a todas las mujeres a sus pies, pero pues el no solo tenía mujeres a sus pies sino que también hombre estaban rendidos a él. Termino de ordenar sus cosas y se encamino a la salida de su casa, hizo caso omiso a la voz de su madre cuando esta le dijo que antes de irse debía desayunar, camino unas dos casas más allá y lleno sus pulmones de aire.

-¡¡¡¡Deivid!!!!- y le grito a su mejor amigo.

“Rayos”, ese fue el segundo pensamiento de David esa mañana, él tenía un plan y ese plan no incluía a Daniel, él no tenía que estar cuando se le confesara a su chica y no porque le cayera mal, es solo que estaba harto de que lo viera ser rechazado por tas las mujeres a la cual se le confesaba, debía actuar rápido pero, que podría hacer. Miro para todos lados en su habitación hasta que una idea deslumbrante cruzo por su cabeza.

-Amigo…no es por ser pero…enserio crees que con esa sabana en la cabeza me vas a engañar- bueno quizá pretender ser un fantasma no era un muy buen plan.

Minutos más tarde David y Daniel marchaban de lo más tranquilo hacia el colegio luego de haberle devuelto la sabana doblada a su madre, iban enfrascados en una conversación bastante trivial pero aun así estaban entretenidos. Cuando llegaron a su destino el ojiazul miro la hora y suspiro aliviado, todo iba de acorde al plan, faltaban treinta minutos para el toque de campana y como lo previo antes, la chica de la cual estaba enamorado estaba parada justo delante del árbol frente a ellos conversando con sus amigas. Repaso el plan mentalmente, Primero la apartaba de sus amigas, luego le daba la rosa, después… mierda la rosa la deje en casa, toda la culpa era de Daniel si no hubiera tenido que idear un plan para escapar de él no se le habría quedado la rosa, maldito sea gracias a eso él no podría llevar a cabo su brillante plan. Respiro nuevamente, creo un nuevo plan en base al original, primero la apartaba de sus amigas, luego le hablaba sobre rosas, después le decía que ella era más bonita que cualquier rosa que hubiera en el mundo, cuando  ella estuviera pensando en sus bonitas palabras él le diría que la quería mucho y finalmente le dispararía la pregunta, santo dios su plan era perfecto.

-Ey…suerte grandulón- oyó que le decía su amigo cuando empezó a caminar en dirección a ella. Su nombre era Karen, era pelirroja, con ojos color miel y muchas pecas en el rostro además de unos labios deliciosos que siempre llevaba bien pintados de rosa, actualmente estaba soltera.

 

-Eh…Hola Karen, chicas,- Saludo cortésmente como el caballero que era o quería ser en ese momento.- Karen, crees que podamos hablar en privado.

-Ams. Yo creo que no – ¡alarma! ¿Acaso ella había dicho que no? Rayos y ahora que haría eso no era parte de su plan, pues nada, adelante, tenía que seguir con lo suyo o perdería la oportunidad- Ey si vas a decir algo que sea pronto tengo cosas que hacer.

 

-Sabes- comenzó con nerviosismo- las rosas son más bonitas que tú, o sea digo tus rosas son más bonitas que tú... ¡que no era así, espera! tú eres más bonitas que las rosas- cuando al fin pudo decirlo miro a la pelirroja a la cara esperando ver en su rostro un sonrojo pero lo único que vio fue una cara de desconcierto.- Pues veras Karen…Me gustas- nuevamente su cara no mostraba señales de que entendiera lo que él le decía, ¿Acaso estaban los dos en el mismo mundo? pero bueno ahora solo faltaba la pregunta final, cerró los ojos, aclaro su garganta y disparo- ¿Karen, quieres ser mi novia?

 

No hubo respuesta solo un silencio prolongado que fue interrumpido por un par de muy fuertes carcajadas de parte de sus amigas y una risilla leve de parte de ella. David estaba descolocado, es cierto que se puso un poco nervioso, pero su confesión no estuvo tan mal verdad, volvió su rostro hacia atrás para buscar apoyo de parte de Dany pero lo único que vio fue su cara de “ay dios, que haremos con él”.

-Escucha tu quien quieras que seas, no eres mi tipo sabes, búscate a otra a quien molestar- y si más se marchó con su sequito de amigas.

 

David se le quedo mirando con tristeza, porque a él no le iba bien con las mujeres, no era un mal tipo, solo un poco brusco. No era justo. Y haciendo su berrinche mental se encamino hacia su amigo.

 

-Bien, ríete, sé que lo deseas- La risa de Dany no se hiso esperar, se carcajeo un buen rato incluso le lloraron los ojos, es que simplemente los constantes rechazos hacia Davis de parte de las chicas lo hacían partirse de la risa. –Ya párala.- dijo mosqueado.

 

-Dioses David sí que eres pésimo en el arte de conquistar- esa fueron las primeras palabras de Daniel cuando por fin la risa abandono su boca.-cuantas veces lo has intentado y has fallado, pero tranquilo amigo, no es tu apariencia la que asusta a las mujeres  -o quizá sí- solo es que no tienes tacto con ellas, pero no te preocupes que yo te ayudare, ya verás tendrás a esa jodida chica a tus pies.

-y que sugieres que haga- le miro con el ceño fruncido.

-Pues solo deberás seguir los cinco pasos de conquista del maestro Daniel para tener a las mujeres a tus pies-

Definitivamente hoy no era su día, su plan no salió como esperaba, partiendo primero que nada con que se le había quedado la flor en casa, Karen no quiso cooperar con el apartarse de sus amigas, no cayo con su linda comparación, no consiguió que ella fuera su novia, se rieron de él y para rematar el chiste su amigo se creía maestro de la seducción. Ya sin nada que perder decidió aceptar la oferta de Dany, total no tenía nada más que hacer con su vida.

-Bien, “oh gran maestro”- se mofo David- que debo hacer primero.

-Pues bien mi jodido pupilo, -soltó una risilla al ver la mala cara con la que le miro el ojiazul por lo de “jodido”- debes saber que a las mujeres hay que primero que nada, decirle todos los días lo bonitas que se ven, cuando veas que ella se acostumbra a tus cumplidos debes ignorarlas, luego sacarles celos, cuando veas que ellas intentan llamar tu atención sabrás que la etapa de los celos da resultado, ahí es cuando las debes tratarlas como amigas, no conforme ellas con tus tratos intentaran acercarse a ti de forma romántica, entonces viene la etapa final, invitarlas a una cita y pedirles ser su novio-

-Y como sabes que funcionara-

-Pues mi querido amigo ya lo he puesto en práctica muchas veces…y créeme siempre da resultado-

 

Pues bien, si a Daniel le había resultado ¿porque no habría de resultarle a él?

Notas finales:

Uff, porfa si lo len completo y legan hasta las notas finales porfis dejen un comentario, me interesa mucho saber si lo que estoy escribiendo es de su agrado o no, :) muchas gracias por leer!


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