Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Boy Online por DoritoCoupleProductions

[Reviews - 160]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sentimos muchísimo haber tardado tanto en  actualizar la historia:( Vamos a continuarla durante mucho tiempo más, desgraciadamente este año estamos en nuestro último curso antes de la universidad y los exámenes son constantes por lo que apenas nos sobra tiempo que dedicarle al fanfic. Sin embargo, pretendemos tardar menos en subir el próximo capítulo. Saludos y disfrutad de la lectura!

 —Despierta —demandó, zarandeando levemente a su amigo—, tus madres acaban de llamar —explicó. Sin embargo, lo único que obtuvo como respuesta fue un gruñido por parte del mayor, que tiró de la colcha de su cama lo más que pudo para intentar escapar de la molesta luz que le instaba a abrir los ojos.

Sooyoung suspiró, somnolienta, sin ganas siquiera de luchar contra Sungkyu, por lo que, simplemente y con pesadez, decidió dejarse caer sobre su cuerpo. Éste, perturbado, dejó salir otro gruñido y comenzó a revolverse, intentando deshacerse del agarre de su amiga.

—Kim Sungkyu, tu maldito móvil ha logrado despertarme y si yo caigo, tú caerás conmigo —declaró la chica, tratando de no caerse de la cama. Sungkyu profirió un quejido todavía mayor antes de rendirse y frenar sus sacudidas.

—¡Está bien! —exclamó exasperado, retirándose el edredón del rostro para abrir poco a poco los ojos y acostumbrarse a la claridad.

—Genial —contestó la otra, sonriendo ampliamente y rodando hasta quedar acostada junto al mayor sobre el colchón—. Es hora de cenar y llevas durmiendo todo el día.

—Y tú conmigo —señaló mientras se estiraba.

—Buena observación —apuntó Sooyoung, justo antes de bostezar y obligarse a sí misma a levantarse.

Sungkyu la observó ponerse en pie, todavía medio adormilado y logró recordarse el por qué tenía una venda en la nariz antes de llevarse ambas manos al rostro para frotarse los ojos.

—¿Y para qué han llamado mis madres? —preguntó entonces, acordándose de la razón por la que su amiga lo había despertado mientras se incorporaba y apoyaba la espalda contra el cabecero de la cama.

—Mañana quieren ir a comprar los regalos —explicó buscando qué vestirse entre la ropa que había colocado en la mitad de armario que Sungkyu le había dejado.

—¿Mañana ya? —inquirió, cansado pero algo preocupado al imaginarse todas las preguntas que sus madres le harían al ver la no muy discreta marca que cubría su nariz.

—¿Ya? Pasado es Nochebuena —le recordó su amiga, girándose para dejar sobre la cama el conjunto que ya había escogido.

—¿En serio? Vaya, ni me acordaba… —Sungkyu se estiró entonces para alcanzar su móvil y no se sorprendió al comprobar que había recibido unos cuantos mensajes, sin embargo su atención sólo pudo centrarse en el de su novio, logrando sacarle una sonrisa.

Se preguntó entonces si sería buena idea llamarlo o estaría de nuevo con su familia, sin embargo, las ganas de escuchar la voz del otro y sus constantes ñoñerías lograron convencerlo y justo cuando se disponía a pegar su móvil a su oreja recordó que no estaba solo.

Sooyoung seguía allí, eligiendo ahora los zapatos que se pondría. Sungkyu la observó durante unos segundos e imaginándose que aquello iba para rato decidió carraspear, consiguiendo que la chica se girara a mirarlo.

—Voy a hablar con Woohyun así que… ya sabes —dijo, pegándose el móvil al pecho sin ninguna razón en concreto.

La chica le echó una mirada de odio antes de aceptar que su amigo la estaba echando y recogió la ropa de la cama.

—Tranquilo, iba a ducharme de todas formas —declaró, cogiendo también una toalla del armario—. Vamos a salir a cenar, así que cuando termine, te toca a ti —le advirtió, apuntándolo con un dedo justo antes de salir por la puerta para que el mayor no pudiera quejarse. Sungkyu quiso negarse de inmediato pero las ganas de hablar con Woohyun le presionaron para que dejara la discusión con su amiga para más tarde.

Ahora sí, buscó el contacto del menor en la agenda y se llevó el aparato a la oreja, con esperanzas de no estar interrumpiendo nada.

—Hey —respondió el menor tras haberlo hecho esperar durante varios pitidos que se le hicieron eternos.

—Hey —lo imitó Sungkyu, algo extrañado por la falta de efusividad de Woohyun.

—¿Qué tal te encuentras? ¿Has podido dormir? ¿Cómo está tu nariz?

Sungkyu se disponía a responder al repentino interrogatorio de su novio, que ya había vuelto a la normalidad, cuando unos susurros al otro lado de la línea lo frenaron, sólo pudiendo distinguir la voz de Woohyun mandando callar a otra persona.

—Estoy bien, de hecho he dormido toda la tarde y acabo de despertarme —contestó. Siendo sincero, creía que se había tomado tantos calmantes que si no hubiera sido por Sooyoung, habría podido dormir hasta la mañana siguiente. A pesar de que Woohyun no había reaccionado como esperaba al contarle lo de su nariz, lo cual le tranquilizaba ya que con dos madres le llegaba, sabía muy bien lo preocupado que el contrario estaba y también que si estuviera ahí con él, estaría disfrutando de unos constantes mimos que, nunca admitiría, echaba de menos. Todavía recordaba una de las tardes en la casa del menor en la que, mientras cocinaban, Sungkyu se había cortado el dedo con un cuchillo y a Woohyun le había faltado poco para llamar a una ambulancia—. ¿Estás con alguien? —preguntó, comprobando que los susurros no cesaban.

—Ah, sí. Estoy en casa del amigo del que te hablé, viendo una peli —explicó, aunque realmente la película acababa de empezar.

—Oh, lo siento. Te llamaré luego, entonces.

—¡No! —exclamó Woohyun, logrando asustarlo. Éste le dirigió una fría mirada a su amigo, que había estado intentando arrebatarle el móvil desde que había empezado a sonar—. No cuelgues, saldré fuera —intentó convencerlo, cogiendo su chaqueta y encaminándose, sin siquiera esperar respuesta, a la puerta trasera que daba al jardín.

Sungkyu sonrió, notando en la voz del chico algo de nerviosismo.

—No tienes que hacerlo por mí, me da igual esperar un par de horas si estás ocupado —insistió el mayor, aunque realmente lo último que quería era terminar la llamada con el otro.

—Pero a mí no —contestó sin pensárselo mucho—. Además ya estoy fuera.

Woohyun cerró la puerta tras de sí, notando de inmediato como el viento frío le revolvía el pelo y comenzaba a calar entre sus capas de ropa.

—¿No se molestará tu amigo? —persistió Sungkyu, divertido.

—No te preocupes por él, puede esperar un rato.

—Es que no sé…

—Sungkyu, ¿me estás vacilando? —inquirió con fastidio, intentando no tiritar.

—Podría ser —admitió.

—Ahora mismo iría hasta tu casa sólo para estrangularte —contestó Woohyun, tomando asiento en una de las sillas del porche, encogiendo las rodillas y subiendo los pies para hacerse una bola.

—¿Sólo a eso? ¿Qué tal antes un par de besos como saludo y despedida? —propuso, siendo enseguida recompensado con una carcajada del menor.

—Si es tu última voluntad, no me puedo negar —aceptó, sintiendo como poco a poco se olvidaba del frío gracias a la cálida sensación que creaba en su interior la voz de Sungkyu a pesar de que fuera a través del teléfono. En ese momento, ni siquera quiso pensar en qué le provocaría cuando volviera a tenerlo delante.

—No finjas que puedes resistirte a mí, sé que no —aseguró Sungkyu, todavía teniendo en mente la confesión del menor de hacía sólo un par de días. Y todavía recordaba aquel día en la universidad no hacía mucho en el que Woohyun lo había rechazado de forma cruel. Sin embargo, sacudió la cabeza y trató de no pensar en ello, al fin y al cabo, estaban mejor que nunca.

—Vaya, pareces muy seguro de ti mismo —opinó Woohyun.

—Lo estoy. O tal vez sean los calmantes —observando el paquete de pastillas sobre su mesilla, recordando entonces que debía tomarse uno en cuanto la nariz empezara a dolerle nuevamente, lo cual no tardaría mucho en suceder.

—No abuses de ellos —le advirtió Woohyun, nuevamente intranquilo—. Sé que colocan más que los porros, pero aún así, debes controlarte. Tienen muchos efectos secundarios.

—¿Eres mi padre o mi novio? ¿Te has estado informando para darme el sermón? —preguntó Sungkyu, tras un corto suspiro, aunque realmente siempre le reconfortaba sentir que Woohyun se procupaba por él de corazón.

—A lo primero, ya no estoy seguro y a lo segundo, he de admitir que ya tengo algo de experiencia —reconoció, muy a su pesar.

—¿Ah sí? Suenas como un experto en el tema. Y por favor, no te compares a mi padre. No sé quién es, pero tampoco quiero imaginármelo siendo como tú —Sungkyu no pudo evitar que una mueca de disgusto se formara en su rostro, a pesar de que no estuviera allí nadie para poder apreciarla.

—Tuve un pequeño accidente sin importancia a principios de año y respecto a lo de tu padre… —Woohyun dudó unos segundos antes de seguir hablando, diciéndose a sí mismo que no debía continuar, pero no pudiendo evitarlo— Puedo ser tu papi siempre que quieras —declaró, intentando sonar sensual.

—Quiero dejar clara una cosa. Si no quisiera saber más sobre ese accidente, ya te habría colgado.

—Gracias por tu sinceridad —reconoció Woohyun riendo, esperando ese tipo de respuesta por parte del mayor.

—¿Vas a hablar por voluntad propia o voy a tener que obligarte? —preguntó Sungkyu, comprobando tras unos segundos de espera que el menor no tenía la menor intención de seguir hablando.

—Prefiero que me obligues, la verdad —contestó Woohyun. Aunque sólo había pasado unos meses atrás, sentía que todos los recuerdos de principios de año eran de otra persona y, realmente, hubiera pagado todo lo que hiciera falta porque así fuera.

—¿Vas a dejar que me mate la curiosidad hasta que vaya a verte? —cuestionó Sungkyu, intentando que su tristeza se denotara en su voz. Haciendo un pequeño cálculo gracias a la canción que se podía escuchar desde el baño y conociendo ya de sobra el orden de la lista de reproducción de su amiga para la ducha, el mayor sabía que no le quedaba mucho tiempo y no quería colgar sin saber qué le había pasado a Woohyun.

— Tal vez —. Woohyun sabía que tarde o temprano tendría que sincerarse y hablarle de su pequeña época oscura a Sungkyu, pero desde luego todavía no estaba preparado. Quizás podría ir poco a poco. Sabía de sobra que su novio no lo iba a juzgar, pero sabía que contárselo sería aceptarlo como algo real y no quería hacer eso, pues no estaba seguro de que no fuera a juzgarse él mismo.

—Te recompensaré —propuso, sabiendo que era de las pocas formas de las que podría convencer al menor de algo.

—¿Cómo? —inquirió, repentinamente menos reacio a hablar.

—Como tú quieras —susurró, intentando sonar tentador y, desde luego, así fue como sonó en los oídos de Woohyun, provocándole un pequeño escalofrío que nada tuvo que ver con el ambiente frío en el que se encontraba.

—Hecho. Pero debes prometerme que no vas a echarte atrás —dijo Woohyun, al cual ya no le importaba relatar su accidente ya que empezaba a ver hacerse realidad una idea que había comenzado a rondarle la cabeza ese mismo día.

—Woohyun, no voy a echarme atrás. Te lo prometo. Aunque empiezas asustarme.

—No te preocupes, cariño —contestó, aunque una sonrisa pícara iluminaba su rostro.

—Bueno, primero, cuéntame qué te pasó —pidió Sungkyu, escuchando como su amiga cerraba el grifo de la ducha.

—Tuve un accidente de moto. No he vuelto a conducirla desde entonces, está guardada en el garaje. Iba fumado y borracho. No me enorgullece admitirlo, pero es la verdad —contó, poniéndose algo serio y enseguida notando como la tensión comenzaba a asfixiarlo mientras esperaba alguna respuesta del otro lado de la línea.

Sungkyu escuchó con atención las palabras del contrario y casi pudo sentir como su corazón se encongía al imaginar a su novio tirado en la carretera, ensangrentado e inconsciente. Estaba a punto de echarle la bronca cuando se dio cuenta de que eso ya no tendría sentido y de que él mismo podría haber acabado mucho peor la noche anterior si no hubieran estado ahí sus amigos. Además, el tono de voz de Woohyun le había dejado claro que ese recuerdo le decepcionaba a él mismo y no quería que se sintiera todavía peor.

—Pero no tienes que preocuparte por algo ya pasado. Además, repito que no fue nada. Sólo tengo alguna cicatriz. Y por suerte, me caí yo sólo y nadie tuvo que sufrir por mi culpa —dijo, decidiendo hablar al notar que Sungkyu se había quedado en un silencio que lo estaba asustando.

—Gracias por habérmelo contado. Es importante para mí—contestó, arrepintiéndose levemente de haber insistido para que le contara eso por teléfono ya que hubiera dado cualquier cosa por tenerlo delante y poder darle un fuerte abrazo—. Deberías volver a usar la moto. Seguro que estabas muy sexy conduciéndola.

En un abrir y cerrar de ojos, la seriedad se esfumó del rostro del menor y dejó escapar una sonora carcajada.

—Pues sí, sí que lo estaba —admitió Woohyun, sonriente.

—Nam Woohyun, ¿acabas de piropearte a ti mismo? Eres idiota —declaró Sungkyu, también con una sonrisa en los labios, feliz de que la tensión del momento se hubiera esfumado rápidamente y de haber vuelto a escuchar la risa de Woohyun, porque, aunque no se lo hubiera dicho nunca, era uno de sus sonidos preferidos.

—Puede ser, pero ahora me debes algo. Y vas a hacer lo que yo te pida, porque así lo has prometido. ¿Quién es el verdadero idiota? —dijo, sintiéndose mucho más valiente. Sabía lo mucho que había cambiado durante los últimos meses a la hora de relacionarse con la gente, al fin y al cabo, no era de los que tenían muchos amigos y menos un novio, pero todavía le sorpredía lo descarado que a veces era y lo poco que le empezaba a importar.

—Sigues siéndolo tú —aseguró Sungkyu, sin siquiera imaginarse qué querría pedirle el otro—. Dime, ¿qué quieres que haga?

—En realidad es, qué quiero que hagamos —dijo, empezando a no estar muy seguro pero obligándose a sí mismo a decirlo, ya que realmente era lo que deseaba y no quería esconderlo.

—¿Hagamos? Nunca pensé que nuestra primera vez sería por algo que te debiera —habló Sungkyu, empezando a entender por donde iba la mente de Woohyun. O eso creía. Sin embargo, la pequeña risa de su novio le indicó que sus planes no eran esos justo mientras una vestida Sooyoung se adentraba en su cuarto ya vestida.

—Te toca —dijo seria, lanzándole la toalla.

—No puedo esperar tanto para cobrar mi recompensa. No puedo esperar a que vengas —admitió, su voz sonando algo más desesperada de lo que pretendía sin poder evitarlo debido a que la vergüenza sentida en un primer momento ya se había convertido en excitación.

—¿Entonces cómo…?

—Quiero que tengamos sexo telefónico.

No tuvo tiempo siquiera tiempo de responder aunque dio las gracias porque tampoco habría sabido qué decir, mientras Sooyoung se hacía con su móvil y se despedía con una fingida sonrisa de Woohyun, comentándole que saldrían a cenar y que Sungkyu tenía que irse a la ducha.

—¿Qué quieres? —contestó al insistente teléfono mientras se dejaba caer en su cama exasperado.

—¿Qué tal la cita? —inquirió a pesar de saber ya de antemano la respuesta; al fin y al cabo, prácticamente había estado allí con ellos.

—Muy bien. Hemos ido al cine —respondió Sungjong algo sorprendido, ni siquiera esperando que su ¿amigo? le preguntase sobre su día—. ¿Qué has hecho tú? ¿Has ido a buscar a Myungsoo?

—No. No me apetecía. He estado vagueando —respondió, restándole importancia a su tarde de espionaje—. ¿Haces algo mañana?

—No tenía nada pensado…

—Perfecto.

—¿Tienes algún plan? Porque quería hablarte sobre nuestro trato.

—¿Qué pasa con él? —preguntó Jonghyun, temiéndose lo peor.

—No sé, tengo dudas. Creo que Bogum me gusta de verdad y estoy por rendirme con Myungsoo. Está claro que ya no le intereso —admitió Sungjong, lo cual le fue más duro de lo que creía.

—¿Estás diciendo que vas a dejarme tirado? —cuestionó dolido.

—Jonghyun, ¿te crees que vivimos en una película o algo así? No hemos hecho básicamente nada y la verdad, tendrías ya que darte por vencido. Woohyun y Sungkyu están bien juntos. Y tú la jodiste. No quiero ofenderte, entiendo que todavía te guste Sungkyu pero igual que Woohyun no se entrometió en vuestra relación, tú deberías aguantarte y buscar a otro. No seas inmaduro. Piensa en lo que digo y verás que tengo razón. Adiós —dijo, y sin querer escuchar los reproches del mayor, colgó, para no darle tiempo a contestar. Y enseguida se sintió mal por haberle hablado tan duramente al que, en su interior, consideraba su amigo, sin embargo, sabía que era lo que debía hacer.

 

—¿Llego muy tarde? —preguntó acercándose a la mesa con paso ligero.

—No te preocupes, Dongwoo y Hoya acaban de llamar y también vienen. Sólo he entendido concesionario y difraz de mujer —contestó Sungkyu, algo adormilado por el calmante que se había tomado antes de salir de casa, pero con una amplia sonrisa en el rostro.

—Me asusta saber qué han tramado esos dos —contestó Jonghyun, tomando asiento junto a Sungkyu. Ni siquiera su morada nariz que la venda no lograba tapar del todo minaba un ápice su belleza en los ojos del más alto—. ¿No estás cansado? Deberías haberte quedado en casa —dijo, aunque realmente se alegraba de que hubiera salido y así tener la oportunidad de verlo. En unos segundos había logrado que se olvidara del enfado que le había provocado la conversación con Sungjong y la idea que ésta había hecho germinar en su cabeza de abandonar su plan de recuperar a su ex-novio.

—¿Ves? Jonghyun me apoya —habló el de ojos pequeños dirigiéndole una mirada acusatoria a su amiga ya que ésta no había dejado que se quedara en casa a pesar de haberse negado repetidas veces.

—Estamos de vacaciones, deberías aprovechar y no quedarte durmiendo en casa como una marmota —declaró Sooyoung.

—Pensaba que dormir te gustaba tanto como a mí —observó su amigo.

—Así es, pero comer me gusta todavía más —informó la chica con una sonrisilla mientras se hacía con el menú. Sungkyu resopló pero acabó sonriendo también mientras Jonghyun era incapaz de apartar la mirada de su rostro.

No pasaron más de diez minutos antes de que llegara la pareja por la cual esperaban desesperados, al menos Sooyoung.

—¡No podéis imaginaros lo que nos ha pasado! —exclamó Dongwoo, visiblemente emocionado mientras tomaba asiento al otro lado de Sungkyu.

—Primero pedimos la comida, luego hablamos —ordenó la chica, que no podía evitar frotar su estómago vacío por debajo de la mesa.

—Hecho. Yo también me muero de hambre —comentó Howon, sentándose junto a Sooyoung y tomando uno de los menús.

—¿Qué tal tu nariz, Kyu? —inquirió Dongwoo, inspeccionándola acercando su rostro al contrario en demasía.

—Bastante bien. De momento no me duele pero recordadme que la próxima vez utilice los puños —dijo con una sonrisa.

—¿Has hablado con Woohyun? —preguntó, alejándose ligeramente del mayor para hacerse él también con un menú mientras Sooyoung buscaba desesperada con la mirada a algún camarero.

—Lo raro sería que no hubiera hablado con él —comentó Howon sin siquiera levantar la vista.

—Oye, tampoco hablamos tanto —intentó defenderse Sungkyu, aunque mientras lo decía se daba cuenta de que tal vez sí que se llamaban muy a menudo.

—Qué va, sólo como si llevarais un año sin veros —contestó su mejor amigo por lo bajo.

Media hora después todos estaban demasiado ocupados comiendo como para poder hablar, tanto de la aventura que habían parecido vivir Dongwoo y Hoya ese día como de cualquier otra cosa. Ninguno parecía haberse dado cuenta de el hambre que tenían hasta que sus platos se les fueron colocados delante y sus bocas se hicieron agua. No fue hasta que todos terminaron su cena, lo cual que no pasó mucho después, que Dongwoo se decidió a relatar su cita con su novio, provocando que la mesa se llenara de risas, verdaderas carcajadas de un grupo de amigos que se divierten juntos, sin pensamientos ocultos, totalmente sinceros. O eso parecía desde fuera. Sin embargo, la cabeza de Jonghyun no podía dejar de preguntarse qué iba a hacer, y a pesar de querer olvidarse de verdad para así pasar un buen rato en compañía de los otros, ya no era capaz.

—¿Al final vas a ir a ver a Woohyun? —preguntó Dongwoo interesado.

—Sí. Mañana hablaré con su madre para comprar el billete de tren y así darle una sorpresa —respondió con una amplia sonrisa. No sabía desde cuando el sólo hecho de pensar en Woohyun lograba provocarle cosquillas por el cuerpo pero había decidido que no le molestaba.

—Vas a conocer a su familia, vaya. ¿No vais muy rápido? —comentó Hoya enarcando una ceja.

—En realidad...a lo ojos de su familia soy sólo un amigo. Creen que tiene novia.

—¿¡Por qué!? —exclamó Sooyoung tras casi atragantarse.

—Su abuelo es muy conservador —dijo Sungkyu con la mirada baja.

—Bueno, al menos te ha invitado a conocerlos —intentó reconfortarlo Dongwoo, llevando una mano a la espalda del mayor para frotársela de arriba abajo—. Ya es bastante teniendo en cuenta lo poco que lleváis juntos. Realmete vuestra historia es muy rara, podríais escribir un libro.

—Te cedo los derechos, estos meses me han matado demasiado como para querer revivirlo todo de nuevo.

—Todavía recuerdo cuando te rechazó y casi te da un chungo —comentó Dongwoo con una sonrisa meláncolica antes de que Sooyoung le diera un golpe en el hombro para hacerle ver que no sería buena idea hablar sobre eso—. O cuando...cuando se inventó un nombre falso para acercarse a ti. Bueno, a Princesk. Pero eres tú, así que.

Jonghyun comenzó a prestar mayor atención a las palabras de Dongwoo ya que lo que contaba no le sonaba de nada y suponía que podía serle de ayuda.

—Changhee —dijo Sungkyu, con una pqueña sonrisa en el rostro.

—¡Exacto! Entonces le caías mal. De hecho, si no hubiera descubierto que eres su blogger ‘favorita’...quién sabe —esta vez fue un codazo lo que Sooyoung le propinó al más bajo por lo que éste enseguida dejó escapar un quejido.

—¿A qué te refieres?

—¿Woohyun estaba enamorado de una chica que acabó siendo Sungkyu? —preguntó Jonghyun, divertido por la idea.

—¡Sí! Es increíble que haya acabado enamorándose también de Sungkyu aunque sea un hombre, ¿no crees?

—Más que increíble. Es muy raro que de repente le gusten los hombres si lleva tanto tiempo interesado en las mujeres —comentó, y de inmediato recibió las miradas acusatorias de los dos mejores amigos de Sungkyu—. Opino. Aunque podría ser —añadió, intentando arreglarlo sin muchos resultados.

—Tienes razón —dijo Sungkyu, que se había mantenido callado y con la mirada perdida—. Es raro.

Y en ese momento, no pudo evitar preguntarse si Woohyun lo quería verdaderamente o lo que les mantenía juntos era el amor que el menor sentía hacia la idea de Princesk.

Notas finales:

Bueno, esperamos que os haya gustado. Nos vemos en la siguiente actualización! Besos♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).