- ¡¡¡¿Que vas a pasar las vacaciones de navidad, en dónde?!!! ¡¡¡¿En la mansión Malfoy?!!!! Estás loco!!!
Grito Ron Weasley a escuchar a su amigo Harry explicarle por décima vez, porque no pasarían la navidad juntos, mientras hacía maletas.
- Ya te lo explique Ron, la profesora me pidió que atendiera un asunto importante ahí mismo. No puedo decirte el motivo, pero te aseguro que no hay peligro.
- ¿Qué asunto tan importante puedes atender en la casa del hurón?
- No es nada grave como para que te preocupes, toma... Harry le extendió la mano a Ron para entregarle una bolsa con dinero.
- ¿Qué es esto? – menciono el chico extrañado.
- Es el dinero para el regalo de Hermione, no se te olvide ir por el, a la tienda de antigüedades...
- ¡Ho!… no sé qué decir Harry...
- No es nada, ella estará encantada y espero que de regreso ya sean novios o te aplico un Crucio ¿ok?...
- Si amigo no te preocupes por ello... Suerte en la casa esa y cualquier cosa avisa e iremos volando hacia haya.
- Despídeme de Hermione, pero me temo que si la veo… me interrogue como ella solo sabe hacerlo y no quiero retrasarme más, dile que no se preocupe todo está bien.
- Si amigo suerte y cuídate...-
Harry tomo sus cosas y salió hacia el despacho de la directora para tomar la Red flu, así llegaría mucho más rápido ya que nadie puede entrar a la mansión sin ser invitado. Aunque invitado ciertamente no se sentía en aquella mansión.
Al entras al salón el profesor Snape esperaba con rostro entre molesto y habitado, y eso era extraño en él, sin ese porte de “Mato por Deporte”.
- Que bueno que llego Señor Potter el profesor Snape lo llevara a la mansión Malfoy y lo alojara en una de las habitaciones. Hablo la directora ante la incomodidad que ambos sentían en ese momento, tanto como el profesor y Harry.
- Toma Harry, esto es un Traslador, cualquier cosa que necesites aquí o en la casa de los Weasley, podrás aparecer ahí cuando quieras, para que estés más cómodo y no sientes que estarás encerrado en la mansión.
Un collar plateado con un dije de Dragón le fue entregado y Harry solo asintió con la cabeza, por lo menos tenia donde escapar si las cosas no saldría bien.
- Espero que esto sea una buena idea directora...- hablo con escepticismo el profesor observando a Harry detenidamente
- Hare lo pueda para ayudarlo profesor...- ante la sorpresa del mismo, le respondió. A lo que el profesor solo ignoro lo dicho.
- Les deseo suerte, cualquier cosa me avisan. profesor, Harry, cuento con ustedes en esto...
- Como si necesitara pedírmelo... Escupió Snape acercándose a la chimenea y tomando polvos flu de una charola de cristal. Harry rápidamente se acercó al profesor a lo que este lo miro irritado- rápido Potter...
Ya dentro los dos, desaparecieron en llamas dejando el lugar rápidamente.
Harry mareado y sucio por el humo, tosió ante el olor a carbón, y vio a su alrededor. Sin duda ya no estaba dentro del castillo de Hogwarts y observo con asombro los elegantes interiores de una enorme sala de estar, sin duda la mansión Malfoy era descomunal como elegante.
- Ya terminaste de chismorrear o espero a que mires como tonto todo el lugar.
La voz molesta del profesor interrumpió su distracción de inmediato. Negando con la cabeza y siguiéndolo con su maleta a cuesta.
- Deja eso ahí, los elfos domésticos lo llevaran a donde será tu habitación, así que no gastes energía innecesaria Potter.
Harry ya se estaba cansando de la actitud del profesor, pero debería entender que estaba muy perturbado con toda la situación, así que empezar una pelea no era buen momento para ello. Al subir al segundo piso un largo pasillo de puertas blancas y paredes grises se mostraba ante ellos, y no entendía cuán grande el lugar era. Pero a como caminaban era enorme sin dudar. Y al final cuando pensó que no llegarían nunca, al final del pasillo donde una gran puerta doble se mostraba imponente ante ellos.
- Esa es la habitación de Draco, así que te quedaras en esta de invitados - señalo el profeso a una puerta a su derecha - así no tendrás problemas y no te perderás muriendo de inanición, aunque la idea no me desagrada... Harry solo ignoro lo mencionado y miro detenidamente aquella puerta doble preguntándose cómo se encontraría Draco Malfoy.
Al abrir la puerta de la que será su habitación en su estancia en la mansión, Harry se asombró de lo grande y elegante de su interior, una pequeña sala estaba frente él, de muebles antiguos y elegantes. La cama a su derecha era enorme y estilo berlina con cortinas color doradas y aun lado un enorme ropero de dos puertas lo miraba con gran porte, con sus maletas a acomodadas ya a un lado de este. Pero lo que más impresiono a Harry era la vista de un gran balcón mostrando un bosque muerto y cubierto de nieve blanca, sin duda una vista nada desagradable.
- No te acostumbres demasiado Potter... puede ser demasiado para ti... Harry miro con molestia al profesor, ya su actitud lo estaba cansando. A lo que el profesor solo suspiro mencionando lo siguiente. - El baño está a tu izquierda así que puedes disponer de el cuándo quieras, respecto a la comida una Elfa domestica te atenderá la veces que quieras, su nombre es Lanna puedes llamarla y aparecerá de inmediato, así no tendrás problemas en buscar la cocina u otro servicios puedes comer aquí mismo.
- Está bien profesor…
- Aun pienso que esto es una mala idea… pero no me queda otra opción... solo te advierto que si empeoras la situación… colgare tu cabeza en mi despacho como adorno...- amenazo el profesor empezando a retirarse de la habitacional a lo que Harry rápidamente pregunto.
- profesor… ¿Cómo debería hablar con Draco? - Harry no sabía cómo empezar o que hacer a lo que Snape lo miro aún más molesto.
- Ese es su trabajo Potter, Draco está en su habitación… no sale por nada del mundo... la puerta no está sellada, puede entrar cuando quiera, pero no le garantizo que salga vivo de ella... Y sin más el profesor salió dejando a un Harry sin saber qué hacer para empezar con su trabajo de ayudar a su némesis.
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- Maldita sea… - maldijo un joven frente el lavabo del baño, limpiando con afán su boca con agua.
- Malditas nauseas… - limpiando con una toalla su boca, el rubio se observaba en lo que quedaba del espejo roto. Desde hace días las náuseas y mareos se hicieron presentes en el. Y maldecía sentir que todo eso, era causa de su horrible realidad. Pero lo que más odiaba sin duda era sentir en su asqueroso cuerpo ese cosquilleo en su vientre. Era como un gusano que se movía en sus entrañas y eso era asqueroso y repugnante. No soportaba pensar que eso viviera en él y deseaba apuñalarse un cuchillo.
Pero para su desgracia no podía hacer eso, su padrino nunca dejaría que cometiera su más anhelado deseo. Desde que despertó esa noche su dolor se incrusto en su pecho enormemente, consumiéndolo en gran agonía y tristeza. Pero lo que más le dolía a su muerto corazón, era que sus padres ya no estaban con él para ayudarlo. Como extrañaba el cálido cuerpo de su madre que lo abrazaba cuando estaba mal con su realidad, extrañaba su voz diciéndole que todo estará bien y que siempre estarían juntos. Pero ahora estaba más solo que nunca. No sabía que más hacer para enfrentar su infierno pero de una cosa si estaba seguro, le pondría final a esto. Aunque su padrino y el mundo entero nunca se lo perdonarían.
- Morirás antes que yo… de eso estoy seguro…- con todo su odio salió del baño y se dirigió a paso veloz a su escritorio tomo una pluma y comenzó si más a escribir una carta.
Mgo. Señor Claudiel Walker
Le pido su presencia y ayuda en este trabajo de gran importancia para mi persona… necesito de su presencia de inmediato en mi mansión Mayor. No puedo esperar más tiempo como me recomendó, así que terminemos con esto de una vez. Lo espero a las 3 de la tarde en el despacho de mi difunto padre, lo esperare con impaciencia.
MALFOY DRACO.
Tras terminar de escribir rápidamente lo envolvió en un sobre y lo sello con el sello familiar, así nadie lo pudiera leer más que a la persona dirigida. De inmediato llamo a su Elfa domestica de nombre Lanna y esta apareció de inmediato.
- Que se le ofrece joven amo…- la Elfa domestica era mayor de piel pálida y ojos grandes y claros, sus cabellos eran de un negro intenso como la brea, ella vestida de trapos color hueso.
- Quiero que envíes esta carta al señor Walker... no le menciones a nadie que te ordene esto ¿entendido?...
- Si señor como usted ordene…-
A pesar de que a Lanna no le agradara la idea, no podía hacer nada en contra de sus deseos, ya que un hechizo impuesto por los Malfoy le impedía desobedecer. Así que desapareció de la habitación dejando a un chico con determinación y odio en sus ojos.
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Un chico caminaba y caminaba de un lado a otro en una gran habitación, parecía indeciso respecto a una situación.
- ¿Qué are?... ¿cómo hablare con él?… ¿y si me lanza un hechizo en cuanto me vea?… no quiero lastimarlo más de lo que lo han hecho…
Harry Potter nunca había estado más nervioso y asustado en toda su vida, ni cuando enfrento al Señor Tenebroso cuando apenas era un niño.
- ¡Por merlín! No sé qué decirle…- paso minutos o quizás horas con su indecisión. pero pronto escucho un ruido que lo paralizo.
Al acercarse a la puerta y abrirla con cuidado vio a un Draco Malfoy salir de su gran habitación con vestimenta elegante como si viera a alguien importante. y sin más camino hacia una dirección, que Harry pudo ver desde donde estaba. Con cuidado salió de la habitación de huésped y lo siguió sin ser descubierto. Draco bajo de las escaleras enormes sin percatarse de un Harry que lo seguía sin ser visto ocultó tras un muro, desde su dirección vio que se dirigía a una habitación de puerta de roble que parecía sin duda una oficina o despacho.
Tras cerrar la puerta Harry no lo pensó para acercarse y tratar de averiguar qué era lo que tramaba Draco, pero lo que nunca imagino era que lo que escucharía tras esa puerta lo paralizaría por completo.
- Buenas tardes señor Walker es un placer tenerlo en mi despacho…-lo saludo de mano antes de sentarse en la que era la silla de su padre.
- Y el mío sin duda señor Malfoy su insistente llamado me trajo de inmediato ante su aposento… dígame, que es en lo que necesita mi ayuda… la voz del hombre no le gusto para a nada a Harry, que sin los presente se percataron. la puerta estaba se mi cerrada dejando ver a Harry a un señor sentado con aspecto lúgubre y engañoso.
- No necesita modalidades señor Walker ya conoce el motivo por el cual lo llame con insistencia… necesito que haga el trabajo lo más rápido que pueda… antes que mi padrino el Señor Severus Snape se entere… deseo terminar cuanto antes con esta… situación.
Harry tras escuchar las palabras de Draco bañado en rencor y odio no le agradaba la idea fuera lo que fuera que hablaran ahí adentro.
- Y entiendo su apresuramiento señor Malfoy no por nada cargar con eso en su cuerpo, es motivo suficiente para acabar con ello.
- Entonces… ¿qué día puede encargarse de esto?
- Pues solo necesito preparar las medidas de seguridad y el lugar en el cual haremos la extracción en su cuerpo.
- ¿Cuánto tardara la extracción? …
- Depende de los días que tenga de vida y la longitud de su cuerpo… ya sabe extraer un ser vivo mágico no es nada fácil… no cuando la magia lo protege… necesitamos primero debilitarlo.
- Como se supone que lo aremos…
- Señor Malfoy de eso me encargo yo…
La sonrisa del hombre paralizo a Harry que casi suelta un grito de dolor al ver semejante escena, no podía creer que lo que acabada de escuchar. Su mano temblaba de rabia ante siquiera pensar en lo que Draco aria.
- Solo necesito que beba una poción que ya mismo preparare… esta quita las fuerzas de magia en el ser dentro de su vientre y así poder extraerlo con facilidad.
- ¿Cuándo estará listo todo?.. Harry no podía imaginar que Draco Hablara de ello como si fuera cualquier cosa, esa mirada de vacío le partía el alma y sus lágrimas caían sin más en él.
- Para mañana a la anochecer lo aremos en un lugar… especial para ello… no se preocupe…
- Espero en ello… cuanto le deberé por su especial ayuda…
- Eso lo veremos después señor Malfoy... no por nada su padre me ayudo en mucho asuntos importantes… primero esperaremos terminar con esto bien y rápido…
- Le agradezco su amabilidad señor Walker…
- Así... una cosa más señor… Harry sintió de pronto unos escalofríos ante lo que diría a continuación el Medimago con una sonrisa malévola.
- ¿Quién es el padre de la criatura?... ante escucharse esa pregunta que retumbo como bomba en todo el lugar. Draco solo cerró los ojos por un momento y al abrirlos de nuevo con gran odio menciono.
- Eso a usted… le tiene que tener sin cuidado… haga su trabajo y eso es todo…
- Pero me temo... que debo saberlo… para realizar un buen trabajo…señor Malfoy…
Tras un grabe silencio y un Harry paralizado de miedo al saber quién sería el horrible hombre que le causo ese dolor y vacío a su némesis Draco Malfoy.
Solo un nombre rompió el silencio del despacho y Harry nunca en su vida sintió tanto odio en sus venas.
- El pa…el quien me hizo esto es… Tom Marvolo Riddle…
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