Tom Marvolo Riddle… ese nombre que tanto odió y temió desde Pequeño se incrusto de nuevo en su cabeza ocasionándole fuerte Dolor, Harry estaba totalmente desconcertado por las Palabras secas de Draco, que no razonaba el significado de aquello, así que sin más, seguido de un fuerte impulso, entro en el salón sin ser invitado.
El fuerte golpe de la puerta alerto a Draco poniéndose de pie al igual que el Medimago de apariencia lúgubre.
El rostro de Draco fue pintado de gran asombro al ver al mismísimo héroe del Mundo Mágico Harry Potter entrar por su puerta.
- Pero qué Demonios… - Draco apenas articulo palabras a lo que Harry no se hizo esperar.
- Dime que no es verdad… Draco él está muerto… el no pudo haber hecho esto…yo lo mate… - su mirada en lágrimas ocasiono un fuerte shock en Draco.
- Que haces en mi casa Potter… apenas mantenía la compostura por la fuerte sorpresa de su presencia, Preguntándose cómo demonios estaba ahí.
- Draco sé que esto no es fácil y lo entiendo… - entender que- interrumpió Draco con una furia nacer de nuevo en sus ojos grises.
- tú no sabes nada Potter, así que te vas largando de mi casa, no eres bienvenido aquí ni hoy ni nunca…
Tras las palabras de Draco, Harry pudo notar algo, algo que hasta ahora se percataba por primera vez y se enfurecía por ello. Sus ojos que siempre lo habían visto lleno de desdén y desprecio, ahora por primera vez observo detrás de todo eso, su dolor y desesperación, que estaban ahí presente más que nunca.
-Draco…yo…-
- Tú nada Potter… no sé cómo demonios entraste aquí, pero si no te largas de inmediato… te juro que te lanzare un Avada Kedavra, por profanar mi casa con tu asquerosa presencia. Tras las amenazas de su némesis, Harry solo sonrió sin percatarse que Draco y el Medimago observaban la escena totalmente confusos.
-De que demonios te ríes… el rubio no sabía cómo responder ante aquello, que sin percatarse su furia disminuía.
- Me alegra que sigas siendo el mismo molesto engreído de siempre Draco…
Al escuchar esas palabras llenas de alivio en las voz de su enemigo, Draco no pudo procesar tanto sentimientos en su cabeza que sintió que todo se movía a su alrededor y sin poder más, se desmayó. Harry velozmente lo atrapo antes que cayera al suelo.
Tras tenerlo en sus brazos el pelinegro observo el rostro del rubio que permanecía perdido y pálido mas de lo normal, con sus ojos ojerosos e hinchado por sus lagrimas, su cuerpo era mas delgado de lo que recordaba y casi no pesaba y eso le preocupaba.
Tras su pensamientos y preocupaciones el señor Walker dijo unas palabras poco amables.
- El héroe del Mundo Mágico preocupado por un hijo de Mortifago que interesante... Harry recordó que aun estaba ahí el Medimago Negligente.
- Que esta pasando aquí... - de pronto entro el Profesor Snape que miraba la escena realmente molesto.
- buenas tardes señor Severus Snape es un placer saludarlo... hablo el Medimago cordialmente en palabras bañadas en sarcasmo.
- No puedo decir lo mismo Señor Walker, le pediría de favor que se retire y no regrese nunca... le advertí que si volvía a ver a mi ahijado lo lamentaría... sus palabras a pesar de sonar llenas de amenazas no inmuto al Señor Walker.
- Me temo que no puedo prometer eso Señor Snape ... yo solo doy mis servicios al que lo necesite, pero me retiro por ahora...que pase buena tarde... -
De repente desapareció sin dejar rastro en la habitación. - ¿que paso Potter? rápidamente el Profesor se acerco a su ahijado con mirada preocupante a lo que Harry se sorprendió por su repentino cambio de facciones.
- Solo se desmayo Profesor... me preocupa que este muy delgado casi no pesa...
- Lo se Potter, casi no a probado comida y eso me desespera pero es un maldito Malfoy Terco como el solo, no me hace caso por mas que lo amenazo... su voz a pesar de su molestia podía notar mucha tristes y Harry eso no le gustaba a pesar que nunca se llevaron bien.
- Ayúdame a llevarlo a su habitación le daré una poción para ayudarlo con su alimentación y darle fuerzas.
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-Aun no puedo creer que Harry no me dijera de su asunto en la mansión Malfoy... - una molesta castaña miraba su libro de historia Mágica en el vagón del tren, mientra le reprochaba a Ron.
- lo se, pero conociéndote no lo dejarías ir sin interrogarlo primero...y eso precisamente no quería.- le respondió el pelirrojo comiendo dulces.
- Por supuesto... es normal que a tus amigos les cuentes cosas como estas, es raro que tan repentinamente vaya a ese lugar, no crees que es extraño... que asunto puede estar pasando ahí, que a Harry le concierne.
- no tengo idea Hermione, pero el insistió que todo estaba bien y que no nos preocupáramos...
- Esto no me huele nada bien Ron... pero esta bien, tratare de no pensar mucho en el tema, pero eso si, en cuanto lo vea tendrá que contarnos todo.
- Si, si Hermione el nos lo dirá todo después... termino de decir para comerse mas dulces de los que podía meterse en la boca.
- ¡Ron eres un niño!... ¿como puedes comer todo eso?... le reprocho de nuevo la castaña preguntándose donde se metía todo eso.
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- así esta bien profesor... - pregunto Harry acostando al rubio en su cama.
- si así esta bien...iré por mi maletín para preparar la pocion, Potter te lo encargo. - sin mas se retiro de la habitación, que Harry pudo observar mejor, esta era enorme incluso mas en la que se quedaría hospedado el. tenia un gran balcón y era muy luminoso a pesar de las cortinas negras que estaban aferradas a ocultar el exterior.
Como una gato curioso no pudo evitar ver las fotos de la cómoda de Draco. Que estas presentaban a un rubio pequeño y feliz sin esa personalidad petulante, en compañía de su madre que lo sostenía como solo una madre sostiene a su hijo, cuidadosamente amado.
- Al parecer tu madre te amaba mucho Draco… - no evito hablar en voz alta a lo que un rubio lentamente despertaba a su realidad.
Pero harry seguía viendo mas fotos de un Draco feliz y amado pero entre mas observaba mas se percataba que en ellas no estaba su padre Lucius Malfoy preguntándose si su mimesis fue feliz en compañía de su progenitor.
- Al parecer no tienes bellos momentos con tu padre… de nuevo hablaba en voz alta si esperar que una voz le repondiera
- Eso a ti no te importa…- de imediato harry observo a Draco que lo miraba con frialdad y molestia.
- No fue mi intención ofenderte…- Harry no sabia que decir.
- No me importa tu corriente opinion, ahora puedes irte… no quiero ver tu horrenda cara Nunca…- sin decir mas se cubrió tras sus sabanas y le dio la espalda al salvador del Mundo Magico, Draco se sentía muy débil para seguir peleando.
Harry observo la escena y decidió que su Nemesis no ganaría y menos ahora que sabia muy bien su situación.
- Lo siento Draco, pero no me iré, no hasta que estés mejor y no cometas una estupidez… Harry hablo preparándose por si su enemigo de infancia se moriría de coraje y le lanzara un hechizo imperdonable sin rodeo. Pero lo que obtuvo de respuesta fue una voz tan espectral que cualquiera pensaria que el mismo Zalasar Slytherin regresaba del inframundo a por los sangre sucias.
- Potter deseas Morir…- tras escucharlo el Salvador del mundo tomo guardia de lo que pudiera pasar, pero tras unos segundos no paso nada, Draco no se movió y al percartarse cuidadosamente noto que Draco dormía perdidamente, a lo que harry sonrió entendiendo su estado de debilidad, que ni siquiera podía pelear contra el física ni verbalmente.
- ¿Paso algo?...- entro el profesor de pociones con su maletín.
- no, todo esta bien Profesor...- harry estaba ya estaba mas seguro de como poder ayudar a Draco Malfoy.
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Mientras en un lugar oscuro y lejano de todo Mundo Mágico, se encontraba una Elfa pequeña con ojos asustados en compañía de un hombre de apariencia joven y elegante que sonreía de manera burlona que la paralizaba por completo.
- Dime querida ¿que ocultan las paredes de la mansión Malfoy?-
- Mi señor, Draco se la a pasado muy mal... no a salido de su habitación, no come ni bebe y en el baño... intento suicidarse... tras las palabras temblorosas de la mujer el hombre no pudo evitar sonreír mas.
- Pobre, pobre Draco... no me imagino como debes sentirse tan solo herido y manchado...- decía el con drama al hablar.
- cuéntame cuéntame mas querida..-
- bueno mi señor, tengo que contarle algo que de seguro no le gustara... hablo con voz quebrada la mujer.
- dime... - su voz ahora era seria y atenta.
- El profesor Snape trajo un invitado a la mansión, alguien que nadie esperaba ni siquiera el amo Draco ...
- Habla, habla... insistia el hombre
- Su nombre ya es conocido por todo el mundo mágico señor... el salvador Harry Potter...
Tras escucharse el nombre de Harry el hombre soltó un golpe seco contra su escritorio en donde se encontraba sentado ocasionando que la pobre mujer saltara del susto.
- Dices que el famoso Salvador del Maldito Mundo Mágico !esta viviendo con Draco¡ - la pobre elfa estaba aterrada pero su terror no era nada comparado al ver a la enorme serpiente que subía por las piernas del hombre.
- Tanquila, Tranquila... - decía mientra acariciaba a la majestuosa serpiente color ceniza.
- Todo esta bien - tomaba aliento - el plan seguirá como estaba planeado, pero... ahora asegúrate de vigilar cuidadosamente a ese... Potter ¿entendido?... volvía su sonrisa habitual.
- Si Señor...-
-Puedes retirarte...-
Al desaparecer la elfa, el hombre sentía un enorme odio renacer de su pecho, al recordar ese nombre que le habían enseñado a odiar.
- esta vez caerás, tu nombre sera recordado como el mago mas famoso derrotado por la sombra del Hombre que asesinaste.
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