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Amor Encadenado (EXO) por Kirashira

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Notas del fanfic:

Vuelvo a subir este fáfic porque muchas personas ya me preguntaron si pensaba seguirlo de forma que me animé, espero que les guste. 

Notas del capitulo:

*3*)/ Anyooooo.... los lectores que ya me conozcan sabrán lo que voy a sufrir con este fanfic, simple y sencillamente porque esta MI YIXING TT-TT ya sabes que no me gusta usarlo en los fanfics pero... este lo comencé hace tiempo y creo que merece ser continuado ¿no creen?

Espero que les guste. 

Se encontraba medio recostado sobre la cama del motel, con el mando del televisor situado frente a el en la mano, mientras sus dedos insistían en hacer zapping inquietamente, esperando ansiosamente a aquel que no pudo ver durante semanas por culpa de los exámenes.

 

Un minuto después alguien llamó a la puerta y enseguida supo que era el, sonrió como un idiota mientras saltaba de la cama al suelo de un brinco, corrió hacia la puerta con el corazón acelerado. Al abrir se lo encontró de frente, con una sonrisa maliciosa escondida tras sus perlados dientes.

 

-          Te he echado de menos- dijo antes de alzar los brazos y rodear con ellos su cuello.

 

No tuvo oportunidad para negarse o hacerse el duro, sabía perfectamente que le tenía bajo su merced, y con el contacto de sus labios se convirtió en su acérrimo esclavo.

 

Cerró la puerta con una pierna mientras sus manos se centraban en aprisionar su cintura, conduciendo su cuerpo tras la puerta cerrada para tenerlo preso entre la madera y su erección. Sus labios no se rendían, jugando con los de su amante con furia, deseo y algo de desesperación.

 

-          Yo también te eché de menos- respondió cuando sus labios se separaron unos segundos en busca de aire- mucho.

 

Volvió a invadir sus labios con más ansias mientras sus manos buscaban el comienzo de la camisa que llevaba, irritado por la barrera que aquella prenda le imponía. Introdujo la mano dentro de sus pantalones para sujetarle la nalga con firmeza y pegar sus caderas contra su miembro palpitante, lo escuchó gemir contra sus labios mientras sus brazos se cerraban aún más alrededor de su cuello y su lengua luchaba contra la suya en una guerra que no había perdedor.

 

Deseaba más, quería mas… aquello era poco para el tiempo que durmió con su rostro en su mente, poco para cada “quiero verte” que cruzó su mente en su ausencia. Recorrió su delicada piel bajo su camisa, con sus dedos inquietos subiendo lentamente por su tripa hasta llegar a sus pezones donde me entretuvo unos largos segundos para jugar con ellos. Tardó unos segundos en reaccionar a su tacto y arquear su espalda ofreciéndole más de su cuerpo.

 

Abandonó su boca para descender por su cuello, embriagándose por el aroma de su perfume, sus dientes rasgaron levemente la piel sensible de la zona, su lengua relamió la piel en círculos antes que sus labios succionaran con fuerza. Siguió descendiendo por su cuello hasta hallar sus hombros que mordió en desesperación sobre la tela.

-          Mierda- gruñó apartándose rápidamente de su cuerpo y quitarle la camisa deseoso– así mejor- susurró antes de atrapar unos de sus pezones con sus dientes.

 

Escuchó el golpe de su espalda contra la puerta para sujetarse en él, sus dedos se enredaron contra su pelo mientras se mordía los labios negándose a hacerlo disfrutar de sus gemidos.

 

Con la lengua jugó con la aureola de su pezón humedeciéndola antes de volver a agarrarlo entre sus dientes con más presión que antes. Sus manos temblaron entre mi pelo mientras el gemido que tanto ansiaba se escapó de su boca en un grito ahogado. Con la otra mano agarró el otro pezón y comenzó a jugar con el, llevándolo hasta la cima del placer mientras su boca se turnaba entre un pezón y el otro.

 

“Quiero más… quiero que gima más fuerte” pensó.

 

Con una mano le sacó el cinturón del pantalón mientras mis labios capturaban los suyos y lo dejaba pegar su pecho contra el suyo en un momento de desesperación por sentir su cuerpo ardiente. Sus pantalones junto a sus calzoncillos no tardaron en caer al suelo, y los apartó de una patada a un lado del cuarto, sujetó con una mano su erección mientras sus labios marcaban el camino de vuelta a su cuello.

 

Volvió a gemir… volvió a gritar aferrándose a su camisa, lo acarició más fuerte y más rápido porque le gustaba el modo en el que se aferraba a él, le hacía sentir que también lo había echado de menos durante el tiempo que no pudieron verse. Su cuerpo intentando suplicarle que parase  las caricias pero el placer se lo impedía así que aumentó la velocidad hasta sentir su cuerpo tensarse.

 

-          Nooo… nooo- se quejó mientras lo apartaba jadeando- aún no quiero correrme Kai… aún no.

 

Con ambas manos apoyadas en su pecho, lo fue empujando haciendo que retrocediera sin ver hacia dónde iban hasta sentir un golpe blando tras sus rodillas y cayó sobre la cama sentado, mientras su pareja sonreía sonreía.

 

Se puso de rodillas entre sus piernas mientras le desabrochaba el cinturón, sus pantalones y calzoncillos terminaron en el suelo. Agarró su erección con una mano comenzando a acariciarla con fuerza bloqueando sus sentidos, cerró los ojos automáticamente para ahogar el placer que lo estaba invadiendo pero, en el segundo que su cálida lengua tocó su erección, perdió el control… su boca… su lengua… su humedad… todo lo estaba volviendo loco. Lo agarró del pelo para apartárselo y ver su rostro desde un mejor ángulo, aquel rostro angelical con esos ojos tan penetrantes que no parecía que hiciera algo parecido pero allí estaba, destrozándolo, regalándole un placer que no había conocido antes, su cuerpo se estaba tensando por culpa de su ávida lengua lamiendo incesantemente y tuvo que detenerlo antes de que consiguiera que se corriese.

 

-          Para… ya…- le dijo mientras le agarraba el rostro haciendo que se levantase.

 

La sonrisa maliciosa que apareció en sus labios lo delató cuando comenzó a subirse sobre él a horcajadas, empujando su cuerpo y haciendo que se tumbase hacia atrás quedando bajo su completo control.

 

-          Te va a doler si no…- intenté advertirlo.

-          No te preocupes ¿No lo sientes?- dijo restregándose sobre su erección- Ya estoy húmedo de tanto esperar por hoy.

 

Era cierto, parecía que al igual que él, la espera lo había excitado bastante.

 

Unos segundos después sintió como se cerraba sobre él… como parecía succionarlo dentro su cuerpo y sus músculos reaccionaron agarrándolo de las caderas pero su amante le quitó las manos.

 

Siempre deseaba llevar el control en la cama y fura de ella, pero a él no me importaba, no le importaba mientras siguiera siendo suyo, mientras siguiese moviéndose de aquella manera sobre él… gimiendo sudoroso… su cara de placer agrandaba su erección aún más, y su amante lo sabía… lo sabía y lo disfrutaba.  Sus nalgas chocaba contra mis caderas una y otra… y otra… y otra… vez cada vez más y más rápido haciendo que el chirrido de la cama comenzara a ser molesto. Alzó la vista jadeando para observar su cuerpo botando sobre el suyo, su piel blanca con ligeras capas de sudor, su pelo moviéndose al ritmo de su cuerpo, sus labios rojos de los besos que le había regalado hacía unos minutos, tenía una mano sujeta en su pecho apoyándose mientras que la otra estaba apoyado en la pierna mientras se movía de adelante para atrás removiendo mi erección… estaba en el límite… no podía aguantar más.

 

Se aferró fuerte a sus caderas para hacer las embestidas más profundas y su grito al sentirlo fue la confirmación que le gustaba tanto como a él, volvió a  mover las caderas más fuerte, su cuerpo cayó ardiendo sobre él aferrándose a su cuello mientras embestía incesantemente mi erección dentro de su cuerpo hasta que sus cuerpos convulsionaron, dejándolos completa y absolutamente agotados sobre la cama.

 

-          Te amo DO… te amo- le susurró al oído mientras lo abrazaba.

 

Estaba tan cansado que se quedó dormido sobre el, con el rostro escondido entre mi cuello.

 

Con suma delicadeza lo acomodó en la cama y lo tapó pero su cuerpo comenzó a removerse buscando algo molesto, hasta que se colocó a su lado, entonces DO se abrazó a él mientras colocaba su cara sobre su pecho inconsciente de sus actos.

 

“Te amo” gritó el corazón de Kai mientras acariciaba el pelo de su amante.

 

Al igual que su pareja estaba agotado, necesitaba dormir, cogió su móvil y puso la alarma para despertarse una hora y media después, poco a poco se quedó dormido con el amor de su vida entre sus brazos.

 

Se despertó con el ruido de la alarma. Buscó aquel maldito aparato para apagarlo, su cuerpo se sentía como si hubiera corrido la maratón, al girarse se di cuenta que DO ya no estaba a su lado, se asustó al principio pero el sonido de la ducha proveniente del cuarto de baño lo relajó. Se levantó de la cama y se desprendió de la camisa que era lo único que no se había quitado mientras hacían el amor y se metió en el cuarto de baño justo cuando escuchaba el agua cerrarse.

 

-          ¿Ya terminaste?- preguntó decepcionado.

-          Si cariño, es que tengo prisa- respondió mientras se ponía la bata del hotel y se secaba el pelo.

-          ¿Tienes prisa?- volvió a preguntar anonadado- ¿cómo tienes prisas si no llevas ni dos horas aquí?

 

Le molestaba que tuviera que irse cuando no se habían visto en mucho tiempo, tenía la esperanza que se quedara a dormir con él, aunque nunca lo había hecho en los siete meses que llevaban juntos pero la esperanza era lo único que no podía perder.

 

-          Lo sé cariño pero me ha llamado mi hermano, dice que va a venir visita a casa y debo irme- respondió mientras se acercaba a él y le daba un beso en los labios- lo siento de verdad.

 

-          Tu hermano, tu hermano, siempre tu hermano- respondió sin pensarlo regresando al cuarto cabreado.

 

Era cierto, el malnacido de su hermano no hacía más que interrumpir una y otra y otra vez las pocas veces que podían estar juntos, y él era también la razón por la que se veían solamente en hoteles, ya que se había mudado a la casa de DO un mes antes que se conocieran y en su casa si mejor amigo Tao aparecía cuando le daba la reverenda gana sin avisar, ya que tenía las llaves de casa, aparte, siempre terminaban discutiendo su novio y su mejor amigo.

 

-          No seas así cari, de verdad que pensaba quedarme a dormir- respondió apenado siguiéndolo al cuarto.

 

Lo alcanzó cuando se sentó sobre la cama y colocándose entre sus piernas le acarició el rostro para hacer que lo mirase.

El tacto de su piel sobre su mejilla lo calmaba, pero no lo suficiente como para olvidar a su hermano. Le rodeó la cintura con sus manos y lo atraje contra el apoyando su cabeza sobre su tripa.

 

-          Pasa de tu hermano por una vez y quédate conmigo- susurró.

 

Antes que pudiera responder, se separó un poco alzando la mano para atrapar su rostro para alcanzar sus labios con ansias sin darle tregua a pensárselo, si tenía que seducirlo para tenerlo toda la noche lo haría una y mil veces.

 

-          Kai… no seas así, de verdad necesito volver a casa, no quiero tener problemas- dijo apartándose.

 

Se apartó levantándose de la cama y caminando de vuelta a la ducha.

 

La rabia se fundía con sus venas, pero no deseaba hacer ni decir ninguna gilipollez para luego arrepentirse así que abrió la llave de paso del grifo y se metió bajo el agua fría intentando calmar su enfado.  Pocos minutos después escuchó el sonido de la puerta cerrándose y con ello golpeó las baldosas del baño lleno de frustración.

 

Siete meses de relación y nunca habían pasado una noche completa juntos, nunca habían tenido tiempo para ir a pasear como hacían las parejas normales, solo habían tenido tres citas al comenzar la relación y no se podría decir que la primera contaba porque era cuando se conocieron en aquella fiesta. El resto de tiempo se la pasaban en casa de alguno u hoteles como si fueran fugitivos. 

 

Se sentía cabreado, frustrado triste y necesitaba salir, no podía quedarse en aquel cuarto recordando lo que habían hecho hacía unas pocas horas.

 

Después de ducharse cogió el teléfono y marcó rápidamente el teléfono de la única persona que jamás diría que no a una fiesta improvisada.

 

-          ¿Quién es?- preguntó su amigo al otro lado del teléfono.

-          Tao idiota ¿aún no has grabado mi número de teléfono?- gritó.

-          Ahhhh… Kai bombón, es que no estoy en condiciones para mirar el teléfono- me respondió.

 

Notó como las palabras de su amigo resbalaban torpemente y supo enseguida que ya estaba en proceso de pillarse una buena borrachera, justo lo que necesitaba.

 

-          ¡No me jodas que estas de fiesta sin avisarme! ¿Y te consideras un buen amigo?- soltó mientras buscaba las llaves de su coche.

-          Pero si tú ibas a pasalte la noche de folleteo con tu Dodoito – se rio.

-          Cambio de planes, dime dónde estás que me uno a la borrachera que lo necesito.

 

Después que su amigo le diera la dirección del local en el que se encontraban, salió casi corriendo del hotel, se metió en su coche y con el GPS marcó la dirección del local antes de arrancar.

 

Seguía frustrado por el rumbo que habían tomado sus planes.

 

Llegó al local, era una discoteca con clase algo a esperar viniendo de Tao, le dijo su nombre al portero como Tao le había indicado y este lo dejó entrar enseguida. Uno de los recepcionistas le dijo donde se encontraba el reservado de su amigo y al llegar encontró al resto de sus amigos de clase bebiendo y bailando junto a Tao que estaba de pie con un vaso en la mano mientras se movía de un lado para otro al ritmo de la música.

 

-          Kaiiiishuuu bomboooonnnn.

 

Rápidamente se tiró a los brazos del recién llegado.

 

-          Joder tío, apestas a alcohol- lo apartó tapándose la nariz.

 

-          Es culpa de Taemin, que me derramó su copa encima- se quejó mirando al susodicho que giró la cabeza y siguió bebiendo como si el tema no fuera con el – ¡Tuuuu cabrón no piinjas! Me vas a pagar la chaqueta que me regaló mi novio- dijo tambaleándose mientras apuntaba a Taemin.

 

-          ¿Quién te manda estar en medio?- se quejó Taemin sacándole la lengua.

 

Diría que es el alcohol el que hacía que parecieran dos niños pequeños discutiendo pero mentiría ya que son iguales cuando no están bebidos.

 

-          Por cierto ¿Y tu novio?¿No debería estar aquí?- preguntó mientras tomaba asiento.

 

De repente su amigo se puso serio y comenzó a llorar mientras se sentaba en el sofá y dejaba el vaso sobre la mesa para taparse la cara mientras las lágrimas invadían su rostro. Enseguida se asustó de su reacción y se preocupó.

 

Kris, el novio de su mejor amigo era un chico rubio, alto, con cuerpo de Dios moldeado en horas de gimnasio, era el segundo hijo del dueño de una cadena de hoteles situados por todo el mundo, pero a pesar de todo su dinero, era un chico simpático, agradable y gracioso y lo que era más importante, estaba locamente enamorado de  Tao y le consentía en todo lo que su amigo quería.

 

-          Se ha ido…. Kris se ha ido y me ha dejado.

 

Su corazón se detuvo del impacto de sus palabras, enseguida se sintió triste como si una sombra envolviera su corazón ya dañado por el abandono de DO. Se cambió de asiento para situarse al lado de Tao y abrazarlo mientras lloraba. No podía creerse que Kris pudiera dejar a su amigo, quienes lo conocían podían ver que esos dos permanecerían juntos hasta envejecer.

 

-          Lo siento mucho Tao ¿Qué ha pasado?- preguntó.

 

Un almohadón del sofá salió volando de algún lado del reservado y fue a estamparse contra la cara de Tao haciendo que este levantara el rostro furioso. Buscó de donde venía el almohadón y vio a Taemin mirándolos con los ojos achinados.

 

-          Tuuuu… borracho maricón, deja de asustar a Kai- le dijo Taemin antes de mirar a Kai- Kris se fue a EEUU de viaje de negocios de última hora por la empresa de su familia y tuvo que cancelar el compromiso que tenía con este idiota, pero a cambio nos invitó a todos a salir para que animásemos a Tao.

 

-          ¡¡PERO ME HA DEJADO SOLO EN COREA!!- le gritó Tao devolviéndole el almohadón que Tae esquivó.

 

Soltó a Tao de mala gana antes de arrearle una gran colleja que lo dejó doblado sobre si mismo al mismo tiempo que gritaba que se las iba a pagar, que llamaría al guardaespaldas para que se lo devolviera, pero a Kai no le daba miedo alguno porque tenía permiso de Kris para golpearlo siempre que le diese la real gana, ya que él no era capaz de golpear al consentido de su novio.

-          ¿Cómo se te ocurre mentir con algo tan grave? Idiota- le gritó  agarrando una copa y tomándomela de golpe.

 

-          No he mentido, Kris se ha ido habíamos quedado para celebrar nuestro aniversario y se ha largado… se fue, y me llama desde el coche camino al aeropuerto- se defendió Tao.

 

-          Déjalo el alcohol lo está afectando demasiado- dijo Taemin girándose hacia los demás amigos que seguían en su mundo bailando como locos antes la felicidad de bebidas gratis en un reservado de lujo en una de las mejores discotecas de la ciudad, sin gastar ni un solo céntimo.

 

Kai hizo caso a Taemin y agarró un vaso para beber, al menos ya no pensaba en DO y tenía la mente más despejada, ya que no era al único al que le habían cambiado los planes. Y allí estaban, intentando animarse lejos de las personas que amaban, que cosas tenía la vida.

 

Después de unas horas bebiendo y quejándose de sus parejas ya estaban completa y absolutamente borrachos. El guardaespaldas que Kris dejó al cargo de Tao tuvo que llevarlo a cuestas hacia su coche mientras el amigo de Kai seguía gritando que matará a Kris por cancelar sus planes y dejarle solo con un par de borrachos, lo cual hacía bastante gracia ya que era el que peor estaba de todos ellos.

 

-          Si si Tao… lo que tú digas- sonrió Tamin mientras observaban como el hombro enchaquetado metía a Tao en el Suzuki rojo metalizado XL7.

-          Chelo digo muyyyyy ensherio Tae… hip – hipó con el dedo en alto y los ojos adormilados- En cuancho venga yo… hip… cortarie co el.

-          Por favor intenta que no se haga daño- le pidió al guardaespaldas.

-           

Este asintió a Kai antes de despedirse y meterse en el coche.

 

No estaba en condiciones para coger el coche así que se dispuso a caminar a media hora de su casa atravesando la avenida llena de discotecas y gente saliendo de fiesta o entrando. Borrachos cantando, mujeres de mala vida por las esquinas esperando a que los coches se detuvieran para darle servicios.

 

Se separó de Taemin diez minutos después y siguió su camino hasta llegar al cruce de un semáforo, se apoyó en el poster esperando a que se cambiara cuando su corazón se detuvo en seco, lo vio.

 

Al otro lado de la carretera sonriendo junto a un grupo de amigos y amigas estaba el, aquella persona que se suponía que tenía visita en casa, aquella que estaría con su hermano, aquel motivo por el que mañana tendría la resaca de su vida. Al principio pensó que era a causa del alcohol pero tras sacudir su cabeza unos segundos la visión seguía allí, riéndose con los demás.

 

Se me olvidó que el semáforo estaba en rojo y salió corriendo interfiriendo en el tráfico, todo lo que había a su alrededor daba vueltas, pero tenía un puto fijo que seguir y no lo perdía en ningún momento.

Los coches pitaron, escuchó un coche frenar bruscamente a su lado y levantó las manos a modo de disculpa al escuchar a alguien insultar, siguió su camino corriendo hasta la otra acera, corría aún más para alcanzarlo y cuando por fin lo tuvo cerca lo agarré de la muñeca desde atrás para obligarle a girarse.

 

-          ¿¡¡TU NO ESTÁBAS CON TU HERMANO!!?- gritó con todo el aire que mis pulmones  le dejaron.

 

La gente que iba con el se giraron enseguida para mirar a Kai asustados.  Lo miré a los ojos y pude ver el miedo atravesando su semblante antes de esquivar la mirada hacia al lado.

 

-          RESPÓNDEME- insistió agarrándolo más fuerte.

-          Oye tu… suelta a mi amigo- me gritó uno de ellos empujando su pecho, haciendo que retrocediera perdiendo el equilibrio.

-          Dios mío, es un borracho- gritó una de las chicas asustada.

 

Todo parecía confuso pero toda el alma y el corazón de Kai estaban concentrados en DO que se negaba a mirarlo avergonzado.

 

-          Lárgate y no molestes- dijo uno de sus amigos agarrando a DO.

 

Aquel gesto lo molestó más de lo que pensaba, no deseaba que nadie tocase a su novio, solamente el tenía aquel derecho y nadie más. Se abalanzó sobre el chico y le soltó un puñetazo.

 

-          ¡¡NO LO TOQUES!!- le gritó agarrando a DO de nuevo.

-          ¡¡SOCORRÓ!! POLICIA- comenzó a gritar una de las chicas histérica- No toques a mi novio, suéltalo.

 

Sus palabras fueron lo suficientemente claras, fuertes y concisas para romper con su borrachera de cuajo y su resaca de un solo golpe. Se le paró el corazón mientras volvía a mirar a DO con los ojos abiertos en busca de alguna explicación, pero en lugar de la mirada de alguien asustado se encontró una mirada vacía de desprecio antes de sentir como sacudía la mano para que lo soltara.

 

Lo dejó inconscientemente y vio cómo se acercaba a la chica para abrazarla.

 

-          No te preocupes Suzy, todo va a estar bien, creo que me confunde con alguien- tranquilizó a la chica.

-          ¿DO?- preguntó con la boca abierta.

Algo dentro de él se estaba rompiendo, podía sentir las grietas recorriendo su corazón, el sonido que hacía al ir quebrándose poco a poco, el agudo dolor que te paralizaba sin darte oportunidad de hacer nada.

 

-          Lo siento ¿Nos conocemos?- preguntó serio- No sé quién es ese DO, lo siento debes hacerte confundido, por favor déjenos en paz antes que llamemos a la policía- le dijo sin pensárselo.

-          ¿Cómo?- preguntó en estado de shock.

Veía a la chica morena abrazarse al cuerpo del que hasta entonces había sido su novio, abrazarse al cuerpo del chico con el que hacía pocas horas se había acostado, del chico que gemía su nombre en la cama. El sonido de los pedazos de su corazón separándose hizo que diera dos pasos hacia atrás intentando no caerse.

 

-          Que no se entera Kyung, deja que le partamos la cara por haber golpeado a Xiumin- gritó uno de los chicos.

 

Supuse que el chico llamado Xiumin era el que estaba tirado en el suelo sujetándose la mandíbula donde lo había golpeado mientras me fulminaba con una mirada de odio. La gente se estaba amontonando a nuestro lado haciéndonos coro.

 

-          Dejarlo chicos, no nos vayamos a rebajar ante un borracho de calle- dijo DO o Kyung o como quiera que se llamara- Mejor que se vaya a casa, se tome un baño y deje de molestar a la gente, vamos Xiumin que este barrio apesta.

 

No podía ser, no podía dejarlo así, sentí miedo, ira, furia, terror, todos los sentimientos que podría aborrecer se mezclaron de repente y fue tras el agarrándolo del hombro y obligándolo a girarse.

 

-          ¿Qué te pasa DO?- preguntó.

 

Antes de escuchar alguna respuesta, un golpe seco contra su mandíbula hizo que perdiera el equilibrio y que su cara fuera a caer justamente sobre un charco que había al lado.

Al principio no dolía pero cada segundo que pasaba el lugar comenzó a escocer, se tocó el labio al sentir el sabor metálico de la sangre y efectivamente, confirmó que le había partido el labio. Miré a su agresor, un chico no tan alto y rubio que le fulminaba con una mirada de desprecio, asco y rabia.

 

-          Suho déjalo- dijo DO mirándome con miedo sin que los otros se percataran.

-          Hermano, cuidado- gritó la supuesta novia de DO.

 

Kai se levantó cabreado para devolverle el golpe, pero DO se puso en medio frenando su ataque, detuvo su puño justo frente a él. Le temblaban las manos mientras lo miraba y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

 

-          Lo siento… - sus palabras sonaban a disculpa- no sé… no sé quién sea usted pero no queremos pelea, tu golpeaste a nuestro amigo y te devolvimos el golpe, estamos en paz.

-          Pero DO…- su voz estaba temblando y todavía no había bajado el puño, algo dentro de él deseaba golpear a alguien o algo.

-          Lo siento no soy ese tal DO, mi nombre es Kyung- respondió lentamente- pero de seguro que ese tal DO no le gustaría que te dieran una paliza en tu estado por una confusión.

 

Sabía que sus palabras eran para él, estaba…. estaba… quería morirme, el dolor comenzaba a absorberlo… se sentía en un abismo y las lágrimas no cesaban, ni tampoco los temblores pero fui bajando las manos.

 

-          Cariño, ten cuidado- dijo la chica.

-          Kyung aléjate de el- gritó el tal Suho- si quiere pelea tendrá pelea.

 

Miro a aquella puta antes de mirar a DO o Kyung o quien quiera que fuere, dolorido.

 

-          Por favor…- susurró.

 

Di dos pasos indecisos hacia atrás, antes de ver como la chica corría hacia Do a abrazarlo y entonces se giró y salió corriendo en dirección a ninguna parte. Corrió… corrió y corrió hasta que los latidos de su corazón eran más fuertes que una estampida de elefantes, corrió hasta que su corazón ya no pudo bombardear más oxígeno, corrió mientras gritaba de rabia e impotencia, no sabía a donde iba hasta pasados unos minutos que paró en un parque a oscuras.

 

Apoyó las manos sobre sus rodillas para tomar aire antes de que perdiera el conocimiento por el esfuerzo, intentaba tranquilizarse pero el dolor de su corazón era demasiado grande. Dio dos pasos hacia un banco pero… comenzó a sentir que todo comenzaba a tambalear, los árboles bailaban, el suelo se retorcía bajo sus pies. Luchó por alcanzar el banco pero había agotado todas sus energías y pronto su visión se oscureció esperando el choque contra el suelo que no llegó, sustituido por unos brazos rodeando su cintura.

 

-          Cuidado que te matas- escuchó traes él.

 

Alguien lo estaba sujetando y lo ayudó a sentarme en el banco. Su vista comenzó a desvanecerse poco a poco.

 

-          Espera que ahora te traigo algo para beber- volvió a escuchar.

 

Antes de poder responder a la voz, perdió el conocimiento.

 

Sentía un trapo húmedo sobre su frente antes de abrir los ojos, pasaron los minutos antes de conseguir abrir los ojos completamente y cuando lo consiguió se encontró de frente con un chico de pelo corto castaño con una sonrisa amplia.

 

-          Por fin te despiertas- le dijo.

 

Kai intentó incorporarse pero el chico le puso una mano sobre el pecho para que no se levantara, y volvió a tumbar su cabeza sobre sus piernas.

 

-          Podrías volver a perder el conocimiento, no te muevas- insistió.

 

Inclinó el rostro hacia su cuidador para darse cuenta que estaba sin camisa, cuando se tocó la frente para sacar el pañuelo húmedo vió que era su propia camisa que había utilizado como paño.

 

-          Jejejeje lo siento, no tenía pañuelo y tu tenías fiebre- le dijo mientras se removía el pelo avergonzado.

 

-           Yo… siento las molestias- se disculpó incorporándome pese a sus advertencias- no quería causarte problemas.

 

El chico le restó importancia mientras se metía la camisa mojada en la mochila que tenía al lado y se ponía en pie al lado de Kai vigilando para que no me callera.

 

-          No te preocupes estoy bien, fue solo… un mareo pasajero de borrachero- mintió – Ya estoy mejor, voy a volver a mi casa. Gracias de nuevo…

 

No sabía su nombre.

 

-          Yixing…- saludó extendiendo la mano- Me llamo Yixing.

 

Miró al chico un rato, parecía que estaba todavía en el instituto a comparación de Kai que ya iba a la universidad, pero sabía que era buena persona si había ayudado a un desconocido.

 

-          Kim Jongin – respondió alzando su mano para juntarlos con los de Yixing- pero mis amigos me llaman Kai.

-          Jongin encantado- sonrió.

 

Su sonrisa desprendía sinceridad, inocencia, y en sus mejillas aparecieron unos pequeños hoyuelos que le hicieron algo de gracia.

 

El aire golpeó su rostro dándose cuenta del frio, se percató del torso desnudo del chico.

 

-          Hace frio y puedes resfriarte- le dijo mientras se quitaba la chaqueta que llevaba.

-          No hace falta estoy bien.

-          Insisto.

 

Evitó que se resistiera más y le puso su chaqueta vaquera de la suerte, porque viendo todo lo que le estaba pasando, no deseaba volver a verla de nuevo, a demás, al chico le sentaba mejor que a Kai así que se alegró.

 

-          Gracias por todo, tengo que irme a casa, adiós-Kai se despidió.

-          ¿Y la chaqueta?- preguntó asustado.

-          Quédatela te sienta a ti mejor que a mí.

 

Siguió su camino sin mirar atrás.

Su mente estaba echa un caos, su día se había ido una mierda, estaba mareado por las bebidas pero al mismo tiempo herido por dentro. Deseaba llegar a casa tumbarse en su cama y borrar de su mente todo lo que había ocurrido, despertarse para ver que había sido todo un sueño, una pesadilla, que el chico que amaba no le había engañado, no le había dado un nombre falso, no tenía novia y había renegado de el como si fuera… como si fuera basura.

 

Los recuerdos dolían… herían demasiado y no deseaba que siguieran en su cabeza, así que se dio prisa por llegar a su casa, cuando vio el complejo de apartamentos donde vivía su corazón pudo sonreír después de horas de dolor, aumentó la velocidad de sus pasos hacia la entrada, subió las escaleras de dos en dos ya que vivía en el ático, quería estar en su cama… lo deseaba tanto.

 

No iba a contarle a Tao lo sucedido porque sabía que sería capaz de hacer que Kris contratase matones para que fueran a por DO o Kyungsoo o como mierdas se llamase, y eso si le traería serios problemas, porque Kris era capaz de hacerlo sin rechistar. Ese pensamiento le hizo sonreír en cierto modo se sentía feliz de tener un amigo como el y que el tuviera un novio como Kris… Un novio. De nuevo el dolor pinchó mi corazón.

 

Al llegar al pasillo su sangre se congeló, pensó que la bebida le estaba jugando una mala pasada de nuevo lo cual no le hacía ninguna gracia ya que su mundo se estaba desmoronando. Lo miró con los ojos desorbitados mientras daba dos pasos hacia atrás por instinto.

 

-          Tenemos que hablar Kai- le dijo mientras se levantaba del suelo frente a su puerta, donde había estado sentado – Tenemos que hablar de lo que pasó…

 

Ya no podía más, aquello le superaba, no quería explicaciones, ni discusiones, ni perdones, su mente ya no podía con nada de eso así que se dio media vuelta para largarse a cualquier lugar del mundo, incluso la mierda le serviría de refugio. 

 

Notas finales:

¿Que les pareció? Mi Lay es.... pues eso... mi amor XD


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