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Just One Kiss por Yokukane

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Notas del capitulo:

A las pocas personas que aún recuerdan este pequeño three-shot deben preguntarse: ¿Por qué hasta ahora lo continúas? 

 

Bueno, todo esto va al final. Esperen for please. 

Se dice que no hay peor decepción que una amorosa, y BaekHyun sabía mucho respecto al tema, pero, hurgar entre tus pertenencias y darte cuenta de que no tienes nada decente que ponerte era un problema, y uno grave.

 

Faltaba tan sólo media hora para que JongDae hiciese acto de presencia en la puerta de su hogar, y el ahora azabache continuaba con aquella toalla rodeando su cintura; la espera comenzaba a exasperarlo ¿qué tan elegante debía verse para una salida casual entre amigos? “¿Salida casual?”; posiblemente sólo fuese la reunión típica de ex compañeros de secundaria recordando memorias. Aun así BaekHyun deseaba impresionar, la infidelidad de SuHo le había dejado un mal sabor de boca y él no iba a sumirse en su papel de novia plantada en el altar; BaekHyun era fuerte, BaekHyun tenía actitud, agallas y contaba con un atractivo enorme que aquel imbécil no había logrado ver, ni mucho menos valorar. Sí, definitivamente escuchar esos CD de auto-ayuda le había servido muy bien a su autoestima. BaekHyun era un hombre renovado y no pensaba malgastar su día pensando en lo maravillosa o triste que pudo haber llegado a ser su vida al lado de un hombre que si bien nunca estuvo realmente interesado en él.

 

El orientador motivacional hablaba acerca de reunir todos los puntos negativos de esa persona para finalmente olvidarla, y eso había hecho él. Desde las asquerosas mañas de SuHo por hablar con la boca repleta de comida, hasta su espantosa forma de reír arrugando su expresión, inclusive sus tendencias metrosexuales al revisar su sonrisa cada cierto tiempo en… cualquier artículo que le permitiese obtener un reflejo de su persona, ya sea por lo blanca que podía llegar a ser ésta o el terror de tener comida entre los dientes su ex novio cuidaba con la vida aquel costoso tratamiento artificial en su dentadura… sí, BaekHyun había dejado muy atrás el recuerdo de aquel infiel. Ahora sólo le quedaba seguir por su propio pie y ésta vez lo haría por sí mismo, no necesitaba del amor para continuar, era autosuficiente.

 

¡Cupido, puedes besar mi prominente culo! murmuraba en su mente aquel hombre de ahora, radiante sonrisa.

 

Maquillarse jamás había sido prioridad para el pelinegro, si bien la sociedad no tenía nada en contra ante la idea de que un hombre tuviese un cuidado personal en su apariencia, el antiguo BaekHyun hubiese pensado que el ritual del maquillaje era algo más bien hecho para las personas vanidosas y aquellos quienes definitivamente tenían inseguridades con su apariencia, pero no, ahora había descubierto (como parte de su “renovado” yo) que no tenía nada de malo arreglarse un poco. ¿Egocentrismo? ¿Amor mutuo? Al diablo, él era hermoso y lo sabía, bien valía la pena salir a las calles y gozar de ser observado ya fuese con envidia o inclusive recelo. Definitivamente valía mucho la pena estar en boca de todos y que SuHo supiese de todo lo que se había perdido al elegir a Zhang YiXing por sobre su espectacular persona ¡Sí, señores! BaekHyun definitivamente era un hombre nuevo.

 

 

—¿Dos horas de retraso? ¿Es en serio? —Alegó un impaciente JongDae recostado en la pared lateral a su puerta.

 

—No encontraba que ponerme, todo era opacado por mi belleza, —Oh, no. No había dicho eso.

 

—¿Quién eres y qué mierda hiciste con Byun “carente de autoestima” BaekHyun? —Cuestionó entre sardónicas risas un impresionado JongDae.

 

—Lo metí en una horrible caja y la hice caer al precipicio, —Señaló el chico con una sonrisa cargada de malicia. Aquel grueso delineado sobre sus parpados, sus labios color durazno perfectamente brillantes… ¿eso era brillo labial? ¿Y qué había de su piel extrañamente pálida? Alguien había estado usando tratamientos de belleza.

 

—Joder, sólo no me digas que te quitaste el pene también, —Un golpe fue lo que se ganó el castaño debido al comentario. Al menos, no había perdido la sonrisa en el trayecto.

 

—Dijiste que pasaríamos un buen rato con el resto ¿No? —Y dicho aquello el singular pelinegro haló por el cuello de la camisa al ajeno. —Camina, —Susurró antes de adentrarse al ascensor del edificio.

 

En cuanto bajaron lo primero que hizo fue lanzar a JongDae hasta el que se supone era el asiento del conductor. JongDae no dejaba de reír ante la actitud de Byun al más puro estilo “Soy el rey del lugar” y vaya que le había sentado bien esa ruptura, por cruel que aquello pudiese escucharse.

 

—¿Lista para el baile, Cenicienta? —Bromeó, mostrando una burlona sonrisa en dirección al ajeno.

 

—Sólo asegúrate de traerme después de las doce, —Apuntó el pelinegro con una peligrosa sonrisa. —Es noche de romper algunas reglas.

 

Las risas por parte del conductor no se hicieron esperar, pisó el acelerador y en cuanto se adentraron a las calles de Seúl la música inundó el ambiente, ritmos acelerados y animados, perfectos para el nuevo BaekHyun. Veía la vida sonreír, nada era suficiente para él, lo merecía todo, ¡Dios! Quizá haber bebido dos Martini antes de salir de casa le había hecho algún tipo de efecto, su vergüenza estaba entumecida y ¡Joder! ¡Se sentía tan bien!

 

El camino hasta el bar tan conocido por los amigos y poco transitado por las masas en aquella ciudad fue ameno, entre el canturreo de BaekHyun y un JongDae el cual no dejaba de pensar en lo rápido que éste había olvidado a su pareja, y lo oportuno que era aquello para presentar a su amigo con el “recién llegado al grupo”.

 

 

Llegaron sin inconveniente alguno hasta el local, fuera de éste hacían presencia dos lujosos coches y uno bastante pequeño, curioso, era fácil saber a quiénes pertenecían dichos autos.

 

—Yifan no deja de ser un fastidioso engreído, —Mencionó el pelinegro de grueso delineado al ver el auto tan llamativo a media calle; Seúl era conocido por sus calles repletas de lujos, pero eso sólo se veía en Gangnam, por otro lado, Yongsan era un poco más tranquila, definitivamente el rubio sabía cómo guardar las apariencias de príncipe engreído.

 

Risas estallaron desde el interior lo cual sólo animó a ambos a continuar con el camino hasta el subterráneo club, lo cual era uno de los detalles que más adoraban del mismo, la privacidad con que les resguardaba del exterior.

 

—¡Chen! —Saludó el más alto del grupo, como siempre, aquella aura de joven rico le acompañaba, a él  y toda su vestimenta. Sin bien Yifan tenía dicha apariencia su actitud y personalidad dejaban mucho que desear. —¡Tanto tiempo! —Dijo, como si hubiesen sido años de no verse, vale, sí, eran años pero Yifan lo hacía lucir todo tan dramático.

 

—¡Kevin! —Fastidiosos, así eran ambos, definitivamente como dos gotas de agua.

 

Entre saludos y bienvenidas con todos BaekHyun lucía ansioso por que volteasen a mirarlo; tan pronto el re-encuentro terminó la atención se vio fija en el pálido joven de oscura pero atractiva apariencia.

 

—¿Quién es? —Cuestionó SeHun, con toda la indiscreción del mundo, tanto así que LuHan, o debían suponer era LuHan, tuvo la confianza para golpearle el abdomen.

 

Aquella singular sonrisa por parte del recién llegado les hizo reconocer, al menos a tres de ellos la presencia que les acompañaba.

 

—¡BaekHyun!—Comenzó JongIn, siendo seguido por un confuso SeHun.

 

—¡¿BaekHyun?! ¡¿En serio?! —Recalcó el más joven del grupo al tiempo en que KyungSoo rodaba la mirada ante lo obvio.

 

—Tardaron demasiado en darse cuenta, —Presumió el Byun cruzándose de brazos con prepotencia. Por otro lado KyungSoo, al separarse del agarre de JongIn golpeó su hombro con una sonrisa a manera de reprimenda para éste.

 

—¿Quién eres? O más importante ¿Quién te convirtió en el reflejo de la arrogancia? —Como siempre el único hijo de los Do siendo tan observador como sólo él podía serlo, cosa que los tres chiflados (o cuatro en este caso) parecían ignorar.

 

—Eso no tiene importancia ahora, —Anunció el susodicho tras tomar asiento entre la anonada multitud. —Lo importante es que estoy bien, gracias por preguntar, —Dijo éste, tomando sin permiso alguno de los tantos vasos de cerveza hasta así llevarlo a sus labios.

 

Ése es mío.

 

Una voz rompió el silencio, una muy pesada voz que hizo al recién llegado atragantarse al creer que, por error, se había metido con una especie de matón presente en la sala.

 

—¡Joder! Que puto miedo, ChanYeol, —Apuntó un pasmado JongDae.

 

ChanYeol. Ahí estaba, por poco y se olvidaba de él, joder ¿Por qué nadie podía hacerle el recordatorio?

 

—Olvidé presentarlos, —JongIn hizo el favor de separarse de KyungSoo para así rodear por los hombros a un alejado ChanYeol, acercándole nuevamente hasta donde el grupo. —Éste de aquí, es ChanYeol, lo conocí hace un par de años en secundaria.

 

—Ya le había comentado eso a BaekHyun, —El mencionado fulminó con la mirada a JongDae debido a su inoportuno comentario, ahora por ello se había ganado la mirada no sólo de todos sus amigos sino también del… ¿Raro? No, para nada.

 

—Que aburrido usarme como tema de conversación, —Mencionó el ahora imán de todas las miradas. Alto, sonrisa perpetua y carismática, castaña y ligeramente desalineada cabellera la cual, debían reconocer, no le sentaba para nada mal… y sumado a ello una sensual voz que por segundos hizo que BaekHyun dudase de la pureza del susodicho, todo aquello ¿Era ChanYeol? ¿Verdaderamente? Sin duda la pubertad le había caído bien, ya no era ese chiquillo pasado de peso y con problemas por coleccionar mascotas extrañas, todo él era un… Wow.

 

—Por su expresión puedes jurar a que no lo fue, —BaekHyun había salido de su pequeño transe, agradecimiento que podían darle a las mordaces palabras de JongDae. Un pequeño “Cállate” fue susurrado por parte del mencionado, dirigido silenciosamente al de gatuna sonrisa quien, se limitó a ignorar y disfrutar del tenso ambiente que él mismo había generado.

 

—¿Tienes la costumbre de no saludar a las personas? ¿Byun BaekHyun? —Baek podía asegurar que los escalofríos en su espina se hicieron presentes al escuchar su nombre pronunciado en aquellas cuerdas vocales que, le invitaban a imaginar ¿Cómo se escucharía éste gimiendo su nombre y…? Oh, mi Dios, ¿En serio había pensado aquello? ¿Byun BaekHyun? ¿El virginal Byun BaekHyun había pensado en algo tal como Park ChanYeol empotrándole contra cualquier-puto-mueble-que-se-atravesara-en-su-camino? Mierda, debía estar mal, el tipo definitivamente debía estar mal.

 

—Baek, no puedes dejar al hombre colgado, —Murmuró YiFan, quien para ese entonces mantenía una agradable conversación con el joven SeHun quien no parecía soltar en ningún momento a LuHan, ya podía imaginar por qué, él tampoco lo haría si YiFan fuese quien le coqueteaba.

 

—Baek, hombre, ¿Vas a ignorar a ChanYeol toda la noche? —Apuntó ésta vez JongIn. Mierda, sí que le estaba ignorando, y no era a propósito sólo eran sus pensamientos divagando para evitar lo inevitable. No podían culparlo, todo en ese hombre era intimidante, atrayente sí, pero intimidante.

 

—Yo no…

 

—Déjenlo, nunca fuimos realmente cercanos en la escuela, además, fue hace más de 14 años, dudo que recuerde que alguna vez tuvimos un contacto, —“Un contacto”, sin duda las palabras de ChanYeol habían dado en el clavo, aunque no del todo. La memoria de BaekHyun era bastante buena y podía recordar claramente los labios de éste apegados a los suyos en un momento el cual debía admitir, fue bastante desagradable… claro que nadie quiere besar a un chico empapado con agua de inodoro.

 

—Yo… sí, sí lo recuerdo, —¿Cómo? ¿Qué acababa de decir?

 

—¿Lo recuerdas? —Cuestionó JongDae, divertido, claro que lo recordaba y él mejor que nadie lo sabía.

 

—¿Se conocían? —Se unió JongIn, aunque nadie esperaba que él lo supiese, después de todo, el moreno se unió a aquel singular “crew” en sus años de preparatoria.

 

—Nos besamos… —¡Oh! Mierda, ¿Qué cojones había dicho? —Él me besó en los labios cuando íbamos en primaria… —Vale, si antes estaba avergonzado y aterrado ahora estaba muerto en pena.

 

La expresión de BaekHyun valía oro, pero la de ChanYeol era su peso en diamantes, diamantes jodidamente puros sin duda.

 

El silencio se formó, al menos por segundos los cuales el ahora azabache hubiese preferido prolongar, de no ser porque la estúpida risa de JongDae apareció en el ambiente, mofándose de la situación, claro, él no sería quien terminaría jodido esa noche por ChanYeol.

 

De todas las formas en que puede joderme ¿Por qué tiene que ser la peor?

 

Oh, vale, eso había sido algo nuevo, definitivamente ese pensamiento no saldría de él nunca jamás, no definitivamente.

 

—Haha…

 

Risas.

 

—Eres un caso, Byun BaekHyun, haha, —Esas eran las jodidas risas del dueño de aquella pesada voz, debía admitir que ChanYeol riendo era algo espeluznante al momento de toparse con la manera en que éste deformaba sus facciones, pero al fin de cuentas resultaba divertido, el chico no era un matón como lo pensó… o ¿Sí? ¿Estaría esperando a que quedasen solos para acabar con él lenta y dolorosamente? Mierda, ¿En qué jodido problema se había metido? —Te pusiste aún más lindo con el tiempo, BaekHyun, —¿Qué? ¿Eso había sido un cumplido? ¿Un coqueteo? ¿Park ChanYeol le estaba coqueteando?

—¡Mierda! ¿Algún día dejarás de ser tan directo? Yo sabía que querías follártelo, pero no pensé que serías tan sincero, hombre, —El golpe en la espalda del gigante fue dado por JongIn, a lo que ChanYeol sólo sonrió divertido ante la selección de palabras del moreno…

 

Un momento. ¿Follárselo? ¿Park ChanYeol? ¿Él quería follárselo? Okay, al menos se lo jodería de la forma en que esperaba y… ¡Esperen!

 

—Ah, ¿Podría alguien explicarme de qué hablan? —Cuestionó el pelinegro deteniendo la “fiesta” con un pequeño chasquido producido por sus dedos.

 

—Fácil, mi amigo aquí presente, —Hizo el favor de apuntar el joven JongIn. —Desea partirte el culo en dos, BaekHyun.

 

—¡JongIn!

 

—Ouch… —Se quejó el moreno ante el golpe de su pareja. — Vale, vale, no tan así… pero ChanYeol se moría por conocerte, después de que le hablase de un amigo el cual es soltero… fue “amor a primera vista de perfil en Facebook”, —Bromeó éste haciendo un divertido ademan como si alumbrase un invisible espectacular en el aire. —Aunque claro, no contaba con que ya se conocían, ahora veo que no eres tan tonto como creía, tenías todo planeado ¿Eh?

 

Golpes entre ambos los cuales parecían felicitar la astucia de ChanYeol no se hicieron esperar, toda aquella demostración de testosterona hizo a BaekHyun vomitar que, aunque él era un hombre claro, no hacía ese tipo de estupideces por… estupideces.

 

—¿Quién dijo que quiero ser follado por él? —Murmuró el aludido de la manera más despectiva que su lengua pudo lanzar.

 

—Por Dios, BaekHyun… apenas y los presente te corriste de sólo ver a ChanYeol, —El rubor en mejillas del pelinegro se dejó ver, y con ello las miradas pararon en éste, inclusive la de ChanYeol, la cual era la última que éste deseaba ver en la noche.

 

—Yo no… —¿No? — ¡No! ¡Eres un pesado, JongDae!

 

Y aquello terminó con la salida de un furioso BaekHyun por la puerta de entrada. Y así fue como la tensión se vio plasmada en el ambiente… o al menos eso intuían algunos de los presentes, por su parte el perpetrador del crimen no dejaba de sonreír y pensar que sin duda todo estaba marchando tal y como el plan lo acreditaba.

 

—Regreso en un momento, —Y tras decir aquello ChanYeol salió en busca de un cabreado BaekHyun. Con aquella movida JongDae podía dar por finalizado el siguiente paso de su plan, sólo faltaban un par más y su estrategia estaría dando los frutos que esperaba.

 

 

 

 

 

BaekHyun ya había caminado lo suficiente como para avanzar dos o tres locales y alejarse del bullicio, no planeaba irse, sólo caminar y librarse del color que aún se veía instalado en sus pálidas mejillas.

 

¿Él? ¿Follado por un desconocido? Okay, ya nos besamos, pero no es una experiencia que quiera recordar, aquello no podía pasar siquiera por un buen primer beso, a decir verdad, de todas las veces en que el Byun había sido cuestionado por su “primer beso” nunca había sido sincero del todo con respecto al tema, para él su primer beso siempre se había dado en secundaria cuando quedó encerrado con un compañero en el armario de limpieza, ChanYeol nunca cruzó siquiera el más escaso centímetro en sus pensamientos al responder aquella pregunta tan natural en sus relaciones, simplemente quería borrar aquel pequeño hecho de su pasado sentimental y hacer como si no contara, porque no contaba ¿Cierto?

 

—¡BaekHyun!

 

Oh, joder, esa voz ¡Era él! ¿Querría golpearlo? Ahora estaban solos, sería el momento perfecto. Y con aquel pensamiento en mente BaekHyun aceleró el paso sólo para escuchar los zapatos del más alto golpear cada vez con más intensidad en el pavimento, a lo que el pelinegro no hizo más que acelerar el paso, trotar ¡Correr! Era la última opción y no pensaba desperdiciarla ni morir en el intento.

 

—¡BaekHyun! ¡Espera!

 

No, no podía, no quería… pero así había sido. En menos de cinco segundos ChanYeol le había igualado el paso, claro que ¿Qué tan difícil sería para un tipo que con fáciles tres zancadas podía matar ocho pasos que éste diese? BaekHyun había sido sujetado por los hombros y girado violentamente hasta encarar a ChanYeol a lo que sólo atinó por cubrirse el rostro con sus antebrazos en espera de un golpe, ya estaba cubriendo su guardia, pero no lo suficiente como para salir ileso, el tipo era fácilmente una cabeza más alto que él mismo, con suerte llegaba hasta donde las clavículas de ChanYeol y eso era decir demasiado.

 

—Al fin de alcancé… corres rápido, —Apremió éste mostrando una generosa sonrisa, generosa sonrisa que el más bajo no tenía la oportunidad de apreciar, estaba muerto de miedo, solo, en una calle solitaria, en una avenida solitaria, en un lugar desconocido… ya podía verse a sí mismo tirado en un basurero y con el rostro desfigurado.

 

—No me lastimes, por favor… —Había escuchado que si susurrabas a tu captor y no mostrabas indicio alguno de forcejeo éste se apiadaría de tu alma ¿Dónde? Lo decía él mismo, esperaba a que funcionara.

 

—¿Lastimar? —Las palabras del Byun sacaron de su órbita al gigante, tanto así que tuvo que tomar distancia para demostrar que sin duda, venía en son de paz. —Joder, hombre, claro que no… aunque no lo parezca soy un tipo pacifista.

 

BaekHyun abrió por primera vez en aquellos segundos la mirada, captando entonces a un apenado ChanYeol; el apenado sin duda debo ser yo, debo haberme visto como un paranoico, pensó al tiempo en que trataba de desviar los pensamientos en su mente y evitar a toda costa que un rubor se instalase en sus mejillas. Debía admitirlo, ChanYeol era un tipo atractivo, pero eso no venía al caso absolutamente.

 

—Yo… lo siento, creí que…

 

—Sé lo que creíste, y no, no estoy molesto por lo que pasó hace años, al contrario, —Murmuró éste, sacando de los bolsillos de su chaqueta lo que parecía ser una pequeña… ¿Toalla? — Siento haberte besado, no creí que reaccionarías así, aunque, tampoco debí hacerlo… creo que fui muy impulsivo ¿No?

 

Si no fuese porque ChanYeol se veía realmente estúpido con aquella apenada expresión hubiese creído que era un gesto algo tierno, cursi, pero tierno el traerle su antigua toalla, sin duda podía reconocer aquel bordado de patos en la zona inferior, y sus iniciales BBH, bordadas totalmente sin cuidado alguno, digno de un chiquillo de siete años como lo era él en ese entonces.

 

—Gracias, —Sin duda la sonrisa que ahora mostraba era sincera, ¿Cómo pudo temerle a un tipo como ChanYeol? Era todo sonrisas, era tierno, encantador, atractivo… de nuevo, aquello no tenía lugar en la conversación pero su interior pedía a gritos que fuese tomado en cuenta aquel punto.

 

—Gracias a ti por no odiarme, —Bueno, aquello no era del todo cierto pero ChanYeol no tenía por qué saberlo.

 

El silencio se prolongó ligeramente, tanto así que al final las sonrisas tontas de ambos les hicieron reír debido al incómodo ambiente que lentamente se tornó agradable, extrañamente agradable.

 

Una charla pronto se dio entre ambos, terminando con un alegre BaekHyun riendo a causa de las bobas anécdotas de ChanYeol, quien parecía ser un tipo agradable y algo bestia, como había calificado el pelinegro a su comportamiento tras ver su manera de expresarse; era un sujeto divertido, lo reconocía, no sólo era una cara bonita y tenía una voz de infarto, Park ChanYeol tenía un buen corazón, ayudaba en un albergue y fue inclusive voluntario como parte del cuerpo de rescate, además de que había sido líder de los Boy Scouts en un par ocasiones durante sus campamentos de verano, después de hablar de sus divertidas historias y torpezas en sus tantos viajes BaekHyun terminó por suspirar ante la forma tan propia que tenía el más alto al reír, era un tipo fascinante, debía reconocerlo.

 

—ChanYeol… —Llamó.

 

—¿Dime? —Murmuró una vez su voz se había tranquilizado tras las tantas risas que había liberado.

 

—¿Por qué te mudaste en esa ocasión? —La curiosidad era más grande que la necesidad por mantener el ambiente en un nivel agradable, vale no, pero sin duda su curiosidad era enorme.

 

El alto pareció meditar aquella pregunta, de forma bastante exagerada pues inclusive se tomó por el mentón y cruzó sus piernas por sobre pavimento, en donde ya llevaban un par de horas charlando sentados; era obvia la necesidad de ChanYeol por aligerar lo que diría con una pose divertida, y lo logró, BaekHyun rió, arrancándole una sonrisa automáticamente.

 

—Mis padres, ellos no estaban de acuerdo en que yo tuviese “tendencias extrañas”, —Las comillas hechas por sus dedos medio e índice le hicieron saber al más bajo a qué se refería exactamente. —Así que decidieron cambiarme de escuela y alejarme de “eso” que me orillaba a ser un chico extraño.

 

Sin duda BaekHyun se sentía más culpable todavía, quizá había hecho mal en quejarse con su profesora, posiblemente habían mandado a llamar a sus padres y estos le hubiesen obligado a dejar la escuela, ¿Habría dejado a muchos amigos por ello? Sin duda se sentía un tipo terrible.

 

—Lo siento… —Murmuró, instantáneamente, apoyando su frente contra el hombro del ajeno, vale, eso era nuevo pues inclusive llamó la atención del más alto quien sólo sonrió ante el tacto.

 

—No tienes que preocuparte, ya pasó, —Y con ello, sus manos terminaron por acariciar de forma reconfortante la espalda del mayor en edad, debía admitir que la posición era cómoda, después de todo, ninguno de los dos parecía querer alejarse y eso hacía del contacto mucho más agradable.

 

Las sonrisas no tardaron en aparecer en labios del más pequeño quien experimentó aquel calor nuevamente en su rostro, ¡Dios! ¿Cómo había terminado en todo aquello? De un momento a otro estaban hablando de trivialidades, la escuela de pronto ¡Boom! La atmósfera terminó tintada en rosa, Iugh, eso hubiese dicho… pero no, estaba realmente cómodo.

 

 

—¿Quieres ir a mi apartamento? —Sus palabras sin duda captaron la atención del castaño quien, para ese entonces, se había sumergido en el agradable momento.

 

—¿Ahora? —Cuestionó con sorpresa.

 

—Sí… no está tan lejos… puedo llevarme el auto de JongDae, —Y con ello, dejó ver las llaves justo entre sus dedos. La risa de ChanYeol se hizo presente nuevamente, risa que el más bajo comenzaba a amar.

 

—Hagámoslo.

 

Y dicho aquello volvieron a donde el club, sólo para tomar el auto del aludido prestado.

 

 

 

 

 

Por otro lado el resto de amigos se encontraban agradablemente sumergidos en el calor de una ronda de shots, la cual terminó con un ebrio y “violento” SeHun amenazando a YiFan con derrotar su mafia China con ayuda de la mafia Coreana que no existía, sólo por atreverse a coquetearle a LuHan, siendo el pequeño chino quien terminó por distanciar a ambos hombres con la suave caricia de su puño en sus vientres.

 

—¿Dónde estarán esos dos? —Kyungsoo no dejaba de ver la puerta de salida, deseando que tanto ChanYeol como BaekHyun regresasen con bien al lugar.

 

—Estarán bien, lo prometo.

 

—¿Cómo puedes estar tan seguro, JongIn? —Cuestionó el de grandes ojos tras mirar a su pareja.

 

—Puedo casi apostar, —Y con aquella blanca sonrisa mostró la brillante pantalla de su móvil, en ella, un mensaje con el remitente ChanYeol, el mensaje decía claramente “Iremos al departamento de BaekHyun, no nos esperen”, y un divertido emoticón de un guiño, eso era suficiente para calmar el preocupado corazón del pequeño Do.

 

—Todo salió tal y como se esperaba, —Murmuró JongDae con su bebida estratégicamente danzando entre sus dedos.

 

—No cantes victoria, hyung… —Antes de que el mencionado pudiese articuar un ligero “¿Por qué?” el moreno ya se encontraba extendiendo un nuevo mensaje, ésta vez con el remitente BaekHyun, el cual había escrito hace sólo segundos “JongDae, sal afuera”. Y justo cuando el aludido corrió al exterior vio la nube de humo dejada por su auto ¡Ese enano de mierda se había llevado a su bebé! MinSeok sin duda le mataría… ¿Cómo llegaría a casa a tiempo? Sin duda alguien pasaría una noche fría con su mano haciéndole un triste consuelo.

 

 

 

 

 

 

 

Las risas se escuchaban desde el otro lado de la puerta, torpes llaves buscaban entrar en la ranura de la perilla sin ningún vestigio de éxito, sólo para segundos después cesar y con ello dar entrada al par de hombres quienes parecían un par de adolescentes hormonales los cuales acababan de hacer la treta de sus vidas.

 

—Pagaría por haber visto su cara, —Decía BaekHyun tras dejar sus llaves en la mesa a la entrada.

 

—Sólo puedo decirte que no se lo esperó, —Apuntó un divertido ChanYeol al reír con ganas, pues él mismo había sido enviado por el Byun para vigilar desde los espejos laterales por el avistamiento del Kim.

 

—¡Joder! ¿Fue bueno?

 

—Totalmente, —Y dicho aquello ambos se miraron sólo para pegar risas sin sentido.

 

—Ah… ah… ¿Qué quieres hacer? —Cuestionó el dueño del lugar tras dejarse caer en el sillón.

 

—No lo sé, —Bramó el más alto, imitándole al tomar asiento a su lado, de forma un poco más correcta al estar en casa ajena. —¿Qué propones?

 

Y aquel comentario automáticamente hizo que el pelinegro tuviese todo tipo de pensamientos insanos cruzando su débil y en ese momento carnal, mente.

 

—Tengo una idea…

 

—¿Sí? Dil…

 

Los labios del castaño se vieron silenciados por unos extraños, ajenos a los propios, siendo estos pequeños y delicados, algo desesperados y a juzgar por la técnica que utilizaba debía decir que el chico estaba bien instruido en el arte de besar pues inclusive sus labios se amoldaban perfectamente a los propios con movimientos los cuales jugaban con las diversas posiciones con que podían probar. El sonido de sus bocas al golpear fue proporcional a la humedad que se acumulaba entre estos y, que de pronto, pareció ser llevada a otro nivel pues inclusive sus manos habían jugado un papel importante en escena, Byun BaekHyun masajeaba los despeinados mechones de Park ChanYeol, y éste último llevaba las caderas del chico a posicionarse sobre su cuerpo en un suave movimiento de su pelvis contra la ajena. Un gemido no se hizo esperar, por parte de BaekHyun claro, quien para ese entonces había perdido la batalla entre sus bocas al dejar que ChanYeol invadiese su territorio. Pronto la cavidad de BaekHyun tenía sabor al dulce licor que había estado en boca del castaño, un ligero tinte a vodka y algo de sidra con ¿Jugo de uva? Posiblemente, aunque éste era apenas un suspiro pues el amargo sabor del vodka hacia presencia en aquel beso, claro, siendo opacado por el dulce aliento de ChanYeol al suspirar entre besos que se daban.

Sus lenguas se negaban a ceder el dominio, pero BaekHyun no tuvo problema para ser controlado por la hábil boca de su oponente, ChanYeol había ganado la guerra al momento en que sus ojos tocaron los ajenos en un juego de miradas que el Byun no pudo retener, había perdido, y podía perder mucho más si aquello continuaba así, un poco más, sólo necesitaba los labios de ChanYeol esa noche para olvidarse de…

 

Y ahí estaba, recordando nuevamente al bastardo quien le había amargado el momento, y ahora, le arruinaba una perfecta cogida, joder… ¡No!

 

El beso se tornó lento, apagado, tanto así que el propio ChanYeol tuvo que parar por temor a verse como un animal hambriento contra la boca del pequeño Byun.

 

—¿Baek…? —Llamó, quitando aquel pequeño rastro de saliva en labios del mencionado. —¿Está todo bien?

 

Pero no, nada estaba bien, no en la vida de BaekHyun.

 

—Sí… no… en realidad nada está bien, —Al menos estaba siendo sincero.

 

—Lo siento, ¿Hice algo…?

 

—¡No! —Dios, ¿Qué había hecho? —Tú estuviste perfecto, todo. Es sólo que, acabo de salir de una relación, JongIn posiblemente te lo dijo y, no quiero… tú sabes, —El rubor cubrió sus mejillas al caer en cuenta que sin duda había tocado un tema sensible. “Sexo”, él iba a tener sexo con ChanYeol hace sólo segundos y, de no ser porque sus neuronas tuvieron que meterse con la sensibilidad sentimental éste ya estaría sobre el sillón, gimiendo bajo el cuerpo de ChanYeol, o sobre él ¿Quién dijo que a BaekHyun no le gustaba montar? ¡Okay! No era momento de pensar en eso.

 

—Comprendo, —Apuntó el más alto.

 

BaekHyun ya se estaba preparando para el golpe, el tiro de gracia, ese momento en el cual ChanYeol le empujaba y salía con su dignidad para abandonar el departamento y dejarle ahí, solo, con sus problemas emocionales; no le culparía, el gigante no tenía por qué quedarse a escuchar sus problemas y complejos, no tenía ninguna clase de responsabilidad con él al respecto, mucho menos le debía algún tipo de favor, podía marcharse… sólo que BaekHyun no quería estar solo esa noche.

 

—Me quedaré contigo, Baek. Espero no te moleste, pero no puedo regresar a casa, acabo de llegar a Seúl y posiblemente KyungSoo y JongIn estén siendo ruidosos en nuestro apartamento, —Y vaya que sí, una mínima oportunidad y esos dos armaban la media orquesta en casa.

 

—Entiendo, —Asintió, era todo lo había dicho antes de recostarse en el hombro de ChanYeol, sintiéndose bastante reconfortado. —Entenderé si quieres que me quite…

 

—No, está bien, puedes quedarte, —¿Había algo más tierno que eso? Ciertamente estaba algo conmovido, y de no ser porque el pequeño BaekHyun había comenzado a llorar éste ya le habría hecho saber lo lindo que se veía, pero no, no era el momento.

 

Los brazos del más alto envolvieron la estrecha cintura del chico, sus manos pasaron por su espalda y acariciaron aquella zona tras su pecho la cual no dejaba de temblar debido al llanto. Terminó por apegar su cabeza al costado de la ajena, brindándole confort y calidez, justo lo que necesitaba.

 

Minutos después ChanYeol había comenzado con una terapia de besos los cuales se acercaron gradualmente a los labios del azabache quien, no se negó, sin embargo tampoco respondió, sólo se dejó querer y ser reconfortado por la suavidad del tacto ajeno.

 

Quizá había pasado media hora, o una hora entera después de aquello, pero desde entonces BaekHyun había caído dormido en brazos de ChanYeol, su rostro escondido en el cuello del más alto y su suave aliento golpeando el cuello de éste en cada respirar. No le costó mucho al mayor cargar con su hyung hasta la que parecía ser su habitación, o al menos eso parecía, después de abrir varias puertas sin éxito y sólo toparse con un baño, un amplio armario (que podía pasar como un cuarto más de la casa), la habitación del lavado y finalmente… la del más bajo. Fue difícil hacerle caer en la cama, especialmente porque, para ser un hombre con sueño pesado era bastante consciente de lo que rondaba a sus alrededores, una de esas cosas fue la separación a la que ChanYeol trato de inducirlos, sin embargo las piernas del castaño enroscadas en su cintura le hicieron desistir, sería más difícil todavía si tenía insistencia, así que, dadas la circunstancias simplemente se dio por vencido. Dormir una hora con el mayor no le mataría… o dos... quizá tres.

 

Finalmente, la noche había pasado con un agotado ChanYeol durmiendo en cama de BaekHyun con el susodicho recostado sobre su pecho y con el rostro hundido en el cuello del más alto, quizá mañana se podría preocupar, de momento, sólo se dejaría llevar por el calor del cuerpo ajeno entre sueños ¿Morfeo? Ni siquiera él podía inducirle a tal sueño como lo era compartir aquella sensación al lado de un buen hombre como lo era el más alto.

 

Mañana tal vez podría arrepentirse, por ahora sólo quería olvidarse de todo en compañía de quien la hizo de su ángel guardián aquella noche.

 

 

 

Al final y aunque BaekHyun no sea una doncella en apuros, quizá los príncipes sí existen.

 

Notas finales:

Ahora sí, explicaciones, dudas, golpes, cartas de odio (?). 

 

Yokukane era un proyecto de dos escritoras, YOKUzae (yo) y KANEki (La chica que abandonó el proyecto). Le dejé los dos capítulos siguientes para que los publicara ya que yo ingresaría a la universidad, nuevo año, y estaría ocupada. De hecho me fui con la confianza de que ya iba a estar actualizado y terminado. Regresé en Enero de éste año y notó que el fanfic sigue tal y como estaba cuando me fui:

 

¿Qué pasó? 

 

La busqué y no la encontré, desde su facebook personal hasta su número telefónico, inclusive le envié correos pidiéndole los capítulos pero nunca respondió. No sé qué fue de ella ni tampoco dónde está. Tengo entendido que vio mis mensajes pero nunca los respondió, sólo tengo su visto ahí(?). 

 

Siento tardarme en publicar, pero tuve que escribir los capítulos de nueva cuenta y esto es muy difícil siendo que ella era mi beta <|3. 

 

Afortunadamente los he terminado todos, y para que no me odien tanto dejo un adelanto pequeñito del siguiente:

 

—Tanto tiempo… —El mencionado se veía feliz, su sonrisa se hizo presente, pero ésta cambió a total impresión tan pronto su escaneo sobre el menor llegó hasta donde sus platinados mechones. —¡BaekHyun… tu cabello! —¿Quién era ese chico? Y más importante ¿Qué había hecho con su ex novio?

 

—¿Te gusta? Le hice un pequeño cambio después de que terminamos… aunque claro, antes de éste hubieron muchos más, —Sus dedos pasaron por sus hebras con total orgullo, una caricia sensual que JunMyeon no supo interpretar, pero no tenía ningún interés oculto, eso podía asegurarlo el Byun.

 

—Te ves… diferente.

 

—Diferente es bueno, ahora, si me disculpas, mi pareja me espera, —Había sido suficiente hacer mención de ello para dejar a JunMyeon totalmente anonado, el agarre en el más bajo se había aflojado y éste aprovechó aquello para huir, sí, huir era la palabra indicada para describir el acto.

 


Nos vemos más tarde, porque subiré el capítulo más tarde, o mañana. Eso depende si todavía se acuerdan de mí (?).


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