Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Boy Online por DoritoCoupleProductions

[Reviews - 160]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nuevo capítulo. Disfrtuad ;) — A.

—No me lo puedo creer —dijo divertido, entre risas.

—No ha sido muy difícil. Me las he metido en el bolsillo y ya —respondió sonriendo—. Venga, vamos a por helado —le instó el mayor, enganchando a Jonghyun del brazo.

— ¿Acabas de robar dos cucharas de un restaurante carísimo para ir a comprar helado a un supermercado? —preguntó, dejándose arrastrar.

—Ahá. Exactamente. Has captado la idea.

El más alto sacudió la cabeza, divertido, y pronto ya habían llegado a su destino.

Tras comprar una gran tarrina de helado, Sungkyu volvió a tirar del menor hasta terminar en un banco de un parque cercano, vacío.

— ¿Qué hacemos aquí?¿No es un poco tarde? Podríamos ir a tu casa o a la mía...

—Vas un poco rápido, ¿no? —bromeó.

— ¡No! No me refería a eso... —contestó, poniéndose algo nervioso.

—Tranquilo, Junjun, lo sé —aclaró Sungkyu, sonriendo.

— ¿Junjun? —Preguntó, devolviéndole la sonrisa mientras enarcaba una ceja—. ¿Eso de donde ha salido, si puede saberse?

—Se me acaba de ocurrir. Venga, da igual. Abre el helado que se derrite.

Jonghyun hizo lo que le había mandado sin poder dejar de sonreír por el mote que le había puesto el mayor. Sungkyu lo miraba, expectante y tras pasarle su cuchara, empezó a comer con ganas, relamiéndose.

—Por lo que veo, te gusta el helado —comentó el más alto mientras observaba al otro.

Sungkyu asintió y entonces, se dio cuenta de que Jonghyun se había manchado un poco la comisura de los labios, por lo que se inclinó para besarlo levemente y, sin esperarlo, el otro se separó al momento, esquivándolo.

Sungkyu lo miró, apenado.

—Estamos solos, aquí no hay nadie —apuntó, sonriendo levemente.

—Ya, bueno... —contestó el menor con una sonrisa nerviosa, rascándose la nuca.

El otro decidió no darle importancia y siguió comiendo, como si nada hubiera ocurrido.

—Hagámonos preguntas, ¿vale? Yo empiezo —se le ocurrió decir, para acabar con el incómodo silencio. Jonghyun solo asintió, esperando a que comenzara—. ¿Alguna vez has salido con algún chico?

El menor negó con la cabeza.

— ¿En serio? Vaya, con lo guapo que eres, no me lo esperaba.

— ¿Y tú? —preguntó Jonghyun, sonrojándose, cambiando de tema, rápidamente.

—Salir no —respondió con una sonrisa—. He tenido algún que otro rollo —admitió, sincero.

— ¿Algún rollo?

—Eh, me toca preguntar a mí. No seas tramposo.

—Vale, vale.

—Entonces... ¿siempre te han gustado los chicos?

Jonghyun se paró a pensarlo durante unos segundos antes de asentir.

— ¿Has estado con una chica? —inquirió ahora, curioso.

—Mmmmm... He salido con una chica. Ella me hizo ver que en realidad me gustaban los chicos. Se lo dije y quedamos como buenos amigos.

—Pobre chica. Que tu novio te diga que es gay...debe de ser horrible —comentó el más alto.

—La verdad es que sí —declaró Sungkyu, reflexionando—. Además, me di cuenta de todo porque empezó a gustar su hermano...—admitió, riendo.

— ¿En serio? —Jonghyun empezó a reír también, acompañando al mayor—. Me gustaría conocerla.

—Es modelo —comentó, tranquilamente.

— ¿Me estás tomando el pelo?

—Eh, ¿por qué? ¿No puedo salir con una modelo? —preguntó Sungkyu, haciéndose el ofendido.

—No... De nuevo, no me refería a eso.

— ¿Entonces a qué te referías? —cuestionó el mayor, probando al otro.

Jonghyun se mantuvo en silencio, buscando algo que responder.

—Es una frase que se dice, no sé.

Sungkyu acabó por reírse, tranquilizando al menor, que dejó soltar el aire, sonriente.

—Así que has salido con una modelo... Dejaría el listón muy alto, a ver qué hago.

Sungkyu le sonrió tiernamente.

— ¿Quieres salir conmigo?

— ¿No vas muy rápido? —preguntó el menor, esta vez.

—No te lo pedía, solo... preguntaba. ¿Quieres o no?

—Pues claro que quiero. ¿Tú quieres?

— ¿Me lo pides o me lo preguntas? —enarcó una ceja, sonriendo.

—Te lo suplico.

—Bésame y te contestaré.

Jonghyun dudó unos segundos antes de acercarse a la boca del mayor y darle un rápido beso. Sin embargo, antes de que pudiera separarse, Sungkyu lo había abrazado del cuello y negó con la cabeza antes de obligarlo a juntar de nuevo sus labios, esta vez de forma más larga.

—Me encantaría —aceptó al separarse de él unos centímetros, en apenas un susurro.

— ¿No tienes miedo de que esté loco? Casi no me conoces.

—A veces hay que arriesgarse —contestó, mordiéndose el labio.

Jonghyun le sonrió y volvió a rozar sus labios antes de colocarse en la misma posición de antes.

Sungkyu se acabó el helado mientras su nuevo novio le miraba, sonriente. Nunca se hubiera imaginado ese momento, era simplemente perfecto. Llevaba bastante tiempo interesado en Sungkyu y ahí lo tenía, frente a él, sonriendo justo después de aceptar salir con él.

—Vámonos, empieza a hacer frío.

El mayor aceptó y juntos se fueron hacia su casa a paso lento, disfrutando de la intimidad que les proporcionaba las calles vacías de noche.

Sungkyu aprovechó que el menor estaba inmerso en la historia que le estaba contando y agarró su mano sin que el más alto lo notara.

En el poco tiempo que había pasado con el otro, apena un día realmente, había aprendido lo poco que le gustaba a Jonghyun el contacto físico, por lo menos en público. Sabía que lo ocurrido en la biblioteca había sido algo especial. Algo que solo pasa una vez y que, seguramente, no se repetiría. Y la verdad es que eso no es que le alegrase demasiado. En verdad, le molestaba, le contrariaba. Quería poder besar a su novio mientras todos miraban pero cuanto más quería, menos parecía permitírselo el otro.

Por fin llegaron a su piso y, tras despedirse en la puerta con un simple beso, Jonghyun dió media vuelta y se fue, deseándole muy buenas noches.

Sungkyu suspiró, antes de voltearse y abrir la puerta, escuchando unos quejidos al instante. Al entrar pudo ver a Dongwoo y Howon tirados en el suelo y frotándose la frente.

— ¿Me estabais espiando? —inquirió divertido mientras la pareja se levantaba y él cerraba la puerta tras de sí.

Los dos empezaron a farfullar, negando la acusación del mayor.

—Vale, vale. ¿Y qué hacéis aún despiertos? —dijo, dirigiéndose a la cocina a beber un vaso de agua—. Mejor no me lo digáis, no quiero saberlo —declaró, pensándolo más detenidamente.

—No seas tonto, estábamos esperando a que llegaras —contestó su compañero de piso, ambos siguiéndolo a la cocina.

— ¿En serio? No teníais por qué. ¡Qué detalle!

—Sí, sí, pero cuéntanoslo todo —ordenó Dongwoo de forma directa.

— ¿Qué todo? Hemos tenido una cita normal. Ah, y nos encontramos con Myungsoo y Sungyeol. Vas a perder, Howon, lo puedo ver. Prepara tu mejilla —contestó, intentando cambiar de tema.

—Bah, sabes que voy a ganar, así que déjate de tonterías. ¿Estás saliendo con ese chico? ¿Estás loco? ¿Has renunciado ya a Woohyun?

— ¿No hay más preguntas? Esto parece un interrogatorio.

Sungkyu dejó el vaso en el fregadero antes de irse hacia su habitación.

—Espera, espera.

Howon le cortó el paso al mayor, mirándolo fijamente.

—Me voy a dormir, estoy cansado. Mañana os contaré lo que queráis.

El menor suspiró y terminó por ceder, dejando a Sungkyu marcharse a dormir.

—Está cansado —comentó Dongwoo—. Eso es que ha hecho algo —dijo, emocionándose.

— ¡Lo sé! —contestó su novio, imitándolo—. Mi princesa ha follado.

—NO —se escuchó de repente la voz del mayor desde su habitación, un grito seco.

—Está mintiendo.

—Se nota.

Esta vez fue la risa de Sungkyu la que adornó el momento, que terminó siendo acompañada por las de sus amigos.

 

 

Sin ser siquiera conscientes, el tiempo comenzó a pasar con rapidez y los días se convirtieron en semanas.

La relación entre Jonghyun y Sungkyu iba increíblemente bien aunque, en su interior, el mayor sabía que algo fallaba.

Woohyun, al ver como el pelirrojo parecía haber olvidado ese pequeño capricho que había tenido con él, decidió acercársele, ya que podía ver que una buena amistad podría surgir entre ellos.

Todo parecía que empezaba a tener sentido. Los 7 parecían estar hechos para ser amigos. En cuanto podían se juntaban todos, aunque normalmente tenían que prescindir de Jonghyun, pues él era el único que tenía un trabajo que le robaba tiempo. Y era en esos momentos en los que la pareja del mayor se ausentaba en los que Sungkyu y Woohyun comenzaron a pasar tiempo a solas, pues, contra todo pronóstico, habían acabado por entenderse bastante bien.

Y entonces llegó un sábado noche y todos decidieron que necesitaban salir y despejarse, había llegado el momento de correrse una buena juerga, y eso es lo que harían.

Nada más llegar al primer local, todos se acercaron a la barra para pedirse unas copas y nada más entregárselas, casi todos habían desaparecido en medio de la multitud que bailaba en la pista.

Solo la nueva pareja se mantuvo pegada a la barra, muy a pesar de Sungkyu.

—Cariño, sé que no te gustan estos sitios, pero... ¿no podrías hacerlo por mí? Sal a bailar conmigo —intentó convencerlo el mayor, cogiendo sus manos y tirando levemente de ellas—.

—Sungkyu... ya sabes que no puedo... —siguió negándose el otro, soltando sus manos—. Pero vete tú a bailar, diviértete. Yo me quedaré aquí.

Sungkyu suspiró antes de asentir y dar media vuelta para dirigirse a la zona de baile, en la que todos sus amigos ya estaban inmersos. Se sintió un poco mal por su novio. Sabía desde hacía ya algún tiempo que él no soportaba las discotecas ni los locales repletos de gente como ese en el que se encontraban, por eso es por lo que conocía de sobra el esfuerzo que su pareja había tenido que hacer para acompañarlos y poder pasar un rato con ellos después del trabajo. No quería haberlo tenido que dejar solo en la barra pero, realmente, él quería bailar, pues le encantaba dejarse llevar por la música.

Enseguida fue rodeado por Howon y Dongwoo, que comenzaron a bailar, uno detrás y otro, frente a él. Comenzó a reír bailando con ellos y pronto, los otros tres se les unieron, dejando a Sungkyu en el medio, sonriendo.

A medida que la noche avanzaba, también lo hacia su estado de embriaguez, excepto el de Jonghyun, que parecía el único responsable. En algún momento de la larga velada, se había encontrado con un amigo que, cansado de bailar, había preferido mantenerse en la barra con el otro y Sungkyu se alegró de poder verlo entretenido.

— ¿Celoso? —una voz pegada a su oreja para hacerse oír por encima de la música lo sorprendió mientras observaba a su novio conversar con su amigo. Se volteó y sonrió al ver a Woohyun, inclinándose a responderle al oído.

— ¡Qué va! Confío en él —le aseguró antes de separarse de él para mirar su rostro. No sabía si era el alcohol, la luz o simplemente la verdad, pero Woohyun estaba verdaderamente guapo esa noche.

Colocó los brazos en sus hombros y se pegó a él para empezar a bailar, a lo que el menor le siguió sin pensárselo dos veces.

El alcohol había nublado su vista y lo único que se mantenía constante en su campo visual era un matojo de pelo rojo. Un matojo de pelo rojo que por un momento le recordó a la chica de sus sueños. La chica que no hacía tanto tiempo ocupaba su corazón. Pero esa chica no existía, tenía que asumirlo de una vez por todas y dejar de mentirse a sí mismo, pues eso nunca le conduciría a nada y por fin se daba cuenta, justo mientras sus manos se colocaban en las caderas del otro para juntarse infinitamente más a él, siguiéndole el baile. Sus ojos se clavaron en los contrarios, ambos rostros separados por escasos centímetros. Repentinamente, el menor giró el cuerpo del mayor, pegando ahora la espalda contraria a su pecho y sobre todo, su trasero a su propio paquete.

Algo le estaba diciendo que debía dejarse llevar y eso es lo que estaba haciendo. Apoyó su frente contra la nuca contraria, respirando de forma algo agitada. Sungkyu volvió el rostro, sonriéndole a Woohyun con picardía mientras este le devolvía la sonrisa. El mayor levantó una mano y la colocó en la nuca del otro, enredando los dedos en los mechones del menor antes de restregarse contra él, queriendo provocarlo casi sin saber la razón, olvidando que no muy lejos de allí estaba su novio.

Woohyun suspiró, su aliento rozando los labios contrarios que se contrayeron en una ancha sonrisa. El menor creyó volverse loco, pues estaba viviendo el momento más excitante de su vida y nunca se lo hubiera imaginado así. Si hace un mes le hubieran dicho que estaría así con otro chico, se hubiera reído en su propia cara. Sin embargo, ahí estaba.

 Pero sabía que era el alcohol, nada más.

De pronto, Sungkyu se separó de él, riéndose, y Woohyun no pudo menos que observarlo confuso, no sabiendo qué había ocurrido. Enseguida se le acercó para susurrarle, divertido.

—Te dije que sabía bailar.

Woohyun seguía en silencio, no acabando de entender del todo que para Sungkyu todo había sido una broma entre amigos. El menor se sintió sumamente avergonzado y más cuando bajó el rostro, apenado y se dió cuenta del bulto que adornaba su pantalón.

—Mierda —susurró, justo antes de casi correr hacia el baño dejando, en esta ocasión, a Sungkyu desconcertado.

—Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda... —maldijo, encerrándose en uno de los cubículos. Volvió a bajar la vista y cerró los ojos con rabia—. ¡Mierda! —repitió, dando un golpe contra la puerta llena de pintadas.

Tras eso, se desabrochó el pantalón, temiendo encontrarse con lo que sabía que se iba a encontrar. Rozó su miembro ya medio despierto por sobre la tela de su bóxer, soltando un leve suspiro.

—Joder... —susurró, apoyando la frente y el codo contra una de las tres paredes que le rodeaban.

Introdujo su mano libre dentro de sus calzoncillos agarrando, por completo, su virilidad. Se mordió el labio para acallar los sonidos que quería dejar escapar su boca y empezó a masturbarse, primero lento y aumentando la velocidad poco a poco. Dejó la mente en blanco, no queriendo pensar, ni mucho menos imaginarse nada extraño y, tras un buen rato, acabó corriéndose en su mano, dejando soltar un ronco gemido que esperaba que no se hubiera oído sobre la música. Se limpió y salió, humedeciéndose rostro y nuca, notando como, a la vez que la sensación de embriaguez bajaba, iba siendo más consciente de lo que acababa de ocurrir.

Tras volver con los otros, que parecían haberse reunido en la barra, se mantuvo lo más alejado posible del mayor, sin siquiera atreverse a mirar su rostro. Solo faltaba Myungsoo, que pronto se unió a ellos aunque traía a otro chico bajo el hombro, uno que Woohyun no supo identificar. Decidieron que ya era lo bastante tarde como para irse y sin esperar ni un minuto más, Myungsoo desapareció con su captura de la noche sin siquiera despedirse. Woohyun se acercó a su mejor amigo para apoyarse en él y transmitirle ánimos aunque sabía que en ese momento nada podría hacerlo. Sungyeol se ofreció de inmediato a llevar al otro a casa y este aceptó, queriendo alejarse de allí lo más rápido posible. Sin embargo, no pudo evitar girar levemente su rostro cuando estaban a punto de abandonar el local, para encontrarse con la vista del mayor clavada en él, lo que hizo que casi se chocara contra el cristal al volver la vista al frente.

Esa noche se acostó con un único pensamiento.

Se había excitado por culpa de su amigo como nunca antes lo había hecho con una chica. 

Notas finales:

Hasta aquí el capítulo 22... Esperamos que os haya gustado. A Namu seguro que no mucho ;D ¡Nos leemos el viernes! ¡Gracias por vuestro apoyo y vuestros comentarios! — A.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).