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Boy Online por DoritoCoupleProductions

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Notas del capitulo:

¡Buenas a todos! Aquí con el capítulo de la semana. No tengo mucho que agregar, solo que espero que os guste :) — A.

 

Por cierto, el orden de edad de los personajes sería (de mayores a menores):

· Sungkyu y Dongwoo.

· Woohyun, Hoya, Sungyeol y Myungsoo.

· Sungjong (por si llega a aparecer)

Los tres entraron en fila por la puerta, el mayor dejando escapar un largo suspiro de cansancio. Sus dos amigos le habían estado hablando todo el camino de vuelta sobre ese chico que había captado su atención en el auditorio. Se había estado fijando en él desde que había llegado y le había parecido un tanto raro. Semejaba perdido en sus propios pensamientos y solo había 'despertado' al recibir una llamada de atención por parte del chico que tenía al lado, con el cual se había marchado hablando como si fueran amigos de toda la vida. Sungkyu y la pareja salieron justo detrás de ellos y, en aquel momento, el pelirrojo pudo admirar su bien formado cuerpo un poco más, suponiendo que debía de ser algo más bajo que él y más joven. No podía evitar mirarlo, a pesar de lo evidente que sabía que estaba siendo, por eso, Howon y Dongwoo decidieron agarrarlo cada uno por un brazo y sacarlo de allí antes de que el otro se diera cuenta de nada.

Sungkyu le echó una última y rápida mirarla antes de dirigir sus ojos a sus secuestradores.

—Os odio. Ese chico es muy guapo. Mucho… —había susurrado con un puchero.

Y ahora estaban de nuevo en su piso, esparcidos por el salón, ordenándose los unos a los otros que alguien fuera a hacer algo de comer. Se lo echaron a 'piedra, papel y tijeras' y perdió Dongwoo, como siempre lo hacía; pensaba que la piedra ganaba a los dos otros y, aunque habían intentado explicarle que no era así, al final habían dejado que él pensase lo que quisiera.

A Dongwoo no le importo perder y se encerró en la cocina mientras su novio ponía algo de música y el mayor encendía su ordenador. Tenía un nuevo mensaje. Un nuevo mensaje de una dirección desconocida.

Lo abrió extrañado y algo preocupado, pero su expresión rápidamente cambió al leerlo un poco por encima y comprobar que era de algún fan que había conseguido su email de alguna forma.

Sonrió conmovido por lo que este le decía y llamó a sus dos amigos para leerles lo que allí estaba escrito.

—Nam Woohyun... me suena de algo. —susurró Dongwoo, haciendo como que estaba analizando el nombre.

— ¿Le conoces? —Sungkyu preguntó algo ansioso.

—No, era broma. —El otro sonrió divertido al mismo tiempo que Sungkyu le dirigía una mirada de odio y Howon releía el correo.

—Parece que este chico está enamorado de ti, Ariel. —rio cuando terminó de leer y miró al mayor con jocosidad.

— ¿Debería contestarle? —El pelirrojo se mordió el labio, dudoso, mientras miraba a la parejita, que respondieron con un sonoro "Sí" al mismo tiempo.

—De acuerdo... Pero tenéis que ayudarme.

Los dos asintieron contentos y Dongwoo lio un porro para que se pudiesen relajar los tres y las ideas fluyeran más fácilmente.

A las pocas caladas, el grupo ya estaba más que relajado y empezó a dar ideas.

—Deberías darle las gracias, tío, en plan, ya sabes, por todo y tal —dijo Hoya para luego mirar a su novio—. Lo has cargado, amor. Como me gusta. —rio, señalando el canuto que sujetaba entre los labios.

Dongwoo solo sonrió, como siempre, y casi parecía el mismo de antes, solo que ahora estaba tirado por el suelo girando sobre sí mismo.

— ¡Hacedme caso! —Sungkyu intentó gritar, levantándose con resolución—. Tenemos que tomarnos esto... en serio. ¿Y si está bueno? Woohyun suena a chico que está bueno... —sonrió pícaro, imaginando las posibilidades.

—Eso es cierto... —Dongwoo le dio la razón, levantándose de un salto—. ¡Ya está! Escribe: ¿Estás bueno? Yo sí, y necesito a alguien urgente porque estoy muy solo. Posdata: te quiero. ¿Opiniones? —miró a los otros dos con expresión satisfecha, esperando sus reacciones.

Sungkyu negó con la cabeza y se pasó las manos por el pelo antes de darse un par de golpes en las mejillas para espabilar. Howon subió los dos pulgares en señal de aprobación y se fue a la cocina. Siempre le entraba el hambre cuando fumaba.

—Está claro que vosotros no tenéis ni idea. Lo haré yo solo.

—Como todo... —Dongwoo le guiñó un ojo y siguió al otro a la cocina para alejarse del mayor, que se volvía muy… cariñoso al estar fumado.

 

"Hey, Woohyun.

Mil graciass por tu correo, de verdad que no creo merecerme tanto afecto y agradecimiento por tu parte. Gracias. ¿Ya lo he dicho? Bueno, nunca está de más repetirlo.

Tus palabras me han llegado al heart, nunca pensé que alguien pudiera ser mi fan pero supongo que me equivocabaaaa.

No, no voy a poner eso, gilipollas. ¡Sí! De vainilla. Vaaaaaaaale. Ya se han ido. Sooloo me quedas tú. ¿Sabes qué? Me encantaría conocerte tamnbvién pero debo vivir en las sombras como Batman.

Te quiere y te adora, Princesk."

Sungkyu sonrió y le dio a enviar, convencido por completo de haber escrito una obra maestra. Se encontró solo, de repente, en el piso y supuso que los otros dos se habían ido a por algo de comer. Volvieron un buen rato después, demasiado tarde, especialmente si sabías que la tienda estaba pegada al edificio.

—Hemos llamado a cuatro pisos antes de acordarnos de que teníamos llave —explicó Dongwoo, tan feliz como sempre, mientras sacaba una lechuga, un bote de mayonesa y un quilo de harina de la bolsa de la compra.

— ¿No ibais a comprar helado?

—Mierda... —Howon maldijo en voz alta y Dongwoo se echó a reír.

—Por cierto, ya le he contestado al Muhyun este o como se llame —Sungkyu sonrió y cerró el portátil, satisfecho—. ¿Vemos una peli?

—El World Tour de Mad-

— ¡NO! — Howon fue interrumpido a mitad de frase—. Tú no eliges. Nunca.

El aludido hizo un puchero y al ser ignorado fulminó al mayor con su mirada. Sungkyu, al tener los ojos casi cerrados por completo, no se dio cuenta. Era el efecto que fumar causaba en él.

— ¿Podemos ver alguna peli de dibujos? —preguntó Dongwoo mirándolos con ojos de cachorrito, casi rogándoles que aceptaran su propuesta.

— ¿Otra vez? Va a ser que no, amor.

Dongwoo, enfurruñado ante la respuesta de su novio empezó a sacudirlo con fuerza, agarrándolo de un brazo.

—Porfa, porfa, porfa, porfa...

Howon cerró los ojos para no marearse y se dejó hacer, perdido en sus pensamientos mientras Sungkyu solo reía, no sabiendo muy bien por qué.

—Elegiré yo la película, y punto final. —sentenció el mayor y fue a elegir una de las películas de la estantería, fingiendo que leía el título de ellas en los lomos de las carátulas cuando apenas podía mantener los ojos abiertos. Terminó sacando una del medio y la puso antes de acomodarse los tres en el sofá para verla. Apenas se enteraron de lo que pasaba en ella ya que se reían con absolutamente todo. Cuando la película ya acababa y ellos comenzaban a recobrar el sentido se dieron cuenta de que era una película de miedo y aún rieron más. Decidieron fumarse otro porro y ponerse a jugar a la Wii, que así era mucho más entretenido; además la tarde aún era joven y ellos solo querían divertirse. Jugaron al Just Dance y acabaron llenos de moratones al pegarse con los mandos los unos a los otros, gritándose cada vez que se tocaban. Howon no paraba de empujarlos fuera de la zona para poder estar él solo delante del televisor y se inventaba todo el baile mientras los otros dos se quejaban. Decidieron descansar después de dos canciones ya que estaban exhaustos y se prepararon algo decente de comer. Pasaron así el resto de la tarde, haciendo de todo y a la vez nada. Cuando ya fue demasiado tarde Dongwoo volvió a su casa despidiéndolos con su radiante alegría habitual, ya sintiéndose mucho más consciente de sus acciones.

Después de irse el mediano, decidieron acostarse y descansar un poco.

—Buenas noches, Ariel. —El moreno sonrió desde la puerta de su cuarto, mandándole un beso volador a su compañero.

— ¿Es oficial ya? ¿Soy Ariel? —Sungkyu le devolvió la sonrisa, a medio camino de su habitación. Howon le contestó asintiendo con efusividad—. ¿Eres tú mi Eric, entonces?

—Sería un ho-

Sungkyu le dio un empujón, logrando que entrase por fin por la puerta y cerrándola después.

—No te burles de mí o acabarás mal. —amenazó contra la puerta y se fue a su dormitorio, escuchando la risa del otro.

Sungkyu estaba muy cansado por lo que se dejó caer como un peso muerto sobre el colchón, boca abajo, rebotando ligeramente y quejándose porque, en realidad, había dolido un poco. Se dio la vuelta y se quitó la ropa, aún tumbado, haciendo unas cuantas maniobras, demasiado vago para levantarse.

Se metió en cama, suspirando, revolviéndose el pelo y cerrando los ojos (más de lo normal, si es que eso era posible). Estaba realmente cansado. El sueño comenzó a apoderarse completamente de su cuerpo y de su mente; sonrió pensando en que ya podría descansar. O eso quería creer.

 

Unos dedos se deslizaron por su mejilla hasta llegar a su barbilla y sujetarla con firmeza a la vez que otra mano, agarrada con firmeza a su cadera, mantenía su cuerpo quieto. Mientras, un rostro, el cual no podía ver bien por completo, ya que sus ojos lo captaban de una forma borrosa, se acercaba al suyo. "Este chico me suena..." pensó justo antes de que el desconocido rozara su labio inferior con el pulgar, haciendo que Sungkyu cerrara los ojos en un acto reflejo. El chico borroso —así decidió llamarle— pegó sus frentes y dejó salir su aliento sobre los labios del pelirrojo. A Sungkyu le temblaron las piernas con ese simple gesto y se avergonzó a sí mismo, dándose por fin cuenta de su situación. Estaba aprisionado por el cuerpo del otro contra la puerta del baño viejo de la universidad. Sintió el calor recorrer todo su cuerpo cuando sus piernas se separaron a causa de la rodilla que se coló entre ellas, haciéndole soltar un suave jadeo. Subió los brazos para  podr abrazarle el cuello al desconocido. Miró el rostro del chico, que estaba a escasos centímetros del suyo, pero siguió sin poder verlo con claridad.

—¿Quién eres? —pronunció en un leve susurro, que provocó una sonrisa satisfactoria en el rostro del otro chico, el cual ignoró la pregunta, acercándose a juntar —"Por fin", pensó Sungkyu— sus labios por completo cuando...

 

Time is waiting... we only have 4 minutes to save the world... no hesitating...

 

— ¡NOOOOOOOO! —Sungkyu se incorporó en la cama, gritando desesperado y triste al reconocer la canción de Madonna que hacía temblar las paredes de la casa. Se dio cuenta de que ya casi era hora de ir a clase—. ¿POR QUÉ A MÍ, SEÑOR? ¿POR QUÉ A MÍ?

Cuando fue capaz de superar su pequeña y momentánea crisis, fue a darse una ducha; fue incapaz de rememorar su corto e increíble sueño. Se pasó los dedos por los labios. No habían hecho nada y aun así ese, aunque falso, había sido uno de los momentos más eróticos de su vida. Al salir se vistió y se preparó para clase, preparándose la bronca que le echaría a su compañero por despertarle. Esta vez cumpliría sus amenazas.

Notas finales:

¡Dejad vuestros comentarios y opiniones! Muchas gracias por seguir esta historia. ¡Nos leemos el lunes! — A.


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