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Amor Encadenado (EXO) por Kirashira

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Notas del capitulo:

*3*)/ Anyooooo

¿Seguimos con la historia de Kai, Lay y DO?¿Se animan?... venga vamos...

-          Kai espera por favor- gritó tras él.

 

Aceleró el paso, no deseaba hablar con él, el corazón seguía palpitando rápido y fuerte amenazando con romper su pecho. Bajó las escaleras de tres en tres, era más rápido que DO y él lo sabía.

 

-          ¡¡KAI KAI ESPERÁ POR FAVOR!!- volvió a gritar mientras lo seguía.

 

Saltó los últimos cuatro escalones y salió a la calle corriendo, desesperado por acallar el sonido de la voz de DO, lo amaba tanto que escuchar de su boca lo que él sabía perfectamente, iba a ser aún más doloroso de lo que había tenido que soportar. Miró atrás y lo vio siguiéndolo sin dejar de gritar su nombre para que se detuviera, estaba lejos, pero insistía, no parecía que fuese a detenerse.

 

Llegó a una avenida con el semáforo en rojo, miró a ambos lados rezando que no pasara ningún coche pero al ver a DO acercarse no le importó en absoluto y salió corriendo levantando las manos para detener a los coches que frenaban en seco en cuanto llegaban a su rodilla. Las luces lo mareaban y desorientaban, el pitido, la gente gritándolo lo confundían y la cantidad de alcohol en vena que llevaba no ayudaba, pero estaba desesperado, necesitaba alejarse, se giró a mirar atrás y vio a su perseguidor  parado también en el semáforo cuestionándose si cruzaba o no.

 

Sus miradas se cruzaron, sus ojos destellaban preocupación y miedo ¿era por el? No lo creía. De nuevo el ruido de los neumáticos de otro coche rasgando el asfalto hizo que se girase a mirar a la hilera de coches que se amontonaba frente a él, rápido siguió cruzando pese a las quejas.

 

-          ¡¡KAI PARA!!- gritó tras el.

 

DO no sabía si cruzar, la cantidad de coches que se habían detenido por culpa de Kai lo asustaba, no le gustaba aquella situación pero debía encontrarlo pronto, tragó aire antes de lanzarse al encuentro de Kai, los coches volvieron a pitar, pero esta vez por él, tenía miedo, estaba asustado realmente asustado pero continuó corriendo pese a que le temblaban las piernas, entonces escuchó el pitido de un coche aproximándose a gran velocidad, su subconsciente lo hizo detenerse, se giró a mirar y la luz lo cegó haciendo que se tapara el rostro, fue entonces cuando sintió a alguien amarrándolo de los hombros para tirarlo a un lado.

 

El golpe no fue tan doloroso como pensaba, había caído sobre algo blando así que abrió los ojos para encontrarse con Kai aferrándose a el con fuerza.

 

Estaba sobre él, miró a su lado y vio que el coche que lo deslumbró hacía unos segundos había frenado unos metros mas delante de donde había estado parado. Si no fuera por Kai el… el… volvió a mirar a Kai asustado, tenía los ojos cerrados y las cejas fruncidas por culpa del dolor del impacto contra el suelo.

 

-          ¡¡LOCO!! SAL DE LA CARRETERA- gritó el conductor del coche desde la ventana.

 

-          ¡¡KAI KAI KAI!!- gritó desesperadamente mientras lo sacudía.

 

Pero este seguía aferrándose a su cuerpo sin decir ni una sola palabra, al menos podía asegurar que estaba vivo y eso le alegró. Le acarició la cara con delicadeza para que abriese los ojos y lo mirase.

 

-          Kai ¿estás bien? ¿Te duele algo?- preguntó preocupado.

 

Soltó un grito de dolor cuando sus nervios pudieron reaccionar ante el golpe que había sufrido, semejante a que te golpearas la cadera contra el borde de una mesa durante una caída de más de cinco metros. Abrió los ojos lentamente pero cuando vio a DO frente a el reaccionó enseguida, sacudió la cara para apartar las manos de el y se incorporó para sacarlo sobre su cuerpo sin embargo, por culpa del movimiento sintió como si le hubieran bateado las caderas con un bate de hierro, sus piernas le fallaron y casi termina de bruces contra el suelo pero DO lo sujetó con fuerzas.

 

Enseguida se dio cuenta de quién lo sujetaba y volvió a apartarse de el con tanta brusquedad que balanceó del otro lado y terminó golpeándose el hombro contra el poster del semáforo mientras los murmullos de las personas lo dejaban sordo.

 

-          Kai no puedes caminar, deja que te ayude- pidió desesperadamente.

-          No… no me toques- respondió casi sin aliento.

 

Utilizó las pocas fuerzas que tenía para buscar su teléfono, necesitaba llamar a Tao, por más tozudo que era sabía cuáles eran sus límites y en ese momento los había superado con treces.

 

-          Pero Kai… - escuchó decir a DO mientras el tacto de sus manos rozaban la piel de su hombro.

-          ¡¡QUE TE LARGUES!!-gritó mientras se palpaba los bolsillos.

-          ¿Estás bien?- se escuchó decir a una de las personas que habían presenciado las cosas.

 

Movió la cabeza para afirmar que estaba bien, pero su teléfono no aparecía. Sacó lo que tenía en los bolsillos a duras penas apoyado en aquel poster sin energías, entonces se dio cuenta, se percató que no tenía tampoco las llaves de su casa, su cuerpo parecía prendido en llamas, su órganos se consumían en el dolor sus piernas temblaban amenazando con tirarlo al suelo en cualquier momento.

 

-          Mi… mi móvil… mi móvil- dijo desesperado.

-          Kai te lo suplico escúchame, lo que vistes no es lo que piensas yo no podía decir que estamos juntos… Kai de verdad esto no es idea mía es… - comenzó a decir Do atropelladamente.

-          ¡¡DÉJAME EN PAZ!! ¡¡LÁRGATE!!- gritó intentando apartarse del poster.

 

Tambaleó de nuevo, el dolor comenzaba a ser insoportable, tenía que ir al hospital, pero no encontraba su móvil por ningún lado ni las llaves de su casa ¿Qué podía hacer?.

 

“Taemin” pensó enseguida.

 

Su amigo vivía a diez minutos caminando de su casa, rezaba para poder llegar hasta allí antes de perder la consciencia por segunda vez aquella noche. Su cuerpo perdió el equilibro haciendo que tambaleara a un lado hasta llegar a una pared donde se agarró, la gente seguía mirándolo pero ninguno ayudaba.

 

-          Kai te lo suplico, cálmate y deja que te lleve a casa para que hablemos, estás mal necesitas ayuda ¡NO SEAS TÉRCO POR DIOS!- gritó desesperadamente casi llorando- estás así por mi culpa deja que te ayude por lo menos.

-          ¿Quieres ayudarme?- preguntó Kai mirándolo seriamente.

-          Si Kai, deseo ayudarte.

-          Entonces borra de mi mente las últimas veinticuatro horas… borra de mi mente el rostro de tu novia… borra de mi mente esta herida en mi labio… y si puedes de paso borra tu recuerdo de aquí- respondió señalando su corazón- esa es la única ayuda que necesito de ti.

-          No digas eso Kai, por favor yo te amo de verdad lo juro, créeme te lo suplico- dijo sujetándole la mano.

 

Kai sacudió la mano para apartarlo, no quería hablar con él tampoco quería verlo, cuando DO estaba cerca de él su mente cedía siempre, pero a esto no quería ceder, no debía ceder, necesitaba alejarse de el o podría perdonarlo. Comenzó a andar con cuidado.

 

-          ¿Jongin?- se escuchó una voz conocida tras el.

Kai se giró pronto para encontrarse con el chico de pelo castaño al que había regalado su chaqueta de la suerte, aunque ahora se daba cuenta que la mala suerte iba con el y no era culpa de la chaqueta.

 

-          ¿Yixing?- preguntó confundido.

 

El chico estaba sonriendo, pero al verlo apoyado en la pared sudando de dolor se alarmó, tiró la mochila que tenía al suelo y corrió directamente a donde estaba Kai ignorando por completo a su acompañante.

 

-          ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Te volviste a marear de nuevo?- preguntó preocupado mirándolo asustado.

-          Yixing… ¿cómo? ¿Qué haces aquí?- preguntó Kai.

-          Cuando te fuiste rápido me di cuenta que te habías dejado el móvil y las llaves en el bolsillo de la chaqueta, intenté alcanzarte pero no pude, así que llamé al último número que llamaste y me cogió un chico raro que me dio tu dirección y por eso venía, pero vi un montón de coches parados y la gente hablando de un accidente y….

 

De pronto dejó de hablar y pegó un grito mientras se tapaba la boca y sus ojos se pusieron aguados.

 

-          ¿Te ha atropellado un coche?¿Eres tu?

 

El chico estaba casi llorando y a Kai le pareció muy tierno la preocupación que tenía ese chico por un desconocido,  pese a que se acababan de conocer ya lo había salvado dos veces, puede que su chaqueta fuera finalmente de la suerte pero en el cuerpo de la persona equivocada.

 

-          Debemos llevarte al hospital, tengo que llamar a una ambulancia ¿No sangrarás verdad? No me gusta la sangre, me marea- comenzó a decir atropelladamente mientras corría a por su mochila que había tirado al correr hacia Kai- ¿estás mareado? Si lo estas no cierres los ojos mi hermano siempre dice que es malo.

-          Disculpa ¿Tú quién eres?- preguntó DO interrumpiendo al chico que no se había percatado de su presencia.

 

Kai se dio cuenta que el humor del que antes había sido su amante había cambiado, ahora miraba al chico con odio y con ganas de degollarlo, había dejado de prestarle atención posicionándose entre el chico y el.

 

-          ¿Qué?¿Quién?¿Yo? Soy Yixing encantado, pero no tengo tiempo Jongin está mal- dijo el chico sin percatarse que intentaban intimidarlo- ¿Cuál era el número de urgencias de esta ciudad? Ohhh… mierda no lo sé muy bien ¿Tú lo sabes?

 

El chico estaba más nervioso que cualquier otra persona, hablaba rápido y se movía de un lado para otro con el teléfono en la mano y sacudiendo la cabeza cuando se trababa con sus propias palabras, de vez en cuando miraba a Kai apoyado todavía en la pared respirando con dificultad y se ponía aún mas nervioso.

 

-          Aguanta Jongin ahora consigo un número…- le dijo con los ojos aguados mientras le sujetaba la mano.

-          Te he preguntado ¿Quién eres?¿Y de qué conoces a Kai?- le gritó DO agarrando la mano del chico para apartárselo de Kai

-          ¡¡DO YA BASTA!!- le gritaron- Te lo he pedido una y mil veces, lárgate, lárgate ya. El no tiene nada que ver contigo así que no lo molestes.

 

El chico se había quedado petrificado mirando al chico que lo había gritado, no lo soltaba y estaba apretando la mano fuertemente. Kai lo agarró y lo obligó a soltar a Yixing de mala gana.

 

-          No necesito ir al hospital Yixing, no te preocupes- sonrió mientras hablaba con el chico para tranquilizarlo- si me ayudas a llegar a casa te lo agradecería.

-          Pero… pero… te han atropellado, estás pálido- dijo mirándolo triste – Puedes morir si no te llevo al hospital- dijo derramando una lágrima.

 

Kai no pudo evitar sonreír por la dulzura de aquel chico.

 

-          No me han atropellado, lo esquivé pero me golpee al caerme en el suelo y me duele, si me ayudas a llegar a casa estaré bien- le dijo sonriendo pese al dolor.

 

El chico dudo unos momentos si llamaba o no a la ambulancia mientras miraba a Kai y su teléfono pero al final se guardó el móvil en la mochila y se acercó a Kai, pasó la mano de Kai sobre sus hombros para que se apoyara y le sujetó la cintura pero este se quejó y tuvo que subir mas la mano.

 

-          No estás bien, te podría pasar algo- se quejó el chico.

-          Estaré bien.

 

Do los estaba mirando, sentía como si un rayo acabase de impactar sobre el mientras lo ignoraban, no podía permitir que alguien le quitara a Kai en sus narices pero en esos momentos Kai no quería hablar con el y lo evitaba, sabía que aunque lo siguiera intentando explicarse seguiría negándose a escucharle y lo único que podía hacer era irse.

 

Con el mayor de los desprecios que podía sentir ante otra persona fulminó a ese tal Yixing antes de darse la vuelta e irse a su casa, no pensaba rendirse, aunque Kai lo hubiera descubierto no tenía intención de perderlo, haría lo que fuera para volver a tenerlo de nuevo con el, porque el nunca perdía.

 

Con calma y lento el chico ayudó a Kai a llegar a su casa mientras le contaba que era nuevo en la ciudad, su madre lo había mandado a que estudiara el último año del instituto en Seúl antes de entrar en la universidad de la ciudad, se sorprendió que Kai fuera más mayor que él, porqué lo veía como si tuvieran la misma edad. También le había hablado de su hermano que quería mucho y estaba viviendo con su padre ya que sus padres estaban divorciados.

 

Cuando llegaron a casa Kai indicó a Yixing donde estaba su futón y las mantas porque no podía inclinarse por el dolor, más tarde este lo ayudó a tumbarse y ponerse el pijama. 

Gracias a las indicaciones de Kai consiguieron ponerle una compresa fría sobre la zona afectada. Poco a poco se quedó dormido y Yixing agotado también se durmió a su lado hasta que su teléfono comenzó a sonar sacándolos del mundo de los sueños.

 

-          Ohhhh… Lo siento, lo siento señora Lee, de verdad- se disculpaba el chico desesperadamente haciendo una reverencia a la nada- por favor señora Lee no me despida, llegaré en un momento se lo juro.

 

Comenzó a correr por toda la casa agarrando sus cosas, al darse cuenta que había despertado a Kai con sus gritos se giró con el teléfono en la oreja.

 

-          Lo siento mucho Jongin, espero que estés mejor, tengo que irme- dijo haciendo una reverencia- Por favor Señora… espere- dijo de nuevo al teléfono.

 

El chico salió de la casa corriendo sin darle tiempo a Kai agradecerle su ayuda. Intentó incorporarse en el futón pero el dolor no le dejó moverse mucho se tumbó de nuevo boca arriba tapándose la cara.

 

“¿En qué estabas pensando Kai? Podrías haber muerto” pensó para si mismo.

 

Podría haber muerto para salvar a la persona que había matado a su corazón, era  tan irónico que no quiso decirlo en voz alta para que no sonara estúpido, intentaría descansar y si notaba que seguía peor tendría que llamar a una ambulancia de verdad como le sugirió Yixing.

 

***

 

Durmió hasta la tarde agradeciendo que ya estaban de vacaciones tras los exámenes. Se perdió en su mente hasta que un golpe en la cara lo despertó de pronto, su cara estaba cubierta con la almohada que tenía al lado mientras sentía que alguien lo empujaba.

 

-          Deja de roncar que los demás intentamos dormir- escuchó decir.

 

Se giró para encontrarse a Tao tumbado a su lado del futón con las piernas despatarradas y media manta sobre él.

 

-          Te he dicho mil veces que no te cueles de esta forma en mi casa- le dijo agarrando la almohada y echándola a un lado mientras se giraba a darle la espalda a Tao y seguir durmiendo- Vete a tu casa.

-          No quiero, me duele la cabeza de la resaca y la casa es demasiado grande sin Kris, así que cállate- le respondió su amigo mientras lo empujaba.

 

Le golpeó justo en la cadera donde se había herido y Kai lanzó un grito agudo que pudo haberse escuchado a diez kilómetros a la redonda mientras se agarraba la cadera doblándose sobre sí mismo. Apretó fuerte los labios para no volver a gritar y la punzada que recorría la zona dejándolo sin aliento lo obligó a pensar seriamente en ir a urgencias.

 

-          Kai tío ¿Qué te pasa?¿Por qué gritas?¿estás bien?- preguntó su amigo levantándose rápidamente sacando la manta que lo cubría a los dos.

-          Diosssss tio, ¿por qué mierda eres tan bruto?- le gritó Kai, tirándose de nuevo sobre el futón.

 

Dolía mucho, bastante, demasiado  se sentía peor que en la noche, sintió las manos de Tao sobre las suyas apartando sus manos para ver la herida pero no lo dejó.

 

-          ¡¡APARTA LAS MANOS!!- gritó Tao luchando con el para ver que le pasaba a su amigo.

-          Déjame en paz Tao, suéltame- gritó intentando apartar a su amigo.

 

Conocía perfectamente a Tao, armaría un escándalo antes de llamar a Kris y pedirle que asesinara a DO si se enteraba del porqué se había herido, se le había pegado un poco el defecto de Kris, que era ser vengativo.

 

-          ¡¡ISEUL!!¡¡JHON!!¡¡VENGAN INMEDIATAMENTE!!- comenzó a gritar Tao.

 

Pocos segundos después los guardaespaldas de Tao aparecieron en el cuarto con su aire imponente.

 

-          Agarradlo para que no se mueva- les pidió.

 

Kai comenzó a moverse para alejarse de ellos pero sus esfuerzos fueron en vano porque ambos hombres fuertes lo agarraron por ambas manos haciendo que dejase su golpe a la vista.

-          Lo siento mucho Kai, ya sabes que es nuestro trabajo obedecerle- se disculpó Jhon.

 

Sabía que era cierto, aquellos dos eran buenos chicos, pero la desgracia era que trabajaban para Kris y Kris los ordenaba hacer lo que Tao pidiese mientras estaba fuera.

 

-          ¡¡¿QUE COJONES ES ESO?!!- gritó Tao abriendo los ojos, me miró asustado – Anoche no tenías eso… creo… recuerdo un poco cuando llegaste a la disco y eso no estaba allí Kai, no estaba- señaló el lugar con los ojos abiertos.

 

Miró la herida y supo que su amigo tenía razones para estar tan alterado, tenía una mancha enorme morada adornándole la piel de su cadera, tenía la sensación que su hombro tendría la misma marca de la forma que le dolía mientras Jhon y Iseul lo sujetaban, pero se neguó a que Tao lo supiera.

 

-          ¿Qué te ha pasado Kai?¿Quién te hizo esto?- dijo sujetándolo a ambos lados del cuello de mi pijama – dímelo o lo averiguaré yo mismo ¿Quién fue Kai?¿Quién se atrevió a herir tu cuerpo?

 

Estaba zarandeándolo para que respondiera pero Kai solo podía respirar lento para aparentar tranquilidad mientras su mente buscaba rápidamente una buena excusa que darle a su amigo antes que saliera por la puerta para investigar el mismo.

 

-          Me golpeé, estaba tan borracho que cuando regresaba a casa resbalé y me golpee de lado con un coche aparcado, solo es eso- respondió rezando que Tao se lo tragase.

Tao se quedó un rato mirando a Kai frunciendo el ceño como si algo lo molestara y luego a su cadera, su mirada recorría un lado a otro mientras pensaba que podía hacer, su amigo estaba herido, y una herida muy fea. Kai siempre lo había protegido y cuidado antes que Kris apareciera en sus vidas y lo quería mucho mas que a un hermano. Jamás lo había visto con algo tan espantoso en su piel, necesitaba curarlo.

 

Corrió al salón para buscar su teléfono mientras se ponía los zapatos.

-          Jhon, Iseul vístanlo nos vamos al hospital- gritó desde el salón.

-          Que estoy bien joder Tao- respondió Kai molesto al ver que su amigo lo ignoraba por completo.

-          ¡¡DIJE QUE LO VISTAN!!- gritó Tao apareciendo por la puerta y acercándose a Kai señalándolo con un dedo- Voy a consentir que me mientes mientras no opongas ninguna resistencia Kai, no nacía ayer. Vamos a ir a un hospital y si el doctor dice que estas bien entonces me calmaré- lo amenazó.

 

Los guardaespaldas lo ayudaron a levantarse y vestirse, mientras Kai suspiraba. Tao siempre había sido un exagerado, pero ahora un exagerado con poder gracias a el rico de su novio, no tenía más opción.

 

Se montaron en el coche de Tao minutos después mientras el seguía al teléfono hablando con Dios sabe quién. Kai se apoyó en el cristal de la puerta mientras trataba de respirar con normalidad porque la herida seguía ardiendo, cadera y hombro lo destrozando de dolor.

 

Llegaron al hospital y enseguida los atendieron, el médico confirmo que efectivamente estaba bien, no se había roto ningún hueso pero se habían roto algunas arterias por el golpe y por culpa de las rozaduras con el asfalto le podían quedar cicatrices del rasguño. Tao lo fulminó con la mirada al escuchar lo último.

 

-          Así que golpe con el coche ¿ehh?- fue lo único que dijo.

 

Le recetaron antinflamatorios y una pomada para la zona afectada, tenía que reposar unos días para que el dolor se fuera y en menos de tres semanas estaría mejor. Volvieron a casa en silencio porque Tao no quería comentar nada. Pronto llegaron al complejo de apartamentos.

 

-          Me voy a mi casa, estoy bastante cabreado contigo como para quedarme sin estrangularte- dijo Tao al ver a Kai salir del coche.

-          Lo siento… no quería preocuparte Tao- se disculpó.

-          Pero soy tu mejor amigo tío y te callaste algo tan grave como eso tampoco me quieres decir que es lo que te pasó tu…- comenzó a decir molesto.

-          Te lo contaré esta noche, te lo prometo… ven con la cena y hablamos ¿vale?- interrumpió.

 

Tao no respondió, lo miró unos segundos antes de agarrar la puerta del coche y cerrarla de golpe, le pidió a Iseul que arrancase y se fue sin más.

 

“Supongo que es un de acuerdo” pensó Kai sonriendo.

 

Subió las escaleras con cuidado para llegar al pasillo de su casa donde nuevamente se encontró con el causante de su accidente.

-          DO…- dijo.

-          Kai… ¿Podemos hablar ahora?- preguntó dudando.

-          No me dejarás en paz ¿verdad?- tomó aire.

 

Negó  con la cabeza poniendo una sonrisa de pesar ante su respuesta. Agradeció que Tao no hubiera bajado del coche con el o su amigo podrían haberse enterado de lo que le había ocurrido. Hacerse daño por salvar al chico que tan mal le caía, si, estaba seguro que Tao mandaba que matasen a DO.

 

-          De acuerdo, entremos.

Notas finales:

¿Que les pareció? Yo personalmente amo a Lay no puedo evitarlo, lo amo, es tan... en su puto mundo que me encanta ajajajajaj


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