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Just One Kiss por Yokukane

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Notas del capitulo:

Este capítulo tuvo muchos títulos, todos de canciones que había escuchado en su momento, al final me decidí por el que ven en la parte superior, lol. 

 

No es el mejor título pero ¡OYE! Era eso o esperar 24 hrs a que se me ocurriese uno mejor. En fin, a leer:

Un último suspiro abandonó los labios del pelinegro tan pronto se miró al espejo. Pronto tendría que confrontar a su expareja; Si es que esta se llegaba a presentar en aquella ceremonia. Junmyeon nunca había sido alguien que gustase de ver viejos rostros, mucho menos excompañeros que, en sus tiempos, le llamaban “Junior”, al ser reconocido siempre por el apellido de su familia y sobre todo, por su padre. Quizá esa era una de las desventajas de haber salido con alguien que bien podría considerarse ‘una celebridad’, siempre iba a ser el tema de conversación de las reuniones y era imposible no tocarlo.

 

El inconfundible sonido de una bocina de auto al ser tocada le despertó de su pequeño lapso, debía imaginar de quien se trataba, y sí, al mirar por su ventana ahí estaba, tan candente como siempre.

 

Quizá lo que le sorprendió a BaekHyun no fue sólo el elegante auto que llevaba ChanYeol, (porque sí, un Mercedes Benz relucía demasiado en aquellas modestas calles), mucho menos aquel traje que le quedaba jodidamente a la medida, no se adhería totalmente a su cuerpo, pero sin duda hacía resaltar las largas piernas del más alto y su acentuada espalda, no, lo que llamó su atención fue aquel enorme ramo de flores el cual llevaba el castaño consigo.

 

—¿Qué ocasión celebramos hoy, señor Park? —Preguntó el castaño tan pronto se acercó hasta donde su acompañante.

 

—Quizá un posible re-encuentro entre compañeros, una agradable velada, no lo sé… dímelo tú, —Una sonrisa coqueta y, joder, ¿Cómo hacía ChanYeol para hacerle pecar de manera tan descomunal?

 

—Estás ganándote puntos, Park… quizá hoy sea tu noche, —Quizá lo correcto era decir nuestra noche, porque sí, la tensión sexual entre esos dos era tal que ¡Mierda! Había que ser ciego para no ver lo mucho que el pelinegro quería abrir sus piernas únicamente para dar paso a lo que Park tendría que ofrecerle, y claro, el más alto no se quedaba atrás, claramente aceptaría aquella invitación por parte del más bajo sin pensárselo dos veces.

 

La sonrisa en los pálidos dientes del más alto y aquella estúpida mirada tan propia de éste no tardó en aparecer; Byun BaekHyun ya comenzaba a conocer todas y cada una de las facetas del más joven, por otro lado el ajeno conocía las mañanas del mayor, desde aquella necesidad por estar al pendiente siempre de su flequillo como el hecho de que BaekHyun tendía a jugar con su labio inferior dejando resaltar su labio superior, de una forma muy adorable al parecer de ChanYeol, pero que sin duda le tentaba. Dios, alguien tendría que haberle dicho al menor de la familia Park que, de haber conocido a BaekHyun antes bien lo hubiese hecho, de haber sabido que éste sería su perdición bien podría haber tenido cuidado, pero ya era muy tarde para eso, además… no pediría otro encuentro como el que tuvieron aquella vez en su tierna infancia y ahora no era más que una divertida anécdota entre dos amantes, bueno… algo parecido a un par de amantes ¿No?

 

Cualquiera pensaría que el más alto abriría la puerta del pelinegro como todo un caballero, pero no, BaekHyun no era ninguna dama y ChanYeol no era ningún caballero de brillante armadura, eran amigos, amantes, inclusive cómplices, pero ChanYeol siempre respetaría el deseo de BaekHyun por dejarse ser autosuficiente, así como también conservar algo de masculinidad, suficiente tenía el más bajo con saber que en una relación claramente quien sería partido en dos sería él.

 

—Abróchate el cinturón, —Avisó el dueño del auto.

 

—Ya voy, papá. Dame un segundo, —Dicho (sarcásticamente), se colocó el cinturón teniendo sumo cuidado de no dañar el ramo de flores que se negaba rotundamente a enviar al asiento trasero, eran sus flores y él haría lo que quisiera con ellas.

 

—Daddy, suena mejor, —Decía un prepotente ChanYeol con aquellos aires de atrevimiento en sus palabras, a lo que BaekHyun sólo atinó a propinarle un suave puñetazo en el brazo que daba contra su cuerpo.

 

—Já, já… muy gracioso, joven Park.

 

 

Su llegada hasta donde sería el recinto se vio llena de algunas risas, música aleatoria que BaekHyun sintonizaba en la radio y de vez en cuando cambiaba sólo para hacer rabiar un poco al más alto, ChanYeol no tenía ningún problema, después de todo nunca se cansaría de la sonrisa del mayor de edad, mucho menos de aquella forma en que sus pómulos resaltaban y terminaba por mostrar una amplia y cuadrada sonrisa, algo extraña a opinión del mayor pero preciosa para el más alto.

 

Algunos codeos hubieron entre ambos durante el camino, un adorable forcejeo para ver “¿Quién era el más fastidioso dentro de aquel vehículo?” BaekHyun terminó por ganar cuando ChanYeol casi se estampa con el automóvil a su frente.

 

—¡Ja! ¡Gané! —Gritaba el castaño cuan victoria ignorando el sonido de fondo que ocasionaban las bocinas de cientos de conductores a su espalda.

 

—Casi morimos… —Atajó el más alto aferrándose al volante con ambas manos.

 

Ambas respiraciones se veían agitadas, ambos por la adrenalina ¿Para qué negarlo? Les había metido un buen susto. Segundos después y como ya era costumbre de aquel par de idiotas las risas no se hicieron esperar, especialmente de BaekHyun quien, de alguna manera u otra había conseguido tomar al menor por el rostro con ayuda de sus delgadas manos y así, besar a éste con toda la pasión que en ese momento corría por su pequeña anatomía, él culpaba a la adrenalina ¿Qué hacerle? El cuerpo humano era el cuerpo humano, él no podía ir en contra de la naturaleza del mismo, por supuesto.

 

El beso terminó con ambos mirándose directamente con fervientes sonrisas, BaekHyun mostrando aquella que tanto le encantaba al más alto y ChanYeol aquella estúpida sonrisa que le producía un pequeño tic en su ojo derecho, algo a lo cual sin duda BaekHyun consideraba adorable.

 

 

 

 

 

 

El camino prosiguió, ésta vez con más seriedad y cero juegos, después de una acalorada ronda de besos no tuvieron intención de detenerse para nada más, estaban satisfechos, de momento.

ChanYeol aparcó frente al recinto y, como todo un caballero, y sólo por fastidiar al contrario, abrió la puerta del aludido, el cual le dedicó un delicado golpe en el hombro como la dama que obviamente no era.

 

—Te lo estás ganando, Park, —Advirtió el Byun tan pronto recibió una risa por parte del más alto.

 

—¿De verdad? —Cuestionó con una enorme y burlona sonrisa.

 

—Tonto, —Fue todo lo que dijo el más bajo para después enganchar su brazo al ajeno e ingresar al lugar.

 

Debía darle crédito a la escuela, desde hace años no pisaba la preparatoria y lucía como si hubiese pasado al menos un siglo, todo era tan moderno e inclusive la arquitectura era llamativa.

 

—Mierda, ¿Cómo no hicieron esto cuando estuve aquí? ¿Debería demandar por injusticia? —Murmuraba BaekHyun como quien era vilmente ofendido.

 

—Ya estoy llamando a la policía, esto no quedará impune, —Bromeó el contrario haciendo alusión a una marcación de emergencia con su móvil.

 

Continuaron su caminar hasta dar entrada en el enorme salón de eventos de la facultad, joder, si le hubiesen dicho a BaekHyun que ahí estarían todas las perras presumidas que se burlaban de su estilo en la escuela media hubiese hecho el esfuerzo por tener una entrada triunfal, pero ¿A quién engañaba? Aún con su simple caminado y sin habérselo propuesto realmente lucía fabuloso. Claro que la noche le fue robada por su invitado, todos miraban con atención a la enorme torre con patas la cual caminaba a su lado haciéndole ver jodidamente pequeño… mierda, ¿Cómo no pensó en ello?

 

—¡Byun BaekHyun! —Gritó una chillona pero alegre voz, su tono era tan sincero que te enamorabas a distancia, y BaekHyun no fue la excepción.

 

—¡Park Sandara! —Apuntó éste a la pequeña rubia la cual se acercaba a éste con toda la alegría del mundo. Si había alguien hecho a la medida para hacerle lucir como todo un heterosexual esa era Park Sandara, su pequeña estatura le hacía perfecta, era como “Un adorno” el cual sólo los hacía ver como una pareja perfecta.—Dios, mírate, los años pasan y te sigues viendo como una colegiala, —Premió el chico tomando sus manos con total familiaridad.

 

—¿Yo? Mírate nada más, estás hecho todo un hombre, —Murmuró la chica con una alegre sonrisa.

 

—Ah, claro, pero yo no soy el modelo del año ni mucho menos necesito pasearme con un sequito de guardaespaldas para alejar a los fanáticos, —Y sí, podía ver a muchos ex compañeros en espera de ver a la pequeña Sandy solitaria, pero no, Byun BaekHyun no dejaría que se acercaran a su noona favorita. Momento, algo se le estaba olvidando…—¡Oh! Noona, éste es Park ChanYeol, —Presentó, halando con algo de dificultad al mencionado. —ChanYeol, saluda a mi noona.

 

El aludido se encontraba extrañamente rígido y no era para menos, se consideraba un fiel seguidor de Sandara Park, de sólo verla ahí, en persona, lo hacía lucir todo tan irreal. Mierda ¿Qué decir?

 

—Hola… —Musitó éste entrecortadamente al tiempo en que hacía lo posible por no tartamudear, joder, de pronto hacía calor ¿No? —Un placer, señorita Park.

 

—Llámame Sandara, ¿Está bien? Ouh, es tan lindo, Baek. Definitivamente tus gustos son bastante buenos, —Apremió la chica sonriendo con complicidad hacia el chico.

 

—Lo sé, —Dijo éste con orgullo y una sonrisa de prepotencia adornando sus delgados labios.

 

—Ah… disculpe.

 

—¡Dios! También habla, ¿Le has enseñado cómo ir al baño también? —Bromeó la chica con aquella característica risa suya.

 

—Yo… soy un verdadero fanático y me gustaría saber si usted, no lo sé, ¿Podría darme un autógrafo? Por favor.

 

El silencio reinó por escasos segundos, siendo rotó por la rubia, claro que a Baek aquella confesión no le había hecho ni una pizca de gracia.

 

—¡Oh! ¿En verdad? ¡Seguro! ¿Tienes con qué firmar? —Una entusiasta Sandara ya se encontraba buscando un bolígrafo en su pequeño bolso, siendo el alto más rápido. No tardó demasiado en encontrar una pequeña pluma en su bolsillo, a falta de papel una buena servilleta sería de utilidad, y antes de que la rubia se la entregase selló su firma con una impresión de sus rojos labios en el papel.—Lo que sea por el chico de mi chico, —Las risas de su parte no se hicieron esperar, y tras una venia por parte del más alto se vio finalizada la conversación, no sin antes entregarle el móvil al Byun para que tomase una foto de éste al lado de la chica.

 

Un click de la cámara y el destello del móvil se dejó ver, la foto había sido tomada y con una enorme sonrisa el trío se despidió.

 

—¡No puedo creer que seas amigo de Park Sandara! ¿Por qué nunca me lo…? ¿BaekHyun? —Ya no estaba, el peliplateado había desaparecido y le había dejado a media pista solo.

 

 

 

 

 

 

Quizá había sido un tanto inmaduro escapar de la situación así nada más pero ¡Anda! Estaba fastidiado. Salió de su escondite en el cubículo de los baños para retocar su maquillaje, no era algo que sólo las chicas hicieran, no sin antes escuchar el agua irse por el excusado y una ruidosa cremallera subir.

 

—¡Estúpidos pantalones! —Escuchó gritar, y aquello le hizo agudizar el oído, sus pensamientos se vieron interrumpidos al reconocer la voz tan familiar, ¿Y cómo no? Cuando el dueño de aquella voz salió del cubículo un rostro conocido hizo estragos en su anatomía. —¿BaekHyun…?—Carajo, ¿Por qué la tierra no se lo podía tragar?

 

En un intento desesperado por terminar su faena éste salió a paso tranquilo, algo pesado y robótico, de área de baños, trató de no verse afectado pero era inútil, JunMyeon le había inmovilizado tomándolo por el brazo.

 

—BaekHyun… —Repitió éste en sorpresa, asombro se veía en sus ojos, como si estuviese viendo un fantasma, un sueño, y tuviese que tocarlo para comprobar que sin duda se encontraba en la realidad.

 

—JunMyeon, —Debía apremiarse a sí mismo por todo el autocontrol que en ese momento estaba reuniendo, al menos el suficiente como para no soltarle un fuerte golpe a su ‘captor’, BaekHyun sería un mentiroso si dijese que todo quedaba superado y en buenos términos, eso era una puta mentira, aún había rencor en su corazón y dudaba llegar a perdonar a JunMyeon algún día, si esto llegase a suceder sería todo tan forzado y mecánico que la única manera de no exteriorizar sus negativos sentimientos sería dejar de ver al hombre… Que JunMyeon desapareciese de su vida definitivamente.

 

—Tanto tiempo… —El mencionado se veía feliz, su sonrisa se hizo presente, pero ésta cambió a total impresión tan pronto su escaneo sobre el menor llegó hasta donde sus platinados mechones. —¡BaekHyun… tu cabello! —¿Quién era ese chico? Y más importante ¿Qué había hecho con su ex novio?

 

—¿Te gusta? Le hice un pequeño cambio después de que terminamos… aunque claro, antes de éste hubieron muchos más, —Sus dedos pasaron por sus hebras con total orgullo, una caricia sensual que JunMyeon no supo interpretar, pero no tenía ningún interés oculto, eso podía asegurarlo el Byun.

 

—Te ves… diferente.

 

—Diferente es bueno, ahora, si me disculpas, mi pareja me espera, —Había sido suficiente hacer mención de ello para dejar a JunMyeon totalmente anonado, el agarre en el más bajo se había aflojado y éste aprovechó aquello para huir, sí, huir era la palabra indicada para describir el acto…. “Mi pareja” ¡Mierda! Apenas y había caído en cuenta de lo que había dicho ¿Qué sucedería si ChanYeol-…

 

—¡BaekHyun! —Oh, puta mierda.

 

—ChanYeol…

 

—Te estuve buscando por todas partes, hombre. ¿Por qué me dejas así de la nada? —Casi había olvidado lo molesto que fue percibir aquel cálido ambiente entre su excompañera y el más alto, mierda, jodidos celos.  Aguarda, ¿Celos?—¿ Dije algo que te molestara? —No, claro que él no había dicho nada… había hecho, era diferente.

 

—Yo-… tú-… no, no hiciste nada, —El rostro lleno de alivio del menor así como una pacífica sonrisa fueron suficientes para calmar el corazón de BaekHyun y hacerle ver que, en efecto, había sido un idiota al dejar así a ChanYeol. —Lo siento… —Lo último que necesitaba en ese momento era avergonzarse a sí mismo, y ahí estaba, viéndose patético por muchas razones que ChanYeol posiblemente desconociese. “Lo siento por usarte como excusa…” susurró en su mente.

 

—Está bien, —Pasó sus manos sobre los brazos del más bajo en caricias íntimas y, por último, dejó un beso justo a los labios del platinado chico. BaekHyun vio fuegos artificiales, eso había sido suficiente para quitarle el amargo sabor de boca que había dejado la charla con JunMyeon.

 

Y hablando del rey de Roma…

 

—Baek-… Oh, lo siento.

 

JunMyeon había interrumpido el momento, justo cuando BaekHyun comenzaba a apaciguar la tormenta en su interior ése hombre regresaba para llevarse la calma en las aguas que eran su mente y corazón.

 

—Así que él es…

 

—Sí, —Atajó BaekHyun. —Si no te molesta.

 

A ChanYeol definitivamente le había generado cierta curiosidad aquello, ¿Qué fue todo eso? Se preguntaba en su mente, pero preguntar no parecía una opción, no cuando el rostro de BaekHyun denotaba claramente que no deseaba hablar al respecto.

 

—¿Está todo bien? —Quizá no podía hacer una pregunta concreta en cuanto al asunto, pero definitivamente y ahora fuera del rango de visión del (para él) extraño, al menos se podía permitir preguntar acerca del estado del mayor.

 

—Bien, —Fue todo lo que dijo. Para ChanYeol no había sido suficiente.

 

BaekHyun hizo ademan de zafarse de aquel agarre, pero ChanYeol se negó a dejarle ir pronto. Un pequeño apretón en su muñeca le hizo detenerse, sus ojos toparon con los del Park, una mirada intensa le hizo cohibirse y arrastrar las palabras en su garganta hasta su esófago, mierda, no podía contra eso.

 

—¿Vas a decirme qué coño te pasa? —Exigía el castaño.

 

—ChanYeol, yo no-…

 

—BaekHyun, por favor. Estamos… saliendo ¿No es así? —Porque así era ¿No? —Puedes confiar en mí.

 

BaekHyun quería confiar en él, quería creer en las palabras de ChanYeol.

 

—Yo-… —El recuerdo de aquella noche en que SuHo había plantado la duda en su corazón acerca de un buen futuro para él o tener siquiera la esperanza de una relación duradera, todo eso se iba al carajo con el reciente encuentro de su exnovio. —No… —Negó. —No puedo confiar en nadie, ChanYeol… —La decepción se plasmó en la mirada del ajeno. —Lo siento.

 

No eran las palabras que BaekHyun hubiese deseado usar, él no quería decir aquello, él no deseaba aquello, deseaba decir que sí, abrir su corazón a ChanYeol y vivir ese “Felices por siempre” que había buscado para él, pero los cuentos de hadas no eran reales y ChanYeol se cansaría también de él algún día, ChanYeol también le dejaría.

—Lo siento… —Dijo una última vez antes de soltarse de aquel débil agarre y desaparecer entre la multitud en aquel pasillo. No esperaba que ChanYeol le siguiera, aunque así lo hubiese deseado.

 

 

BaekHyun terminó la noche sentado en una mesa, lo más alejada posible a la pista y con la mirada fija en la oscilante mano que sostenía su, quizá, cuarta copa de brandi durante la noche. ChanYeol había desaparecido desde hace una hora, había salido de su rango de visión y no lo había vuelto a ver, “Quizá era lo mejor”, se decía a sí mismo en un intento de consuelo, era lo correcto ¿No? Pero, si era así, ¿Por qué no se sentía de tal forma?

 

—Hey, ¿Puedo sentarme? —Aún en un estado semi-alcoholizado, JunMyeon continuaba provocándole aquellos escalofríos (para nada agradables) con su voz, tan pronto le escuchó un malestar se alojó en su vientre superior, no deseaba pasar por una confrontación pero tampoco buscaba ser un grosero.

 

Su vista viajó hasta donde el recién llegado, y con una torcida sonrisa murmuró…

 

—Adelante, —Estaba cometiendo un grave error.

 

—Gracias…

 

Pero, para un alcoholizado BaekHyun, todo a su alrededor le daba exactamente lo mismo.

 

—BaekHyun, siento lo que paso con nos-.

 

—No te disculpes, ya no hay que pensar en eso. El daño ya está hecho y no se puede reparar, JunMyeon, pero así es la vida ¿No? —Una sonrisa satírica fue pronunciada por sus delgados labios en dirección al castaño ahora a su lado. Era aterrador por la forma en que BaekHyun no le miraba directamente pero sí le dedicaba una sonrisa, aunque claro, no era realmente para su persona.

 

—Yo… lo siento, —Estaba apenado, definitivamente apenado, ¿Qué podía decir? “¿Perdoname?”, “¿No sabía lo que hacía?”, nada de lo que dijera repararía el daño que había ocasionado en la vida del más joven, más no por ello terminaría por rendirse. —Yo-, BaekHyun, de verdad quiero que arreglemos esto.

 

—¿Arreglar qué? —Atajó el castaño segundos antes de girarse a verle con tristeza tintada en su mirar. Estaba dolido, no por él, ya no, su corazón lastimaba por algo más. —JunMyeon, no hay nada qué arreglar, lo que ocurrió entre nosotros fue hermoso… aunque haya sido una mentira, —Sus palabras habían calado en el chico, podía verlo, por su parte su rostro se veía carente de furia, no, no estaba molesto con JunMyeon, estaba molesto consigo mismo. Soy un idiota. —¿Sabes? He conocido a alguien, —Una triste sonrisa apareció en medio de sus labios y sus lágrimas, lágrimas. —Y lo dejé ir, porque soy un idiota…

 

No pudo retenerlo más, BaekHyun terminó por romperse frente al hombre que alguna vez en su vida había llegado a amar, ¿Por qué? Por el hombre que actualmente amaba. ChanYeol no estaba ahí y lo necesitaba, a pesar de estar rodeado por miles de personas se sentía tan solo.

 

—Tengo que irme, —Un tirón detuvo su andar, el castaño se había aferrado fuertemente a su muñeca. —SuHo…

 

—No te irás, sin escucharme. No puedes amar a nadie más, BaekHyun. Sólo a mí ¿Lo entiendes?

 

—Pero yo no-… —dicen que los besos son las más preciosas demostraciones de afecto, una pena que BaekHyun no pudiese pensar en aquello justo en aquel momento en que JunMyeon poseía sus labios, estaba asustado, Dios, estaba entrando en pánico de sólo pensar en que ChanYeol-

 

—ChanYeol… —Murmuraron sus húmedos labios a causa de sus lágrimas; podía verlo, podía ver a ChanYeol frente a él, después de aquel golpe dejado en la mejilla de JunMyeon éste había sido eliminado de su rango de visión. ChanYeol llegó como un caballero en armadura brillante para salvarlo como lo había estado haciendo durante todo ese tiempo.

 

Las personas estaban conmocionadas, la música se reproducía en el fondo pero todas aquellas personas habían presenciado el espectáculo, todos los invitados tenían la mirada fija en ellos y eso no hacía más que hiperventilar al peliplateado, entraría en taquicardia si aquello seguía así.

JunMyeon yacía tendido en el piso, ahora ambos eran el centro de atención y BaekHyun estaba ahí, congelado.

 

—ChanYeol…

 

—Nos vamos, —Murmuró el furioso Park tras tomarle por la muñeca sin delicadeza alguna. BaekHyun no se opuso, debía estar molesto con él y lo merecía.

 

La multitud quedó detrás de ellos siendo ahora JunMyeon el foco de atención, al menos podía corroborar que no terminaría en el hospital por causa del más alto, sólo se había tratado de una caída simple… aunque por dentro le hubiese gustado que aquella nariz de la cual tanto presumía se viese afectada.

 

 

 

 

 

 

Entre resbalones y tropezones ChanYeol caminaba hecho una fiera en dirección al auto; el silencio y tensión en el ambiente podía ser fácilmente cortado con el filo de una navaja, BaekHyun estaba tentado a hablar y aclarar la situación, pero aquella rígida expresión en el rostro del alto le cohibía lo suficiente como para mantener el silencio entre ambos: “Quizá lo mejor era no hablar…” murmuraba su mente, suficiente tenía con la escena que ambos habían armado allá atrás.

 

Estaba esperando las duras palabras del mayor tan pronto le ingresó a empujones al auto; el duro sonido de la puerta golpear a su lado nuevamente le sumió en aquel estado de remordimiento, se sentía culpable y ChanYeol estaba molesto… estaba molesto con él.

 

En cuanto el alto ingresó al auto éste colocó su mirada en dirección al frente, ambas manos en el volante y sus hombros, tensos, lucían rectos en una seria postura; el auto no arrancaba, sólo eran ambos hombres ahí, en silencio y con una tensión inmensa entre ambos.

 

BaekHyun se aventuró a hablar, aquel gigante no podía estar molesto con él toda la vida, definitivamente no podía.

 

—ChanYeol…

 

—¿Por qué mierda hiciste eso, BaekHyun? ¿Te das cuenta en los problemas que te metes?

 

Y ahí estaba de nuevo, el silencio haciendo acto de presencia entre ambos. ¿Cómo continuar? El castaño le había dejado mudo.

 

—Yo… lo sien-.

 

—No, no me digas que lo sientes, ¿Tienes una idea de cómo me siento yo con esto? —Joder, en serio detestaba aquellas situaciones ¿Qué debía hacer? ChanYeol se comportaba como una novia celosa. —BaekHyun… estuviste en peligro.

 

—Sólo me besó…

 

Hubo silencio por un corto lapso, silencio durante el cual ChanYeol pareció meditar las palabras del más bajo sin poder creer como éste no notaba el error en aquellas palabras.

 

—¿Sólo eso?

 

—Mh, —Un asentimiento y con ello había dado por sentado que su respuesta tenía el sentido suficiente como para hacer que el mayor obviase aquello y dejara su ira atrás.

 

Error. ChanYeol sólo consiguió volver la mirada al frente y arrancar de manera agresiva el vehículo. Por un momento BaekHyun creyó que moriría, que el castaño se había vuelto loco y ahora tendrían que pagar las consecuencias de sus actos con su propia alma; aquel era uno de esos momentos de adrenalina en los cuales piensas lo peor, y sólo puedes atinar a decir una palabra con tal de disminuir aquella tensión y odio, que el mayor creía resentía el ajeno contra su persona.

 

—¡Lo siento! Lo siento, ChanYeol… no quise besar a SuHo, ¡Él me besó! Yo sólo no supe cómo reaccionar, —Gritó a todo pulmón pues el sonido de las llantas durante el derrape era mayor que su propia voz. El auto frenó de golpe.

 

Por momentos Byun BaekHyun tuvo la idea de que éste había decidido escucharle, que ChanYeol finalmente había decidido aplacar su ira, pero no, todo lo contrario, bajó de aquel auto azotando la puerta a su espalda, prácticamente hizo lo mismo al llegar a su lado, BaekHyun no tenía motivos para dudar que el más alto estaba claramente molesto con su persona pero ¡Anda! ¿En verdad era para tanto? Un beso, sólo había sido un beso. Sólo un beso.

 

No se percató siguiera en qué momento llegaron a aquel barrio totalmente alejado del suyo propio, reconocía éste como de los más cercanos a la ciudad, sin embargo contrastaba perfectamente con su modesto vecindario, ChanYeol definitivamente tenía el lujo suficiente como para pagarse una casa propia, y ahí estaba, se extendía en su verde pastizal y una cerca de madera la cual era cubierta por flora, las paredes de cristal se veían cubiertas por la seguridad de aquel muro por lo cual si ChanYeol le asesinaba nadie lo sabría…

 

Deja de pensar en eso, Byun BaekHyun. Decía a su subconsciente, pero éste no dejaba de enviarle vibras negativas que sólo conseguían ponerle los vellos de punta.

 

A paso apresurado y un tanto torpe avanzaron hasta el hogar del menor, entre forcejeos suyos y manotazos los cuales eran contrarrestados por las enormes manos de ChanYeol y repelidas por sus fuertes antebrazos, BaekHyun se dañaba más a sí mismo de lo que lo hacía con el menor, pero eso no importaba, quería salir de ahí.

 

En cuanto ChanYeol cerró la puerta detrás de sí mismo el mayor se liberó, ya había sido suficiente de ceder ante el capricho de ChanYeol, él era el mayor ahí y no debía de bajar la mirada ante un saeng, mucho menos cuando éste le reñía por asuntos que ni siquiera tenían algo que ver con él. Ellos no eran nada, eso era lo que BaekHyun había estado repitiendo hasta el cansancio desde que abandonaron el recinto, pero, si se mostraba tan seguro de sus palabras ¿Por qué dolía tanto el sólo confirmarlo consigo mismo?

 

—¡ChanYeol! ¡Ya basta! Estás siendo un inmaduro… te digo que sólo fue un-.

 

Beso, era lo que había recibido de parte de aquel hombre de largas piernas, sus quejas habían sido acalladas por un pasional ChanYeol el cual degustó sus labios a diestra y siniestra utilizando los suyos como herramienta para el acto. Pronto el cuerpo de BaekHyun se vio limitado entre la figura ajena y la puerta a su espalda ¿Cómo? ¿En qué momento terminaron en aquella posición? No, no podía caer aun cuando se sentía tan bien.

 

—¡No! ChanYeol… bas-.

 

—Dime que sólo fue un beso, di que sólo fue un puto beso como el que recibiste de tu exnovio, —Estaba furioso, ChanYeol ardía en rabia, la ira corría por su piel y transpiraba de cada poro de ésta, pero también celos, ChanYeol estaba celoso.

 

BaekHyun se encontraba sin habla ahí frente al gigante ¿Cómo podía pedirle que hiciera aquello?

 

—ChanYeol… no.

 

—¿Por qué no? —Desesperación en su mirada.—Respóndeme, BaekHyun.

 

—Yo no puedo, es… complicado.

 

No eran las palabras que deseaba escuchar por parte del peliplateado, el alto perdía la paciencia y BaekHyun parecía una especie de conejillo asustado, quizá porque ni siquiera él mismo comprendía lo que quería en el momento.

 

—BaekHyun, —Llamó, haciendo uso de aquel tono pesado en su voz. —¿Por qué simplemente no aceptas que hay algo entre nosotros?

 

Era difícil, al menos para BaekHyun dejar entrar a alguien a su vida después de lo sucedido con su prometido era… imposible. No detestaba a ChanYeol, y sí, la idea de imaginarse al alto con alguien más, otra persona que no fuese él dolía; pero ahí estaba BaekHyun, negándose a bajar la guardia ante el menor, no podía siquiera concebir la idea de dejar entrar en su vida a alguien más y que éste escupiese sobre su corazón tal y como se lo había permitido a JunmMyeon.

 

—No puedo, —Susurró con miedo.

 

—¿Por qué? —Ahora era ChanYeol quien exigía saber. —Dímelo, —Ordenó. Sus manos pasaron sobre los delgados hombros del más bajo quien, con lágrimas en los ojos y una mirada asustada le mostró su apariencia más frágil. ChanYeol le había visto antes de tal forma, pero ahora no podía compadecerse, debía ser fuerte y no flaquear, debía transmitirle confianza para que éste pudiese creer, creer en él. —Baek… ¿Por qué?

 

—Tengo miedo, ChanYeol. JunMyeon me hizo daño, él… él me rompió el corazón.

 

—Pero yo no te haré daño, Byun BaekHyun, —Sus alargados pulgares recorrieron aquellas sucias mejillas a causa del maquillaje resbalando por sus pómulos. Aún así, se veía precioso ante su mirada. —Baek, mírame… ¿Cuándo te he mentido?

 

El más bajito hipeó al escucharle ¿La respuesta? Nunca. Park ChanYeol nunca le había decepcionado, ni una sola vez, podía ser un idiota, pero no era un desconsiderado.

 

—Yo voy a protegerte, BaekHyun.

 

—Eso dijo él también, y me rompió el corazón… —Desconfiaza, frío, Byun BaekHyun se hundía en el hielo de su soledad, de su pavor a terminar en el olvido y con el corazón roto nuevamente. BaekHyun no tenía una idea de cuánto le había amado éste en secreto desde la primera vez que ambos se vieron.

 

—Él no es como yo, BaekHyun. Yo te amo, —Y sí, no había razón para mentir.

 

Sus palabras le hicieron alzar la mirada con impresión ¿Cómo podía? ¿Es que acaso estaba abusando de su vulnerable estado?

 

—¿Por qué me dices esto? No nos conocemos demasiado…

 

—Byun BaekHyun, te conozco lo suficiente como para saber que detestas la forma en que tu sonrisa se agranda mostrando hasta tus molares, te conozco lo suficiente como para saber que odias los días lluviosos porque te traen malos recuerdos, también te conozco lo suficiente como para saber que tienes esa tonta maña de pedir las cosas que olvidaste desde el punto en el cual te quedaste ya que crees que regresar por el camino es de mala suerte, inclusive sé que tu punto más sensible se encuentra en tu cintura, —Susurró, apegando su frente a la del más pequeño.

 

Aquello no parecía bastar para el mayor, estaba impresionado, sí, pero no por ello se dejaría engatusar por ChanYeol de igual forma.

 

—¿Cómo sé que no mientes? —Duda, tenía el derecho a dudar, pero sus dudas sólo hacían sonreír a ChanYeol porque, en el fondo, BaekHyun quería que respondiese a eso para tener en que creer, en que aferrarse, para tener la plena confianza de entregarse a ChanYeol.

 

—No miento porque he estado viviendo con esto desde que tengo memoria, BaekHyun. Desde que era un niño he fantaseado con este momento, —Justo el momento en el cual BaekHyun finalmente correspondiese a sus sentimientos, y lo estaba haciendo.

 

El mayor quedó sin palabras, ¿Qué podía decir? Estaba apenado, se había comportado como un completo cretino a los ojos del ajeno, y ahí estaba, siendo protegido por las palabras de ChanYeol, sus brazos le sostenían como si tuviese miedo a que en cualquier momento su pequeño cuerpo se desplomase en el suelo al no poder con aquella carga emocional. Estaba perdido, BaekHyun estaba perdido en el mar de sensaciones que hace tiempo no experimentaba… corrección: Que nunca experimentó.

 

Las pequeñas lágrimas de culpa, arrepentimiento, perdón y felicidad rodaron por sus salteados pómulos hasta resbalar por sus hendidas mejillas, estaba destrozado, la amabilidad de ChanYeol le había destrozado de todas las formas, él había profanado su espacio seguro al derribar el muro que él mismo se encargó de colocar, estaba a su merced, expuesto, pero no estaba desprotegido; ChanYeol era su nuevo muro, él le protegía del exterior, recibiendo los golpes de todos para que nunca llegasen a éste.

 

ChanYeol no era ningún príncipe azul, no era un caballero de brillante armadura, pero era su ChanYeol, suyo.

 

—Eres idiota ¿Cierto? —Las palabras del Byun tomaron por sorpresa a aquel gigante quien, sólo deformó su expresión a una de total confusión. Pronto sus dudas quedaron atrás tan pronto el pequeño cuerpo del más bajo se aferró al suyo en un desesperado intento por resguardar aquella cálida sensación en su pecho. —No prometas que vas a estar conmigo toda la vida, ChanYeol… porque no voy a creerte, pero por favor, promete que no te irás de mi lado aún, al menos quiero que te quedes conmigo un poco más.

 

Por un momento el Park juraría que su corazón se detuvo ante aquella extraña confesión, ¿Cómo suponía BaekHyun que reaccionase a sus palabras? Su rostro estaba en una confusión completa y sus manos temblaban ligeramente debido a la ansiedad.

 

—Baek, yo no-…

 

—¡Sólo promételo! Promételo…

 

—No.

 

Fue todo lo que salió de su boca. Aquella respuesta fue suficiente para helarle la sangre al más bajo “¿Por qué?” se preguntaba; un par de brazos cercando su cuerpo contra aquel pequeño espacio entre un calor humano y la puerta a su espalda le hundieron nuevamente en una ilusión, la voz de ChanYeol recitando algo incomprensible había sido suficiente para traerle a la realidad. Byun BaekHyun ya no derramaba lágrimas de dolor, sino de esperanza, de felicidad.

 

—… Te amo, BaekHyun, mi BaekHyun. No pienso quedarme a tu lado sólo un poco, —Y dicho aquello sus miradas se unieron, la temerosa del mayor contra la decidida y directa del más joven. —Pienso quedarme toda mi vida a tu lado, la eternidad si es posible…

 

—Eres un loco, —Alegó el aturdido Byun.

 

—Tal vez, pero un loco por ti a fin de cuentas, es… justificable ¿No?

 

Las risas torpes escaparon de labios del peliplata, ¿Era posible acaso todo aquello? ¿Por qué de pronto se sentía tan tonto? ¿Tan lleno? Era por ChanYeol, sin duda.

 

Besos fugaces llegaron por parte de BaekHyun, encontraban su lugar sobre la piel de las mejillas ajenas; ChanYeol no hacía más que recibir aquellos besos y corresponder con algunos propios haciendo juego a los labios ajenos.

 

Sus manos torpes bailaron sobre las prendas del otro; cuando menos se dio cuenta ya se encontraba desatando aquella fastidiosa corbata en el cuello del menor, la suya había quedado olvidada hace un rato; por otra parte, BaekHyun se dedicaba a apegar su ansiosa pelvis a la ajena, en búsqueda de algo de contacto íntimo entre ambos.

 

—Alguien está ansioso, —Alegó entre húmedos besos el alto castaño.

 

—Sólo apresúrate ¿Quieres? —Jadeó éste un tanto exasperado por sentirse de ChanYeol. Sentirse suyo y que el otro fuese propio.

 

—Sólo si me lo pides por favor, —Murmuró en un tono juguetón al tiempo en que colaba sus manos bajo la camisa del más bajo.

 

—¡ChanYeol! Basta… —Un chillido escapó de aquellos pequeños labios, dando un certero golpe en el amplio pecho del joven castaño en el proceso; las risas invadieron la habitación por parte del más alto; sus manos pasaron a ocupar espacio alrededor de aquellas delicadas muñecas. Nuevos besos fueron depositados, desde la barbilla del menor en estatura hasta su cuello, arrancando así algunos suspiros suaves y espasmos por parte del Byun. —ChanYeol… ah.

 

—Me gusta escucharlo, —Jadeó en un tono más bajo, justo contra aquella pálida piel. —Mi nombre en tus labios, me gusta.

 

El rubor que se apoderó de las mejillas del mayor no era visible para el joven Park, pero podía percibirlo, el calor sobre aquella piel suya que rozaba la ajena transmitía un mensaje positivo y eso le fascinaba.

 

Algunos besos nuevos llegaron hasta la horquilla esternal del menor, descendiendo ante cada nuevo botón que el gigante se encargaba de desprender de éste. Los escalofríos en BaekHyun eran proporcionales a los dulces gemidos con que éste recibía al más joven, y algunos otros espasmos los cuales traba de ocultar aferrando sus pequeñas manos a los amplios hombros de ChanYeol.

 

—Chan… ah, ChanYeol…

 

—¿Dime, BaekHyun?

 

—Ya no aguanto, —Confesó. —Quiero…

 

—Lo tendrás, —Dijo éste con decisión. Las vastas manos de ChanYeol consiguieron colar aquellos pantalones por sobre las níveas piernas del Byun, sus largos dedos acariciaron aquella extensión de piel como si de seda se tratase; entre besos nobles y algunos más bien tímidos, ChanYeol se hizo un camino de besos que iba desde el plano abdomen del menor hasta su pálido vientre, y de ahí, perdiéndose en el elástico de sus calzoncillos. El rubor nuevamente se instauró en esas hermosas mejillas, o quizá nunca las abandonó, quizá el color se intensificó, pero eso no importaba ChanYeol estaba demasiado concentrado prestando lamidas sobre la erección del mayor como para pensar en detalles vanos.

 

—Chan… ChanYeol, yo no-¡Ah!

 

—¿Se siente bien? —Preguntó con indulgencia al tiempo en que sus dedos se encargaban de estimular aquella zona en que, debía deducir, se encontraban los testículos del mayor.

 

—Bien… —Respondió, aferrándose a los mechones del menor.

 

ChanYeol de rodillas y BaekHyun con ambas piernas reposando en los hombros del menor, era la imagen perfecta para cualquier pervertido que desease presenciar una dulce imagen como aquella; no había morbo en escena salvo el que presentaba BaekHyun junto a sus lascivas expresiones, aquellas que orillaron a ChanYeol a deshacerse de su ropa interior a tirones y mordiscos por parte de sus dientes. No le costó demasiado deshacerse de aquella última prenda; todo lo que cubría a BaekHyun consistía en su camisa abierta y ligeramente caída por sus cremosos hombros, la vista perfecta para el castaño.

 

—Eres un pecado, BaekHyun, —Reconoció, exhalando aquel aliento suyo contra el pene del mayor en baja voz. —Mi pecado favorito.

 

—Tonto, ¿Qué dices…? Ngh, —Aquella lamida del mayor sobre su entrepierna le hizo ver estrellas, aún más el ver como éste prestaba besos dulces de una manera tan sucia como aquella.—¡Mierda! ¡Ah! —Un gemido abandonó lo más progundo de la garganta de BaekHyun, no sólo por aquella detallada caricia, sino por aquella traviesa mano que se había tomado la libertad de amasar su piel. —Joder, ChanYeol… ¡Ah! ¡Para, imbécil!

—Que boca más sucia tienes, BaekHyun ¿Tengo que castigarte acaso?

 

—¿Qué clase de estupideces dic- ¡Yah! —Aqul travieso dedo tanteando su rosada y temblorosa entrada había sido la gota que derramó el vaso, ¿En verdad aquello estaba pasando? —ChanYeol…

 

—Discúlpate, —Ordenó el castaño poco antes de proseguir con aquellos círculos en toda la periferia anal del mayor. —Te estoy esperando.

 

—Debes estar loco si crees que-… ¡A-ah! —Un dedo. El bastardo de Park Hijo de puta ChanYeol había introducido un dedo en él sin lubricación alguna. —Bestia… —Chilló éste en un silencioso gemido, uno tembloroso al estar su garganta afectada por los placenteros espasmos recorrerle entero.

 

—Mira que se ve que lo estás disfrutando, —Y vaya que sí, después de realizar círculos en el interior de éste el mayor parecía aceptar aquel dígito con facilidad tras mucha insistencia. —Espero mi disculpa.

 

—Puedes meterte tu… ¡Chan-ChanYeol!

 

—Alguien más será quien termine no sólo con dos dedos dentro, —Amenazó el alto realizando movimientos de tijera dentro del mayor.

 

—Eso estoy esperando… ¡Ngh! ¡Eres un…! —Había palpado perfectamente como ChanYeol introducía en él un tercer dedo, ésta vez simulando embestidas que, no aceptaría pero le estaban haciendo ver estrellas. —ChanYeol… ChanYeol… ah, ChanYeol…

 

—¿Seguirás comportándote como un mocoso pesado? —Cuestionó el menor una vez vio la cordura fuera de los límites del mayor entre ambos. —Estoy esperando, BaekHyun.

 

—Fóllame, ChanYeol, por favor… te necesito, —Ouh, BaekHyun definitivamente lo estaba logrando.

 

—¿Por qué? —Era un hijo de puta, ChanYeol era un hijo de puta total y a BaekHyun le ponía tanto sentirse dominado por ése elfo de enorme estatura.

 

—¿Porque quiero sentir tu pene dentro? —Murmuró un tembloroso Byun tras sentirse ligeramente lejos del clímax pero a su vez, tan deseoso por verlo cerca.

 

—Esperaba un ‘por favor’, pero eso también sirve.

 

ChanYeol alzó el pequeño cuerpo del menor con ayuda de sus manos, dejando así la anterior posición de rodillas frente al más bajo. Su mirada buscó estabilidad con ayuda de algún mueble y lo encontró, justo en aquella puerta a su entrada estaba una mesilla repleta de fotografías familiares, las cuales no dudo en dejar a un lado y claro, asegurándose de que todas estuviesen boca abajo ¿Qué diría su madre si viese a su angelito partiéndole el culo a su futuro yerno?

 

El frío de aquel mueble fue perceptible por las cálidas nalgas del mayor quien, hasta hace segundos había reposado en los hombros del alto; sus manos se aferraron a las orillas de aquella mesilla de madera y, con ayuda de ChanYeol éste tanteó el borde con su trasero y sus piernas se vieron alzadas hasta dejar aquel dilatado orificio suyo a la vista del gigante a su frente.

 

—Te ves precioso desde aquí, Baek. Ojalá pudieses ver como tiemblas por tenerme dentro, —Y mierda, aquella conversación sucia ponía caliente al Byun, especialmente cuando sabía que ChanYeol no era de ése tipo de hombres, nunca se esperó que el gigante fuese todo un pervertido cuando se trataba de Dirty Talk.

El sonido metálico golpeando se dejó escuchar entre sus jadeos, el calor de los muslos de ChanYeol rozaron los suyos y por supuesto, también aquel hinchado y húmedo glande rozó contra su sensible y desprotegido ano el cual no hizo más que contraerse debido a la ansiedad por sentirse invadido.

 

—ChanYeol, entra… —Pidió el mayor, envolviendo con sus piernas las caderas del más alto. ChanYeol por supuesto le obedeció, no sin antes juntar sus bocas en un húmedo beso que no causó más que ardor en el pecho del mayor, un calor abrasador que calentaba su corazón de forma agradable. Sentirse invadido por aquella enorme porción le hizo gritar hasta romper el beso, inclusive y después de que su interior se aferrara a la sensación e intensase detener el paso de aquella longitud el menor  se dedicó a prestar caricias en su cuello con ayuda de sus besos, en su espalda con ayuda de una de sus manos y, por supuesto, en su endurecido pene con ayuda de la restante. —Yeol… —Rogó, ésta vez siendo él quien se aferrara a la espalda del mayor y aún palpase aquella camisa en éste.

Lo había olvidado, tanto era su deseo por satisfacer su placer propio que olvidó despojar de sus prendas al mayor. Las pequeñas manos de BaekHyun intentaron deshacerse de la camisa del menor, casi lo logró, siendo que sólo dejó al descubierto aquel trabajado abdomen que no hizo más que hacer a su pene temblar de goce con la visión; fue detenido poco antes con ayuda de una embestida la cual había terminado por hacer que el falo del menor ingresase completamente en su estrecha cavidad anal. Joder, era considerablemente enorme para su virginal entrada, o bien, simplemente su interior aún necesitaba algo de práctica en ello.

 

—¡Mierda! Yeol ¿Qué carajos tienes por pene?

 

—Ya te dije que dejes la palabrería sucia, —Regañó, ésta vez regalando una estocada contra la sensible próstata del mayor ¿Qué cómo lo sabía? Fácil, había golpeado justo en el punto para hacerse jadear contra el cuello del Byun, y para hacerle gritar su nombre contra sus prominentes orejas.

ChanYeol tenía demasiado poder ahora que podía ver cómo sus acciones repercutían en BaekHyun, una nueva estocada y el mayor brincoteó tan jodidamente lindo que tuvo que dar unas cuantas más tan sólo por el placer de ver a BaekHyun resguardarse en su pecho tratando de ocultar sus hipidos de placer y su lagrimeo de satisfacción; se sentía demasiado bien y su cuerpo no sabía cómo expresarlo. Lloriquear era lo único que le quedaba.

—ChanYeol, ChanYeol… ChanYeol, —Repitió éste una y otra vez a oídos del menor, y éste no hacía más que verse estimulado por aquella suave voz la cual le orillaba a penetrarle con mayor salvajismo.

 

—Baek, basta… si sigues así no podré dejar de hacerte el amor, —La pesada voz de ChanYeol hizo eco en el pequeño corazón del mayor. “Hacerte el amor”, eso era, estaban haciendo el amor, estaba haciendo el amor con ChanYeol porque él lo amaba.

 

—ChanYeol, quiero hacer el amor contigo… toda la noche si es necesario, —Jadeó un abstraído BaekHyun, pero estando lo suficientemente cuerdo como para saber qué decía.

 

El color esta vez se instaló en mejillas del menor, embelesado por aquella sensual imagen ¿Cómo podía decir aquello y verse tan inocente? Carajo, BaekHyun era un pecado total.

Las estocadas continuaron una tras otra, cada una más salvaje que la anterior y todas aquellas impactando justamente en la sensible próstata de BaekHyun. El momento culminó con un desfallecido BaekHyun aferrado a la espalda de ChanYeol, y un exhausto ChanYeol corriéndose de forma animal en el interior del mayor. Las embestidas continuaron, lentamente tras la liberación de ambos. Los movimientos constantes de ChanYeol arrancaron pequeños gemiditos del mayor los cuales no hicieron más que crearle un morbo enfermo el cual se veía alimentado por la adorable imagen de un agotado Byun BaekHyun chillando ante cada nueva embestida.

 

—Te adoro, Baek… yo te amo, en verdad.

 

—ChanYeol. Yo… yo…

 

—No tienes que decirlo si no-

 

—¡Te amo! Te amo, mucho.

 

La impresión en ojos del menor era indescifrable, impresión, terror y un poco de nerviosismo tras escucharle; sus enormes ojos hicieron que el pequeño Byun entrase en pánico ¿Había sido demasiado intenso?

 

—¿ChanYeol?

 

—Joder, BaekHyun, eres un… —Y ahí estaba de nuevo, embistiendo a un agotado BaekHyun el cual aún no se reponía de su orgasmo y ya estaba siendo inducido a otro gracias a la dura entrepierna del menor golpeando su sensible punto dulce.

 

—¡ChanYeol! No… no podré sentarme…

 

—Dijiste que podíamos hacerlo toda la noche. Te tomaré la palabra.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—¡JAJÁ! ¿Y puedes sentarte? —Cuestionó el castaño de gatuna sonrisa tras ver a su amigo robar otro de los tantos cojines de sillas en aquel local para poder sentirse cómodo en su asiento.

 

—No preguntes, JongDae. En serio… no preguntes.

 

El sonido de la campana de entrada hizo a ambos girarse para ver a un alegre ChanYeol ingresando en compañía de SeHun y JongIn, por supuesto, sus parejas entraron a espaldas de estos manteniendo una animada conversación, al menos por parte de LuHan, KyungSoo se limitaba a asentir y sonreír de aquella manera cansina como de costumbre. Por otro lado, YiFan ingresaba un tanto incómodo al haberse topado con Tao de regreso en Seúl.

 

—¿No han arreglado sus problemas? —Cuestionó el joven Byun tras observar como ambos ni siquiera se dirigían la mirada.

 

—Aparentemente no, no me sorprendería. YiFan se dejó liar por un chico llamado Yixing.

 

Yixing.

 

—Dicen que él es un playboy, le van los tipos con pareja.

 

“Eso lo explica”, se dijo el peliplata para sí mismo.

 

—Hola, amor, —Saludó un alegre ChanYeol posicionándose justo al lado del mayor de un salto. —Mierda, que dolor de culo ¿Es que no ponen cojines?

 

El comentario pareció hacerle gracia a JongDae, pero BaekHyun por otro lado dedicó una afilada mirada en dirección al menor, el cual sólo se dedicaba a sonreírle con confusión.

 

—Tú no sabes de dolores de culo, así que calla, Park ChanYeol.

 

JongIn, rápidamente, silbó al respecto.

 

—Uh, a alguien le rompieron el culo anoche.

 

—No eres el único, —Dijo KyungSoo quien, instintivamente, se dejó caer al lado de JongIn con suma suavidad.

 

—Cállate, Kim.

 

Burlas y comentarios divertidos volaron entre los amigos, algunos dirigidos hacia BaekHyun, otros hacia ChanYeol, y amenazas de muerte tanto para JongIn como JongDae. El ambiente era tranquilo, bastante agradable. BaekHyun podía decir que había encontrado el amor después de haber metido la pata de manera colosal y éste había sido en quien menos lo esperaba.

El apretón de manos bajo la mesa le hizo sonreír y girar a su izquierda, no necesitaba mirarle para saber de quién se trataba, pero ver la sonrisa en labios de ChanYeol siempre sería un regalo para éste. ¿Quién lo diría? Él había encontrado el amor, y le había tomado sólo un beso para descubrirlo. 

Notas finales:

Si llegaste hasta aquí te felicito. Toma un churro, ouh(?). Ah, me alegra poner fin a un proyecto finalmente. 

De ahora en adelante los proyectos que vean serán únicamente míos. Gracias por apoyarme y leer<3. 

Nos leemos después.


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